Yoongi's POV.
[888+452] Es una perra...
[948+744] Hagamos una horda para ir por ella y quemarla como a las brujas...
[541+221] ¡Pretendía burlarse de todos, es una ZORRAAAA!
Cierro de golpe el portatil. Este tipo de mensajes se han propagado como la peste. Me duele en el alma, esas personas que dicen ser mis fans, tienen una idea equivocada de lo que es amar a alguien. Se escudan diciendo que defienden su amor por nosotros, cuando en realidad, son personas que viven en su propio mundo y no pueden romper su burbuja de cristal. Tan enfermizo, tan indulgente.
—Yoongi, te doy cinco minutos para que salgas o voy a entrar por ti—. Dice Jin del otro lado de la puerta.
La agenda debía cumplirse, tendremos ensayo temprano en la mañana. Bang PD dijo que si somos personas inteligentes podemos usar toda la atención que estamos recibiendo a nuestro favor, solo teníamos que ser cautelosos y responder con seguridad. En palabras castas, fingir que no pasa una mierda e ignorar las personas que sufren, entre ellas... Sora.
Mando mi cabeza hacía atrás mirando todo de cabeza. Así está mi vida ahora, patas arriba. Lo que creía tener no está y solo veo dolor en cada rincón de mi vida. Un cuadro sobre la encimera cristaliza mis ojos, ¡mierda! Necesito parar de llorar por cada cosa que me recuerda a ella y el tiempo que pasamos juntos. El cuadro es de una foto grupal, detesto las cursilerías y no he sido bueno con el romanticismo, ella lo colgó atrevidamente en mi cuarto y tuve tanta flojera que ahí se quedó, no lo baje.
La foto fue tomada días antes de nuestro debut. En ese entonces, era un milagro siquiera tener un par de horas libres, era solo ensayos, largas horas grabando, cámaras, vestuarios, cambios de escenarios; para ese tiempo me quejaba de lo duro que estaba siendo. Era un crio, porque comparado con lo que pasa ahora, lo de antes eran juegos de niños.
(Flashback)
Nuestro manager apareció en la empresa con una boleta de servicio. Grito a pulmón que tendríamos un descanso, un respiro de tantos ensayos y sudoraciones. Sonaba a mentira. Incrédulos miramos la boleta y efectivamente nos daban un descanso, la razón era que necesitábamos estar relajados y concentrados para el día de nuestro debut, eran cuatro minutos sobre el escenario e iba a ser el comienzo de nuestras carreras, ese día demostraríamos el gran sacrificio que habíamos hecho para llegar hasta ahí.
La boleta era para una habitación temática en la cafetería Moon's. La empresa no estaba para despilfarrar dinero en algún hotel con spa, y nuestro CEO es muy amigo del dueño de Moon's, así consiguió un descuento y un descanso para nosotros. Sin quejas o remilgos aceptamos encantados la invitación.
La reserva estaba hecha para después de las 10 de la noche, llegamos media hora después porque Jimin y V no encontraban que ponerse, parecían mujeres tardando horas arreglándose.
Moon's era un lugar que frecuentaba desde que fui trainee, me gustaba el café, el ambiente, nada de ruido, las personas eran decentes y usaban un moderado tono de voz. Iba cada madrugada por una taza de café y lograba escribir un par de letras de canciones. Una chica, estatura media, ojos caramelo, cabello ondulado, cuerpo regulado y una voz delirante, siempre aparecía en mi campo de visión. Era ella quien tomaba mi orden y a la única que toleraba escuchar, luego de discutir tanto tiempo con mi madre, cultive un desprecio por las mujeres y sus remilgos, esta chica nunca chisto algo, ni un gesto, nada, ser atendido por ella, se sentía bien era bueno... Era ella.
Pasamos a la habitación donde había alcohol, adornos de fiesta, un karaoke estéreo, una pista, un sofá extra largo y la mesa de aperitivos. Muy bien adecuado, fue la impresión que tuve. Nos merecíamos ese descanso, estábamos partiéndonos el lomo, la garganta, la vida para que el día tan esperado llegara.
Al rato de habernos acomodado y de que Jin-hyung estuviera clavado buscando la primera canción para el karaoke. La figura de ella atravesó la puerta. Su uniforme habitual había cambiado, estaba vestida de maid estilo japonesa, lo reconocí por tantos animes que he visto. La mire disimuladamente y alcanzamos a cruzar miradas, luego la esquive y chasquee, no es como si quisiera que habláramos, o algo así. Para ese tiempo, yo era un crió y tenerla o no tenerla representaba lo mismo.
—Buenas noches, caballeros. Esta noche tengo el placer de servirles. Tenemos una extensa lista de canciones para el karaoke, les enseñare un método mas rápido que buscar en la barra—. Tomo el mando y apretó un par de botones explicando para que servía cada uno.
—Escriben el nombre del artista y guala, tienen el repertorio.
Los menores hacen un "wow" como si fuera la gran cosa. Yo me limite a mirar la pantalla.
Hobi uso el mando e intento hacer lo mismo que ella, cuando funciono, de reojo note que curvo una enorme sonrisa y sus pómulos subieron.
—¡Genial! Muchas gracias, señorita.
—Con gusto. ¿Ya saben que quieren pedir?
Todos, incluyéndome, la volteamos a ver, según yo, los aperitivos iba a ser todo, había mucho sobre la mesa, demasiado para alimentar a BIGHIT en su totalidad.
Ella se da cuenta de nuestras caras de asombro y baja la libreta escondiéndola en su espalda, no sé, pero eso me pareció... ¿adorable?
—Voy a explicarles. Los aperitivos, son eso, pequeños detalles. Les dejare la carta y pueden pedir a su gusto. La boleta que les dieron no tiene límite—. Puso una carta plástica tamaño grande en la mesa y se apartó.
—Volveré luego. Disfruten la estadía—. Hizo la reverencia y salió de la habitación.
—Es muy linda, ¿no creen?—. Comento Jimin a mi diestra.
—Y amable—. Agrego Nam Joon.
—Tenemos suerte de que fuera ella y no un hombre—. Bromeo Jin ahogándose en su saliva.
Ignore cuanta estupidez, yo también pensaba algunas cosas de ella, las guardaría para mí y nadie más. Total, no tenía necesidad de decir exactamente lo que pensaba.
La chica entraba y salía con cada pedido que le hacíamos. Siendo sincero, me di cuenta que los menores, solo la llamaban para verla, en especial Jungkook y Jimin, sus ojos de pubertos se habían posado sobre ella y buscaban tener un poco de su atención. Nam Joon y yo nos hacíamos señas y sabíamos que los pequeños no lograrían su cometido. Ella no se veía fácil, ni dócil. Me hizo pensar que nunca hablo informal conmigo, ni busco la manera de acercase a mí, había puesto un límite y se obligaba a no pasarlo.
Todo fue bebidas, mis tímpanos a punto de reventar con las malditas desafinaciones, canciones más melancólicas, algo trot, un poco de free style a petición del público, comida, dulces y algo de locura por el coctel que bebíamos desde que nos sentamos. Ya se acercaba la hora de terminar todo y yo seguía viendo comida sobre la mesa, un gran desperdicio, iba a pedir que lo empacaran cuando ella atravesó la puerta con unas cajas de icopor, era como si hubiera leído mis pensamientos... Tal vez tenía ese poder y podía leerme sin que me diera cuenta.
—Les empacare esto para que lo lleven—. Doblo sus rodillas y bajo a la mesa, usaba una pinza y ponía de todo en las bandejas, carne, pollo, pasta negra, arroz, lo que fuera de consumo rápido.
—Muchas gracias, en serio, haz sido muy atenta con nosotros—.Dijo Jungkook sonriendo y mostrando sus dientes delanteros.
—Ya, deja de ladrar. Igual es su trabajo—. Estaba harto de la salameria.
Jimin me codeo y con el índice me pidió cerrar la boca, bufe y me recargue en el sofá sin perderles de vista a los de adelante.
—Su amigo tiene razón. Es mi trabajo—. ¡Perfecto! Me sentía como un mal nacido.
—Él es un idiota—. Jin me señalo con el pulgar. —Todos lo ignoramos.
Entre abrí la boca impulsándome hacia adelante y lo mire atónito.
Ella me vio de reojo y yo hice lo mismo por segundos. Quito la mirada, curvo una sonrisa pequeña y se puso de pie.
—Todo esta empacado. Siete comidas preferenciales.
—Gracias—. Nam Joon destapo una caja para ver y alcance a ver mucha comida.
—¿Puedo ayudarles en algo más? —. Dijo servicial.
V brinco de su puesto y se paró a su lado casi rozando sus hombros.
—Una foto—. Dijo sin pena.
—Está bien. Pónganse en grupo y les tomo la foto.
—No. Una de nosotros siete, contigo—. Hasta para mí sonó atrevido. Recién la conocían y ya le pedían una foto. ¿Quien era ella, Madonna?
Ella se mordió la comisura de su labio inferior, lo pensaba, analizaba las desventajas de esto, pero termino aceptando. Rodeo la mesa y por decisión del mayor quedo en el centro de todos. No me agradaban las fotos -irónico-, no era bueno para eso, pero lo tome como un recuerdo en grupo, el debut no aseguraba nada, la batalla empezaría luego de eso.
La observe de reojo y estaba algo sonrojada, sonreía a la cámara y sonríe antes de que el flash se disparara. La voz en mi interior decía que la sonrisa se había debido a ella, pero logre derrumbar la idea negandolo diez veces,
—¿Quieres ser nuestra primera fan oficial? —. V se meció en su puesto adelante y atrás.
Ella hizo una mueca de no entender una mierda y solo alzo las cejas y estiro su rostro a los lados.
—¿Ustedes son los niños del señor Bang Shi Hyuk?
—¿Los niños?—. Recalque la palabra.
—Él me ha hablado de un grupo que quiere mucho y con el que ha sido muy estricto. Siempre viene recién empieza mi turno de la noche y alcanzamos a hablar un poco.
—¿Sabes quiénes somos? —. Pregunto emocionado Jimin.
Ella negó de inmediato.
Es normal, en un par de días debutaríamos, las personas aún no nos conocián.
—Lo siento—. Se disculpó apenada.
—No te disculpes. Es por la falta de publicidad. Nuestra empresa es pequeña y el presupuesto es bajo—. No me parecía que el líder hablara sin tapujos frente a una completa desconocida.
—¿Van a debutar?
—Sí en unos días—. Respondió el líder siendo optimista.
Ella asintió y puso su cabeza a maquinar. Meció su cabeza a lado y lado, llamando la atención de todos. Nos tuvo a la expectativa de lo que sea que estuviera pensando y la vimos divagar en sus pensamientos. De la nada, saco su celular y tecleo un poco, luego alzo la mirada y la comisura de sus labios se curvo hacia arriba, mostrando una cara llena de picardía.
—¿Cómo se llama el grupo?
Nos dimos miradas entre todos sin entender que pasaba ahí, fui yo quien le respondió.
—Bangtan Boys.
—En inglés, y ¿en coreano?
—Bangtan Sonyeongdan—. Respondió Jin.
Curvo más clara la sonrisa en sus labios y ví otro rasgo llamativo, su sonrisa, la parte de sus labios delgados; es algo que provocaba a cualquiera. Sin embargo me mantuve en mi posición y solo la vi en silencio siendo discreto.
—Bien. Acabo de hacer publicidad gratuita—. Volteo su celular y vimos una publicación en la pantalla.
¡Acabo de conocer a los chicos más guapos de toda mi puta vida! ¡Son ángeles! ¿Quiénes son? Pregunten por BANGTAN BOYS.
Los comentarios no se hacieron esperar debajo de su publicación, no parecía ser una persona sociable o popular, pero su entorno presta atención a sus movimientos. Guardo el celular dentro de su delantal y en su rostro estaba la sonrisa de satisfacción, la misma que curvo cuando hablamos aquella noche cuando le regrese la pomada.
—¡Yey! —. Grito V con los brazos en alto.
Eso la hizo sonreír un tanto más, joder, tenía una bella sonrisa, y no fui el único que se percató de eso; alguien más la estaba observando.
—La suerte es para mediocres, así que, éxitos en sus vidas artísticas—. Alzo los pulgares y ablando la mirada, algo tenían esos ojos y esa boca que me complicaban la vida.
—Presentémonos—. Propuso Jungkook. Estrategia que uso para conocer su nombre.
En aquella cafetería, los meseros no llevan una plaqueta con su apellido. Reinaba el anonimato.
—¿Les permiten hacer eso? —. La noté nerviosa. Estaba acostumbrada a no saber, ni preguntar.
—Será nuestro secreto. Eres nuestra primera fan—. Jin le guiño y se llevó el índice a los labios.
Ella asintió divertida. Se puso de pie frente a nosotros y pasó las manos a su espalda, debió estar realmente nerviosa, pero lo disimulo a la perfección con sus tenues sonrisas y su formalismo por delante.
—Hagámoslo de adelante hacía atrás—. Impartió Nam Joon. Eso nos colocó a Jimin y a mí al final.
—Yo soy Rapmonster—. Ella hizo un "oh" largo.
—Yo soy el príncipe Jin—. Sonrió asintiendo. Estuvo de acuerdo con que era jodidamente guapo.
—Soy V—. Imito el signo de paz con él.
—Yo soy J-hope, la esperanza de este grupo—. Eso la conmovió.
—Soy el menor de los siete, Jungkook—. Ella volvió a sonreír.
—Yo soy Jimin, Park Jimin—. Jimin rió nervioso y ella lo apaciguo entre cerrando los ojos.
Mi turno. Presentarme delante de ella, no era algo que estaba en mis planes esta mañana cuando desperté. No habíamos entablado una conversación y tampoco lo había visto necesario. Los siete me miraron esperando que dijera algo. Con la expresión más desinteresada le dije.
—Suga—. No le dije mi verdadero nombre y ella no dijo nada. Asintió en silencio.
—¿Te los aprendiste?—. Pregunto emocionado Hobi.
— Rapmonster, Jin, V, Jhope, Jungkook, Jimin y Suga.
—Es tu turno—. Le indico Jin hyung.
No estuvo muy segura. Se lo pensó un poco y luego respiro hondo para hablar. ¿Tan difícil era decir cómo se llamaba? Tal vez estaba tan nerviosa y presionada que no sabía cómo actuar.
—Me llamo Min Sora.
—¿Podemos decirte Sora? —. Dijo Taehyung con demasiada ilusión.
—No hay problema—. Su celular vibro dentro del delantal y miro algo en la pantalla. Mordió su labio inferior e hizo una reverencia.
—Gusto en conocerlos. Debo seguir trabajando. Todo les saldrá bien.
—¿Ya te vas? —. V se puso de pie junto a ella otra vez.
—Sí. Aparte de esta habitación tengo mesas que atender. Pueden permanecer un poco más si quieren.
—Tenemos toque de queda. Hay que regresar antes de eso—. Me puse de pie acomodando mi sudadera, el descanso tenía tiempo límite.
—¿Trabajas aquí todos los días? —. Pregunto Jungkook. Lo hacía, yo iba todos los días en busca de algo que me mantuviera despierto.
—En el último turno—. Su celular volvió a vibrar y ella iba dando pasos a la puerta.
—¿Podemos venir a visitarte? —. Mire de reojo a Jimin.
—Si quieren...—. Abre la puerta. —Pero me la pasaría trabajando y no podría prestarles tanta atención.
Eso fue un golpe bajo para aquellos interesados. Ella no les dio ni un gramo de esperanza. Si no hablaba conmigo estando yo solo, mucho menos siete en la mesa. Bueno lo de hablar conmigo era porque no se dio la oportunidad, más bien ninguno la creo.
—Ven a nuestro debut. Podríamos vernos después de eso—. Propuso Nam Joon.
La idea era descabellada ¿Cómo porque nos dejarían tratar con alguien como ella? Así me pareció a mí.
Sora, lo medito unos segundos para después asentir.
—Iré. Hasta luego—. Desapareció detrás de la puerta.
Digamos que no fue la gran cosa, intercambiamos palabras entre todos, nada de los dos. Ella no quería decir mucho y yo respondía si se me mencionaba. No hacíamos cuestionamientos y eso estaba bien. No quería involucrarme con nada que no fuera el sueño de ser reconocido y admirado por todos, era mi única meta en la vida.
(Fin del Flashback)
¿Cómo iba a saber que había otros planes para mí?
Veo el rostro sonriente de todos en la foto que cuelga y recuerdo que le debo una disculpa a Jimin. Es noble y puede que me haya aprovechado un poco de él de vez en cuando, pero lastimarlo no es lo que deseo. Tomo mi celular y le envió un audio, disculparme en persona es más difícil que confesarme, él la aceptara, dice que es mejor esto, que enviarle un mensaje. Envió la disculpa y es hora de salir. No tengo ganas de nada, pero no es culpa de nadie.
Reviso que mis ojos no estén enrojecidos o muy hinchados, eso preocuparía a todos y no quiero más preguntas o caras de lastima. Arreglo el fleco debajo de la capota y estoy completo, no listo, ni seguro, pero al menos respiro y eso es algo alentador. Abro la puerta y Jin esta recargado en la pared con los brazos cruzados a la altura del pecho.
—Estaba por entrar.
Miro a la izquierda por el pasillo y esta Nam Joon saludando con la mano en alto, Jimin está un poco más atrás con una vaso de café, lo levanta diciendo que es para mí, significa que escucho mi disculpa.
—¿Los demás? —. Pregunto a Jin.
—Afuera, en las escaleras—. Endereza su cuerpo y camina hacia Nam Joon, cierro la puerta y lo digo.
Recibo el café que compro Jimin, agradezco en voz baja y salimos a los ensayos. Lo siento Sora, pero parece que el espectáculo debe seguir, ¿puedes perdonarme otra vez?
***
Esto es un fiasco, un desastre. Durante los ensayos de tres horas que fue cancelado, por mí, no logre concentrarme y solo nos estábamos desgastando. Los muchachos hacían un esfuerzo grande por no darme un puño o golpearme entre todos hasta que se cansarán. Lo sé, lo sentía, sus miradas preocupantes y heridas me lo gritaban cuando sus ojos y los míos se conectaban por unos instantes.
Pues la grabación va peor que eso. Yo, el Genio Min Suga, no he logrado grabarme tres putas líneas de la canción principal. No se quedan en mi cabeza, cambio el ritmo, pierdo el compás y eso solo retrasa las voces de fondo. La concentración voló lejos de mí, igual que todo lo que más he querido retener a mi lado. Me estoy cansando de que no avancemos y de escuchar quejas y reclamos por todos lados, unos silenciosos y otros realmente ruidosos.
Si no salgo de aquí, sucederá una desgracia, tengo tanta rabia conmigo mismo que cualquiera podría ser víctima de ello. Resoplo y suspiro derrotado, me pongo en pie y salgo del estudio ¿Qué más puedo hacer? Hoy no es mí día, ni ayer, ni el día antes, ni hace unas semanas. Le necesito, necesito recuperar mi inspiración, mi vida, quiero todo devuelta. Es injusto que me deje probar un poco y luego me sea arrebatado todo de buenas a primeras.
—¡Hyung!—. No Jimin, no te acerques.
¿Por qué no entienden que necesito estar solo?
—Yoongi-hyung—. Mierda ahora este... Espero que no me esté siguiendo. —¡Hyung, detente! —. Su mano alcanza rozar mi sudadera.
¡Con un demonio! Mi intención nunca ha sido reclamarle, lastimarle o algo parecido. Lo que paso, en parte fue culpa mía, por ser inmaduro, un idiota y todo lo demás, pero justo ahora que la cabeza se me está calentando, no razono.
Tomo a Jungkook por el cuello empujándolo contra la pared de concreto. Escandalizados, los muchachos corren a nosotros, es tarde, ya he sumado otro error a mi larga lista de errores en mi vida. Estoy apretando su cuello con ambas manos, patalea un poco y trata de sacar su voz. Aunque él es fuerte, resulto ser más intimidante estando fuera de mis cabales.
— ...Ggkk...¿Cre... Crees que... eres el único...que sufre aquí?
—¡Yoongi suéltalo!—. Pide Jin tomándome de los brazos, pero no lo atenderé, mi enojo está concentrado en las palabras del pequeño musculoso que esta frente a mí.
—¿Qué dijiste? —. Aprieto el agarre.
—Todos... todos aquí... gg... Estamos siendo afectados... La queremos...
—Hyung, no hagas nada de lo que vayas a arrepentirte—. Tarde, Jimin.
—¡A nosotros también nos duele lo que le esta pasando! —. Escupe Hobi en un sollozo. Lo veo de reojo resbalando por la pared hasta quedar sentado en el suelo y las manos cubriendo su rostro. —También la extrañamos.
¡Mierda! Lo sé, claro que se eso. Fue parte del grupo, bromeábamos con que eramos ocho miembros, salimos, compartimos, discutimos y regresamos a ser los mismos. Sé perfectamente que les duele, no soy un insensible, solo quiero estar solo cuando quiero pensar un poco, respirar, tratar de crear una barrera contra todo este dolor... ¡Estoy muriendo lentamente!
Siento venir las lágrimas y aparto a un lado a Jungkook. Tose, no sé cómo esta porque les doy la espalda. Los entiendo, pero a veces pienso que ellos a mí no me entienden. Sora es mi vida, la única cosa que he codiciado en la vida, ¿Acaso no es normal mi comportamiento cuando la estoy perdiendo? Empuño las manos porque otra vez llorare y por haber atacado a Jungkook, no puedo verle, ni a él, ni a los demás. Atrás escucho sollozar a Hobi, eso duele aún más.
—Yoongi, no podemos seguir así...—. Dice Jin a mi espalda.
—¡Maldita sea, lo sé! —. Grito y pauso evitando que mi voz se quiebre.
—Piensa que solo la lastimas actuando de esta manera—. Escucho la delgada voz herida de Jimin. —Ella tuvo que tomar la decisión más difícil de su vida. Se entregó a los leones para salvarnos.
—¿Cómo se sentirá cuando salgan las noticias de que no tendremos comeback o que hay retrasos en la agenda? ¿Qué sucederá después? —. Esa es la voz del líder, seria, seca, la usa cuando quiere dar una lección o explicar algo.
Ya no tengo fuerzas para salir corriendo, tampoco me importa verme vulnerable, son mi familia, he vivido más de seis años con ellos, me conocen mejor que mis padres o mis amigos de la infancia. Levanto la cabeza y los veo ladeando la mirada, las lágrimas ya estaban saliendo.
—¿Quieres luchar por ella? Hazlo, pero siendo más inteligente, vuélvete un ser intocable, y podrás alcanzarla. Comportándote de esta manera, solo lograras que desaparezca para siempre.
Parpadeo lento dejando que las lágrimas bajen. Me duele la vida, el alma, porque lo cierto, es que, aún si me vuelvo ese tipo de persona, para cuando suceda ella no estará, se habrá perdido de mi radar, y ese es mi mayor miedo, no volver a saber nada de ella, no tener la oportunidad de verla aunque sea de lejos.
—La deportaran—. Me escucho y no soy capaz de aceptarlo. Sus expresiones perplejas es un reflejo de que todo está perdido.
Mis piernas flaquean y caigo de rodillas al suelo, empuño las manos en la baldosa y suelto un grito desgarrador. Ella se irá y no hay nada que pueda hacer.
Escucho cuerpos caer en seco al suelo, la noticia les vino como un balde de agua fría. Ellos, como yo, tenían la esperanza de que todo esto se calmara y poco a poco retomáramos las cosas, que la vida continuaría su curso y que podíamos reunirnos en un futuro no muy lejano.
Jimin solloza y palmea mi espalda mientras que estoy encogido en el suelo, gritando y pidiendo una explicación,
¿Por qué debe ser así? ¿Por qué ella?
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Oops, sin comentarios. Un poco salvaje quizás, tal vez.
Pero comenzamos a profundizar en este YoonRa o SuRa... escojan el que más les guste.
Nos leemos en próximo martes. Feliz resto de semana.
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