Cuando me di cuenta de lo que había echo, estaba en el sofá, abrazada a él, casi recargada en su cuerpo. Una vez noté lo que sucedía, mi reacción fue apartarme lentamente y darle la espalda, tenía tanta vergüenza de verlo a los ojos, que me puse de pie y camine a la pared.
-¿Pasa algo?- escuche sus pasos y lo detuve con mi mano antes de que se acercara más.
-Tienes que irte, Jungkook. Será malo para los dos si te encuentran aquí.
Solo escuche la puerta cerrarse a mis espaldas. Apreté el puño en mi pecho, estaba muy apenada con Jungkook, había llorado mucho en sus brazos, nuestra amistad no estaba en un nivel tan avanzado, pero sus palabras me habían desvanecido, alguien como él decía que un desastre como yo era importante en su vida, eran justo las palabras que esperaba escuchar de alguien más.
Fin del Flashback...
Era habitual que no conciliara el sueño en las noches. Dormía dos o tres horas en el día y parecía suficiente para no dormir hasta el día siguiente. Mire la hora en el celular, 2:00 a.m, para mí los días pasaban demasiado lento, o quizás tenía ganas de que el tiempo transcurriera más rápido y que finalmente llegará el día de irme.
Llegue a la mitad del álbum, donde estaban los collages, habían unos donde solo estaba yo haciendo caras, otros donde los dos hacíamos caras, Jungkook tiene muchas facetas, y me alegra haberlas conocido, en especial las que solo conoce su familia y los chicos.
Había dejado de llorar cuando llegue a la mitad del álbum, los gestos de Jungkook siempre lograban sacarme una sonrisa y cambiar un poco mis días de amargura, creo que sigue teniendo ese efecto. Pase la hoja y la temática de los collages cambiaron, las fotos de esta parte seguían siendo recuerdos de cuando eramos amigos. En mi cabeza podía hacer la línea del tiempo de cada una de las fotografías, recordaba los lugares y el día, Jungkook siempre ha tenido mucha energía, era como un niño pequeño que necesitaba quemar toda esa energía o no podía dormir tranquilo.
Una de las fotos tenía algo escrito en la parte de abajo: "Nuestra primera cita solos".
Recuerdo escucharlo decir muchas veces que esa fue una cita, yo solo lo veía como una salida normal entre amigos, sin embargo fue desde ese día que deje de verlo como el pequeño Jungkook, ese día entendí cuanto había crecido y que no podía tratarlo como un niño, ya era todo un hombre.
Flashback...
Por alguna extraña y misteriosa buena suerte, que no se de donde me llego, los chicos no regresaron a Moon's los días siguientes, supe por Jungkook que estaban muy ocupados con un nuevo proyecto que por desgracia no obtuve mayor información, solo un "igual que las demás fans, debes esperar pacientemente", algo que no tengo, pero que con ellos estoy aprendiendo a cultivar.
Llevaba mi día a día normal, estudiaba, trabajaba en Moon's, salía en la madrugada, llegaba al apartamento, dormía unas horas y empezaba de nuevo el ciclo. Nada diferente a lo habitual, excepto porque no podía sacarme a Yoongi de la cabeza, tuve que cambiar las cosas de lugar en la habitación para que mi mente evitara recrear los días que él se quedo en mi habitación. Me costaba creer que ya no estábamos saliendo, que la distancia que siempre hubo entre nosotros creció hasta ser un abismo.
No era la falta de llamadas o la falta de mensajes, esos existieron desde que iniciamos, era el ser consciente de que si marcaba su número no obtendría una respuesta, de que si enviaba un mensaje ni siquiera sería recibido. Era ser consciente de que si deseaba realmente estar conmigo y quizás respondió sin pensar, me hubiese buscado como lo hacía antes y hubiese aclarado el malentendido.
Pero nada de eso paso, ni una llamada de regreso, ni un mensaje entre insultos y suplicas indirectas, absolutamente nada. Los primeros días esperaba encontrármelo frente a Moon's esperando el momento adecuado para acercarse y hablarme, pero ese día nunca paso, y no pasará; es la verdad que me cuesta aceptar. Seguir la rutina es lo único que me queda por hacer, tratar de hacer las cosas que hacía antes de conocerlo y me hacían sentir bien.
-¿Has hablado con los chicos?- voltee a ver, a mi lado estaba Mini prensada a mi brazo. Acabábamos de salir del trabajo.
Volví a ver la calle adelante y negué. La madrugada era helada, estaba encogida del frío y no quería hablar para evitar que el frió entrara por mi boca y me hiciera respingar.
Ella soltó un suspiro pesado que hizo eco en la calle.
-¿Cuando vas a decirme lo que paso?
Me detuve en seco, voltee a verla y ella sonrió tristemente.
-¿Sobre...que?- balbucee.
Mini jalo mi brazo, llevándome por delante, continuando el camino al edificio.
-No soy tu mejor amiga solo porque vives conmigo, te conozco bien, tu humor ha cambiado, no hablas mucho, cuando los chicos salen en las noticias los ignoras por completo. ¿Me falto algo más?
Despegué mis labios y deje que el aire caliente de mi cuerpo se mezclara con el aire frió de la madrugada, la sensación me agrado. Voltee a ver a Mini que caminaba contando los pasos, uno después del otro.
-Termine con Yoongi- dije sin tapujos, salió junto con el aire que salía de mi boca, pero el eco retumbo en mi pecho y sentí el nudo en la garganta. Decirlo me costaba mucho más.
Esperaba encontrar el momento adecuado para contarle todo a Mini, hasta ahora no lo había encontrado, pero la madrugada parecía tan silenciosa, cómplice, sentía que nadie más iba a escucharnos.
Mini se puso frente a mí, me tomo las manos y con sus ojos me invito a seguir hablando.
-No sé que paso, tal vez lo presione a tomar la decisión, quizás desde el principio fue un error, pero...- apreté los labios para no llorar -como sea terminamos.
-¿Así nada más?
Negué. Respire profundo llenándome del aire frío esperando que mis sentimientos y corazón se congelaran de una vez y dejará de sentirme tan triste y dolida.
-Escuche una conversación que tuvo con los muchachos, en pocas palabras dijo que yo solo era alguien para pasar el tiempo, no para una relación seria.
-Espera. ¿que dijo que? ¿Y no le has roto esa cara de niño inocente?
Eso debía hacerme reír, sin embargo hablar de Yoongi sólo me hace sentir débil, sin energías.
-Creo que para él era demasiada responsabilidad estar conmigo, su carrera hasta ahora está despegando, debe dedicarse a su mundo, yo... sólo soy un paracaídas para su inestabilidad emocional.
-¡Me va a escuchar ese malnacido!- esperaba esa reacción, ahora recuerdo porque lo pensé tanto para contarle, Mini es demasiado explosiva y no mide sus palabras cuando está alterada.
-No vas a hacer nada, Mini- apreté sus manos y la mire fijamente deseando que entendiera mis palabras. -Es algo en lo que no puedes intervenir. Yoongi tomo la decisión, y no se puede hacer nada. Si haces algo que lo haga cambiar de opinión, pensaré seriamente en alejarme de ti.
Sé que entendió mis palabras cuando su cuerpo se tenso y asintió lentamente. No quería ser dura con Mini, pero en ciertas situaciones lo a merita, mi gran amiga es extremista y no puede manejar dos emociones al tiempo, o esta enojada y ardida o quiere mucho y hasta lega a amar a alguien, pero jamás podrá con ambas. Eso aplica para cualquier persona, me incluye y en especial a su nuevo casi amigo, Min Yoongi.
***
Una vez llegamos al apartamento, el tema de mi ruptura paso a segundo plano cuando el nombre de Jungkook se colo en la conversación. Termine por contarle todo a Mini, y cuando hablo de todo, es todo; el camino de la cafetería al apartamento fue exacto para poder hablar con ella.
Lo normal es que si llegamos a las 6 de la mañana al apartamento, arrastremos nuestras almas a resguardarlas bajo las cobijas y recargamos energías, pero Mini tenía las pilas totalmente cargadas mientras yo hablaba por inercia.
-¿Y porque no le aceptas la invitación?- le escuche decir después de que me lance de panza al sofá.
Ella habla de la invitación que me ha hecho Jungkook unas diez veces mal contadas, la que nunca he rechazado, sino más bien la he dejado en remojo, en el aíre, ni un sí, ni un no; y cuando él ve la oportunidad aprovecha para recordarmelo, como lo hizo hace dos días.
-Por dos razones: -levante el meñique -no tengo mucho ánimos - luego levante el indice -no me queda tiempo.
Escuche que Mini se lanzo en el otro sofá, me removí para quedar panza arriba y poder ver su expresión, no podía creer que tuviera energía.
-¿Te das cuenta que las dos son excusas baratas que ha creado tu cerebrito reprimido?
Negué. Realmente esas eran las razones por las que no lo había rechazado ni aceptado, bueno, también influía mi relación con Yoongi, me ponía a pensar que tanto afectaría el que yo saliera con Jungkook, en plan amigos, mientras Yoongi se quedaba trabajando, no me parecía una actitud buena de mi parte. Sí el caso fuera contrario, claramente estaría molesta con Yoongi por salir con Mini, quizás sin que yo lo supiera.
Suspire llena de cansancio físico, los ojos me pesan, llevo mi brazo para cubrir parte de mi rostro, puede que me quede dormida aquí mismo y no me molesta.
-Ahora lo estoy pensando- no mentía.
Mini paso rápidamente de su puesto a donde yo estaba, se abrió un espacio en la parte baja del sofá y empujo mis pies aun lado.
-Si piensas todo lo que vas hacer, dejarás pasar las mejores oportunidades de tu vida- Mini acostumbra a decir esa frase cuando alguna de las dos se ve deprimida o esta perdida en una encrucijada.
Su frase no es del todo errónea, tiendo a pensarme mucho mi siguiente paso y eso es porque siempre estoy pensando a futuro y me gusta idear en mi cabeza paso a paso para saber cuales son mis opciones y como debería actuar para cada una. No tener ese mínimo control de mi vida, me hace sentir más insegura de lo normal. Para mi, Jungkook es lo que no tengo planillado, ni agendado, es esa parte de mi vida que no he ni imaginado y de la que no tengo control.
-No quiero que la situación se desvié, o sea malinterpretada. Me gusta ser la amiga de Jungkook, me gusta sentir que soy confiable para él... pero no sé que piensa él sobre eso.
Mini guardo silencio por unos segundos que parecieron largo minutos. No es la primera vez que hablamos de mi amistad con Jungkook, ella es la que desde un principio me pedía ser más restringida con mi trato hacía él, porque su sexto sentido femenino le decía que el pequeño me veía como algo más que su confiable amiga. Me lo negué muchas veces, llegue a reprender a Mini por no creer en la amistad entre un hombre y una mujer, pero después de escuchar la conversación de ellos el otro día, la semilla de la duda se sembró en mi corazón.
¿Soy la única que lo ve como el pequeño Jungkook, el niño tierno y consentido del grupo?
Para muchas mujeres, Jeon Jungkook transpira masculinidad, su porte, su mirada, sus facciones masculinas y afiladas, son todo un armamento letal; te puede atrapar con sus movimientos y dejarte encantada con su voz amable y sensual. Pero para mí, es un pequeño hombrecillo que hasta ahora esta aprendiendo del mundo, recién esta abriendo los ojos y saliendo del cascarón, por eso apelo más a su lado tierno que a ese lado feroz e indomable.
-Nadie más que él puede darte esa respuesta. No puedes mantener una amistad a medias. Ambas tenemos una idea de como es su carácter, ¿cuanto crees que le durara esa mascara de chico bueno y amable? Sí él piensa diferente a tí, ¿no crees que cuando explote terminara lastimándose?
Descubrí mi rostro, baje la mirada a Mini que se encogió de hombros como si lo que acabara de decir fuese una frase cualquiera, simple y superficial. Sí Jungkook va a sufrir por nuestra amistad, ¿no debería evitarlo? Desde pequeño he sufrido maltratos y he salido lastimada por otras personas, unas heridas fueron más profundas que otras, pero al fin de cuentas he salido lastimada y la sensación de dolor, soledad y angustia es algo que te encoge el ser. Jungkook no merece sentirse de esa forma, no si puedo evitarlo.
-¿Y si sale mal?- pregunté con miedo.
Mini se recargo quedando recostada en mis piernas.
-Créeme que no será tan malo como que él siga teniendo esperanzas y se hunda en la depresión.
Aunque parece fuerte, Jungkook es un chico que se mueve por sus emociones, trabaja fuertemente para esconderlo, para no ser tan evidente, pero quienes lo conocen de cerca, pueden percibir cuando esta desanimado, aturdido, perdido, excesivamente feliz, todo gracias a sus gestos y acciones poco comunes.
Mientras pensaba que decirle a Mini y miraba al techo, una llamada entraba a mi celular, era como si lo hubiera invocado, sonreí por lo bajo imaginando que tenía las orejas tan coloradas y me vi tentada a preguntarle.
-Hablando del rey de Roma- le mostré la pantalla.
Mini se puso en pie y fue hacía su habitación, alzó los pulgares en señal de apoyo y se encerró en su cueva. Yo deslice la pantalla para tomar la llamada antes de que se fuera al buzón.
-¡Hey, Jungkook!
-¿Estás despierta?
Me causo gracia su pregunta pero no deje que lo notara.
-Por algo llamaste ¿no? Pensabas que estaba despierta.
-Siendo sincero, esperaba que estuvieras dormida y tomaras la llamada entre dormida y me mandarás a la mierda- acababa de hacer una descripción a detalle de lo que yo haría en esa situación.
-Puedo fingir que estoy dormida y mandarte a la mierda.
Estalló en risas ahogadas, no esta cuidando el alto de su sonrisa lo que me da una idea de la su situación, deben estar recién llegados del trabajo.
-No sabía que eras masoquista, voy a ponerlo en mi fanpage- siempre lo amenazo con una fanpage inexistente, pero él no tiene porque saberlo.
-¿Que pasa con los buenos amigos? ¿Yo te cubro la espalda tu la mía?
-Cuando se trata de dinero, la amistad no cuenta. ¿Sabes cuanto pueden pagar por tener esa información?
-Oye, no, cálmate mujer.
Ahora soy yo quien ríe a carcajada limpia.
-Okey, me rindo, me has ganado.
-Cuando no.
-Estás muy hiperactiva, eso es nuevo viendo la hora y que no hace mucho terminaste tu turno.
-Estoy quemando los últimos suspiros de mi batería corporal. Ahora estoy tirada en el sofá y quizás duerma aquí, veo muy lejos mi cama.
-Si no es el sofá de nuestros laboratorios, no te recomiendo pasar la noche en el sofá.
-Dicelo a mi falta de energía. Te hablo con la mitad de cuerpo dormido.
-Debes odiarme por llamarte a esta hora y no dejarte descansar- ese es el pequeño Jungkook, se la pasa pensando en que puede molestar o fastidiar a los demás, cuando su presencia es todo lo contrario, es como la droga, quieres más y más de él.
-Si ese fuese el caso, no me molestaría en tomar la llamada. Me gusta escucharte antes de irme a dormir.
-Entonces somos dos, a mi también me gusta escucharte antes de irme a la cama, siento que mi cansancio desaparece mientras hablamos.
-Eso explica porque puedes durar casi una hora sin bostezar- ríe por lo bajo.
-Lo dices como si tuvieras mucho trabajo para mantenerte despierta.
-Cosa que no es mentira, la mayoría de las veces he pensando en dejarte hablando solo, pero como soy una buena amiga, no lo hago.
-Oye. gracias por tu cruel sinceridad.
-Cuando quieras- nuevamente estamos riendo a carcajadas.
Es raro y a la vez hermoso el como podemos tontear sin restricciones y sentirnos tan bien pesé a que nuestro cuerpo no tiene energía. Por eso me gusta recibir sus llamadas, Jungkook tiene la capacidad de crear un mundo aparte donde cabemos perfectamente.
-Y eso que tienes sueño.
-Son los plus que te da la vida, aprovéchalos.
-He querido pero tu sigues de rogada- okey momento incomodo.
-Vuelve la burra al trigo.
-¿Que? Tu empezaste.
-Pues hoy estás de suerte y te voy a aceptar esa invitación, tu di cuando y a que hora.
No escuche más que su respiración golpeando el micrófono, tenía la certeza de que no había muerto, pero no entendía porque no decía nada.
-¿Jungkook? ¿Estás ahí?
-Espera, devolvamos la película, devuelvete a la parte donde aceptas la invitación, ¿puedes repetir eso?
Me causo gracia su tono de voz, se escuchaba nervioso.
-Que estás de suerte y te acepto la invitación peligrosa donde nos encontramos en un sitio apartado para que ninguna de tus fans escandalosas nos encuentre.
-Mira que si tu misión era que no durmiera las escasas tres horas que me quedan para descansar, lo haz logrado.
-Ya es asunto tuyo si quieres creerme o no, hombre de poca fé. Espero el mensaje con la fecha y la hora. Claro que si se trataba de una broma de tu parte, olvida lo que te dije, tu cuelga haz de cuenta que no paso nada.
-Te voy a colgar la llamada, pero no porque no te crea, sino porque estoy en trance y sería tonto hacerte desvelar mientras yo no sé que decirte. Descansa y gracias.
Corto la llamada, por este tipo de cosas es que me siento insegura con Jungkook, nunca se como va a reaccionar, me mantiene en la sosobra, pensando o imaginando lo que hará o dirá.
Me deje llevar por el cansancio, morfeo me arrastro y como lo predije mi cuerpo no fue capaz de moverse para llegar a la habitación, me enrosque y abrace mis piernas para descansar, quizás me arrepienta de aceptar la invitación de Jungkook, pero como dijo Mini, no sabre hasta que suceda.
***
Salir con Jungkook no debía ser cosa del otro mundo, es decir, no tenía porque estar nerviosa, ansiosa o preocupada, porque solo eramos amigos, nada más que amigos y puede que mis ojos no lleguen a verlo como algo más. Lejos de su gran atractivo, de sus bellas pestañas y de su sonrisa paralizadora, el ser que esta tras todo eso, es lo que me inspira a quererlo como un buen amigo.
Pero no se porque las palabras de Mini a la larga si me tocaron, yo veía de una forma Jungkook y había una alta probabilidad que él me viera de otra, si compruebo que es verdad nuestra teoría ¿debería cambiar mi manera de tratarlo? La cosa es que ni siquiera sé que parte de mi comportamiento tendría que cambiar.
No lo sé, ni siquiera esta sucediendo y ya estoy aquí especulando como siempre, odio sentir esa inseguridad, odio no saber que esta delante de mí, ¿porque la vida siempre parece estar un paso adelante de mis planes? ¡Odio eso! Lo único que se en este momento es que odio Mini por haber abierto la boca para decir todas esas cosas y ponerme en jaque con respecto a mi amistad con Jungkook.
Mire el reloj en mi muñeca, la sala estaba vacía, aquí podía entrar un puto violador y hacer de las suyas conmigo y apuesto mi riñón a que ninguna seguridad del cine se lo impediría. Mientras la mitad de mi mente monta otra trágica escena de terror, la otra mitad esta meditando en los amigos que tengo; ser amiga de un idol es agotador, en especial si tienen cierto estatus, porque a menos de que seas una idol como ellos, que tengas un buen ranking de popularidad, debes ser menos bella que ellos, pero llegar al estandar de sus fans, sin mencionar que si tu forma de ser les parece demasiado lasciva te van a perseguir por el resto de tu existencia para que te arrepientas de siquiera haber pensado en saludarlo.
Es una completa mierda, pero existen chicas como yo, que le vale un pepino lo que digan y aún sabiendo que puede ser violada en una sala vacía de cine, acepta la invitación de ir al cine con su preciado amigo idol para ver Iron Man que es su película favorita.
Sí, no tengo remedio, hasta yo me cuestiono a mi misma lo que hago.
Suspiro y me entierro en la silla (bastante cómoda debo decir), me cruzo de brazos y presto atención a las promociones de las nuevas películas que están por estrenarse. Con cada trailer me invade la nostalgia, no por estar sola en la sala, es porque esperaba que al menos una vez Yoongi me invitará al cine, que me llamara en la madrugada gruñón para invitarme y me hiciera la invitación pero que yo pagaba las boletas. Es otra de las tantas cosas que puse en cola en la lista interminable de cosas por hacer con el putoamodelceñofruncido. Aunque me lo he repetido al espejo miles de veces, su recuerdo esta tan arraigado en mi mente y mi corazón, que se me hace difícil no ponerlo por delante en mi diario vivir.
Intente concentrarme un poco más en los trailers para alejar el pensamiento deprimente de mi cabeza, no sabía en que momento llegaría Jungkook, lo siguiente que se paso por mi cabeza era que si se tardaba mucho me largaria sin pensarlo dos veces.
-Hola.
Brinque en mi puesto y me retorci del puto susto, ¿a quién se le ocurre llegar sin hacer un mísero ruido cuando el tráiler es de una película de terror? ¡Al maldito Jungkook!
Lo escuché reír mientras acomoda las palomitas y las bebidas. Estiró su mano y vi de reojo que tenía su celular en la mano, voltee volver a ver la cámara e hice una mueca para su recuerdo.
-Eres muy miedosa, Sora.
Le di un golpe en la parte de atrás de la cabeza y se encogió de hombros, le causó gracia.
-Sigue con tus bromas y tendrás que ver a Iron Man sólo.
Me mostró su bella sonrisa, alzó las manos en son de paz y se recargo en su silla.
-¿Porque tardaste tanto?- tome un puñado de maíz y lo lleve a mi boca, está oscuro, él no puede ver como me atragantó, así que esta bien.
Lo escuché reír bajo, tuve curiosidad y voltee a verlo, él hizo lo mismo y arrugo la nariz. Como quieren que no lo vea como un pequeño crío si eso esos gestos tan adorables.
-Pensé que me estabas jugando una broma.
Puse mi mano en el pecho, me recargue hacia adelante y parpadee varias veces viéndome ofendida.
-¿Crees que tengo tanto tiempo de sobra como para hacerte bromas de este estilo?
Ahora sonreía apenado, pude ver claramente sus blancos dientes y sus ojos desaparecer.
-Es que... Piénsalo, llevo mucho tiempo invitandote al cine y de repente aceptas de la nada. ¿Tu no sospecharias?
Si hubiese sido Yoongi el de la invitación, dudaría mil veces, lo llamaría cada rato preguntando si hablaba en serio o no.
-Buen punto- imite su gesto con la nariz.
Nos centramos en la idea principal de nuestro encuentro, ver Iron Man y deslumbrarnos con su excelente actuación y los comentarios sarcásticos ... Lo que me recordó a Yoongi.
¡Maldita sea!
Era Jungkook el que espantaba la imagen de Yoongi cuando hacía comentarios sobre alguna escena. Se escuchaba emocionado como un niño pequeño, en otras solo reía e imitaba la voz de algún personaje; me ayudaba a crear un mundo donde Yoongi no entraba con facilidad y me gustaba eso.
Una vez terminó la película nos pusimos de pie y aplaudimos orgullosos del buen trabajo de todo el equipo. Marvel nunca nos decepciona y lo demostró con esta película, ni que se diga de nuestro señor Stark.
Estire mi cuerpo, estirando los brazos a lo alto hasta quedar en puntas, escuche la risilla de Jungkook y voltee a verlo, solté mis manos y cayeron mis brazos con fuerza.
-Me pareció escuchar un crujido en tu espalda.
-Es la edad niño- me encogi de hombros y salí primero.
Salimos de la sala para toparnos con un aguacero, llovía con tanta fuerza que sonaban las gotas contra el pavimento, como era de esperar ninguno traía paraguas, vestiamos ropa cálida por el frio de la madrugada pero eso no impediría que nos mojaramos hasta los interiores.
Nos miramos un rato, telepaticamente nos respondimos, no nos íbamos a mojar, debíamos esperar que bajara la intensidad de la lluvia, Jungkook no podía pedir servicio de auto hasta su apartamento porque sería descubierto, es algo que les recalcan mucho.
-¿Vas a llamar a Seong?- pregunté.
Negó varias veces.
-Creen que estoy en mi cama durmiendo.
Tenía mis sospechas pero que él diga que realmente no le dijo a nadie que iba a salir me hace sentir un poco mal. Jungkook no le oculta nada a sus hermanos mayores, ¿porque esconder que nos veríamos hoy?
Mi expresión debió ser demasiado evidente porque Jungkook bajo la mirada.
-No creo que hubiera obtenido el permiso.
-¿Qué pasaría si alguien nos viera y el mánager no lo supiera? ¿No crees que se decepcionaria de ti?
Empezó a mover su cuerpo adelante y atrás. Si lo estaba regañando por su comportamiento, y es que me molestaba porque lo oculta a las personas que son más importantes para él, no tiene porque y menos por mi.
-Nunca dije que nadie sabía ... Tae si sabe- voltee a verlo extrañada. -Quería decirle a Rapmon hyung pero no reuní el coraje suficiente.
Me pregunto si al menos Nam sabía lo de Yoongi y Yo, de ser así ¿hubiese dejado venir a Jungkook? Negué rápidamente, mis fantasías sobre lo que pudo y debió ser mi relación con Yoongi me están torturando, es obvio que él no les contó nada, la prueba es que este pequeño este aquí conmigo; no creo que sabiendo lo que paso se atreva a invitarme a salir ¿verdad?
Tecleó algo en su celular y lo guardó dentro de su chaquetota, se ve acogedora, es de las que te cubre hasta las rodillas y parece rellena de plumas.
-Debo esperar a que pare de llover- dijo en baja voz.
Bueno, la escena era de lo más casual, el cielo rugiendo con un fuerte aguacero, hacia bastante frío, estábamos en la entrada del cine bajo unas pequeñas luces amarillas de poca potencia. Había visto esa escena en una que otro drama, la chica saca la mano para mojarse con las gotas haciendo más dulce la escena, pero ni loca sacó mis manos de la chaqueta, tengo congeladas hasta las nalgas y si me muevo puede que me desbarate.
Me encogi buscando de mi propio calor para contrarrestar el frío, pero no era suficiente, mi chaqueta no es tan larga como la de Jungkook por lo que no ayudaba mucho.
De repente sentí que me abrazaron por la espalda, mire a mi lado sin hayar a Jungkook, luego mire al frente y vi como me encerraba entre la chaqueta, su pecho pego en mi espalda y sentí los corrientazos en mi columna.
Aunque su gesto disminuyó el frío y evitó que mis piernas se congelarán, no dejaba de ser incómodo, fuera de aquel día que lloré como una niña pequeña entre sus brazos, no nos habíamos acercado tanto y de una manera tan peligrosa; lo digo porque tenía el corazón palpitandome en la garganta.
-Jungkook...- dije tan fuerte como pude para que el estruendo de la lluvia no opacara mi voz.
-Te ibas a congelar. Sólo estoy evitando que seas una escultura de hielo- afianzó el abrazo, casi se podía cerrar su chaqueta conmigo dentro.
Iba a refutar su idea cuando la lluvia se intensificó y se mezcló con el viento dirigiéndose hacia nosotros, las gotas me caían en las pantorrillas y por instinto retrocedimos al tiempo.
-Ven, ocultemonos aquí.
No sé cómo, ni porque, pero nos sincronizamos para movernos a la parte trasera del muro de los carteles del cine; justo en frente quedan las taquillas y el espacio es para la fila de entrada al cine, claro que ahora en vez de la taquilla, se ve la reja pero el espacio es perfecto.
Jungkook se recargo de espalda a la pared sin soltarme. Entre sus manos estaba el borde de su chaqueta y mis manos que estaban dentro de mis bolsillos.
Admito que deje de sentir frío, pero no sabía si era porque estaba nerviosa y se me subió la temperatura de golpe o era por el calor del cuerpo de Jungkook, que curiosamente también temblaba, me di cuenta por que sus manos se movían ligeramente sobre las mías.
Pase saliva y relami mis labios buscando hidratar la extraña sequedad de estos. No podía ser más incómoda la escena, lluvia, baja luz, refugiados tras la pared y absolutamente solos; parecía demasiado conveniente.
Respire hondo llenando mis pulmones del aire que había escapado cuando él me abrazo, también necesitaba que me subiera oxígeno al cerebro para que este se activará e hiciera un llamado de emergencia al resto de mi cuerpo y reaccionará de una maldita vez. Por que si, ahí estaba entre sus brazos pareciendo muy comoda con la situación.
Como ningún músculo de mi cuerpo se movía, pase a hacer sonidos, carraspee, con una tremenda dificultad debo decir, fingi toser un poco pero esto solo lo hizo removerse dándome una idea de exactamente en qué punto estaba ubicada y a donde le llegaba cada parte de mi cuerpo. Para ser más exacta su bulto me alcanzó a rosar una pompa.
Viendo el contundente fracaso de mis estupidas ideas, tuve que usar la última opción, era la que menos quería usar, pero el chico no me dejaba otra opción.
—Oye— pronuncie después de reunir fuerzas para no sonar temerosa.
No recibí respuesta.
—Hey— moví mis manos pero no escuchaba nada.
Gracias a que Dios decidió que yo fuera 10% paciente 90% impaciente, mi tercer llamado iba a ser más ruidoso.
—¡Jungkook! — me empuje hacia atrás haciendo que su espalda rebotara en la pared.
—S-Si— su tono fue tan bajo, que de no ser porque me hablo casi al oído, no hubiese escuchado mas que la lluvia y la brisa.
—Nada de "si", idiota, ¿se puede saber porque no me sueltas?— Jungkook estaba a punto de conocer la Sora que algunos detestan, pero no era mi culpa, él se hizo el sordo y me impaciente.
—N-No qui-iero— dicho eso, afianzo el abrazo y juro que sentí su pecho absorberme. Él era mucho mas alto que yo, con solo doblarse podía encerrarme entre su pecho sin problema.
Mis pensamientos explotaron en una lluvia de posibilidades sobre su actitud. Hasta ahora, Jungkook había sido muy calmado, tranquilo, sabía que le gustaban los desafíos y se ponía al límite cada que lo veia necesario, pero ¿porque era yo quien se sentia al límite? Tenía varias ideas, una de ellas era que no conocía a Jungkook, al menos a este lanzado y arriesgado Jungkook, no; porque lo que estaba haciendo era bastante peligroso para los dos, la otra idea es que yo soy la única que piensa estupideces y que solo me estoy guiando por lo que dijo Mini y que Jungkook solo quiere evitar que coja un resfriado; si, es inocente de mi parte, por eso averiguare si es una de las dos.
Aunque soy tímida, poco habladora, con un genio de mierda, no me gusta quedarme con la duda de nada. La gente dice que el que busca encuentra y que la curiosidad mata al gato, pero es mejor morir sabiendo y no vivir en la ignorancia.
Tomen nota de eso último, necesito creérmelo.
Con mi cerebro oxigenado, mis sentidos medianamente activos, me removi y encontré la salida de su jaula. El frio me cacheteo con fuerza cuando deje de recibir su calor, logré disimular bien el respingo haciendo un saltito y sacudiendo mi cuerpo imitando a un perro.
Gire todo el cuerpo para verlo frente a frente, porque asi se debe enfrentar los problemas, no es que Jungkook sea uno, pero podía convertirse en uno, eso era lo que me gritaba mi voz interna.
Jungkook se abrazo a si mismo, levantó la mirada y vi en su rostro un gesto de nostalgia mezclado con algo de miedo. No comprendía porque e ignore esa parte para ir al punto, no quedarme con la duda.
—¿Qué sucede, Jungkook?— no era una pregunta bastante clara, pero me di cuenta después de que la solté. Algo tarde.
El chico frente a mi se removió, vi que encogió el cuello queriendo ocultarse, en lo que fue una reacción bastante tierna para mi, claro que no lo mencioné, necesitaba que me diera una respuesta.
—No se de que hablas— dijo con la mirada en el suelo.
—Oh claro que sabes de que hablo, porque ni siquiera me estás mirando a los ojos— señale.
El problema aquí es que su postura lejos de molestarme (típico de mi) me inspiraba ternura y ganas de protegerlo, es más tuve que poner las manos dentro de mi chaqueta para evitar correr y acariciarle la cabeza.
—Entonces...
—¿Entonces que?— preguntó.
—¿Vas a decirme que esta pasando?
Escuche que la intensidad de la lluvia disminuyo, el viento no soplaba tan fuerte, poco a poco el cielo se iba pintando de colores más claros anunciando que el sol saldría pronto.
Jungkook volvió a removerse, aclaro su garganta y finalmente se enderezo, levanto la mirada dejándome ver sus ojos, note cierto brillo cuando nuestras miradas se conectaron y por primera vez me sentí intimidada con su mirada, no era una mirada tierna, era una mirada dura, pero cautivadora, una mirada que buscaba atraerme para atraparme. Sé que pude mirar en otra dirección pero eso sería mostrarle que me había intimidado y mi orgullo era muy grande para dejar que eso sucediera, reuní mi fuerza de voluntad y le sostuve la mirada.
—Primero promete que diga lo diga, nada cambiara entre nosotros— había nerviosismo en medio de esas palabras pero lo disimulo.
Quería responder con algo sarcástico, pero al ver lo serio que estaba, me abstuve.
—No puedo prometer algo cuando ni siquiera se de que me vas a hablar.
—Si lo sabes— ataco.
Mierda. Mi pregunta no fue confusa, él la interpreto bien.
Aclare la voz porque no quería sonar nerviosa, y levante la mano derecha.
—Prometo que después de hoy, nada cambiara entre nosotros— me gano más la duda, que puedo decir.
Eso pareció suficiente para que se relajara, vi sus hombros caer, realmente estaba muy nervioso y yo seguía preguntándome el porque. Para ser sincera estaba apelando más a la opción de que yo me estuviera haciendo ideas sobre él y por eso hice la promesa.
—Bueno...— carraspeo, junto las manos y jugaba con sus pulgares, no me miraba, miraba sus dedos. —solo estoy emocionado porque tuvimos una cita.
¿Cita?... Sí, cita... ¿Ci.ta?... Sí, una cita, Sora... ¿Él habla de ese tipo de citas?... ¡Pues de que más!
Debía hacer algo para dejar de hablar con mi voz interna.
¿Que esto no se trataba de una salida normal entre amigos? Yo no le diría a esto una cita, es una salida de amigos. Pase saliva sintiendo la dificultad para tragar, era algo que no me esperaba.
—Y-Yo... Bueno, Jungkook... verás— eso Min Sora, haz que se sienta como un idiota, sigue balbuceando.
—Hiciste una promesa, Sora. Tu dijiste que nunca has roto una— aquí es donde la frase "un amigo puede ser el peor enemigo" cobra sentido para mí, él sabe muchas cosas de mí y esta usando eso a su favor.
Tome aire para calmarme y pensar con cabeza fría, hasta ahora él no había dicho nada concreto, no podía simplemente asumir que a él le pasa algo más conmigo, que sus sentimientos van más allá de nuestra amistad, así que debía ser más inteligente y hacer que hablara con mas claridad. No tenía la confianza para lo iba a decir, pero que más daba, yo siempre he tenido la facilidad de complicar las cosas.
Me cruce de brazos y camine hasta él, me recargue en la pared quedando codo con codo, él asombrado soltó sus manos y las guardo en los bolsillos de su chaqueta, volteo a verme justo cuando yo levantaba la mirada hacía él, me sorprendió un poco porque pensé que se quedaría con la mirada clavada en sus zapatillas, apreté los labios y achique la mirada.
—Entonces te gusto, ¿desde cuando?— sus ojos se abrieron de tal manera que podía ver donde iniciaba su nervio óptico, hasta yo estaba sorprendida pero reprimí el gesto apretando mis manos.
El corazón me latía en la garganta, estaba pidiendo a cualquier ente que me ayudara a no desmayarme, conocer la respuesta me había alterado el pulso cardíaco y aunque yo había echo la pregunta, me estaba arrepintiendo. A veces es mejor morir en la ignorancia, me dije mientras esperaba que él moviera los labios y hablara.
De repente, note el tono rojizo en sus mejillas, la luz de la bombilla era baja pero podía reconocer el tono en su piel blanca. Jungkook aparto la mirada, recargo su cabeza a la pared mientras yo le seguía el movimiento, cerro los ojos y... ¿eso que se alza en la comisura de sus labios es... una sonrisa?
Lo era, era una sonrisa débil, pequeña pero que mostraba cierto alivio que no pude entender a que se debía.
—No tengo una fecha exacta, solo paso— ahí estaba su respuesta.
Por unos segundos me paralice, ni siquiera pestañeaba, ¿que había escuchado? ¿Será que escuche la voz de Mini en vez de la de Jungkook? Eso sonaba estúpido, lo sé, es que no lo podía aceptar a la primera.
—Oh— fue todo lo que mi estúpido cerebro me permitió decir.
¿Que? No tenía más que decirle, o bueno sí tenía, pero las palabras no me salían, si quería decir algo se estaba ahogando en mi estomago porque sentía como este se estremecía, en especial cuando Jungkook abrió los ojos, giro su cuerpo quedando de lado y me miro fijamente.
—¿Es todo lo que vas a decir?
Acababa de darme cuenta lo polifacético que era este hombre, podía estar serio, luego pasar a un niño consentido, luego a tener la actitud de un hombre maduro, luego a ser otra vez un niño y todo en cuestión de minutos.
Estaba viéndome nuevamente con esa mirada dura y atrayente. sentía la presión de su mirada sobre mí, me estaba haciendo sentir más pequeña de lo que era y no me agradaba mucho la sensación; primero, porque no me gustaba sentirme pequeña ante los demás y segundo porque no dejaba de pensar en lo que me acababa de confesar, pero fue justamente ese el momento en que la imagen de Yoongi vino a mí cabeza, no podía ser el peor momento para pensar en él, ¿que pasaría si aún estuviéramos saliendo? ¿pelearía con Jungkook por sentir algo por mi? ¿Su amistad se acabaría?
Pensar eso me dio miedo, ellos han estado juntos por muchos años, hasta donde he escuchado de sus propias bocas han tenido que superar más de una dificultad, y lo han logrado por estar juntos.
Pero Yoongi y tu ya no están juntos, eso se acabó.
Era cierto, lo de nosotros había terminado, más de su parte que de la mía, al fin y al cabo fui yo quien se enamoro, fui yo quien se ilusiono, fui yo quien pensó que se trataba de algo verdadero.
No obstante aceptar a Jungkook aún sintiendo lo que siento por Yoongi, ¿no me hacía una maldita perra?
Espera... ¡¿Es que pensabas aceptarlo?!
¡No! Solo eran pensamientos. Sí solo eran suposiciones mías, nada más, no podía aceptar a Jungkook, no debía aceptarlo, él no merecía eso.
—Sora— un chasquido de dedos a la altura de mis ojos me hizo regresar al mundo real, parpadee y fije la vista, él seguía en su posición y me miraba a esperas de que le dijera algo, cierto él quería algo más de mí.
Nunca antes me había sentido tal mal al rechazar los sentimientos de una persona, la verdad me daba igual si se sentían mal o si hablarán de mí por no aceptarlos, me tenía sin cuidado, pero esta vez me sentía apenada, avergonzada, y un poco miserable, porque indirectamente Jungkook estuvo para mí en mis días tristes y abrumantes, en los días que no podía hablar con Mini porque no le había dicho la verdad, aunque él tampoco sabía realmente como me sentía, sus llamadas me daban cierto alivio y tranquilidad.
Pero darle esperanzas era mucho peor que rechazarlo, eso lo sabía de primera mano, ser ilusionado duele más que ser rechazado, al menos después de ser rechazado existe la posibilidad de una amistad, pero al ser ilusionado y después ser dejado, todo posibilidad muere.
No quería que alguien como Jungkook viviera eso, menos si esta en mis manos evitarlo. Así que solo se me ocurrió una cosa para cortar de raíz su esperanza, tal vez era una forma ruda pero conociéndolo, si no es de esa forma él no se rendirá tan fácil.
—Estoy enamorada de Yoongi.
—Lo sé, pero no voy a rendirme.
El tono en que lo dijo sonó tan varonil que olvide por un segundo que era el menor de los siete, había decisión en su mirada y en sus palabras, este era un Jungkook que estaba mucho más fuera de mi control y que en cierta forma me asustaba, un Jungkook del que no tenía ningún indicio y que no sabía como manejar.
No fue hasta que su celular sonó que vi bajar su mano de mi cabeza, me había dejado tan perpleja que ni si quiera sentía el tacto en mi cabeza, era como si mis sentidos se hubieran desconectado.
Tomo la llamada y antes de darse la vuelta me guiño, así, sin más, como si no se diera cuenta de mi estado de aturdimiento.
—Hyung, sí... ¿ya? Perfecto... ¿pediste los dos? ... Bien, gracias, te debo una— y corto.
Camino hasta el borde de la pared y asomo la cabeza un poco, dio una mirada y regreso a donde yo estaba petrificada procesando sus palabras.
—Los autos están por llegar— se escuchaba tan sereno, tan natural.
Me hacía pensar que quizás me imagine que él me confesaba que le gustaba, que me decía que no se iba a rendir aún cuando le decía lo que sentía por Yoongi. Busque su mirada esperando encontrar algo que me confirmara que efectivamente me lo había imaginado y que lo de nosotros era una bella y sana amistad. Pero él no fue capaz de mirarme a los ojos, miraba cada rato el reloj en su muñeca, me estaba esquivando la mirada, quizás sabía que lo indagaría con la mirada y por eso me evitaba.
—Jungkook...— justo antes de pedirle que me mirara, el sonido de la bocina de un auto, nos alerto.
Él volvió a asomar la cabeza, saco su celular y miro algo, luego asintió y regreso para tomarme de la mano y salir de lo que hasta ahora no había visto como un escondite. Sentí su calor pasar a través de su mano, haciéndome erizar, tal vez por no había caído en cuenta de que mi cuerpo estaba bastante frió y el cambio de temperatura lo hizo reaccionar. Abrió la puerta del primer auto y el conductor nos miro, primero a él y luego a mí.
—¿Señorita Min?— preguntó el hombre. Yo solo asentí, me había entrado un desespero por irme pronto. —Suba por favor, el otro servicio es el de atrás— dijo.
Mi cerebro no podía procesar bien lo que pasaba pero lo poco que entendí es que habían pedido servicio de auto a mi nombre, uno para Jungkook y otro para mí, así no se correría ningún riesgo.
Subí al auto, antes de cerrar la puerta levante la mirada a Jungkook, este sonrió levemente, no le importaba que las gotas estuvieran mojandolo, se puso en cunclillas y puso una mano sobre la mía.
—Hablaremos después, ¿si? Solo ve a descansar.
Y cerró la puerta del auto. Yo no pude responder nada, lo ví ir al auto de atrás y subirse rápidamente, mi conductor se puso en marcha y por el espejo retrovisor vi como el auto de Jungkook tomo un camino diferente al mío.
Una vez lo perdí de vista, me deje caer en el asiento, y solté un suspiro tan profundo que sentí al conductor removerse en su puesto un poco incomodo, solo le reste importancia. Hoy volví a confirmar que mi vida es basada en el caos, si no tengo algo de eso, parece que no tuviera sentido mi vida, primero fue el regreso de Seol (aun debo lidiar con eso), después enamorada de un chico que no desea nada más que un poco diversión de mi parte, y ahora mi gran amigo me ha confesado que le gusto y no es ese gustar simple, es de ese gustar que te pone la vida de cabeza, su voz, sus ojos, su expresión me lo dijeron.
Jungkook ya no era un niño, había crecido, de aquel pequeño de mejillas hinchadas, de sonrisa inocente, quedaban las mejillas, porque todo en el había cambiado, y sin que me diera cuenta.
Fin del flahsback...
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Después de mucho, mucho tiempo, por fin tengo un capítulo medio decente para Away, me costo un poco de trabajo la verdad.
Espero les guste.
Me disculpo por la tardanza en las actualizaciones, pesé a que ya estoy de descanso en los estudios, sigo trabajando, así que cada vez que tenga un espacio (como estos días) me dedicaré a escribir, también estoy leyendo historias que deje en mi lista de espera.
No siendo más, nos leemos en la próxima actualización. Para los que siguen a What is Love, también tendrán actualización, no desesperen.
Los leo y los quiero mucho, felices fiestas.
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