«Vínculos».
—Parece que por fin se han callado. —un hombre con bata de laboratorio miró la jaula en donde se encontraban los dos niños.
—Se nota que son hijos de Blanche, esa mujer es como un volcán, no me gustaría pelear contra ella. —le respondió su compañera.
—Si todo sale bien, y seguimos las pautas en nuestra investigación, podremos aplicar la Teoría X y cumplir con las expectativas del jefe.—el científico seguía anotando en su libreta con rapidez.
—¡Esto cambiará completamente la sociedad de héroes!—añadió la fémina.
Cuando los dos científicos salieron del pasillo, dejando en la celda a los pequeños, los dos hermanos alzaron sus cabezas del suelo, habían simulado estar dormidos para poder escucharlos.
—¿Qué debemos hacer Koko? —preguntó a su hermana, estaba nervioso, ¿cuánto tardarían los adultos en rescatarlos?
—Debemos buscar la forma de salir. —dijo la contraria con el ceño fruncido, intentaba hacerse la valiente.
—Pero siempre que lo intentamos estas esposas brillan intensamente—dijo alzando las mencionadas—me hacen sentir cansado.
—Seguramente sean por ellas —señaló Koko a lo que los mantenía presos, ambos suspiraron—¿crees que mami sabrá cómo encontrarnos?—el niño asintió con confianza.
—¡Tal vez venga con Tora-oneechan!—la pequeña Koko sonrió ampliamente junto a él, ellos realmente amaban a su prima, les daba dulces a escondidas de mamá y siempre jugaba con ellos cuando estuvo de visita en su casa.
—¡Seguro que mamá llama a sus amigos y Tora-oneechan viene con ellos a salvarnos!—ambos asistieron, tomando sus manos, esperanzados.
—"Tora, ¿qué estás haciendo? "—la vocecita que la acompañaba observaba como la muchacha subía a la copa de un árbol.
—Necesito comprobar algo. —ella trepó hasta lo alto, observando la agrupación de árboles.
—"¿No puedes usar tu kosei todavía?".
—Puedo respirar mejor, lo que me permite hablar—explicó mientras miraba al rededor—parece que la presión disminuyó. —dijo observando la niebla, la cual parecía menos densa que antes.
—"Es a causa de la manzana de los recuerdos".
—Por alguna razón, eso no me extraña.
—"La manzana forma parte de la prueba".
—Aunque realmente no hice nada.
—"Te encontraste con un familiar, sin embargo, si hubieses tomado una diferente, tal vez no hubiese sido tan fácil".
Tora miró a su lado derecho, por alguna razón, la voz de Nemea se sentía mucho más cercana que la de Atlas.
—¿Se le puede llamar prueba tan siquiera? —preguntó, aunque también a sí misma, ya que no estaba segura.
—"Los frutos son asignados al recuerdo de personas que han cruzado el portal hacia el árbol, o tan solo, aquellas que han pertenecido a la rama familiar en algún momento".
—¿Todos eran Hayashi?—Tora reposó en la rama del árbol.
—"Sus esposas, sus maridos, un largo hilo de conexiones, nacidos o no nacidos en la rama principal, pero en esencia, sí, todos Hayashi".
—Ne, Nemea—la mencionada tomó atención a su acompañante—¿por qué sabes todo esto?
Un breve silencio las acompañó, hasta que ella suspiró, o así le pareció a la peli rosa.
—"Llevo mucho tiempo aprisionada en este lugar, conozco la historia de los Hayashi, a pesar de que no formo parte de la rama familiar."
Eso sorprendió a Tora, ya que en el fondo, debido a sus conocimientos y su buen comportamiento hacia ella, esperó que fuese lo contrario.
—"Nuestra aldea era muy pequeña—comenzó a relatar"—"mi mejor amiga debía contraer nupcias con un hombre que no amaba para poder liderar su clan".
—¿Matrimonio concertado?—la voz tarareó en respuesta.
—"Fue el primer matrimonio de kosei, por lo menos, así lo fue en este lugar".
—Espera un momento... —Tora miró hacia el suelo, reflexionando acerca de sus palabras—eso quiere decir, que llevas más de...
—"Tora"—la llamó, haciendo que esta dirigiese su vista hacia donde resonó la voz, esta vez entristecida—"llevo trescientos años en este paraje".
La adolescente se quedó en silencio, anonadada ante sus palabras, cuando su mente aceptó el significado de las mismas, no pudo mirarla con compasión. O por lo menos el sitio donde ella "debería estar".
—"No pongas esa expresión"—no fue tan siquiera una advertencia, sino tan solo preocupación por haber entristecido a la única amiga que tenía en esta dimensión—"hace mucho tiempo, que acepté mi condición".
—Tú... —Tora intentó formar su pregunta, pero se detuvo en seco, sus ojos se entrecerraron reflejando su angustia. La voz, de nombre Nemea, había sido realmente amable con su persona, incluso si no compartían sangre, ella la guió como un farol en la oscuridad, se sentía no tan sólo en deuda, si no que realmente agradecida.
—"¿He fallecido? "—ella pronunció lo que la joven no pudo hacer—"No estoy segura"—respondió con sinceridad a lo que Tora no pudo evitar reflejar su esperanza—"pero tampoco puedo decir que no".
—Nemea—la voz la miró—definitivamente no importa lo que suceda—Tora apretó sus puños—yo te liberaré.
—"Pero... "
—No es una promesa vanal.
—"Tora... "
—¡Yo os liberaré,a Kanae-san y a tí!
La voz no pudo evitar sentir cómo un sentimiento de calidez la envolvía. Mirando a aquella joven con el cabello de los cerezos.
—¡Definitivamente!—Tora sonrió—¡Confía en mí!
Y así lo hizo, porque había confiado en ella desde el momento en el que cruzó el portal. Por algún motivo, sentía que así debía de hacerlo.
Que Hayashi Tora la sacaría de esa oscuridad.
—¿Oigan, han visto a Tora?—Todoroki preguntó a la clase.
Ya había pasado la tarde, la noche oscureció el cielo y con ello, la finalización de sus tareas, debían reunirse en el gran almacén, para esperar la llamada de la dueña y proceder a bañarse, sin embargo, nadie había aparecido para llamarles. Ni tan siquiera su tutor.
—Ahora que lo dices Todoroki-san—habló Momo—después de decir que iría a limpiar el jardín trasero, no la hemos visto—la azabache miró a Uraraka y Tooru—¿no es así?
Ambas asistieron.
—No le dimos importancia porque es Tora-chan—justificó la chica gravedad, para proceder a rascar su cabeza—pensé que estaría curioseando.
—¡Cierto, le encanta ir de aventuras! —exclamó la chica invisible.
Todos se quedaron en silencio.
—Oíd, ¿no creéis—habló Kirishima—que esta aldea es un tanto curiosa?
—¿A qué te refieres Kiri? —preguntó Mina.
—Ya sabéis—alzó sus manos—el ambiente, los edificios, incluso el silencio.
—¡Bueno, es una aldea!—corrigió Sero.
—Aunque se ve como una película de terror. —les dijo Kaminari, con las manos ondeantes, lo que hizo que Jirō lo mirase con mala cara, este se detuvo por un codazo por parte de ella.
—¡Kaminari tiene razón! —habló Mineta—¡solo miren a esa vieja chocha!
—¡Mineta-kun!—Momo lo corrigió.
—Ella da miedo. —comentó Kaminari sobando su estómago ante el dolor.
—Esos dos ancianos—habló Reika—posiblemente sepan dónde está Tora.
—¿Por qué crees eso, Rei-chan? —preguntó Mina quien se encontraba a su vera.
—Porque estuvieron vigilándola todo el rato. —el grupo se sorprendió.
—Esa bruja no le quitaba el ojo de encima. —añadido Bakugō chasqueando la lengua.
—Es escalofriante—indicó Mina, el grupo la observó—vuestro complejo de Torichi es escalofriante.—concluyó con un rostro serio.
El silencio cubrió el ambiente.
—¡¿Quién tiene complejo de qué maldito alien?! —Kirishima estaba sosteniendo la boca de Bakugō, que era similar a un perro rabioso, con una escoba.
—Lo confieso, me disculpo. —se agazapó la rubia avergonzada mientras Mina se reía a carcajadas.
—¡Mina no avergüences a nuestros compañeros por su romance no correspondido! —el afecto de Momo se convirtió en veneno para sus corazones, ambos la miraron con recelo—¡Lo siento!
Izuku se encontraba pensativo, le había parecido ver a Tora junto al sensei y el anciano.
Su mente corría a una velocidad descontrolada, la razón por la cual habían viajado desde la ciudad a un supuesto centro de entrenamiento, el no ver alma alguna en el interior de la aldea, que ambos ancianos tuviesen su atención puesta en la pelirosa.
—Midoriya.—el bicolor miró el techo del almacén, su amigo dirigió su vista al mismo, una especie de símbolo yacía sobre sus cabezas.
—¿Porque hay un dibujo en ese lugar?
—¿Qué están mirando chicos?—Tooru los asustó.
—En el techo hay un círculo. —todos observaron el techo.
—¿Por que mierdas habría...? —Bakugō imitó a sus compañeros sorprendiendose.
—Oid—Kaminari temblaba detrás de Kyoka—¡así empiezan las películas de terror!
—¡Es sólo un círculo, Kaminari-kun! —Urahara dijo eso con una sonrisa.
—¿Por que tiemblas, Uraraka-san?—Preguntó Rei tocando su hombro, ella parecía un flan.
—¡Cuanta ignorancia!
—¡No chille así anciana! —le gritó el Rubió mientras la señalaba, Mineta y Kaminari se estaban abrazando.
—Ridículo.—chistó golpeteando el suelo con su pie—Ese símbolo al que ustedes llaman "demoníaco", se llama Enso.
Todoroki la miró con seriedad.
—¿Se refiere al significado "vacío"? —la anciana abrió uno de sus ojos y lo observó con curiosidad
—Parece que alguien puso a trabajar su neurona.
Una gota de sudor surcó las cabezas de todos, a excepción de Bakugō que ladraba barbaridades sobre "no me compare con estos idiotas".
—¿El símbolo del "vacío"? —Midoriya dió un paso al frente lo que provocó que la anciana golpeara con fuerza el suelo, asustandolo y provocando que retrocediese.
—Es el círculo Zen, su significado es "vacío" y "universo"—tradujo—«Para comprender el universo, las personas deben vaciar sus mentes».
—¿Pero por qué está en ese lugar?—preguntó el de cabellos verdes, a lo que la anciana volvió a repetir su golpeteo en el suelo de madera, provocando que él retrocediera.
—Hace más de tres décadas, cierto niño decidió dibujarla.
—¿Por qué no lo ha borrado, vieja? —le preguntó Bakugō a lo que todos se alarmaron, la señora sorprendentemente lo ignoró.
—Vengan conmigo. —el grupo se miró entre sí y obedeció, tras salir del almacén pudieron ver cómo la noche había caído rápidamente, Midoriya observó la espalda de la señora, le llamó la atención el quimono de la misma, este tenía pequeños detalles rojizos, su forma era similar a un pétalo de Sakura, aunque en cierta forma le recordó a una llama.
Mientras caminaban los alumnos de la Yuei observaban su al rededor, ya que sólo se les había permitido estar o residir en ciertas partes de la aldea. De soslayo vieron como unas estatuas similares a un huevo, las cuales eran envueltas por unas mantillas de un color rojo intenso se posaban al rededor del camino.
Rei pudo notar como faltaba algo, y no era de esperar, ya que el viento no parecía soplar, tampoco se escuchaba el ruido de los pájaros, por alguna razón eso le enfrió la sangre. Cuando miró al frente vio como Momo observaba unos arboles, estés parecían tener unas cuerdas boca abajo atadas a ellos, como si de una campana de cristal se tratase.
—Oh, miren—la voz de Tooru resonó entre ellos asustandolos—¡que bonitas! —la chica invisible señaló los faroles de piedra al rededor del estanque que yacía en el patio trasero, aunque nadie pudo ver lo que indicaba se dieron cuenta en seguida por su belleza nocturna.
—Doro.—Todoroki los observó de reojo, para después notar la mirada inquisitiva de la anciana—Ustedes son muy creyentes.
—Así es.—contestó solemne.
—¿Qué es un Doro? —preguntó Mineta.
—Es un regalo para Buda, ¿no es así señora? —la anciana miró q Ocho y asintió.
—Ehhh—alargó Mina, entonces abrazo a su amiga—¡eres muy inteligente Ochako!
—Mis padres me solían explicar alguna cosa cuando íbamos al templo.
—¿Año nuevo? —preguntó Kyoka, ella asintió con una sonrisa.
—Ustedes han tenido una buena infancia.—los presentes la observaron, la señora parecía mirar los faroles con nostalgia—Al contrario que esa chiquilla.
El grupo se extrañó al ver cómo la anciana retomaba el camino tras pronunciar esas palabras.
¿De quién hablaba la anciana?
Tora siguió el camino hacia el gran lago que previamente, Nemea le había relatado, no era comparable, la niebla lo cubría como un manto, el cual no permitía ni siquiera ver dónde comenzaba. El cielo estaba tan gris, tan cambiado, no como cuando se había adentrado al principio del jardín, o como en el recuerdo de su familiar, era diferente, escalofriante.
Todo ese optimismo que había tomado, junto a las palabras que dirigió como apoyo, a su nueva amiga, todo se había esfumado.
Tenía miedo.
—"Tora, no dudes"—la dulce voz de Nemea, la sacó de su trance—"si dudas ella lo sabrá".
—¿Ella?—Nemea no respondió—¿hablas de esa serpiente?
—"Sí, ella".
La pelirosa notó como la voz de Nemea era cubierta por un ligero temblor.
—¿Nemea, tienes miedo? —el aire envolvió el silencio como una confirmación—Antes dijiste—comenzó, mirando al frente—que los seres que estuvieron aquí algún día eran Hayashi.
—"Así es. "
—¿Eso incluye a Noel, Atlas y la serpiente?—Tora miró de soslayo sobre su hombro, buscando la voz de su guía.
—"No lo sé. "—dijo con duda.
—¿Por qué mientes Nemea? —Tora cerró sus ojos con tristeza.
—"Tengo miedo, Tora".—pronunció casi inaudible. Temerosa.
—¿Temes a Atlas, a la serpiente? —el pecho de Tora comenzó a agitarse en cuanto escuchó un pequeño lamento—¿Nemea, por qué lloras?
—"Todo es culpa mía..."—dijo temblorosa.
—¿Por qué sería culpa tuya, Nemea?
—"La única norma que tengo es la de no crear un vínculo con ninguno de los Hayashi".
—¿Quién te impuso esa norma, Nemea?
—"La gran bruja".
—«¿Bruja? ».
—"La serpiente es una de sus formas, ella tiene la habilidad de transformarse en bestia gracias al kosei de Atlas."
—No entiendo nada.—el sudor surcó su frente.
—"Ya no importa si ellos dañan mi alma, no puedo dejar que dañen a más personas como tú".
Tora miró hacia la dirección en la que la voz se producía.
—¿Personas como yo?
—"Personas gentiles, tan gentiles como para tener compasión de una voz que no pueden oler o sentir, o tan siquiera ver. "
—Esas personas de las que hablas...
—"Fueron antiguos Hayashi que no lograron completar las pruebas. "
—¿Kanae-san es una de ellas? —preguntó con dolor.
—"Su alma fue enjaulada en este lugar a causa de una transferencia".
Tora frunció el ceño.
—"Uno de sus hijos ingresó en este lugar como heredero de la llama, junto a sus dos hermanos, su madre, se adentró en el gran árbol, ella intercambió su alma para salvar a sus hijos, sin embargo la gran bruja la engañó".
—Intercambio su alma dices... —Tora ahogó un gemido, tapando su boca con su mano izquierda, mientras miraba al suelo.
—"El padre de Isamu-sama, Hayashi Kaoru, no pudo vencer a la gran bruja, pero su alma fue transferida al mundo de los vivos y logró salvarse".
—Espera un momento—indicó para aclararse, pero Nemea continuó.
—"Isamu-sama confío esa tarea a su hijo, Izanagi-sama cumpliendo con lo acordado".
—Entonces, era realmente cierto que ese oji-chan es mi abuelo...—Tora llevó la mano al mentón.
—"En aquel momento, no lograron calmar la ira de la gran bruja, por lo el árbol se secó y provocó un gran número de muertes".
—¡¿Pero entonces, como logró mi padre vencer a la bruja?!—exclamó la pelirosada abriendo sus brazos.
—"Nadie ha logrado vencer a la gran bruja".—los ojos de Tora se opacaron.
—¿E-entonces, como logro apagar su ira?
—Hayashi Izanagi-sama sacrificó algo preciado para él.
—¿A-lgo preciado?—musitó la joven confusa.
—"Sacrificó mitad de su vida. "—las piernas de Tora temblaron, lentamente se doblaron para recargar todo su peso sobre las palmas de su mano.
Sus manos, las mismas que se habían sostenido sobre el pecho de su padre, refugiándose de los monstruos, el mismo que le sirvió de coraza ante sus miedos.
La primera vez que comenzó a caminar, que aprendió a nadar, o que montó en bicicleta, el mismo donde se recargaba cuando le leía un cuento antes de dormir o cuando sentía mucho miedo al ver el rechazo de su madre.
Dentro de ese pecho, se encontraba su corazón, que no iba a latir mucho más.
—"Tora"—la suave voz de Nemea la hizo despertar.
—Debo entregar mitad de mi vida para calmar la ira de la bruja... —musitó para si misma, intentando creerlo.
—"Tora, la mujer que tu llamas Kanae no es la primera mujer con la herencia de fuego, ella era la abuela de tu padre. "—comenzó, intentando que la cabeza de la pelirosada entendiese la historia oculta—"Ella perdió a sus dos hijos menores en el ritual de sucesión".
—Al igual que esa mujer...
—"Su nombre era Sen."
—¿Qué, espera...? —Tora recordó a la anciana de la aldea—la esposa del abuelo se llama igual.
—"En este lugar nada sucede por casualidad, el que ambas porten el mismo nombre, que tu abuelo se ocultara en las montañas sin buscarte, o que Izanagi haya perdido mitad de su vida, todo eso, ha sido guiado por ella... "
—¡Lo que dices es imposible! —exclamó casi haciendo un gallo, nervioso y temblorosa—¡Estás diciendo que esa bruja ha planeado todo esto, nadie puede controlar algo así!
El silencio se hizo más tenebroso que antes.
—Como si se tratase de algún tipo de Dios...—la pelirosa miró el suelo como si fuese lo más interesante del mundo, sus ojos se ampliaron—A no ser, que no sea un Dios... —Tora miró al frente—Ella no es Dios, ella fue humana, al igual que los seres en este jardín, ella creó que este lugar para los aspirantes—comenzó a dar vueltas en circulo—¡ojii-chan lo dijo, la madera de este lugar era especial, los árboles lo eran, confundieron a una mujer con kosei con una bruja! —Tora comenzó a emitir frases sin coherencia lineal para Nemea—¡Ella no era una bruja, mucho menos sería un dios, al igual que ahora le atribuyeron un papel que es irreal!
—"Eres una persona extraña".—Nemea parecía agitada—"¿No tienes miedo? "
—¡No, Nemea! —exclamó sonriente—¡mi corazón está agitado, la adrenalina viene a mí! —recordó aquella vez que salvó al pequeño en el campamento—¡Soy una heroína, sea una bestia, una bruja o un Dios, nunca voy a mirar a otro lado cuando alguien necesita mi ayuda!
—"Tu ayuda... "—musitó para si misma la muchacha.
—¡Por que si mi preciada guía está en peligro vendré a rescatarla sin dudar!—cuando Nemea escuchó sus palabras, no pudo evitar sentir como algo cálido surgía por dentro de su alma, ella tan sólo era un contenedor sin una misma, ¿como podía sentir alguna emoción u sentimiento? Pese a ello, en cuanto vió a la enérgica joven de cabellos de Cerezo en flor, no pudo evitar conmoverse.
Alguien la apreciaba, alguien quería ayudarla.
Alguien que a penas había estado un suspiro de segundo, un parpadeo sin control en el tiempo.
Una chica resplandeciente como un día de primavera.
Por fin había comprendido porque los Hayashi habían nacido con la voluntad del fuego.
Porque ellos mismos eran una esfera de luz llena de esperanza, de energía, de voluntad para caminar hacia el futuro.
Esta muchacha le recordaba a lo que en algún día fue su mejor amiga.
—Nemea, cuéntame más sobre la gran bruja.
—¿Señora que es este lugar? —Kirishima miraba con cierto nerviosismo la amplia habitación, en donde la luna parecía ser un cuadro en la pared, una especie de estructura similar a un altar yacía al fondo, unos armarios llenos de libros y cajas metálicas envolvían la habitación, provocando que encogiera la estancia, la anciana solo procedió a encender unas velas que rodeaban al grupo.
Todos estaban presentes, menos Tora.
—Sientense.—ordenó, todos iban a proceder en cuanto habló de nuevo—Mejor no lo hagan. —por lo que procedieron a levantarse—Oh no, mejor háganlo.
Todos cayeron rendidos.
—¡¡OIGA VIEJA CHOCHA, DEJE DE JODER!! —Bakugō era retenido por Kirishima.
—Por alguna razón, siento que esta señora es realmente molesta. —musitó Reika a su vera, ya en suelo.
—Rei-chan... —intentó corregirla Momo con nerviosismo.
—Ustedes son realmente extraños.
—¡¿HUH?! —Bakugō se sentía hambriento, hambriento de rabia.
—Soportaron esas tontas pruebas sin rechistar—dijo para entonces mirarlos, ahora con una pipa en su boca y una mala postura—¿acaso son idiotas?
Todos se quedaron en blanco.
—¡¡DEJADME MATARLA, MALDITA ANCIANA!!—Bakugō era retenido por un molestó Kirishima.
—Lo sé, pero no es digno de un hombre.
—Por alguna razón, siento que esta señora es realmente vulgar Momo-chan. —indicó Reika con molestia.
—E-eso... —miró a la señora abierta de piernas fumando y miró para otro lado llorando.
—Disculpe—Midoriya habló—¿por qué nos sometieron a esas pruebas, era por Tora-chan? —preguntó tensó.
—Así es, parece que si les funcionan algunas neuronas. —dijo retirando el exceso de ceniza en una caja.
Todos se quedaron en blanco de nuevo.
—Esta vieja me recuerda a alguien... —musitó Ochako.
—¡Ah! —emitieron algunos en sintonía.
—Tora.—la señora miró al bicolor con curiosidad—Usted, es la abuela de Tora.
Todos emitieron un grito.
—Oi, oi Todoroki-kun—se burló Mineta con malicia palpando su hombro en señal de desprecio—no pensé que fueses tan estúpido, ¿que parte de esta vieja fea se parece a Tora-chan? —aunque Todoroki seguía serio mirando al frente.
Algo más veloz que el viento llegó hasta su cabeza, Mineta yacía en el estanque flotando boca abajo.
—¡Un cadáver! —exclamaron todos asustados, menos Bakugō y Todoroki.
—Ese mal bicho no está muerto.—añadió la anciana.
—Esas palabras... —musitó Reika con ojos vagos.
—Me sorprende que lo hayas adivinado, renacuajo Todoroki. —le dijo con seriedad.
—Usted dijo que habíamos hecho esas pruebas sin rechistar—habló Midoriya—¿a qué se refería con ello? —la anciana se quedó en silencio mirando al joven de cabello rizado, lo cual provocó cierto nerviosismo en el mismo, haciéndolo sudar.
—La pequeña tigre está rodeada de chicos bishōnen. —afirmó solemne, todos flaquearon sobre sus piernas flexionadas.
—¡VIEJA BRUJA HABLE DE UNA VEZ!—la anciana miró a Bakugō con la misma expresión que antes.
—Que desperdicio—su cabeza se giró hacia un lado provocando un chasqueo con su lengua—parece un perro rabioso a pesar de ser tan apuesto.
—¡¿QUE MIERDA BALBUCEA?!—Bakugō materializará su kosei con frustración, aunque esta vez Kirishima no lo detuvo, sin embargo, cuando el mismo se abalanzó contra la vieja, una extraña energía lo rodeó, velozmente saltó hacia atrás tropezando consigo mismo, Reika lo sostuvo por los hombros sorprendida.
—¿Katsuki? —él observó a la anciana con nerviosismo, sus ojos usualmente cerrados, eran abiertos mostrando un verde intenso como el de una manzana ácida.
—Están aquí por una razón—todos observaron a la señora—primero me presentaré oficialmente, mi nombre es Hayashi Sen, como ha indicado Todoroki Shoto—una gota de sudor surcó la frente de Torodoki, preguntándose como sabía su nombre—soy la abuela paterna de Tora.
—Así que si era su abuela... —musitó Kyoko alterada por los acontecimientos.
—Increíble.—musitó Momo, llevando su mano hacia su boca, no podía creer que tremenda salvaje era la abuela de su amiga.
—El hombre que los guío hasta aquí, es Hayashi Isamu, mi mirado desde hace más de sesenta años y el padre Nagi. —relató, esta vez mostrando una mejor posición.
—¿Se refiere a Hayashi Izanagi?—preguntó Todoroki.
—Así es. —respondió sin mirarlo—Mi primogénito e único hijo.
—El padre de Tora-chan... —balbuceo Tooru ensoñada.
—Cuando llegaron a este lugar se les indicó que serían expuestos a unas pruebas, realmente, nosotros no buscábamos entrenarlos, dado que nuestro objetivo principal era la pequeña tigre.
—Usted ha usado ese apodo varias veces... —señaló Ochako.
—Así era apodada Tora por Nagi.—algunos abrieron la boca en forma de "O", entonces la anciana tomó el humo de la pipa y lo expulso.
—¡¿Entonces, solo nos están tratando como extras?!—exclamó entre diente el rubio.
Sen lo observó de reojo, él estaba en la esquina de la habitación, chocando contra la estantería.
—Los Hayashi son personas que atesoran los vínculos afectivos de sus familiares más cercanos. —comenzó a relatar ignorando al mismo, lo cual lo molestó—Pese a ello, esa niña no tuvo la oportunidad de crecer con ellos.
—¡Tora nos tuvo a nosotras! —exclamó ofendida Reika—¡A nee-chan y a mí! —una cena se infló en la frente de la anciana, Sen lanzó su pipa a la frente de la joven provocando un chichón en su cabeza.
—¡Reika-chan! —exclamaron algunos. Momo la tomó de los hombros.
—¡DEJEN DE INTERRUMPIR, MALDITOS CRÍOS!—la mujer rápidamente tomó una pipa del Interior de su quimono, sustituyendo a la otra.
—«Esa señora da miedo».—pensaron los chicos.
—Como iba diciendo, ella no se crió con esos vínculos sanguíneos, si no con gente externa a ellos, como tú niña tonta—señaló a Reika que estaba lagrimeando por el golpe—o la cría de esa mujer.
—«¿Esa mujer? ».—la rubia la miró confundida.
—Incluso con ustedes bebés en pañales. —indicó mirando al grupo, todos la miraron con cansancio—Por ende, no ha podido ser expuesta al entrenamiento o pruebas de su linaje.
—Entonces—Todoroki la observó—está diciendo que su prueba fue atrasada al verse expuesta a otro modo de vida.—la anciana lo miró con aprobación.
—Los Hayashi son entrenados desde pequeños para adaptarse a la iniciación de su kosei, muchos de ellos, no obtienen la habilidad de la llama, ya sea por heredar los genes de los externos o por alteraciones que impiden dejarlos sin ellos.
—¿Alteraciones? —preguntó Midoriya.
—Personas sin kosei. —el peliverde sintió que su pecho se apretaba—Sorprendentemente, existen pocas personas en nuestra familia que tengan más de un kosei.
—¿Es algo inusual? —añadido Ochako.
—Solo dos personas.
—¡¿Dos?! —exclamaron todos, Bakugō la observó solemne.
—Una de ellas era Hayashi Kanae-sama, las otra... —el rubio chaqueó su lengua.
—Tora.—Sen miró Bakugō.
—Tora es alguien realmente especial, no sólo por tener dos kosei, si no porque es la primera mujer que no ha heredado la voluntad del fuego, por si no fuese poco su kosei sufrió una alteración al igual que Kanae-sama, diferenciandola de todos sus antepasados, al igual que en el caso de ella.
—Ya hemos pillado que la pelo lejía es importante—Katsuki rasco su cabellera mientras sus ojos estaban cerrados, sus piernas cruzadas, signo de no mostrar ningún respeto hacia la anciana—¿por qué no va al punto?
Sen ignoró sus formas y se giró, tomando de lo que parecía ser un cajón por debajo del altar, una caja de madera tallada con símbolos representando al fuego, y en el centro un Fénix.
La anciana se giró nuevamente y la depositó delante de ella.
—¿Qué es eso? —preguntó Kaminari sin pensarlo mucho.
—Esta caja perteneció a Kanae-sama, en su interior hace sus objetos más valiosos, pero también su diario.
—¿Y qué? —soltó Reika con obviedad, todos ahogaron un gemido.
—El diario es la clave para dominar la técnica ancestral de los Hayashi, ella fue la única que pudo dominarlo.
—¿Quieren que Tora aprenda esa técnica? —preguntó Todoroki, Sen asintió.
—Les contaré una historia—algunos suspiraron—hace un largo tiempo existió una aldea remota rodeada por verdes pastos, cascadas y ríos de agua cristalina, con un extenso bosque al pie de las montañas.—relató—Una estrella cayó del cielo, la misma decidió reposar en el interior de un lago, en donde, la primogénita del líder de la aldea solía pasar su tiempo en días soleados, cierto día, la joven vió resplandece a través del agua un hermoso brillo similar al otro, fue entonces, cuando hechizada por el mismo, saltó a la profundidad del lago.
Bakugō parpadeó con el ceño fruncido.
—La joven nadó, nadó hasta que sus piernas se rindieron ante el cansancio, cuando ella se dejó caer por el ahora, ya cálido lago, una luz la envolvió como el manto de un recién nacido, repentinamente un calor abrasador llenó su cuerpo.
Midoriya anotaba la historia con suma rapidez, Reika se preguntaba de donde había sacado la libreta.
—Cuando la joven despertó, regresó a la aldea, relatando lo sucedido. Pero nadie le creyó, fue entonces, cuando en la noche tuvo una premonición, vió a varios hombres de la villa, cortando madera de árboles que parecían poseer hojas de oro, una pequeña voz la alertó.—tomó aire—«No permitas que los dañen, por favor»—suspiró—La joven ignoró su sueño, sin embargo se preguntó, porque esa voz se sentía tan triste.
Ochako sostuvo las manos de Mina y viceversa.
—Al día siguiente, la joven regresó al bosque, cerca del lago había encontrado unos hermosos pendientes, la gema tenía forma de gota de agua y era roja como el fuego. Algo dentro de ella le dijo que lo tomase, y así lo hizo.—la anciana abrió la Caja, mostrando su interior, todos miraron por encima el mismo sorprendidos—En el momento que ella los tomó, sintió como si una gran y pesada carga se pasará sobre sus hombros. Sin saberlo, había tomado el precio de un gran poder y a su vez una gran maldición.
—¿Ma-maldición? —musitó nerviosa Ochako.
—Mientras regresaba a su hogar, pudo ver cómo las hojas de los árboles cambiaron de color, incluso el tronco era más oscuro, al igual que en sus sueños, corrió a alertar a los hombres de la aldea, que nuevamente no la creyeron, esa misma noche tuvo otro sueño, en donde podía ver el fuego envolverla.
Las chicas tragaron en seco.
—Antes del amanecer, escuchó gritos en el exterior de su hogar, pudo ver cómo el cielo era cubierto en un color naranja, el olor a ceniza llegó hasta ella, sin tomar su calzado salió del interior y pudo ver a sus conocidos, con los que había crecido correr, gritar, llorar y aferrarse a su pérdida, no tuvo tiempo para reaccionar, una mano amiga la tomó de la mano y la llevo corriendo hacia el interior del bosque, sus ojos se ampliaron al ver cómo todos los árboles habían sido talados, todos menos uno, un gran árbol que resplandecía como el sol, el mismo árbol milenario que había cubierto su cabeza, que la vió crecer mientras jugaba con su preciada amiga.
El grupo miró a la anciana con tristeza, apenandose por las dos amigas, Bakugō tenía los ojos cerrados y Todoroki observaba la caja con recelo.
—Fue entonces, cuando la gente de la aldea llegó hasta el interior del bosque, su amiga soltó su mano, tomaron el largo cabello de la joven, jalando de él con fuerza mientras que ella lloraba rogando a su amiga que le ayudase, su amiga sonrió y dijo "Ella trajo la maldición, la ira de los cielos, ella debe perecer".—La anciana los miró—Llevaron a la joven al centro del lago, donde yacía sobre el suelo, una gran estaca con piedras a su alrededor y paja, la ataron impidiendo su escape.
Momo llevó las manos a su boca.
—Fue entonces cuando ella pronunció «¿Por qué? », «este lugar me vió crecer, me conocen, son mi familia, ¿por qué me hacen esto? »—algunas de las chicas lloraban, Kirishima apretaba su mandíbula llorando, los ojos verdes de la anciana se oscurecieron—«Tu eres el centro de nuestras desgracias, tu has traído la maldición, tu eres La Gran Bruja».
Todoroki la observó con inquietud.
—Entonces, uno de los hombres, portador del linaje más antiguo de la aldea, tiró una antorcha a la hoguera, provocando que el cuerpo de la joven comenzara a calentarse—el grupo sintió un escalofrío ante sus palabras—entonces, ella dijo «¿Por qué, padre? »—todos intentaron ahogar su sorpresa pero no pudieron evitar su inquietud.
—¿Pa-padre? —musitó Kaminari—¡¿Era su padre?!
—El hombre dispuso una sonrisa en su cara y le dijo «Eres una bruja, si tan sólo no hubieras nacido», su amiga de la infancia fue sostenida por los hombros por el progenitor de la bruja, ella sonreía también, sosteniendo el aliento de una envidia venenosa.
—¡¿Por qué haría algo así su amiga?! —exclamó molesta Kyoka.
—La joven tenía un prometido, por el cual había mantenido un largo compromiso apremiado por sus familias, su amiga más cercana se había enamorado del mismo, mientras que la bruja lo desconocía al completo.
—¿Entonces, solo la llevo a la muerte por envidia? —pronunció entristecida Reika, ella bajó la mirada.
—¿Qué tiene que ver esa historia con Tora? —preguntó Bakugō, la mujer miró la serenidad del joven.
—La bruja era una Hayashi. —la sorpresa llegó ante ellos—Antes de morir lanzó una maldición a su propia familia, «Padre, yo os condeno, todos los niños que nazcan en estas tierras perecerán, haré de una jaula sus esperanzas y destruiré todo aquello en lo que creían, sus sueños, sus pensamientos, todo será mío».
—¿Es por eso que en este lugar no hay niños? —preguntó Midoriya.
—Todos los niños que nacen en la aldea gozan de buena salud, pero los padres temerosos, decidieron alejarse de este lugar.
—Pero—Ochako habló—¿por qué?
—Es cierto—afirmó Kyoka—Si no se enferman, ¿por qué huyen? Después de todo, si esa maldición no es real, solo deberían vivir sus vidas tranquilamente.
—Sucedió hace 16 años—contestó la anciana—El árbol comenzó a secarse repentinamente, junto a él, el bosque a su alrededor.
—Pero cuando subimos la montaña todo parecía normal, vieja. —Indicó Mineta ya resucitado.
—Esa zona está fuera de los límites, cuanto más subes la montaña, más intenso es.
—¿Intenso? —repitió Todoroki.
—La maldición.
—Pero, nosotros estamos bien—dijo Kirishima algo nervioso—¿verdad?
—Eso es porque ella está aquí.
—¿Huh? —musitó el pelirrojo.
—Hayashi Tora, ella entró en el árbol milenario, por eso el aire se ha estabilizado.
—¿Entrar, a qué te refieres con entrar? —preguntó Reika algo nerviosa.
—La prueba que les indiqué previamente, consiste en que el postulante se adentra en interior del árbol central—todos se quedaron ensimismados—al igual que una casa, este tiene una puerta que permite a los Hayashi adentrarse en la dimensión creada por la Gran Bruja.
—¡Espere, espere! —exclamó Kaminari levantándose, estaba sudando—¡¿Está diciéndonos que se puede entrar al interior de un árbol milenario maldito para hacer una jodida prueba?!
—¡Kaminari-kun! —le reclamó Momo por su vocabulario.
—Entonces, si Tora-chan está dentro del árbol—Midoriya apretó su libreta, la cual reposaba en sus rodillas—eso quiere decir que está en peligro.—miró a Sen.
—Ella aceptó la prueba y se encuentra ahora mismo en el interior del árbol.
—¡¿Por qué estás tan tranquila?! —le reclamó Bakugō bajando su mirada.
—Por qué—era la primera vez que vió a la anciana sonreír—tengo fe en ese pequeño tigre, no sólo porque sea igual que Kanae-sama, si no porque pude ver sus ojos, llenos de valía de ganas por vivir. Se necesitan un alma como la de ella para vivir en este mundo cruel—miró sus manos—pensé que ella no sería capaz había sido abandonada, fue maltratada, fue apartada a lo más oscuro de la sociedad y aún así, cuando vi sus ojos me estremecí—miró a la luna—vi la fuerza de una heroína.
—Anciana... —musitó Kaminari.
—Ustedes confían en Tora, yo también, quiero apostar por esa niña de cabellos rosados.
¡PLUS ULTRAAAA!
No puedo creer que esté aquí, me vino la inspiración y no pude evitarlo.
Mi vida ha dado un vuelvo por lo que no puedo escribir tan seguido como me gustaría, pero de cada Milenio aparezco para cumplir sus deseos.
Gracias por vuestra paciencia, aquí va el resumen de este capítulo para organizar ideas.
Tenemos a Nemea la Guía en el jardín del árbol milenario, ella se presenta como una entidad sin alma u contenedor físico, es decir un cuerpo, sin embargo, por lo que podrán ver si pueden sentir emociones o sentimientos, eso se debe a su cercanía con Tora.
Los Hayashi son más poderosos cuando les mueven por dentro el vínculo de la sangre o de personas queridas para ellos, ese es su motor por así decirlo. Es por eso que el alma de Torá que hace ahora en el interior del árbol resuena con la de Nemea. Provocando su "despertar".
Por otro lado tenemos a los abuelos de Torá, Sen y Isamu, este último, es un Hayashi de sangre, su padre, era el hijo de Kanae-san, la mujer de cabello rubio que apareció ante Tora tras tomar la manzana del recuerdo.
Una anciana Kanae-san, la primera mujer con la habilidad del fuego fatuo, se adentró en el árbol para salvar a sus hijos menores, el mayor( el bisabuelo, que ya tenía un hijo casado, el cual tenía 17 años, este era el abuelo de Tora) sobrevivió gracias al intercambio equivalente de Kanae-san, pero ella falleció, al igual que Hayashi Sen en el pasado (esta no es la abuela de Tora si no un antepasado).
Todos los elementos en el jardín, las pruebas han sido creadas para poner a prueba las capacidades de los Hayashi.
En este capítulo se hace mención a algunos elementos relacionados con el budismo, como las estatuas o los faroles, todos relacionados con la cultura japonesa.
Las estatuas son elementos que representan a los niños fallecidos, los pañuelos rojos realmente son baberos, en nuestra cultura sería como la representación de la tumba de un bebé. Esto se relaciona con las muertes de los niños del pasado en la aldea.
Los faroles en el jardín representan la guía en el camino, como cuando Sen guía a los muchachos a la verdad de la historia, o Nemea guió a Tora a lo largo de su estadía en el inferior del árbol. Por otro lado, representa la luz en el camino, la esperanza que tiene los ancianos para un futuro agradable.
Dicho esto, si tienen alguna pregunta aquí estoy, espero sus opiniones, incluso a los que son más tímidos.
Se despide,
Kana-sensei.
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