«Traición».



[▫▫▫]  

-Hija, así que aquí estabas. Comenzaba a desesperarme.- la mujer de cabellos rubios se acercó a la pequeña, la cual se encontraba acunada por una agrupación de libros.

-¡Mamá! ¡Mira, mira!- la niña se levantó de la moqueta celeste para enseñar un libro grueso, su madre resopló con una sonrisa.

-Ya estamos de nuevo con las enciclopedias de héroes- se colocó en cuclillas para acariciar la cabeza de la niña-sin duda ese entusiasmo por aprender viene de tu padre.

La niña infló sus mofletes, se giró y cogió otro libro. La madre resopló observando las paredes amarillas, al segundo dirigió su vista hacia el suelo encontrándose con unos papeles en el suelo. La madre sostuvo entre sus manos los papeles, leyendo brevemente su contenido.

Observó a su hija sorprendida.

-Tora, ¿tú escribiste esto?- la niña no contestó, su madre rodó los ojos- Tengo preparados unos dulces.

-¿De chocolate?-preguntó ella, su madre intentó no reír- De chocolate, ¿ahora me dirás?

-Tipo de sangre: AB- comenzó a recitar la niña, la mujer la miró confusa-Quirck: Hell Flame; permite al usuario controlar el fuego, así como darle forma a sus llamas como quiera. Puede controlar la temperatura hasta que sus llamas se pongan azules, también...

-Espera, cariño ¿cómo sabes todo eso?-preguntó sorprendida la mujer, ella elevó sus hombros y cerró el libro en su posesión.

-Simplemente investigo, analizo, como hace papá. Él siempre dice que debemos conocer a los demás.

-¿Por qué intentas conocer a Endeavor?-la mujer sujetó entre sus manos de nuevo el papel, observando su foto.

-Sus llamas.

-¿Qué?-la niña miró a su madre.

-Sus llamas no son como las de papá, pero aún así pueden ser azules. Endeavor es el número dos, pero papá es mil veces mejor que Endeavor, es mucho más fuerte que él. Por eso, cuando él vuelva necesitará información sobre sus competidores, y yo estaré aquí para dársela.-Tora se levantó y se acercó a la puerta, mostrando su pequeña espalda a su madre-Luego me felicitará por ser una buena niña, ¿verdad?

La mujer se acercó a ella.

-Oh, mi amor-la madre abrazó el pequeño cuerpo de su hija, acarició su largo cabello rosa y reprimió sus lágrimas-Lo siento Tora, ojalá mamá fuese tan inteligente como tú, así podrías encontrar a papá.

-No te preocupes mami, yo me haré más lista y fuerte, te protegeré de los malos y encontraré a papá, es una promesa.-la niña extendió su dedo índice, su madre imitó el gesto, la rubia apoyó su frente contra la de Tora y sonrió.

-¿Qué haría sin mi heroína? Mi pequeña y hermosa tigre.

-

-¡Tora!-la voz de Reika resonaba en el interior de la cúpula de aire, ella reaccionó ante la llamada de su amiga. La pelirosada cerró sus ojos y comenzó a pensar.

''Tengo que descubrir cual es su habilidad, si no puedo hacerlo a tiempo no podré buscar un punto débil. Piensa Tora, observa, elige y actúa.''

-Tora, si no salimos no podremos atacar, deja que sea el señuelo.-habló la rubia, la pelirosada abrió sus ojos y la miró.

-¿De qué hablas? ¡Te arrastrará hacia ella!

-¡Entonces solo debo hacer que me arrastre a mí, entonces tú deberás atacar!

-¡No pienso usar tu cuerpo como señuelo!

-Sabes que tengo tanta resistencia como tú, no es fácil dañarme.

-No seas idiota, esa resistencia se desvaneció en cuanto-Tora fue interrumpida-¿Tienes una idea mejor, estratega?-ella rechinó sus dientes, para finalmente asentir.

-Haremos lo siguiente.

-

Fugazmente la cúpula se disipó, la tormenta de arena seguía envolviendo al dúo. La heroína profesional se sorprendió, buscando al instante a las dos muchachas, las cuales se habían camuflado entre la arena.

-Jugando al escondite, eh...-ella sonrió para sí misma-siento decepcionarlas, pero yo soy muy buena en este juego.

La mujer extendió su brazo, creando una vez más un fuerte viento, el cual creó una danza con los minúsculos granos de arena, los cuales se unificaban creando un gran muro alrededor del estadio.

-Bingo-una cabellera rosada se divisó en el gran remolino, Tora estaba siendo balanceada de un extremo al otro-incluso los genios como tú, pueden fallar alguna vez.

La mujer cesó la fuerza cinética acercando el cuerpo de la muchacha hacia ella, en ese instante las magulladuras se reflejaron en la piel de la pelirosada. La heroína aproximó sus dedos, creando un collar en el cuello de la adolescente. Tora se veía derrotada.

-Has perdido pequeña genio, es una pena, tenía el presentimiento de que tal vez, hubieseis ganado.-la mujer detuvo sus ojos magenta en el rostro oscurecido de la muchacha, no se podía divisar ni la mínima expresión.

-Había algo que no has predecido, mi poder debilita aquellos seres vivos que se aproximan a mí, aunque sólo cuando mi poder está activado.

La muchacha murmuró algo.

-¿Qué has dicho? No puedo oírte.-en ese instante, una fuerte sensación de calor se estaba esparciendo por las manos de la heroína profesional.

"¿Qué diablos?"

El fuego se extendió, más y más, como si pudiese atravesar cada pequeño poro de su piel. Hasta que finalmente soltó el agarre.

-¡¿Qué es?!-la mujer notó otra segunda presencia, un suave tacto en su hombro erizó su piel.

-Lo siento-una fuerte descarga se esparció por todo el cuerpo de la mujer, junto a un destello de luz blanca parecía envolver como un aura a la heroína. Los gritos no tardaron en aparecer, creando una agonía en aquellos que lo escuchaban-no me gusta perder.

Una sonrisa de lado apareció en el rostro de Reika.

-Has perdido.-su voz apagada se desvaneció en el aire, Reika cayó al vacío desde la gran roca en la que la heroína se encontraba.

-Tora...-Reika se aproximaba al suelo arenoso con mayor velocidad, hasta que como si de una cuna se tratase, se vió protegida por un manto de aire, cálido, protector, de una mano amiga.

Tora que ya se encontraba sentada en el suelo ayudó a Reika a recostarse en el suelo, con dificultad se sentó y se acostó a su vera. Suspiró, y mostró una sonrisa divertida. Reika imitó su gesto y comenzó a reír.

-Me duele incluso reír, me debes un helado de vainilla extra grande.-dijo la rubia, la pelirosada asintió.

-Si, has hecho un buen trabajo.

-Las dos lo hemos hecho, juntas.-Reika la miró y ambas conectaron sus miradas. Ella sonrió gentilmente.

-Sí juntas.-Y por primera vez en mucho tiempo, Tora sonrió desde el fondo de su corazón. De esa forma, felices y llenas de júbilo, cerraron sus ojos cayendo en los brazos de Morfeo.

-

Las paredes blancas de la enfermería envolvían el tranquilo ambiente que rodeaba a las dos muchachas, una agradable brisa se ondeaba a través de las ventanas buscando cobijo.
El olor a margaritas se escondía entre las sábanas que cubrían los cuerpos ya sanados de las dos jóvenes.
Tora se despertó gratamente sintiendo ese único tipo de viento que ella podía amar, el viento de la calma.

Escuchó una silla crujir, en cuanto se dió cuenta de la presencia de la mujer, ya era demasiado tarde para no ser sorprendida, era como una mariposa, no solo por sus habilidades si no por su belleza. Tora se sentía atraída por ella, eso avivó un viejo y nostálgico recuerdo en ella, de alguien que había sido amado, de alguien que había amado.

-Mi nombre es Suzume- la mujer se presentó, se encontraba con sus piernas cruzadas mientras parecía observar con atención a su compañera de habitación-admiro vuestra capacidad de perseverancia muchachas.-la mujer de cabellos magentas se levantó dirigiéndose a la posición de Tora, extendió su mano derecha, seguramente como gesto de paz, la alumna observó a la mujer con desconfianza.

Ella comenzó a reír.

-Si desconfiamos de todos los héroes de esta forma, no podrás trabajar en esto niña.

Tora bajó la cabeza como señal de disculpa.

-Lo siento señora, últimamente no estoy pasando mis mejores momentos, todos parecen estar en mi contra, incluso mis propios amigos.-Suzume la observó con atención, parecía querer analizar cada pequeña parte de ella.

-Lo comprendo, pero...-una vena se hinchó en su frente-no me vuelvas a llamar señora.

"¿En serio es eso lo que le molesta?"-pensó la de cabellos magenta, Tora procedió a levantarse.

-Sé que estás sanada, pero deberías dormir un poco más, vuestra mente está en sus grados más bajos.-llevó las manos a su cintura, Tora comenzó a calzarse.

-¿Se refiere al virus?-ella asintió, lo cual Tora sonrió débilmente.

-No me trates de usted tampoco, es molesto.-suspiró, mientras la joven procedía a salir por la puerta.

-Escucha, vosotras dos estáis en el punto de mira de los villanos, todo lo que han hecho es por vuestra seguridad, espero que consideres eso.

-Cuida de ella, mientras no estoy Suzume-san.-Tora cerró la puerta despidiéndose del cálido cuarto.

-

«-¡Mamá!-la pequeña niña buscaba el calor de su madre, pero la única calidez en ese pequeño apartamento era la que encontraba en su propio cuerpo. Sus lágrimas, saladas como el mar que nunca había podido conocer, navegaban en busca de un barco que viniera a rescatar a la pequeña princesa de su soledad.

En esa habitación vacía, solo se podía divisar una brillante luna que iluminaba el lugar, siendo un pequeño lucero para la pequeña niña. Esa misma luz hacía resplandecer el largo cabello rubio de la muchacha, de esa forma la niña se sentía cerca de ella, siendo bañada por su pura y blanca luz, en un lugar completamente impuro, abandonado, húmedo, desprendido de voces humanas.

-¿Por qué tengo que estar sola? ¿Por qué mamá se va con esas personas? ¿Por qué papá no vuelve nunca a casa? ¿Por qué yo...?-el llanto se inició de nuevo, como si un reloj marcase el momento, como si el tempo fuese medido. La niña tarareaba una canción, su progenitora se la había enseñado, eran tiempos felices, en donde sus padres palmeaba su cabeza con afecto, donde siempre se encontraban sonrisas.

-Todo es culpa de ellos.

En ese instante su odio nació.»

-

-Ella sin duda es su viva imagen.-sonrió la mujer al ver cerrarse la puerta, en ese instante se acercó a la rubia-¿estás despierta niña?

-¿Y Tora?-la mujer mostró seriedad al ver su rostro.

-No sé si decir que ha sido un buen sueño o uno malo. ¿Estás bien?

-Sí, estoy acostumbrada.-la rubia se sentó y acomodó en la cama, limpiando sus lágrimas.

-¿Puedo preguntar el que?-la mujer imitó su gesto, agarró la silla plegable y se acomodó a su lado con una sonrisa. La ojiazul detuvo su atención en ella, junto a ella un silencio se hizo presente, pero por alguna razón al ver los ojos y cabello de esa mujer se sintió como en casa.

-A estar sola, a llorar sola. O por lo menos, lo estaba, no recuerdo cuando fué la última vez que lloré. Todo este tiempo, siento que he estado en un eterno sueño hasta que Tora regresó a mí, a salvarme.

-¿Un eterno sueño? ¿Te refieres al estado de la droga?-la rubia la miró confundida.

-¿Droga? ¿Qué droga?-Suzume suspiró-Esas revisiones médicas que has tenido, creías que eran por las heridas y cicatrices en tu cuerpo, no es tan simple.

-Recuerdo a Tora mencionar algo así, pero no lo comprendo.-ella agarró con fuerza las sabanas, mirando su hermoso color con preocupación.

-La llamamos ''ENGRINA'' para abreviar GRINA; es una droga altamente peligrosa para el organismo y comportamiento humano, se introduce mediante vía oral, cuando el individuo es consciente de su existencia, su anatomía entera no responde a las órdenes de su cerebro ya que la sangre que viaja por el organismo ha sido contaminada por ella, suelen acompañarla con hipnosis, de esta forma el sujeto no solo se limitará a atacar, la violencia será controlada mediante órdenes de un mediador.

Reika apretaba con fuerza las sabanas, cuando su rostro lleno de lágrimas y dolor se encaró ante la mujer, el temblor no se detuvo en su cuerpo.

-Está...está diciendo que todo este tiempo he hecho daño a mi persona más querida por culpa de un despiste.

-Ya que no tienes tendencias psicóticas, lamentablemente sí.

-¿Entonces porqué ustedes decidieron hacerme esa prueba?-gritó alterada.

-Por vuestra seguridad, de esta forma las dos aceptarían su actual situación.

-¿Actual situación?-preguntó ella, todo era tan heterogéneo.

-Tú no eres una villana, Tora y tú ya no son niñas de la calle, ustedes son dos adolescentes que desde muy niñas han cargado con el peso de una parte de la sociedad que no debería existir en un mundo de héroes, por ello ambas, con tales habilidades, podrán decidir si quieren ser héroes o vivir una vida tranquila y feliz.

-Entonces todo se decanta a decidir nuestro futuro.-reafirmó la rubia, Suzume asintió a lo que Reika suspiró.

-Estoy tan cansada de esto, yo solo quiero que Tora sonría.-Reika acunó su rostro entre sus manos, la mujer la miró con un rostro tranquilo.

-Dime Reika, ¿que crees que es la felicidad?-Suzume dirigió sus ojos a la ventana, la cual mostraba un hermoso cielo azul. La rubia abandonó su refugio para buscar la mirada de la mujer, la cual estaba sonriendo, ella observó el mismo cielo.

-No lo sé. Solo sé que cuando estoy con Tora puedo reír, siento como mi pecho se hincha con tranquilidad, un aire puro y limpio siempre se encuentra en ella. Ahora que lo pienso todo este tiempo, cuando llovía, cuando hacía frío, cuando hacía calor, ella siempre estaba arropando mi cuerpo con su viento. Me asusté, tuve miedo de que el viento se la llevase lejos...

-¿Crees que te dejaría?-preguntó la mujer, observando de reojo, ella negó.

-No es eso, incluso si su cuerpo no se fuera, sentía que su mente se iría volando a algún lado, dejándome atrás, ella siempre parecía estar en otro lugar. Volando entre las aves, ella parecía ser...

-El mismo cielo.-Reika la observó con sorpresa, Suzume sonrió con tristeza.

-Dime Reika-la de cabellos magenta se apoyó entre sus manos, observándola con una sonrisa-¿qué crees que podría pasar si el viento y el fuego fuesen uno solo?

-

El despacho del director siempre era amplio y grandioso, Tora observaba con molestia a los profesores y su superior, todos rodeando una gran mesa.

-¿Me está diciendo que solo buscaban nuestra seguridad?-preguntó Tora con rabia agitando la mesa de madera con un gran golpe al hacer contacto con su mano, el director asintió.

-Siento que os haya sido tan desagradable jovencita, pero era necesario.

-¿Para qué?-preguntó enfadada ante la situación.

-Para realizar las siguientes preguntas; ¿qué futuro quieren ver? ¿qué es lo que quieren llegar a ser? ¿qué papel sienten que tienen en este mundo? ¿cómo pueden ser felices? ¿quien quiere ser?

-¿Está de broma?-rechinó sus dientes molesta.

-Puedo entender sus razones por las cuales su rencor creció, pero sé, que en el fondo entiende el porqué de este mundo. Sé que por fin ha encontrado una razón por la cual perdonar, ¿no es cierto, Hayashi Tora?

-Ustedes saben todo, ¿verdad?-preguntó ella, el director asintió. El secreto que había guardado en su alma.

-Era necesario, por lo siguiente que vamos a comentar.

-

El pasillo solitario guiaba sus pasos, ella caminaba con tranquilidad al contrario que su corazón, toda la verdad estaba formada por mentiras, todas las mentiras eran verdad. Pues ahora ¿qué es lo que era real?

-¡Takahashi!-una voz familiar resonó junto a unos pasos raudos y veloces en sus oídos, él joven volvió a gritar, pero no hubo respuesta.-¡Tora!

Los pasos de la joven de cabellos magenta frenaron, en seco, y un aire gélido surcó la espina dorsal del muchacho de cabello bicolor.

-¿Qué quieres? ¿Tú también vas a darme consejos sobre mi vida? ¿Qué debo hacer? ¿Qué no debo hacer? ¿O quieres disculparte por mentirme?

-Tora yo...lo siento. No pretendía mentirte.-Todoroki apretó sus puño con fuerza.

-Toda mi vida ha sido una mentira, incluso la luz me da la espalda.-una risa sarcástica se emitió a través de su boca, el muchacho notó su dolor, sintió nostalgia al escucharla, le dolía.

-Lo que siento por tí no es una mentira.-Shōto sintió una opresión en su pecho, por primera vez en mucho tiempo sentía que su cabeza y corazón explotaría como aquella vez, cuando el agua caliente desgarró su piel.

-¿Lo que sientes por mí?-ella se giró, mostrando un rostro lleno de dolor-Seguramente, sea lo que sea, también es una mentira. Después de todo, éramos amigos, y tú me mentiste.

-Tora tú padre...-cuando Todoroki intentó acercarse a ella, una rafaga lo empujo haciendole caer al suelo.

-¡Eres un mentiroso! ¡Te odio!-ella, simplemente se desvaneció, o eso pensó Todoroki, lo que él no notó eran sus lágrimas cayendo al verla correr.


Ya que Todoroki había caído en su propia mentira.

-

Ha pasado un largo tiempo.

¡PLUS ULTRA!

Bienvenidos todos a Aware, una vez más estoy aquí para intentar sorprenderles. Espero que después de leer este capítulo busquen con más ganas el desenlace.

Me gustaría leer sus hipótesis en relación al tema.

Con amor, Kana-sensei.

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