TREINTA Y OCHO

Sora Pov's

Flashback...

Haber repitamos juntos «debo dejar de seguir mis malditos impulsos», tarde o temprano terminare en una maldita tumba retorciendome por todos los pecados que he cometido.

Es que no crean que el "Sora Calamidades" es de adorno, tiene su transfondo, cada vez que tomo una decisión importante algo me sucede, y es justo en esos momentos donde me pregunto «¿cometí un error?» hay una alta posibilidad de que si.

Después del día que me besé con Jungkook, que siendo honesta, el condenado sabe besar muy bien, te deja los labios deseosos e hinchados, con una sensación de tener que mordertelos para que dejen de hormiguear.

Fue un buen beso, sí, ver sus ojitos apeñuscados y su sonrisa de oreja a oreja derrite el corazón de cualquiera, sin mencionar la ternura que emana cuando esta nervioso.

Podría decirse que fue un momento mágico, que en mi tuvo efectos secundarios desastrosos.

-¡Me siento como una maldita bruja!- lance el kumamon hacia la ventana de la sala.

-Kuma no tiene la culpa- Mini corrió para levantar el peluche y resguardarle contra su pecho. - y deja de decir eso.

El cojín del sillón se me hace un excelente escondite para cubrir mi verguenza, seré como el avestruz, me esconderé del mundo.

-No volveré a salir del apartamento, moriré como un ermitaño.

-Primero; esa gente no tiene a nadie en el mundo, segundo; son solteros, y tercero; sus apartamentos son mas pequeños que este- su voz chillona se escuchaba casi en mi oído, estaba sentada justo a mi lado. -En pocas palabras no calificas.

Alce un poco la cabeza, dejando ver mi rostro avergonzado y a la vez entristecido y volví a ocultar el rostro.

- Mini, es que debiste verlo sonreír,  en sus ojos habían brillos, él veía a la octava maravilla del mundo. Fue como ver a un niño en navidad, con el rostro resplandeciente de la emoción por obtener su regalo favorito en todo el mundo.

-Y eso es gracias a ti. Deberías sentirte la mujer mas especial del mundo.

Debería, ¿no? Es decir, fue algo mágico para los dos. Solo que, no dejo sentir como una estaca se va introduciendo en mi pecho, siento escalofrió al pensar que cometí un grave error.

He puesto una sonrisa así de especial en Jungkook, eso me hace responsable de parte de sus emociones de aquí en adelante. Pensar en eso me aterra, porque este corazón que me late en el pecho no se agita de amor o emoción por él.

-Soy un monstruo ... lo besé sin siquiera tener el corazón dispuesto para él...

Su mano se poso en mi cabeza, pasando sus dedos con gentiliza entre mis cabellos.

-No lo eres. Deja de pensar así. Te estás esforzando tanto como él, date crédito- mi rostro se alzo de nuevo encontrando la dulce mirada de madre comprensiva en Mini -es cierto, no está bien que te dejarás llevar , pero ¿esa no es una prueba de que estás empezando a tener sentimientos por Jungkook?

Me encantaría tener su mismo optimismo, pero cuando Dios me creo, decidió dotarme de pesimismo.

-¿Tu crees?- espero note la ironía en mis palabras.

-No sólo lo creo, estoy segura. No actúas sin una razón- no, no lo notó, puede que tenga razón, pero dentro de mí, una voz me dice que fue un error.

Eso paso hace dos semanas, Jungkook se ha vuelto mucho mas atento, dispuesto y muy detallista, no digo que me moleste esa parte, al contrario, me siento muy querida y cuidada, pero me da vergüenza mirarlo fijamente, ver sus ojos llenos de sentimientos sinceros mientras que los míos solo tienen gratitud; eso en cualquier idioma es un delito.

Mini tomo mi rostro, lo levantó y sonrió ampliamente queriéndome decir que nada malo estaba pasando, yo no debía sentirme una criminal por darle esperanzas a alguien, no tenía porque preocuparme.

-Vamos a dormir. Mañana debes estar con todos tus sentidos para su segundo encuentro.

Es verdad, Jungkook me invitó a salir para festejar que el nuevo álbum fue todo un éxito; arrasaron los premios de las presentaciones. Fuera de un par de llamadas. felicitándolo, no hemos celebrado como debe ser, así lo dijo en una llamada.

 Esta vez no se mucho del protocolo que debo seguir para encontrarnos, tampoco sé exactamente a donde iremos, me dijo que un auto pasaría por mi y eso era todo. Mañana recibiría mas instrucciones. Tengo disparada la ansiedad en un 200% por no saber a donde tiene pensado llevarme y porque nuevamente estaremos los dos solos.

«««

Mis uñas se veían tan cortas victimas de mis nervios,  sentía una pelota en la boca del estomago que subía y bajaba, estaba entrando en pánico y perdía habilidad para controlarlo.

Seguí cada una de las instrucciones que me llegaron durante el día, debía vestir con las ropas de camuflaje, fui recogida a fuera del trabajo; cambie el turno con una chica del turno de la mañana, dentro del auto encontraría una bolsa con ropa que debía usar una vez llegará a mi destino, un restaurante clandestino que tiene pinta de ser usado para las reuniones de mafiosos, admito que busque el restaurante en Internet solo por curiosidad y es usado mucho por personas del estado y varios famosos. Me percate en el estacionamiento que los autos son blindados, costosos y con vidrios polarizados.

¡¿Cuanto gana un idol para tener ese tipo de lujos?!

He estado con los chicos desde que debutaron, he sido testigo de todo el odio que recibieron, de las lágrimas que han derramado. No son taaaan famosos como otros grupos, no es que estén ganando muuucho dinero en este momento, lo que si es verdad es qué este álbum ha llamado la atención de quienes no esperaban mucho de ellos (de nuevo), las criticas han sido buenas y las expectativas han aumentado.

Bien, volviendo a mi clandestino encuentro, subí al séptimo piso del edificio, porque sí, esta en un edificio, no tuve que anunciarme o algo así, ya se me esperaba. Pedí un lugar donde cambiarme y convenientemente había un vestíbulo, como si fuera lo mas normal llegar de una forma vestida y salir de otra.

Una vez entré en un cubículo descubrí aun guardaba el paquete que traía conmigo. Saque lo primero un jean negro que se veía medio formal, una blusa en amarillo degradado con las mangas anchas en las muñecas y unos botines de casi ocho centímetros de alto.

Definitivamente conoce mi estilo, no uso muy seguido este tipo de ropa, no quiere decir que me disguste. Mientras observo el outfit, mis mejillas se calientan, mi reflejo en el espejo esta sonrojado. No es la primera vez que un hombre me obsequia ropa, Yoongi lo hizo un par de veces, solo me entregaba el paquete y yo podía estallar de felicidad al encontrar un saco, algo en lana o chaquetas. Lo que hace este momento diferente es que la ropa busca resaltar partes de mi cuerpo, mis brazos, mis caderas y mi altura, no tengo la seguridad de mi cuerpo, pero el outfit hace que mi reflejo se veía bastante bien.

Empiezo a cambiar mi ropa por la que me regalaron. Con torpeza termino de ponerme los botines haciéndome ver no solo alta, también delicada y refinada. Mirando el reflejo, parece que estuviera viendo a otra persona, tan decidida, tan segura de si misma. Pero entonces de inmediato un nudo apretuja mi pecho.

No lo amas, ni siquiera lo quieres como hombre.

Iba irme al infierno. Imagino la cara de Jungkook deslumbrado y a la vez satisfecho porqué dio en el blanco y supo escoger la ropa. Sus ojos iluminados con el mas puro y sincero sentimiento, porque él es así. De solo imaginar su rostro aumenta un grado el odio hacia mi misma, por no saber como detener esto.

Pero, ¿y si llegas a quererlo con el tiempo?

¿En verdad podré hacerlo? En este tiempo, fuera de alterarme el pulso con sus comentarios y los escasos dos besos que nos hemos dado, nada mas que adrenalina he sentido y a eso no se le puede llamar cariño verdadero.

Palmeo mis mejillas retirando todo mal pensamiento. Dije que haría lo que estuviera a mi alcance para corresponder como debía ser el corazón de Jungkook y debo empezar por dejar de sentirme mal y apartar los pensamientos negativos.

Miro una vez mi reflejo y decido salir del cubículo. Afuera de la zona, un mesero me esta esperando, al verme se acerca.

-Su acompañante la esta esperando. Permítame guiarla.

Asentí, creí que comeríamos en las mesas que estaban en el lugar, tenían buena. vista de la cuidad. Pero al salir con un idol imagino que es normal andar lejos de la vista de los demas.

Siguió al hombre de traje de pingüino, la parte de atrás de su traje es largo como la cola de un pingüino, aprieto los labios para no soltar una risotada, es difícil pero trato de mantener la compostura. El hombre me guía a una segunda planta, las escaleras en espiral construidas en mármol antiguo le dan un toque bastante estilista y recatado, es un pecado pisar esa madera, se ve lucida y brillante.

Una vez arriba hay cuatro pasillos, muy amplios a cada costado hay tres puertas corredizas y en donde los pasillos se unen hay un aviso con la palabra vip grande y resaltada.

Por todo lo alto ¿eh? ¿Qué pretendes Jeon Jungkook?

-Es por aqui, señorita.

Tomamos el pasillo de la mitad, el hombre se detuvo frente la puerta del medio y antes de que yo llegara hasta la puerta, del cuarto de enfrente salía un hombre de bigote, muy bien vestido, su perfume decía «hombre con mucho dinero» junto a una mujer que desearía verla como una extraña en mi vida. Ella reía estrepitosa entre el agarre del hombre en su cintura. Se vio feliz hasta que sus ojos se cruzaron con los míos.

-¿Sora?- se aparto un poco del hombre, este nos miraba pasando de la una a la otra.

-¿La conoces?- pregunto intrigado el hombre, no le soltaba la cintura.

-Es una conocida.

Vi en Seol aquella chispa de desprecio, sus ojos siempre me han visto de esa forma, haciéndome sentir culpable de mi existencia, el simple echo de que yo exista es un castigo de ella.

-Tesoro, puedes adelantarte mientras hablo algo con ella.

El hombre me dio una mirada de arriba a bajo, sonrió ladino y asintió, le planto un beso en la mejilla y se marchó.

-Este es su cuarto, señorita.

-Gracias, entraré en un momento- respondí sin quitarle la mirada a Seol.

El mesero entendió mis palabras, nos dio una mirada ambas y se marchó perdiéndose por la misma dirección donde se había marchado quien acompaña a Seol.

-¿Que haces en un sitio como este?

No supe interpretar su pregunta, su gesto decía que hablaba con sarcasmo, como si fuera imposible para mí estar en un lugar así.

-Atendiendo asuntos importantes.

Su mirada fue de mis pies hasta llegar a mis ojos, sonrió con burla, se acomodó el cabello hacia atrás y chasqueo.

-Imagino que se trata de tu "amorcito".

Apreté el puño porque ella habla de Yoongi, no tiene la menor idea que es otra persona quién esta tras la puerta, internamente oro para que  no se enteré, no sabría de lo que ella sería capaz de hacer si se entera que ya no estoy con Yoongi; llegaría al punto de buscarlo para chantajearlo o peor aún presentarse frente a Jungkook.

-Deja de mirarme con rabia niña. Tú solita te buscas los problemas y mira que he sido muy buena manteniendo el secreto.

-Ojala siga así.

-Eso depende de ti- con dos dedos dio un toque en mi frente empujándola hacia atrás. -Pórtate bien conmigo y seré buena contigo.

-Es lo que hago ¿no? Tienes donde meter la cabeza, donde comer y dinero para mantenerte. Soy lo que muchos definirían una hija ejemplar- solté con el fino propósito de herirla.

Seol se echó a reír a carcajadas, apretaba su estómago mientras reía con tal fuerza que temí Jungkook la escuchará y saliera para ver qué sucede.

-¿Hija? ¿Quién tiene una hija? Nuestro lazo no es tan superficial, Sora. Déjate de cursilerías.

Ella y su sutil forma de recordarme que mi nacimiento fue lo peor que pudo pasarle en la vida.

Muchas veces me dije que jamás debía esperar una caricia, una palabra dulce, una muestra de que siquiera siente remordimiento por tratarme tan vilmente, si pienso de esa forma entonces ella pierde el poder para lastimarme, pero que puedo hacer, sigue siendo mi madre y mi yo de cinco años llora cada vez que Seol levanta las palabras para herirla.

Aprieto con mas fuerza los puños, las uñas se clavan en mis palmas, tendré marcas por unos días, desaparecerán más rápido que las heridas internas.

-Yo... tengo que entrar- gire en mis talones y tome el pomo de la puerta. Sentía que me temblaban las piernas, otra vez era débil frente a ella.

-No te olvides de mi dinero, Sora, últimamente debo esperar mucho para recibir el pago y mi paciencia cada vez es menos- escuche sus tacones a mi espalda y un peso extra ubicándose en mi cuello -No me hagas ser una verdadera zorra contigo- susurró con burla en mi oído, para después alejarse.

Solté aire por la boca con fuerza, lo estuve reteniendo sin darme cuenta, también solté el pomo de la puerta al sentir el sudor de mi mano, no me siento bien, es una mezcla entre rabia y miedo, ella es capaz de hacerme llorar lágrimas de sangre si se lo propone.

Me obligó a respirar profundo para estabilizarme, no puedo olvidar que en esta habitación alguien especial está esperándome y no merece que yo arruine sus ilusiones mostrándola una cara llena de angustia y desdicha. Carraspeo con fuerza llamando a mi voz para que al entrar no se escuche alterada o sin ánimo.

Justo cuando iba a empujar la puerta, esta se abre, dejando a la vista a un apuesto hombre que viste con un conjunto de paño negro, peinado hacia un lado, ojos brillantes, zapatos negros relucientes y una sonrisa adorable capaz de derretir el corazón de cualquiera.

Sonrió instantáneamente, su sonrisa tiene ese efecto, te hace sonreír con él aún si sólo tienes ganas de llorar.

-Entonces si eras tu- me dio paso para entrar.

Pase a la habitación y en vez de estar detallando el lugar debidamente adecuado para una cena romántica, gire en mis talones para no perderle de vista, en especial por ese recibimiento.

-¿Porque lo dices?

Jungkook cerró la puerta, me tomo de la mano y me dirigió a la mesa. Se ha sonrojado un poco, él no lo sabe pero sonrojado se ve mucho más adorable.

-Me pareció escuchar tu voz, pero no sabía si eras tú, pensé que me estaba desesperando y que había escuchado mal- con su mano libre se rascaba la nuca.

Escucho mi voz, ¿habrá escuchado la conversación? ¿Escucharía a Seol? Mis manos empezaron a sudar y antes de que él lo notará me solté lentamente de su mano.

-¿Con quién hablabas?- se puso a mi espalda y movió el asiento para mí, es todo un caballero.

Yo seguía actuando como si fuera la cosa más normal del planeta, mientras por dentro me estaba muriendo de la angustia, porque no quería que Jungkook supiera sobre Seol, con Yoongi no tuve opción, no supe manejar la situación y él se vio involucrado, no puede pasarme lo mismo con Jungkook, no quiero verlo involucrado, Seol no puede meterlo en su sucio juego.

-Con un cliente de Moon's, nos encontramos en la entrada.

-Debió estar muy sorprendido- tomo su lugar en el puesto frente a mi.

-Sí, bastante- note en sus ojos el destello de preocupación, de seguro debe estar pensando que alguien nos reconocería y todo se terminaría. No quería que su esfuerzo se viese frustrado por pequeñeces y menos por Seol y sus estupideces, así que use un tono más animado para hablarle -Es un lugar hermoso.

Con eso sus ojos dejaron de ver el mantel y pasaron a verme, sonrió arrugando la nariz, gesto que nunca dejará de parecerme adorable, algún día le diré que ese gesto es justamente lo que más adoro en él.

-¿No es muy ostentoso?

-Un poco- dejó de sonreír y abrió los ojos preocupado -pero puedo acostumbrarme- volvió a sonreír cubriendo parte de esa sonrisa con el puño cerrado.

-Estuve buscando lugares donde podamos vernos sin levantar sospechas y que sea confidencial. Unos hyung me hablaron de este lugar y no lo pensé dos veces para reservar.

-Pues de verdad les debe estar yendo bien con este nuevo álbum- observaba la mesa, la cristaleria es fina, eso cuesta unos miles de wones. - Los ceros a la derecha han aumentado ¿no?.

Sonrió dejando ver toda su dentadura delantera, sus ojos se achinaron contagiándome hasta hacerme sonreír con el.

-Ya estamos trabajando en el siguiente. Créeme será mucho mejor que este.

-Y no lo dudo. ¿Puedo preguntar sobre el concepto?

-Sabes que no te lo diré- destapó el vino y sirvió dos copas.

-Los siete son insoportables. Se han puesto de acuerdo para responder de la misma forma- frunci los labios.

-Para algunos eso es un encanto.

-Sí los ignorantes han aumentado.

Sonrió de nuevo y esta vez negó con la cabeza. Yo trato de ser lo más dulce y adorable que puedo frente a él pero algunas veces no puedo retener mi boca y mis pensamientos. Por fortuna, él ha empezado acostumbrarse a esa parte de nuestras conversaciones, ya no reacciona muy asombrado o escandalizado.

-Oye, ¿no te traerá problemas?- señale las copas, Jungkook es menor de edad, No puede beber alcohol.

-No diré nada si tu no dices nada- me guiño pidiendo que fuese su cómplice.

-¿Sabes cuanto pagarían por un secreto de este calibre?- sé que no debería gastarle bromas pero sus reacciones me divierten y necesito espantar estos pensamientos de angustia -Tendría dinero suficiente para comprar un edificio- levantamos las copas haciéndolas tintinar. Yo sonrió mientras él me ve pasmado con cara de que no puede dar crédito a mis palabras.

-¿Serías capaz de...

Sus reacciones son incomparables, mueve todos los músculos de su rostro, se ve bastante sorprendido y asustado.

-Ponme a prueba- mi expresión debe ser bastante seria para que su rostro bajara un tono. Esta es otra de las razones por las que creo me he ganado el infierno.

-¿Tu de verdad...

No pude contenerme mas, explotando a carcajadas.

-¿En serio creíste que lo haría?- No sabía si mi risa era honesta por la situación o si todos los nervios acumulados habían encontrado una forma de salir al exterior, lo que fuera, me ayudaba a estar mas relajada.

Sus músculos cayeron y soltó un suspiro profundo, eso hizo que dejara de reírme como maniática y mu ceño de frunció de golpe.

-Sí me creíste capaz- bebí la copa de un sorbo grande -todo este tiempo, que poco me conoces.

Se dejó caer hacia atrás en el asiento, peino su cabello con la mano libre y mirando la copa sonrió con pena; se sonrojo a tal punto que sentí se iba a desmayar en cualquier momento. No volveré a hacerle bromas pesadas, su sistema respiratorio y su corazón no podrían soportar mucho de eso.

-¿Porque me haces esto?- ahora sonríe con pesar, veo su sonrisa pero su mirada dice que no se siente bien.

Me gusta hacer bromas de ese tipo, la gente tiene reacciones muy divertidas, solo que esta vez estuve a punto de causarle un infarto a alguien, tendré que meditar sobre a quien si y a quien no puedo hacerle bromas de este calibre.

 Como impulsó estiró la mano hasta alcanzar la suya y acaricio el dorso. Sus ojos se posan en mí y su rostro se ve sorprendido y mas sonrojado.

-Tendrás que aprender a diferenciar entre una broma y la realidad. Creí que eras experto en eso. Los chicos siempre se quejan de tus travesuras- dije un poco decepcionada.

Él cubre mi mano con su otra mano, la sube a sus labios y deja un beso cálido y gentil en el dorso. Debo pasar saliva y apretar la otra mano para disimular mis reacciones, aunque parece que me esta conmoviendo, en realidad quiero salir corriendo, mas por él que por mi, es que cada vez que nos acercamos mi culpa crece una milésima más.

-Contigo estoy viviendo algo nuevo. Los hyungs no son tan ingeniosos como tu- baja mi mano a la mesa manteniendo el agarre.

-¿Cómo que no son ingeniosos? Escribieron canciones como Let Me Know, I Need U, Danger, Just One Day. Eso es ser ingenioso.

-Pero son lentos para las cosas básicas de la vida- sonrió con suficiencia, subió y bajo los hombros divertido.

-Pues tu no te quedas atrás. Recuerda que parte de tu comportamiento y estilo de vida es porque has estado con esos seis desde los quince años.

Él asiente aceptando ese echo y es que gran parte de su actitud es por los chicos, lo cuidaron y criaron inconscientes de que influirían tanto en su vida. Podría decirse que gracias a ellos hoy Jungkook es una persona de admirar, noble, honesta, amable y llena de motivaciones.

-Son muy importantes para mi. No se los digo seguido pero es así, siempre estoy pensando en que debo actuar con cautela, ser preciso y cuidar de mi salud para no preocuparlos o causarles problemas. Quiero que tengan una presión menos en esta vida de artistas que escogimos- su mirada se centra en algún punto de la mesa - nos ha traído tantas dichas y desdichas.

 Sé que es sincero y por eso le cuesta hablar abiertamente del tema.

-Estoy segura que ellos lo saben y deben sentirse un poco culpables por hacerte cargar con ese peso. Sé que confías en ellos, pero no debes de dudar a la hora de expresar lo que realmente sientes, eso hace parte del proceso, nadie es adivino para saber exactamente lo que siente el otro, Jungkook.

Finalmente liberó mi mano y se reacomodo en el asiento. Su sonrisa quedó fija en su rostro, se ve más atractivo que de costumbre y empieza a sofocarme su lucidez.

-Entonces- sirvo otra copa de vina, su sabor es fuerte pero con un toque de dulce en la garganta satisface mi gusto por el buen vino, no bebo mucho pero tampoco bebo cualquier cosa. Por raro que suene tengo un paladar fino -¿Exactamente que estamos celebrando?

Jungkook puso los codos sobre la mesa para apoyar su cuerpo y acortar la distancia entre nosotros, solo debe empujar su cuerpo hacía adelante y en un parpadeo estaría rozando la punta de mi nariz con la suya.

-Todo en general.

-Empecemos por el "BTS Felicitaciones por su primer premio con I need U"- lleve mi copa al centro para chocar con la de él. -Sus rostros abrumados por la sorpresa, será recordado por siempre.

Usa su mano para cubrir con pena parte de su bella sonrisa.

-Gracias. Fueron muchas horas de trabajo continuo, de pensamientos, prácticas, hacer grabaciones una y otra vez- se escucha como si estuviera dando una conferencia de prensa, estilizado y muy bien hablado.

-Se noto desde la A hasta la Z, por eso ahora los alaban. Ya era hora de que obtuvieran los frutos de su trabajo, era agotador ser la única que les estuviera dando ánimos y los colocara en un pedestal.

Empujó su cuerpo hacia adelante llegando más cerca a mi, la atracción de su cuerpo congelo de golpe mis movimientos y me puso nerviosa, tanto que cuando quise pasar saliva, se me atoro a la mitad

-¿Cuál es el problema de recibir ánimos de tu parte? A mi me gusta cuando comentas nuestro trabajo, eres muy sincera.

-Demasiado al punto de poner un nudo en la frente de los productores-  aún no olvido cuando le dije a Yoongi que su mezcla sonaba a una caja de pollos hambrientos, ese comentario fue merecedor de ser betada por una semana de su estudio de grabación.

Momentos épicos.

Jungkook salió de su asiento estiró mas su cuerpo y logró su cometido, darme un corto beso, fue un toque suave y corto en mis labios, sonrió satisfecho y se sentó nuevamente. Todo en cuestión de milisegundos, no tuve tiempo de responderle, hasta las palabras que iban subiendo por mi garganta se detuvieron en mi lengua.

-Escuche que el vino sabe mejor en los labios de una bella chica- lamió su labio inferior en un movimiento muy sexy. -Tenían toda la razón.

-¿Buscas provocarme un infarto?- lleve mi cuerpo hacia atrás y toque mis labios que ahora ardían por aquel roce.

-No eres la única que sabe jugar con las emociones de los demás.

Es así, como de niño pasa a ser un hombre, su pose de inocente, puro y tímido ha quedado atrás y le ha dado paso al Jungkook  que es atrevido, provocador, sin vergüenza. Un chico caprichoso que tiene todas las intenciones de obtener lo que quiere.

-Sigamos haciendo los brindis- volví a levantar la copa -¿porque brindamos está vez?

-Por nosotros- chocó nuestras copas. Mis mejillas se encendieron de golpe, podía sentir el calor en mi rostro y él también se había sonrojado. -Porque estamos dispuestos a hacer que está relación funcione- el tintineo de nuestras copas eran las mismas estacas que se clavaban con mas fuerza en mi pecho.

Aquí viene el vómito de la culpa, siento que todo lo que comí en el día tiene afán de salir.

Bebo vino para calmar las agrieras que siento en la boca del estómago, no es una muy buena idea por la amargura del mismo, pero el alcohol despertará mis sentidos. Sé que dije que dejaría de sentirme culpable por todo lo que estamos haciendo, pero me esta costando bastante lograr ese objetivo. No puedo simplemente desear sentirme bien, necesito esforzarme más y trabajar en ello.

Me fuerzo a sonreír para no levantar sospechas ante su mirada no tan directa mientras saborea el vino. Jungkook actúa bajo la situación del momento si me ve afligida se portara igual. Así que tratare de ser mas fuerte que la culpa.

-Piensas que soy linda, una diosa del Olimpo y que es un privilegio estar conmigo ¿no? - no reconozco la mujer que acaba de decir eso, aunque su reacción me hace sentir de cierta forma un poco mejor.

-Tienes razón en cada palabra.

Olvide que esta es la versión masculina, ruda y coqueta de él.

-Oh, vamos Jungkook, eso no era lo que debías responder- oculte mi rostro entre mis manos pensé que diría algo como que me tengo mucha confianza o algo parecido a lo que Yoongi me respondía.

Él no es Yoongi.

Con mi rostro cubierto mientras escucho que Jungkook ríe y me pide que le deje ver el rojo en mi rostro, siento unas inmensas ganas de llorar, ¿tan difícil es mantener enterrado su nombre y su recuerdo unos minutos? Muy dentro de mí se que me estoy engañando y que no he aceptado por completo lo que paso entre Yoongi y yo, incluso estando en un ambiente tan hermoso y romántico con Jungkook, en el fondo pienso que no encajó. Soy mucho más simple que todo esto y hasta mis conversaciones llenas de sarcasmo y de ironías, me agradan más, que las palabras dulces.

Jungkook intenta remover las manos de mi rostro y forcejeamos, estoy tratando de controlarme para no llorar una vez lo vea a los ojos, debo respirar profundo aprovechando la situación bochornosa, seguir el juego hasta que sienta que esta es mi realidad y llegue al punto de que no tenga que engañarme más.

-Ven Sora, quiero verte, debes verte mucho mas hermosa así.

-Deja de decir esas tonterías, ¿tu le dices adorables a los tomates? No, entonces no digas que me vería mejor.

-Sora, no seas tímida- impuso su fuerza y le deje descubrir mi rostro. Sonrió con todos los músculos de su rostro, incluso sus ojos sonreían y tuve que morderme el labio inferior de la vergüenza. - Lo sabía, ibas a verte mucho mas hermosa- se acercó y me beso, tarde unos segundos en responderle pero lo logre con torpeza. Nos separamos y sonreímos tímidos.

-Ven, baila conmigo- aprovecho que me tenía de las muñecas y tiro de mi para ponerme de pie.

-¿Que? ¿Estás loco? Ni siquiera hay música- me rehusé entre risas nerviosas, no soy buena bailando y aparte estaba muy apenada por todo.

-Ese no es un problema- sacó el celular del bolsillo de su pantalón, tecleo y la música comenzó a hacer eco en la habitación. Se trata de Can't Help Falling in Love de Elvis. -Listo, tenemos música.

-¿No te cansas?

Dejo el celular en la mesa, me llevo consigo hasta la mitad del cuarto donde se escucha claramente la música, puso una mano en mi cintura, su agarre no era estable, se sentía inseguro pese a que sus ojos mostraban seguridad, luego llevo mi mano a la parte de atrás de su cuello y coloco su otra mano en mi cintura. Terminé dejándome llevar y lleve mi mano atrás de su cuello, juntando mis dedos.

Con esa nueva cercanía y en una posición algo torpe por la diferencia de estatura, empezamos a movernos lentamente a un lado y al otro, arrastrando un poco los pies.

-Si no fuera así, no sería Jeon Jungkook.

Recuperó su confianza cuando seguí sus movimientos, él duda con cada acción, imagino que teme cometer un error que me aparte de él y recordé lo que dijo antes sobre que cuidaba cada cosa que hacía para no crear problemas, mi corazón se encogió conmovido, porque él carga con el miedo de no ser aceptado.

Mis ojos se fijaron en los suyos mientras la música seguía sonando, sus labios se movían en un lypsinc que después se convirtió en su voz adornando la canción, que por cierto me llena de nostalgia, pues su letra es tan dulce que te derrite.

Take my hand
Take my whole life too
For I can't help falling in love with you.

Bajó su rostro juntando nuestras frentes, me robó un suspiro por lo bajo y sonrió, entre cerró los ojos y siguió cantando.

Like a river flows
Surely to the sea
Darling, so it goes
Some things are meant to be

Lo seguí recordando la letra del coro.

Take my hand
Take my whole life too
For I can't help falling in love with you

Y para la última parte que es un poco más lenta, sus manos pasaron de mi cintura a mi rostro, uno de sus pulgares acaricia mi mejilla, sus ojos brillan como dos perlas, su perfume inunda mis sentidos y pierdo las fuerzas en las piernas.

For I can't help falling in love with you~~~

Y nos besamos nuevamente, esta vez con más intensidad, sus labios rápidamente succionaron los míos con habilidad, ladeó la cabeza buscando encajar mejor con mis labios y sólo lo deje ser, le seguía el ritmo errático a su respiración, mi respiración se entre cortaba porque él estaba robándome el aliento en ese momento. Una de sus manos bajo a mi cintura logrando juntar más nuestros cuerpos, cerré los ojos por el momento y también porque la culpa me iba a revotar la bilis.

Tratando de seguirle el paso, subí mi mano por la parte de atrás de su cabeza, deslizando mis dedos entre sus finos cabellos, la sensación de suavidad erizo mis bellos. Con ese movimiento ladee mi cabeza y lo atraje más, Jungkook suspiro en mis labios y después sonrió un poco durante el beso.

Poco a poco la intensidad fue bajando, nuestros pulmones pedían aire a gritos, pasamos de la succión desmesurada a simples toques y roces, pequeños chupitos, hasta separarnos sonrojados y tímidos. Él se mordió el labio y yo pegue mi frente en su pecho queriendo ocultar mi pena, me había dejado llevar  de nuevo, con la culpa apretándome el corazón, sabía que este momento había quedado grabado en mi cabeza, con la esperanza que su imagen logre desdibujar la de Yoongi.

-Tengo hambre- dijo.

Me separe de su pecho y lo mire sonriente.

-También me ha dado hambre, ¿qué tenemos en el menú?

Su índice se posó en mi mentón y lo levantó para tener acceso a mis labios y dejar un beso ahí.

-No hablaba de la comida realmente...

Una alarma de peligro se activó dentro de mi, de golpe me separe de él y me di la vuelta, a esto le temía, sus provocaciones y frases subidas de tono que intentan perturbarme la mente. Lo escucho reírse, me atrapa en un abrazo por la espalda y se acerca a mi oído.

-Era broma- susurra, me toma de la mano y regresamos a la mesa.

-No juegues con fuego, Jungkook- dije amenazante.

Sonrió arrugando la nariz.

-Con fuego juego desde que me declare- tomó su lugar en la mesa y quito la tapa metálica que cubría la comida. -Conozco el riesgo, pero no por eso voy a retractarme.

Esa era una declaración de guerra, me está desafiando, se trata de que él me tienta y yo debo resistirme. Es un juego peligroso.

Estar con Jungkook fuera de la zona de amigos es completamente diferente, Jungkook se transforma en un hombre mucho mas atrevido, tímido pero no se limita por eso y si se siente en confianza da rienda suelta a sus verdaderos deseos y emociones. Lo acabo de comprobar en ese beso, que entre miedos y suspiros, mordisqueo y succión con la intención de marcarlos y reclamarlos suyos.

Fin Flashback...

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