OCHO

Luego de horas hablando, llorando, maldiciendo y acabando cajas de pañuelos, Mini quedo rendida en el sofá-cama de la sala. Puse una manta sobre ella y me cambie de lugar al sillón que está pegado a la pared bajo el ventanal, es amplio y bien podía ser una cama ovalada. Decidí no regresar hoy a casa y quedarme con Mini, Seol estaría lanzando espinas por todos lados y no me dejaría en paz ni para respirar, ojala se pase el tiempo rápido y pueda deshacerme de ella una vez llegadas a Yokohama. Dejo de importarme hace mucho tiempo su vida, si estamos realmente unidas, es por la sangre en mis venas, no por otra cosa.

Recojo las rodillas y abrazo mis piernas. La calle se ve desolada, deben ser algo más de las 12, las farolas iluminan parte del camino y hacen un sendero amarillo opaco para los que van llegando de sus trabajos. Suspiro, más bien, sollozo un poco viendo a las calles. Alcanzo a divisar un aviso, BIGHIT. Puede que los muchachos y Yoongi estén ahí. Siempre han trabajado hasta la madrugada y por eso la cafetería era como su salvación, era el lugar donde podían desprenderse del estrés que vivían desde el amanecer hasta tarde en la noche.

Agarro el celular pegado a la punta de los dedos de mi pie y veo en la pantalla como los mensajes van llegando en cadena, no se detienen, tuve que ponerlo en silencio para no tener que escuchar el timbre o sentirlo vibrar. Sabía de quienes eran y que contenían. Lo mismo los mensajes de voz, ha sido lo mismo desde hace semanas.

Ladeo la cabeza y la dejo caer sobre las rodillas. Afuera se ve frió, en el apartamento el clima es cálido. Rebusco entre las carpetas del celular y un corrientazo pasa por mi mano. La primera foto me envía a un día que está marcada en todos los calendarios que he usado hasta la fecha. El día que hable con Yoongi. No fue realmente una conversación, pero cruzamos más de dos palabras y vi una nueva faceta de él.

(Flashback)

En Moon's se descansaba una vez cada quince días. Yo había cubierto tres turnos y tenía tres días seguidos de descanso. No me gustaba que fuera un Domingo o Lunes festivo porque se obtienen mejores propinas, así que no los tome seguidos, sino salteados.

El último descanso, lo aparte para un Viernes. Haría las compras del apartamento, iría a la Universidad y descansaría relajada en la comodidad de mi cama, para el sábado en la noche trabajar hasta dos turnos de ser necesario. Mini me dio la mitad del dinero para las compras, no iríamos juntas porque había hecho planes con un galán que la cortejaba en la cafetería, aun estábamos definiendo que tipo de profesión tenía, pero se veía muy maduro.

Compre lo necesario y lo que más recordaba del pedido personal de Mini, comida chatarra, gomas, helado, frutas, verduras precocinadas, algunos enlatados, ramen, carne, queso, huevos, etc, lo que más recordaba dije. Acomode seis bolsas de mercado en la cocina quedando a reventar, y así era como nos gustaba mantenerla. Con las compras hechas, fui a la Universidad para asistir a una recital de música instrumental, la orquesta filarmónica pidió prestado el auditorio y estuvo aforo, algo magno y hermoso de este país. Salí de ahí amando a Bach, a Mozart y otros tres nombres difíciles de pronunciar.

De camino a la estación donde tomaría el autobús de regreso al apartamento, note una conglomeración de personas, no eran más de cien pero si ocupaban bastante espacio como para ignorarlas. Pase por enfrente de la bandada y mi vista se alzó al pequeño teatro, un letrero colgaba de lado a lado.

<BTS FIRTS FANMEETING>

El logo de un chaleco con las letras BTS y el inconfundible eslogan de BIGHIT, hicieron que parara en seco. Si no estaba mal, BTS eran las siglas de BangTan Sonyeongdan, quería decir que los siete estaban dentro y todas esas personas estaban esperando para verles. Cumplieron seis meses desde que debutaron y a paso lento iban recolectando corazones, era como jugar Corazón de Escuela solo que en la vida real.

En mis memorias estaba cuando uno de los siete, no recordaba cual exactamente, había gaznado algo sobre aquel fanmeetig o firma de autógrafos, incluso dieron, fecha, lugar y hora, con la intención de que yo fuera, sabían mi horario y creían que podía asistir sin problemas. Yo no había guardado esa información por que primero: cuando lo dijeron Moon's estaba a reventar y no podía prestarles mucha atención, y segundo: el engreído de Yoongi se había puesto más frió que el puto polo norte.

Me lo pensé mientras seguía mi camino, entrar o no entrar, estaba segura que necesitaba una entrada para pasar, la cosa era que no me iban a dar una boleta a escasas horas de arrancar el evento. Ya estando ahí, podría entrar y fingir que no los ignore ese día, verlos sonreír era gratificante y quien sabía, podría ver la fase ridícula de Yoongi o burlarme de las chicas que lo ven ser feliz cuando en realidad odia escucharlas, eso me hacía pensar su actitud. Que aquel Suga del que tanto hablan solo es un disfraz del verdadero Yoongi.

Entonces una idea vino a mí, revise dentro de mi bolsa y gracias a que no vaciaba mi bolsa casi nunca, encontré la tarjeta de "trato especial" que me dio el señor Bang, no me la pidió de vuelta ni hablo sobre ella, asumí que me la estaba obsequiando. Golpee la tarjeta contra los dedos de la otra mano, entrar o no entrar. Veía muchas personas, hacer fila no me hacía bien, me sacaba de quicio. Podía pasar sobre ellas e ir directamente a la puerta, pero había escuchado que las fans son de cuidado, un solo movimiento en falso y te caen como aves rapaces para sacarte los ojos.

Así que opte por rodear el teatro y entrar por la parte de atrás. Todos saben de la puerta trasera, solo que para llegar ahí, se debe cruzar un estrecho sendero. Rodee el teatro y vi el camino que conducía a la otra entrada. Un sendero mal oliente que cruzarlo de día era arriesgar el pellejo, porque de noche era una muerte asegurada. Contuve la respiración y cruce a zancadas. Cuando vi la puerta junto al corpulento guardia, me ahogue y empecé a toser como idiota. ¡Era un gorila! ¡Un mastodonte! ¿De quien era hijo? ¿De Godzilla y King Kong?

Donde el gran hombre estaba custodiando, había una reja con tres metros de altura que rodeaba el lugar, al costado derecho un muro de concreto, al izquierdo dos botaderos y ... Yoongi pateando una lata.

Me quede viéndole mientras la tos cesaba, la lata se estrellaba con la pared de ladrillo rojizo, regresaba a sus zapatillas y él la remataba de nuevo. Parecía un inocente juego, pero su ceño decía otra cosa, y además  ¿qué hacía afuera?

Insegura de cada paso que daba para llegar con él, note su ropa, no era la usual, se trataba de un vestuario que apareció en uno de sus vídeos musicales. A la fecha el grupo había sacado tres vídeos y él usaba el del último, sudaderas blancas, gorra al estilo urbano blanca y zapatillas tan blancas que si le daba la luz dejaba ciego a cualquiera. Por suerte, no tenía el peinado donde pareciera que su cabello estuviera amarrado con una coleta y una bandana alrededor, porque entonces me hubiera reído tan fuerte que hasta a dentro del teatro me hubieran escuchado, En ese vídeo parecía una mujer, con Mini hicimos muchas bromas al respecto.

Pateó la lata en mi dirección, levante el pie para esquivarla y que no me golpeara, la lata rodó hasta atrás y tanto él como yo nos quedamos en silencio viéndonos con las preguntas amontonándose en nuestras bocas. Ajuste la correa de mi bolsa y él quito la mirada.

–Hol...

–¿Qué haces aquí? – pues había llegado en mal momento. Me mostró que estaba echando humo.

–Vine a sacar la basura– respondí sarcástica.

–¿Otro empleo? – sarcasmo más sarcasmo. Al menos hablaba bien.

–Fíjate. Lo que uno tiene que hacer– camine esquivándole y recargándome en la pared.

Hubo silencio. Se veía molesto, su ceño estaba muy marcado, las líneas alrededor de sus labios se estiraban. Podía preguntarle qué había pasado, pero ese chico era un gruñón y tenía que salvar mi buen humor de ese día.

Resople frustrada por no poder decir algo y él se recargo en la otra pared frente a mí. Eso me dio lastima, no porque tuviera cara de "¿qué hago con mi vida?", sino, porque su ropa era netamente blanca y se ensuciaba fácilmente.

–En serio, ¿Qué haces aquí? No te veo sacar la basura.

Miro los botaderos y luego a él, tuve ganas de tirarlo dentro, no parecía que pesara mucho, su cuerpo sin todas esas ropas anchas era tan delgado como un palillo chino, lo supuse cuando un día llego con la ropa ajustada, es huesos forrados en piel.

–Tienen un fanmeeting y vine a verlos.

–Ah, pero la entrada es por el otro lado– apuntaba atrás con el pulgar.

–Hay más de cien personas allá, usar mi pase de cortesía reduciría las posibilidades de llegar sana y salva al apartamento y necesito trabajar mañana. En especial por...–. Corte la frase al darme cuenta que estaba a punto de decir algo muy fuera de lugar. 

Volvimos a quedar en silencio. Parecía que algo no estaba bien, empezando con que él estaba en la parte de atrás del teatro, pateando con furia una latita. Debía estar adentro, preparándose para escuchar el estallido de voces y sollozos de la fanaticada; ¿no? Pero no iba a preguntarle porque estaba afuera, no parecía normal o correcto, él vivía a su modo y yo no intervendría.

Mis ojos repasaban disimuladamente su figura, las zapatillas relucientes, la ancha ropa, un ajuar peludo en los hombros, cadenas plateadas, su rostro inexpresivo viendo a un punto de la nada a su derecha y... ¿Rimel? Lo había visto en vídeos musicales, los chicos usando rimel, yo no usaba,- ni use eso- nunca lo vi necesario, pero él lo llevaba. Estaba tan sumida en ese pensamiento que camine sin darme cuenta y quede muy cerca, creando una nueva distancia entre los dos.

Sus ojos se movieron en mi dirección y me pareció ver que trago saliva. Ignore eso, porque realmente estaba asombrada de ver lo bien que se veía un hombre con la cantidad de rímel correcto. La línea resaltaba sus ojos y llegue a sentir envidia porque estaba casi segura de que jamás me vería tan bien.

¿Qué mierd...

¿Eso es rímel? – alce mi índice y señale su parpado bajo.

Puso su cara de frente y la punta de mi uña levemente rozo su nariz. Ni con eso me quite, estaba tan concentrada en la línea negra de sus ojos, que me parecía normal estar cerca. De verdad me había sorprendido ese detalle.

¿Y que con eso?bufó.

Tus ojos se ven diferentes. Tu mirada es más rustica, aunque...– bajo el dedo y retrocedo dos pasos poniendo las manos atrás. Cuando sonríes se ven mejor

Chasqueó con la lengua y regresó a ver... ¿que estaba viendo antes?

En serio, era difícil de tratar con él. ¡Lo estaba alagando! Pero mi comentario, muy reforzado, aparte de ridículo, tenía otra intención, que relajara la puta cara de puño que tenía, en cambio frunció el ceño, otro tanto.

Nunca habíamos hablando más de dos o tres palabras, esa fue la primera vez, donde respondió otra cosa diferente a "¿Qué le sirvo, señor?", no sabía cómo tratarle, ni como entablar una conversación sana con él; su muro de concreto con el mensaje de "si lo cruzas te mueres", impedía que fuera así. Claro, yo tampoco me esforzaba por intentarlo, al fin y al cabo, él podría morirse en su amargura, si así lo quería. Pero ese día, decidí intentarlo, no con métodos sutiles, más bien, jugando a su modo. Suga no es sutil, tampoco le gusta andarse por las ramas, probaría un poco de su amarga personalidad.

¿Ya ensañaste tu parte? –  Primera fase: provoca al individuo.

Volteó a verme con la pregunta en su ceja alzada, era obvio que no sabía de qué hablaba.

Esa donde finges que sonríes, que amas toda esta mierda y que es lo que siempre quisiste, luego haces gritar de emoción a esas chicas y se creen el cuento de hadas– segunda fase: Lanza ataques directos.  

Retrocedí cuidadosamente cuando la idea de su puño alzándose contra mí me vino a la cabeza fugazmente.

Frunció aún más el ceño y su mirada se endureció, resoplo y dijo.

¿Qué mierda estás diciendo? –. Palabras en vez de golpes, no estaba tan mal.

Cómo estás aquí afuera, con esa cara de querer mandar a la mierda todo; no puedo pensar en nada mástercera fase: ponle sal a la herida.

Susurró una maldición y tensó la mandíbula. A kilómetros percibía cuanto le afecto mis palabras, sus gestos se endurecieron y su ceño estaba más fruncido. Debía odiarme y hasta creo que planeo como matarme a la primera oportunidad que tuviera. Yoongi con lo poco decía mucho y siempre fue de esa manera. Ese día me di cuenta de eso, no me iba a decir directamente que pasaba, así que tuve que intervenir un poco más... De alguna manera hay que morir ¿no?.

Que estupidezdije dándome la vuelta y viendo el camino por donde había llegado. Regrese a verle, pase mis manos atrás y cruce los dedos pidiendo no ser golpeada.

Enarco una ceja e hizo una mueca.

¿Eh?

Digo que todo esto es una estupidez. Nunca he asistido a un fanmeeting, es la primera vez. Antes había gastado mi sueldo para unos conciertos de BigBang y así poder ver el pecho desnudo de Taeyang y la dulce sonrisa de GD. Creí que un fanmeeting acercaba a los fans con sus idols, jamás imagine que sería una maldita mentira para mostrar un grupo de niños perfectos que no tienen ningún defecto y que sonríen como idiotas para hacer gritar a un montón de desadaptados.

Mentalmente preparaba mi testamento. Use un grupo de gran talla como BigBang, todo para ver la vena frontal de Suga brotarse.

En mi cabeza se iba dibujando porque estaba afuera pateando cosas frustrado. Es el primer fanmeeting, su cuerpo grita la falta de seguridad y confianza que se tiene, lo había percibido antes cuando escribía estando en la cafetería; se frustraba con facilidad y esta haciendo los mismos gestos.

Le sostuve la mirada pareciendo de lo más tranquila, disfrazando el temor interno. Parpadee lento y continúe con el juego.

Estoy completamente decepcionada. Que todo esto sea un montaje y que la gente se lo crea. Debería decirles que...no pude terminar de hablar porque se acercó a mí y me tomo de los brazos con fuerza. Sentí sus huellas marcando mi piel.

Ese es el resultado de jugar con fuego, puede ser divertido pero puedes terminar quemándote. No obstante,  no  quería  dejar las cosas a medias, Sora lo que empieza lo termina. Sus ojos me apuñalaban y sus dedos abrían mi piel, le sostuve la mirada estirando una sonrisa de lado y viéndole pequeño, como si fuera una persona insignificante. Arriesgando mi vida en ello.

¡No sabes una mierda de lo que hablas! ¡¡NO SABES NADA!!gritó y sacudió mi cuerpo.

Estuve asustada, internamente quería gritar por ayuda y salir huyendo de su agarre, pero algo me lo impedía, eso mismo que me había empujado a meterme en sus asuntos; y no podía dejar de sonreír perversamente.

¿Qué es lo que no sé? ¿Hmp? ¿Qué te la pasaste días enteros, metido en una habitación ensayando hasta quebrar cada hueso de tu cuerpo? ¿ O que cada madrugada pasabas por un café amargo y una tarta que te ayudaban a no quedarte dormido?. Ajusta más su agarre y mordí mi labio inferior.

Podía gritar y pedir ayuda al mastodonte que cuidaba la portería; pero lo deje pasar. Iba a ser entre Suga y yo.

No se trata de mí y lo que pase. Se trata de esos seis idiotas que están adentro. Si algo sale mal... Sí algo sale mal...

–Todos serán señalados complete su frase al leer en sus ojos lo que quería decir.

Su ceño se suavizo pero no el agarre, aún estaba firme en mis brazos. Eso dejaría marcas por mucho tiempo.

Soy un desastre para socializar ¿sí? Ellas están allá con las esperanzas de encontrarse con gente amable, yo no puedo hacer eso. Pero necesito hacerlo, mostrar que todo va bien.

Mentirles señale el punto. Su ceño volvió a fruncirse y entre abrió la boca Mostrarles una mentira, el perfecto mundo de BTS, sin problemas y sin preocupaciones. Dime una cosa, ¿esto es lo que querías cuando pensaste en ser parte de un grupo? 

 Oh, sí. Fui tan imprudente, déspota y poco sensible con él.

Deja de hablar como si nos conocieras dijo haciendo rechinar sus dientes.

Y yo que me había creído toda esa mierda de ser diferentes, de dejar una huella en el mundo. MEN.TI.RAS.

Como si hubiera detonado una bomba, el fuego en sus ojos se intensifico, gruñó y me sacudió con mucha más fuerza, gritando y maldiciendo lo que yo había dicho. Estaba fuera de control, creí que sería mi fin, ya me había imaginado llamando al señor Dan diciéndole que no podía trabajar a causa de un par de huesos rotos.

¡Suéltala! –  escuche la voz de Jin acercarse, seguido de otros pasos pero no pude verlos hasta que llegaron para detener el zarandeo que estaba sufriendo mi cuerpo.

¡¿Qué te pasa, hyung?! Jimin tiraba de los brazos delgados de este, sin surtir mayor efecto.

Los ojos de Yoongi quedaron clavados en mí, su mirada ruda que escondía al hombre asustado que no sabía qué hacer, pedía auxilio desde su interior.

Cuando se percató de que los muchachos habían llegado, me soltó empujando mi cuerpo hacía atrás y caí en el pecho de Jungkook –buena atrapada-, supe que era él por sus largas manos que me atraparon.

¡¿Estás loco?!  gritaba un Nam Joon exasperado.

Jimin y Jin lo tenían de cada lado y logro zafarse de ellos, maldijo, sacudió las manos, me miro cortante y nos dio la espalda. Se había cabreado, toque esa parte sensible de él y actuar así fue el único método que encontró para esconderse.

¿Te encuentras bien? – Jungkook froto mi brazo.

Sí. No pasa nada le sonreí buscando que se tranquilizara. –Allá, Mr amarguras que se salió de sus ropas– lo dije en voz alta, obviamente el patán me miro de reojo.

¿Viniste al fanmeeting? –  noté que todos tenían la ropa del concepto de ese vídeo. V se acercó a mí comprobando que estaba bien.

Esa era la idea.

Todos, hasta Mr amarguras me miraron cuando lo dije. Acomode mi bolso y sacudí mi ropa.

¿Por qué hablas en pasado? –  mis ojos y los de Suga se encontraron y aunque J-Hope pregunto preocupado, no le mire, las palabras fueron directas para Suga.

Porque no tengo tiempo para perder en una patraña como esta. El mundo perfecto no existe para nadie, ni siquiera para los famosos y si me van a mostrar una mentira, preferiría irme a ver doramas o alguna película de ciencia ficción.

Pero, Sora. ¿Qué estás diciendo?  escuche, pero no vi la expresión que tenía Nam Joon.

–Lo siento. Que les vaya bien allá adentro me despedí agitando la mano y me di la vuelta, con las preguntas quedando atrás junto al ceño fruncido de Suga.

¿Creían que era todo?. Me gire en mi pie y lo vi de nuevo a los ojos.

–Siempre pueden venirme a buscar cuando ya no sean idols de plástico. Odio que me quieran ver la cara– le guiñe, gire al frente y me fui por aquel pasillo estrecho.

El pronóstico del clima era una tormenta eléctrica. Suga echaba chispas, maldecía y sacudía las rejas. No sabía si estaba bien o no el haberme metido con sus sentimientos y emociones pero esperaba que le sirvieran para darse cuenta de lo equivocado que estaba, no existe mejor muestra de gratitud y afecto, que el ser sincero.

Aunque dije todo eso termine entrando al fanmeeting. No estaba molesta con los otros seis, el idiota era Suga, ningún inocente pagaría por eso. Hice la fila, pase mi tarjeta especial y obtuve un puesto en el centro de la segunda fila frente al escenario del teatro, se veía muy cerca, perfecto para lanzarse sobre ellos antes de ser detenida por algún hombre fortachón de la seguridad privada.

Fue tremendamente interesante ver como se comportaban fuera de la cafetería, su modo de hablar y como se dirigían a las fans locas que gritaban sus nombres artísticos. El evento se desarrollo entre juegos, preguntas y palabras de parte de ellos. Sí había diferencia entre los siete chicos de la cafetería y los siete idols en el escenario, aquel que no cambiaba de actitud, el gran tempano de hielo Min Suga, con el ceño ligeramente fruncido o con la cara sin expresión.

Ese evento se cerró con una sesión de lectura. Los siete hicieron pequeñas cartas conmovedoras de lo que había sido ser trainees y lo duro que la tuvieron desde que entraron a una agencia. Parecían más que sinceros y las lágrimas que derramaban no las sentí actuadas. Me conmoví un centímetro pero continúe observando sin mayor efecto. No les conocía, no podía sentir tanta pena por ellos.

Luego leyeron los escritos de las fans para ellos. En la entrada habían puesto una especie de buzón de los pensamientos. SI querías les escribías unas cortas palabras, todos, incluyéndome, pensaron que ellos las leerían en la privacidad de su apartamento, termino siendo leído en el evento. No me pareció nada extraordinario y tampoco esperaba que leyeran el mío, sacarían de a dos papeletas y habían más de cien personas. Me relaje en mi asiento con la pierna cruzada. Fueron en un orden primero Jungkook, luego Jhope, Jimin, Nam Joon, V, Jin y por último Suga; casi todas las notas decían lo mismo, que eran guapos, que los querían, buenos deseos, te amo y esas jodas.

El primer papel que saco él, decía "Los amo con todo mi corazón", automáticamente pensé que era absurdo amarlos cuando llevaban menos de un año de debut y solo conocían lo que graban frente a una cámara, pero no comente nada, podía salir lastimada y no hablaba de las huellas marcadas en mis brazos. La segunda papeleta, de color verde claro fue leída "Sonríe sinceramente". Fue un clic para él y para mí, su sonrisa de dientes y encías estaba hay presente, haciendo gritar alborotadas a las fans, yo solo le miré fijamente, ¿Cómo mierdas mi nota había caído en sus garras? Porque sí, fue para él, la escribí en un tono sarcástico, pero no fue leída de esa manera.

Los muchachos comentaron sobre lo importante que es ser sincero y de sonreír solo cuando realmente se sienta, no por cortesía o por quedar bien, se debe sonreír por placer y gusto propio.

(Fin del Flashback)

Ese día cuando hable por primera vez con Yoongi, que salió como la mierda, pude ver su verdadera sonrisa por segunda vez, y también, una mirada de disculpa, mientras subía mi celular para sacarle la foto; donde sus ojos me encontraron entre la multitud.

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Uhhhhhh... Para la próxima guantes de boxeo, por favor.

Actualización a la orden. Este par hace que se me suba y se me baje todo, es como que quiero que estén pero como que no xD. ¿Que? Sí, yo la escribo, pero a veces hablo con mi yo interior sobre el desarrollo de la historia xD

Los quiero y los leo pronto.

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