ONCE (I)
Sora's POV.
Odio los cementerios tanto como los hospitales, tienen el mismo aire, la presión en el pecho es igual y ese frió que recorre cada rincón. Odio tener ese tipo de sensaciones, sin embargo, es una visita casi obligada, se la debía a ella.
Abuela Min, he venido a darte la cara.
La tumba de Min esta igual de hermosa. El cuidador siempre la mantiene así, cada vez que vengo paso a su pequeña casita en medio del cementerio –sí, escalofriante- para darle algún presente, luego vengo a ver a Min.
Sé que si estuviera viva me diría que hacer, que es lo correcto. A estas alturas no sé si lo mejor sea huir del país, la mitad de mí grita que debo alejarme de todo y de todos, la otra espera fervientemente que un milagro ocurra, aunque en mi caso, eso es imposible.
Su tumba tiene lirios y jazmines, sus flores favoritas, la lápida con una corona de lirios y colibríes alrededor dan la sensación de paz. Me siento en el borde de un cajón y empuño las manos, siento que las lágrimas quieren salir, ella me regañaría por llorar a la ligera, así que tratare de retenerlas.
—Hola abuela— Froto las letras que conforman su nombre. —¿Sabes? No podré visitarte seguido...—empuño la mano y cubro mi boca. Retrocedan lágrimas, retrocedan.
—Lo siento... Te dije que iba a vivir bien. Lo arruine, Min, lo arruine— no soy tan fuerte como antes. Podía fingir estar bien cuando en realidad era una tormenta de problemas, Mini es la única que logra sacarme las cosas con amenazas del tipo "Le diré a Yoongi que te pregunte" con eso hacía que soltara la lengua sin problema.
Mi mayor temor siempre fue preocupar innecesariamente a Yoongi, él tenía sus problemas en la compañía, su trabajo era pesado y yo no quería poner otra carga en sus hombros. Así que Mini terminaba supliendo esa parte de él que no podía usar.
Eso me hace pensar en muchas cosas, en el pasado. En cómo empezó todo, en cuando vine a decirle a Min que me gustaba alguien. La primer persona que logró sacudir mi herido corazón. También recuerdo el miedo que sentía al dejarme llevar por los sentimientos confusos que estaba teniendo por él. ¿Era o no era bueno para mí? Así que vine a contárselo a Min.
—¿Lo recuerdas abuela?
(Flashback)
Era día de descanso, como podía escoger el día, fue como de costumbre Viernes. Dormí hasta el mediodía cuando la cama me picaba en la espalda en señal de que había dormido bastante. Me duche rápido, vestí algo ligero bermuda verdes, camiseta de tiras blancas y unas converse tobilleras. No haría mucho, no tenía razón para vestir otra cosa.
Hice mi desayuno y mire por internet un almuerzo para hacerle a Mini, vendría a almorzar y luego iría a la Universidad, me sentía de ánimo así que quise preparar algo diferente.
Un pollo a la naranja sonaba muy rico y fácil de preparar. Me decidí por ese y mire en la nevera que me hacía falta para recrear el plato. Fuera de las naranjas y más pollo, tenía todo lo que necesitaba para cocinar. Escribí en un pega nota lo que hacía falta, tome mi bolso, el celular, las llaves y verifique que el bolso tuviera dinero suficiente. Una vez lista salí en busca de los ingredientes faltantes, Mini iba a gritar de la emoción, yo esperaba que con esto ella sintiera cuanto apreció su amistad.
Bajaba las escaleras del edificio tranquila, salude al guarda, puse los dos pies afuera y cuando quise llenar mis pulmones con aire del mediodía una camioneta fantasma paso sobre un charco que se hizo de la noche anterior que llovió y me mojo de la cintura para abajo. Fue como un "Buenos días Sora, hoy será un día de mierda". Maldije al que manejaba sin tener el mínimo cuidado, para su fortuna no lo alcance a ver pero espero mi tercer dedo si lo haya visto. Saque un pañuelo de mi bolso y limpie el agua sucia en mis piernas, maldije otro tanto y me fui derecho al mercado.
Olvide el pequeño incidente con el inepto que no esquivo el charco para darme un segundo baño, que en vez de espuma y aromatizantes, tenía agua sucia y lodo. Compre el pollo faltante, una manga de naranjas y algunas especias que aromatizan la carne y quedan perfectas en la preparación, -eso decía la página en internet-. Pase a la floristería por unos jazmines, la chica que atiende me conoce desde hace tiempo, siempre es atenta y me hace descuentos para los ramos. Le encargue el ramo para la abuela Min, al día siguiente iría a entregárselo en la tumba. Otro año sin ella, pero sé que está bien.
Luego pase al banco para pagar los recibos de servicios en el apartamento y el alquiler, regrese al apartamento para limpiar y poder cocinar. En la radio sonaba FT Island y yo mecía mi cuerpo a lado y lado escuchando la voz de Hongki, ese hombre bien podría ser el padre de mis hijos, lástima que no sabe de mi existencia. Limpie a la velocidad de la luz y me concentre en la comida. Recibía mensajes de Mini y de alguno de los chicos, el más activo con los SNS era Jungkook, me preguntaba por mi día, como estaba y que haría en la noche, eso último me parecía fuera de lugar porque sabe que trabajo de noche a excepción de los días de descanso.
Kook :)
Estaré en el apartamento.
¿Descansas hoy?
Sip. No quieren verme allá
hasta mañana en la noche.
Queríamos pasar a verte.
Mejor descansen. Escuche que han
tenido mucho trabajo.
Son las nuevas promociones.
Estaban por sacar un nuevo álbum. Sus agendas estaban a reventar y Jungkook me contaba que pasaba cuando no podían estar en Moon's. Nuestra comunicación era constante y me agradaba saber cuánto aprecio me tenía, yo lo molestaba con que algún día aparecería una chica que robara su atención y me mandaría al olvido; él siempre respondía que eso iba a ser imposible.
Te extraño mucho, Sora :)
También extraño verlos
jejejeje hablo de nosotros dos.
Lo sé, solo molestaba. También te extraño Jungkookie.
Sigues llamándome así. Ya soy grande.
Tus fans dicen que eres un bebé.
Soy grande, todo un hombre.
Oh, lo siento mucho. Don macho pecho lomo plateado
no quería ofenderle. xD
e.e Sora
Dime
No es gracioso
Pues a mi si me causa gracia xD
Solo espera. Te mostraré en el gran hombre
que me convertiré.
Esperare con ansias ese día ;)
Ya empezaran con la practica.
Te hablo en la noche.
¡Éxitos!
***
Mini llego un poco antes de lo normal. Chillo al ver lo que estaba a punto de servir, a la hora de comer, ella es como un niño pequeño quiere de todo y se llena muy rápido. Me dio un fuerte abrazo y me dio las gracias por estar con ella, yo era quien le agradecía ser mi amiga.
Servimos y nos sentamos a la mesa, hablamos de su estudio, de su nueva conquista, del chico de otro vecindario que la invita a salir pero ella siempre lo rechaza; es un cabeza dura y solo busca que Mini le tenga lastima. También hablamos del estúpido que me dio un baño de lodo en la mañana, ella exagero todo diciendo que pediría las cámaras de seguridad para ver quien había sido y estrangularlo.
Terminamos sin dejar un solo rastro de aquel pollo, estaba tan rico que quedo incluido en el menú del fin de semana, pactamos en hacer más recetas distintas para cambiar un poco el arroz, la pasta y las verduras. Lavamos los platos y organizamos lo que estaba mal en la cocina. Juntas éramos un buen equipo, por eso nos iba tan bien viviendo bajo el mismo techo; ninguna desatendía sus obligaciones y nos apoyábamos mutuamente.
Ella debía ir a estudiar y luego al trabajo, teníamos que despedirnos. La acompañe a la puerta del edificio; bromeamos diciendo que parecíamos una pareja de casados, uno despide al otro con besito en la mejilla; Mini carcajeo mucho cuando uno de nuestros vecinos se quedó viéndonos como si fuéramos lesbianas y más cuando Mini dijo "Mi amor" en alta voz. Ríe por la reacción del vecino y la despedí a la Universidad, casi eran las siete y tenía media hora para llegar a tiempo.
La vi subirse al micro bus de la estación cerca al edificio y me di la vuelta para entrar. Escuche voces a mi espalda, gradualmente gire mi rostro para ver; un grupo de chicas con carteles tamaño mediano, con cintas de colores en las muñecas, buscaban algo en la noche mirando en todas direcciones. Deje que la curiosidad me llevara y me di la vuelta, ellas pasaron de largo la entrada del edificio y asome la cabeza para verlas trotar siempre viendo a ambos lados. Mire en dirección contraria a las chicas y bajaba otro grupo vestidas de la misma manera.
¿Carnaval? No podía ser, no es época de fiestas, al menos no en mi calendario mental. Camine en la dirección de donde salieron los dos grupos, estaba casi anocheciendo, estas calles se ponían oscuras y tenebrosas cuando caía la noche, ¿una fiesta clandestina? Sonaba más cuerdo que el carnaval. Llegue a la esquina y mire a la derecha, la calle estaba tan sola que los susurros asustaban, no habían luces, música, o cosa parecida a una fiesta.
Había sido una pérdida de tiempo.
Alce los hombros porque no era nada importante y di la vuelta para regresar al edificio, cuando pasaba por el tiradero , una mano salió de las sombras y me arrastro a la oscuridad de aquel callejón.
Bienvenidos sean a un episodio más de Sora calamidades, hoy presentamos, la curiosidad mato al gato; que diga a Sora. ¿Por qué no te quedaste adentro? ¿Cuándo aprenderás a ignorar tú alrededor? Eso me decía mientras estaba siendo arrastrada y pegada de espaldas a la pared fría de ladrillo rojo. Un violador, un acosador, un psicópata, todas las películas de suspenso y terror hacían memoria en mi cabeza; la chica atrapada en la oscuridad, nadie sospecha, no puede gritar, está perdida y para cuando alguien se dé cuenta, quizás este flotando en el Rio Han o peor, muerta en otro continente.
Lo primero que una persona normal haría sería gritar ¿cierto? Queda confirmado que no soy una persona normal; no pude gritar, el nudo en la garganta era tan grande que no me dejaba respirar bien, ni reunir aire para soltar un grito de auxilio, mi secuestrador la iba a tener fácil, bajo su poder había una chica que no gritaba desesperada pidiendo ser salvada.
Trague grueso cuando me pego a la pared, su mano tapaba mi boca y como estaba tan oscuro su ropa opaca le ayudaba a camuflarse. Escanee lo más rápido que pude de su cuello hacia arriba, capucha, tapabocas y un par de ojos delineados muy parecidos a los de... ¿Suga? ¡Genial, un muy buen momento para fantasear con él!
Lo mire detenidamente y el rasgo de los ojos era muy parecido, demasiado, pero solo pude confirmarlo cuando me dio una rápida mirada de reojo. Era alguien que conocía, pero ¿Qué tan bueno era que mi raptor fuera Suga?
Fruncí el ceño, ¿Qué hacía Suga escondido en la oscuridad? ¿Por qué me arrastraba a un sitio oscuro? Alguien iba a tener que darme muchas explicaciones y esperaba que fueran lo suficientemente convincentes para no estampar mis nudillos en su cara, o mejor, darle un cariñito con mi rodilla a su entrepierna, de cualquier forma le iba a doler.
Empecé a removerme contra la pared y él puso el índice en sus labios, era él, el mismísimo Suga, y eso era como mi mala suerte. Otras chicas estarían felices, brincarían en un pie, si Suga, el famoso rapero de BTS las acorrala en una esquina oscura para hacerles sabrá Dios que cochinadas; son esas chicas, no yo, a mí me irrita tenerlo tan cerca, por dos sencillas razones, uno: que por alguna estúpida razón el corazón me late tan fuerte que abrirá un hueco en mi pecho, dos: porque simplemente no lo soporto, cada vez que estamos los dos solos pasa algo malo y esta no parece ser la excepción.
Sacudo con más fuerza mi cuerpo para apartarlo, él me mira, baja la mano y me pide hacer silencio con el índice en sus labios. Entorno la mirada porque quiero una explicación convincente ya que extrañamente me han dado ganas de gritar por ayuda.
—¿Qué está pasando? — demando con firmeza.
—Shh, habla más bajo— su voz cambia mucho cuando susurra.
—No puedo. Me arrastras aquí y te comportas como un acosador, así que no me voy a ca...— de nuevo tapa mi boca con su mano.
Frunzo el ceño dándole la oportunidad de que se aparte antes de que mi rodilla suba y choque accidentalmente con su entre pierna.
—Ahí vienen— susurra más bajo.
Voltea a ver a la luz de la acera y hago lo mismo, en eso, un grupo de chicas cruza corriendo, son las mismas que vi al principio, se quedan un rato en la luz que ambos vemos. Suga camina más a mí, casi que rozamos nuestros pechos, trago grueso, la cercanía con él no me gusta, no sí hace que me derrita y sienta las piernas de pollo.
—Lo perdimos— dice una de las chicas.
—¿Estás segura que era él? — pregunta otra.
—¡Mis ojos no mienten! Era Suga oppa.
—Ash, ya tengo que regresar a la casa— dice la más baja del grupo.
Suga y yo tratamos de no respirar, yo sentía que si lo hacía podía hacer el ruido necesario para que se dieran cuenta de donde estábamos; aunque no parecía mala idea, me alejarían de él y le salvaría la patria a mi corazón que seguía latiendo con fuerza.
—Vayámonos. Será en otra ocasión— dice alguien y se escuchan los suspiros de resignación.
Atando los cabos, un grupo de chicas desadaptadas han seguido a Suga para hacerle quien sabe qué y él huyo. Las desventajas de ser famoso, no puedes salir a la esquina con tranquilidad porque un desfile de fanáticos estarán esperando para sacar una foto sin importar el atuendo que lleves. De cierta forma me hacía sentir ¿pena? Algo como lástima porque no podían salir a las calles como personas normales, entrar a algún almacén, reír y hablar de lo que quisieran.
Finalmente el grupo de acosadoras se perdieron en las calles al cruzar la avenida. Suga quito la mano de mi boca pero no se despegó de mí. Yo estaba perdida en su mirada fría y turbia, sus ojos negros y la línea seria de su rostro era hipnotizante, podía entender un poco por qué las chicas se volvían locas con él. Trague grueso sintiendo la molestia en mi garganta, el nudo todavía estaba ahí. Solté el aire por la boca y recordé que no estaba respirando, así que regule mi respiración, esquive la mirada y me gire alejándome de su encierro psicológico, porque ya no me tenía atrapada físicamente, sus ojos lo hacían.
—¿Qué haces en la calle de noche? — ¿Por qué insiste en hacer preguntas obvias?
Gire en mi eje para verlo, alzó una ceja y esperaba que fuera una pregunta al azar, pero su expresión seria me hacía pensar que no era así. Sí pregunto eso, ¿y a él que le importaba?
—Recoger nueces— respondí forzando una sonrisa netamente hipócrita.
—Tienes muchos trabajos de medio tiempo— metió las manos a su ovejera.
—De algo tengo que vivir ¿no? — rodé los ojos.
Suga empezó a rastrillar la punta de su zapatilla en el pavimento, estaba en silencio; era raro en él y más si yo le respondía con sarcasmo, habían veces en las que durábamos más de media hora diciéndonos cosas para al final terminar gritándonos y mandando el uno al otro a la mierda. Esta vez él estaba... diferente.
—¿Qué haces deambulando como vagabundo?— fue lo primero que se me ocurrió preguntar.
Alzó la mirada, dejó de rastrillar la zapatilla, caminó a la pared y se recargó.
—Tengo la edad para salir a dar una vuelta— las palabras servían para bromear, pero estaba demasiado serio para ser una broma.
—Pues el grupo de locasacosadorasdeoppas no piensan igual.
Echó la cabeza atrás pegándola a la pared y mirando a lo alto. Algo tenía el putoamodelceñofruncido, no era mi problema pero una parte de mí me pedía que no le dejara.
—Salí a tomar un poco de aire fresco. Cruce la calle y estaban ahí, trate de pasar rápido pero una me reconoció y mis pies se echaron a correr. Acabe llegando a esta calle y el callejón me pareció un buen escondite— marcaré ese día, el día en que el putoamodelceñofruncido me dio una explicación sin agregar sarcasmo al final.
Unos pasos nos alertaron y gire bruscamente para ver a la luz de la farola, abrí los ojos cuando vi parte del segundo grupo que bajo detrás de las primeras chicas, eran tres chicas y seguían buscando a su presa. Voltee y Suga mordía su labio inferior. Iba a arrepentirme de lo que estaba por hacer, pero la abuela Min decía que si alguien necesita de tu ayuda, no tienes por qué negarsela; recuerda, hoy por ti mañana por mí, claro que con él sería más un tira y afloja.
Camine hasta él, lo tome de la muñeca y lo arrastre conmigo más adentro del callejón oscuro. Lo conocía a la perfección, es un atajo que uso para ir a Moon's cuando no tengo que estudiar o cuando quiero salir a la calle principal y evitar la infestación de personas los fines de semana. Suga no se quejó y si lo hacía era en voz baja. Caminamos entre los muros de los edificios, atravesamos los tiraderos y salimos al otro lado, dos calles más arriba. Asome mi cabeza para cerciorarme de que no hubiera mucha gente alrededor, como lo esperaba, la calle estaba desolada, no es muy concurrida.
—Está despejado— me sentía como en una película de acción donde dos policías se deben infiltrar en la cuidad peligrosa.
—Conozco esta calle— escuchar su voz cerca me despertó de la fantasía y cuando quise voltear su rostro estaba a escasos cinco centímetros del mío. Su respiración golpeaba en mi nariz, era una cercanía altamente peligrosa, el voltaje en mi cuerpo estaba sobrecargándose.
Note que lo sostenía de la muñeca y lo solté rápido, retrocedí un paso y estaba medio cuerpo fuera del callejón. Suga estaba dentro y no parecía convencido de salir.
—¿Qué pasa? — pregunté.
Froto su cuello y frunció los labios.
—Estoy un poco lejos del apartamento y no quiero encontrarme a otro grupo de chicas. Esperare a que se haga más noche.
Hice mi gesto especial del "¿Es en serio?" y él no mostraba signos de burla por ningún lado. Se iba a quedar deambulando por las calles esperando que fuera tan tarde que las chicas locasacosadorasdeoppas no tendrían más energías para esperar o perseguirlo.
No iba a dejarlo ahí, bien que podía irme, no era mi problema, no nos tratábamos tan bien como para quedarme con él, hablar de la vida y hacernos compañía; no se parecía en nada a sus seis amigos, sin embargo, esa parte de mí que quería cuidarlo y quedarse con él iba ganando la pelea y llevaba la delantera.
—Sígueme— puse las manos dentro de la única cosa que me mantenía caliente, mi chal, llevaba la bermuda. De haber sabido que tendría que caminar las calles para salvaguardar a un idol, me hubiera puesto una sudadera o un jean.
Me mira intrigado pero me di la vuelta para caminar hacia el sur. Mini hizo un buen trabajo al enseñarme los alrededores recién me pase a vivir con ella, conocía lo que estaba detrás de cada calle y podía moverme sin problemas. Suga no salía mucho y cuando lo hacía era en un auto, así que no conocía lo suficiente para perderse o para despejar su mente de sea lo que fuera que quisiera escapar; porque si estaba deambulando era porque no quería quedarse en el apartamento, pero no pregunte sobre eso.
Lo escuche moverse detrás, me estaba siguiendo el paso. Lo primero que pensé fue en llevarlo a que comiera algo, estaba casi segura que no había probado bocado, Jungkook me contaba sobre sus horarios irregulares para comer y me daba una idea al respecto. Cruce la calle y de reojo lo vi trotar detrás, llevaba las manos dentro de la ovejera y es que hacía un frió del demonio y no podía regresar para cambiarme. Había decidido acompañar a Suga hasta que fuera prudente regresar a su apartamento.
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Vamos por la continuación...
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