NUEVE
Yoongi's POV.
–Tendrán dos sesiones de fotos y empezaremos las grabaciones para los cosméticos.
Estamos en la van de camino a la primer sesión de fotos en el día. Ayer fue un desastre, todos estábamos derrumbados en el pasillo sollozando, es una escena que nuestro manager querrá borrar de su memoria, pero le costara un par de días, porque hasta el pequeño músculos chillaba recostado en la pared con las manos en su rostro. Nos enviaron al apartamento y algunos lloraron otro tanto, hablamos un poco y les dije lo que pasaba y como me estaba sintiendo, accedieron a ser flexibles conmigo cuando lo amerite y yo me comprometí a cumplir con la agenda... Así el mundo se esté desplomando a mí alrededor.
–Yoongi...–escucho que el manager me llama y suelto un auricular para prestarle atención =no quiero decirte esto... pero...
–No lo digas. Ya sé de qué se trata. Estoy bien ¿sí? – vi su mirada compasiva desde que llego al apartamento, no necesito más de eso.
Jin hyung lo calma asintiendo en silencio. Le doy una mirada al manager de que todo saldrá bien y este suelta su cansancio en un suspiro. Ninguno la ha tenido fácil desde que estallo esta mierda. Pongo el auricular en su lugar y hago retroceder mi mal humor, con tener el ceño levemente fruncido es suficiente. Tendré que fingir que todo está bien.
" MEN.TI.RA".
La palabra que más detestaba Sora. Mierda otra vez estoy con eso. Hoy debería mantenerla a raya, me duele, hace que me hierva la sangre, pero estas seis personas dependen tanto de mí como yo de ellos y no puedo fallarles a ellos también; la imagen de Sora me perseguiría y me acusaría el resto de mi existencia, si llego a lastimar a alguien más.
Nos detenemos y escucho los gritos de las fans que lograron saber la ubicación de la sesión de fotos, es normal, son muy inteligentes y logran lo que quieren. Es inevitable que me sienta como la mierda, estoy a poco de salir sonriendo porque debo mostrar la mejor cara ahora. Las cámaras están sobre nosotros, nos respiran cerca y cualquier movimiento en falso terminara por jodernos más de lo que estamos. Algo que espero, sea imposible.
¿Existe algo peor que perder lo que mas quieres en la vida? No lo creo.
Nuestro manager baja de la van primero y se encuentra con el grupo de seguridad, no hay muchos fans pero es mejor prevenir que lamentar. Sí Sora ha tenido percances con ellas, nosotros también podremos tener alguna mala pasada por las descerebradas que se volvieron anti-fan solo porque su favorito escogió a una entre millones.
Salimos y mientras levanto la mano para saludar y hago reverencias junto a los muchachos; las palabras de Sora sobre los engaños y los idol de plástico se cuelan por mis oídos. Tenías tanta razón con esto de fingir estar bien y mantener una vida de famoso limpia. ¡Que maldita estupidez, joder!
Veo sus risas, sé que están felices de vernos y que las saludemos aunque sea de lejos, eso me hacía ilusión Ellas no notan mi tristeza, el maquillaje cubrió mis ojeras, creen que la sonrisa que les muestro es real, cuando bien podría ser otra puta sonrisa de payaso retrasado dibujada frente a un espejo.
Ella me odiaría si me ve sonreír así. En una época creía que ella tenía poderes mentales sobre mí, luego descubrí que estando con ella, me era difícil disimular correctamente. Sora lograba atravesar sin problema mis barreras y a veces su actitud de desinterés me hacía caer en su trampa sin darme cuenta.
Me había jurado nunca hacer nada que no quisiera para mantener feliz a otra persona, hoy he roto esa promesa, junto con otras más del pasado. A este paso seré solo Suga y no quedara rastro de un imbécil llamado Min Yoongi. Como me gustaría que Sora estuviera aquí para decir alguna tontería, sacarme de mi estrés o hacerse la difícil para hacerme caer como tonto.
(Flashback)
El grupo estaba por cumplir dos años desde el debut, y yo cumplía tres años y medio de verla en la misma cafetería a la misma hora. Realmente amaba estar en Moon's, en un inicio por el café.
Muchas veces me plantee pedirle disculpas a ella por lo que paso el día del fanmeeting. No estaba consciente de mis actos, deje que viera mi lado inmaduro y hasta pude darle la impresión de un puto novato de mierda que se cree el Dios por haber pisado un escenario. Una no tan buena impresión a los ojos de cualquiera. Aunque lo pensé, las ideas nunca llevaron al acto –del dicho al hecho hay mucho trecho-; en parte porque nunca vi una oportunidad. Sí, lo sé. ¿Casi un año y nunca tuve un momento para disculparme? Así fue.
Los muchachos se llevaban de maravilla con la mesera, le hablaban, la hacían sonreír, y a veces ella fruncía el ceño o los reprendía. Yo poco participada de eso, solo escuchaba y respondía a algo de ser solicitado, sino, era solo miradas, muecas, gestos insignificantes, pero que quedaban entre los dos. Omitía todo eso y lo reducía a cero intereses por ambas partes.
Obviamente mantuve esas tonterías divagando por mi cabeza por mucho tiempo y aunque no lo admitía en público, admiraba que me hubiera hablado de esa manera, hacía tiempo que estaba lejos de casa y la única que reprendía mis actitudes estúpidas era mi madre; acto seguido, me cabree imaginando que ella quería suplir esa imagen de mi madre, me parecía tan ridículo que trataba de no pensar mucho en ello.
Con sus miradas desinteresadas y su falta de atención a lo que yo decía o hacía. Surgió en mi la pregunta ¿Seguirá enojada? Sí lo estaba, podía tener sus motivos, zarandee su cuerpo como trapo viejo, eso jodería a cualquiera, pero había pasado tiempo de eso ¿no podía superarlo?
Todos en la mesa me ven cuando ella se retira con las ordenes. Esperan que diga o haga algo, pero yo solo los ignoro y hago como que nada pasa. Total, ella no inspiraba nada en mí y nunca habíamos tenido confianza el uno con el otro.
Llego un día en el que visite a Moon's solo. Llevaba bastante tiempo sin hacerlo. Mi cabello había cambiado de color, era cobrizo, me gustaba y lo podía combinar fácil con la ropa de mi armario, no tenía que correr como Jimin o Jin hyung tratando de que algo me quedara bien. Las ventajas de usar colores sombríos y opacos. Me senté en la mesa de siempre y saque mi libreta que ya había cambiado por una más grande y con más páginas, mis repentinos ataques de inspiración acabaron rápido la antigua libreta pequeña y gastada.
El día había estado cargado de sorpresas, tuvimos un pequeño concierto que vendió todas las boletas, recibimos presentes de algunos grupos veteranos y una visita inesperada de TABLO de la YG Entretainment, fue impactante escucharlo hablar tan de cerca y que nos aconsejara sobre este mundo de la música. Sumado a esto, tuve otra sorpresa –no tan buena- cuando nadie se acercó a mi mesa para tomar mi orden. El café de siempre con la tarta de almendras llegó sin ser pedidos. Alce la vista, viendo por el borde de la capota a la segunda mesera que atiende en ese turno de la noche, Tetas grandes, era lo primero que salía a la vista. Evite sus grandes amigas y subí a su rostro viendo su sonrisa, que por cierto era de lo más falsa.
–Buen provecho– dijo ella y deslizo el plato en la mesa.
Mi radar captó la presencia de la chica que siempre me ha servido y de reojo miro en dirección contraria, ella está sirviendo otro grupo de mesas. Deja unos brownis y se va a otra mesa.
¿Qué paso aquí? ¿Me equivoque de mesa?
No quise ver a los lados para no parecer tan obvio, solo le asentí a las grandes tetas. Ella hizo una reverencia pequeña y se retiró a servir el resto de mesas. Aproveche a bostezar y mirar a mis espaldas, atrás estaba la planta de casi dos metros que nunca moría; no me equivoque de mesa, esta es la de siempre. Eso se trataba de otro tipo de situación y mi cabeza comenzó a analizar las posibilidades.
Diez minutos después...
Fue absurdo, pero, puede que la culpa no me dejara beber el café o comer de la tarta con tranquilidad. La chica podía estar seriamente molesta conmigo un año después de lo sucedido. ¡UN PUTO AÑO DE RESENTIMIENTO!
Pero lo peor era ¿Por qué gastaba mi tiempo pensando en lo que ella pensaba?
En lo que a mi respectaba, ella no era nada, ni nadie para gastarle tiempo. Hablaba con los chicos y hasta intercambiaron números bajos los estrictos estándares de seguridad privada, era la "amiga" o "primera fan", para ellos, no para mí.
Inconscientemente busque que nuestras miradas se cruzaran, me quedaba viéndole hasta que se volteara o hacía algún gesto estúpido, pero seguía pasándome por alto, desviándome la mirada y hasta ignorando cuando por segundos me sostenía la mirada. ¡¿Qué demonios le pasa?! Siempre podía decirme que sucede y yo sabría si debo ignorar su actitud o hacerle frente de algún modo, pero ni siquiera eso hacía.
Todo se volvía seco y la tarta de almendra me supo más amargo que de costumbre, no pude terminar de comerla por completo. Mis ojos viajaban lentamente, registrando los movimientos de la chica. Subía, bajaba, venia, recogía, recibía y otra vez estaba al acecho de tomar órdenes. Lo que si no entendí, es porque mis ojos no se centraban en la libreta que no tenía más de cinco líneas, pero bien que si estaban detrás de ella haciéndome ver como un maldito acosador.
Antes de hacer de tonto para los que estaban alrededor de mi mesa, deje la tarta y termine el café, pague y salí sin decir nada. Era eso o que mis estúpidos pensamientos siguieran disparándose de lado a lado sin dejarme pensar con claridad.
Ya afuera, había dado con la respuesta a mi pregunta de tiempo atrás, ella estaba molesta, realmente molesta y parece que le costaba superar ese tipo de cosas, porque para llevar un año y tener eso clavado en su corazón, o fue una gran impresión o no le caigo bien desde que vine a Moon's la primera vez. Las dos opciones parecían acertadas. Gire la vista para verla en la cafetería atendiendo y cuando quise ver al frente donde estaba mi camino de regreso a la empresa, sus ojos se alzaron para verme unos segundos, no tenía ninguna expresión y quito la vista como hizo antes.
Mierda. ¿O la ignoro o le pregunto qué pasa? Mi orgullo se vería seriamente lastimado con la segunda, sin embargo, algo en mí me decía que tenía que hacerlo o no me dejaría descansar en paz... También estaba la opción de dejar de visitar Moon's, pero a todos les gustaba, tarde o temprano tenía que regresar, así que para que gastar energía en eso.
¡Genial!
Regrese a la empresa maldiciendo y bufando un rato. No podía entenderme y eso me sacaba de bloque fácilmente, esa chica tenía algo que me ponía al extremo, al borde de mi límite y me encolerizaba que fuera así.
***
Me parecía de lo más ruin, pero ahí estaba yo, calado de frio, congelándome el culo, esperando a que ella saliera... ¿Me estaba volviendo loco? Posiblemente, pero al no poder concentrarme en la sala de grabación mientras componía un poco, pensé en salir y hacerle frente a lo que sea que esté pasando con la chica de la cafetería. Que según mi lógica, debería importarme una mierda, pero no.
Puto frio.
Estaba casi congelado, apunto de quedar como muñeco de hielo, cuando vi las luces apagarse y las puertas abrirse, cuatro personas salieron, el dueño de la cafetería, dos hombres de dudosa sexualidad y ella. Espere a que las moscas se espantaran, el dueño de la cafetería se despidió de ellos y los tres tomaron en una dirección diferente a la que yo conocía que ella tomaba. ¡Rayos! Los dos raritos iban con ella.
Era muy temprano, faltaba poco para que el sol apareciera en el horizonte, las calles estaban vacías y me sentía seguro, nadie vería lo que estaba por hacer. Camine en la acera contraria a ellos, la miraba desde ese punto, hablaban, ella bostezaba y ellos le revolvían el cabello. Eso fue asquerosamente adorable, el ser dulce, no iba conmigo y su comportamiento iba a darme un coma diabético. Ella les hablaba y de la nada giro la mirada hacía mí, me pare en seco por esa mirada y parecía mi luz verde, había pensado en seguirla hasta donde vivía y detenerla cuando se despidiera de sus molestos compañeros, pero ya que me había visto... Alto... ¿Ella ya me había visto? Así parecía porque no reacciono cuando volteo a verme.
Cruce la calle sin pensar en nada más. Ella se detuvo y sus compañeros también se detuvieron un poco más adelante. No le quite la mirada a ella y vi la seña que les hizo para que siguieran caminando, había leído mis intenciones confirmando que me había visto desde que salió, quizás me vio congelándome desde antes.
Su rostro se veía cansado, ella mantenía las manos dentro de su chaqueta abultada y sus parpados estaban caídos. Tuvo un largo día de trabajo.
–¿Cansada? – pregunta obvia igual a persona idiota.
Hace la mueca de "¿tú que crees?: Y me maldigo internamente.
–No, practico dormir mientras camino para ver si consigo entrar al libro de los Guiness record– responde sarcástica y bosteza.
Ruedo los ojos disfrazando lo idiota que me siento por estar preguntando estupideces tan temprano en la mañana.
–Estás a un pelo de conseguirlo–más estupideces que salen de mi boca.
–En serio, ¿Qué quieres? – se ve un poco más cansada.
Chica lista. Esa era una muy buena pregunta, que no tenía ni puta idea como responder. Estaba ahí ¿Por qué?
Para saber si está enojada. Claro que lo está, hoy fue bastante evidente. ¿Y? ¿Debería interesarme? ¡Arg! Odio cuando ni siquiera puedo entenderme.
Ella está parada frente a mí, bostezando y esperando que yo le diera una respuesta coherente sobre lo que está pasando. Suelta aire por su nariz y entre cierra los ojos, la paciencia no parece ser su don.
–Si no es nada importante, tengo una cama que me espera– giró en sus pies y tuve que dar un paso para que girara a verme.
–¿Por qué atendías otras mesas? – y a ti que te importa eso Min Yoongi. Esto solo tenía dos explicaciones, estaba enloqueciendo y el frio había congelado mi cerebro.
Volvió todo su cuerpo hacía mí y entorno los ojos, luego vi una diminuta sonrisa doblándose en sus labios.
–Mini llevaba una semana atendiendo a un hombre que la acosa y trata de hacerle insinuaciones obscenas. Yo le dije que le ayudaría para quitárselo de encima y por eso atendí su zona hoy– respondió tan normal que me hizo creer que de verdad practicaba dormir mientras estaba de pie.
No solo me había comportado como un acosador, también como un imbécil por preguntarle porque no se había pasado por mi mesa, como si necesitara que lo hiciera. Parecía un juego mental, ella ignorándome y haciendo que me acerque para saber porque lo hace. Era su juego y quizás esa diminuta sonrisa le daba un poco de razón a mi teoría.
–Oh– solté vagamente sin poder decir otra cosa.
–¿Luego paso algo? – escuche cierta preocupación, pero en un grado muy leve.
Negué.
Ella asintió varias veces y me miro a los ojos. Algo había en esas pupilas que no me dejaron quitarle la mirada, hasta que volvió a bostezar.
–Bueno... Tengo sueño– bostezó tan grande que casi me muerde un pedazo, retrocedí haciendo cara de asco y la vi girarse de nuevo para seguir su camino.
Estaba por dar el primer paso, pero se detuvo y se regresó a donde yo estaba, frente a mí, con los ojos casi cerrados.
–Lo he pensado este tiempo. No debí hablar como si supiera realmente por lo que has pasado. Creo que me deje llevar por mis emociones y mis pensamientos salieron a flote– ¿Hablaba de hace un año? ¿Se estaba disculpando?
–¿Te disculpas, pero no cambiaras de opinión?
–Lo siento, no puedo mentirme– se encoge de hombres.
Oh, rayos, eso no me hacía sentir para nada bien, todo lo contrario, era peor que una cucaracha, un desgraciado sin pudor. Empuñe las manos dentro de mi chaqueta para darme valor y decir lo que necesitaba decir para poder descansar bien y regresar a grabar algo en la sala de audio.
–Yo tampoco debí reaccionar de esa forma... Fue de locos– las palabras "lo siento" se me atoraron en la garganta, casi sentía que me ahogaban.
Ella palmeo en seco sus mejillas y di un brinquito por la impresión, era rara. Abrió los ojos como platos y de su cara somnolienta no había rastro.
–¿Qué? – pregunte prevenido.
–Ni en mis sueños más locos hubiera pensando que el putoamodelceñofruncido se disculparía conmigo– bajo las manos y enarco una ceja. –¿No crees que es un año tarde para eso?
¿Pero qué diablos le pasaba? ¿Me llamo el putoamodelceñofruncido? Tenía que ponerse de acuerdo iba a ignorarme o iba a prestarme atención, Era tan difícil entenderla y saber su siguiente paso. Tan parecidos y a la vez tan diferentes.
Chasquee en respuesta y mire a otro lado tratando de encubrir mi sonrisa cómplice. Había pasado un año, pero ella lo recordaba, hasta dedico parte de su tiempo para pensar en lo sucedido. No podía definir como la veía, no me agradaba, eso era seguro, pero parecía tan fácil caer en su juego de miradas y gestos que me confundía en el interior.
–Bien... Bye bye– volvió a bostezar y se despidió moviendo los dedos.
Se dio vuelta se alejó, se alejó y se alejó un poco más hasta que me cansé de mirar en esa dirección. Di por terminado el tema de aquel día y regrese a la empresa con un toque de inspiración.
(Fin del Flashback)
–En cinco minutos salen para la primera ronda de fotos. Quiero a Yoongi y a Ho Seok frente al reflector–la voz del director fotográfico me trajo de vuelta.
Estaba en una sesión de fotos, siendo yo, el puto amo del ceño fruncido. La maquilladora parece tenerme miedo, relajo el ceño y ella se acerca un tanto más confiada. No se por cuánto tiempo pueda soportar esto, pero tendré que hacerlo, al menos hasta que tenga alguna buena idea para frenar de unas vez por todas lo que está pasando y espero, poder hacerlo antes de que Sora se marche a Yokohama.
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En el próximo capítulo de Dramation xD
Creo que vamos bien... eso creo yop. Bueno ojala así sea.
Vamos lentos pero contentos. ¿Mucho drama?
La verdad amo a Yoongi cuando se esponja y me hace pensar como será realmente enfurecido, puede que nos de sorpresas.
Y bueno eso es to...eso es to... eso todo amigos ;)
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