«Película favorita».

-


-Tora...-la mujer de cabellos violáceos sonrío inconscientemente al ver a su hija mediana en frente de ella, su mano izquierda la cual aguantaba la ondeada manilla gris de su antiguo hogar, se retiró al instante abriendo aún más la puerta para invitarla a entrar-por favor, pasa.

-En realidad quería que me acompañases a un lugar.-contestó serena, esto extrañó a su progenitora por lo que asintió lentamente.

Dicho esto, Jun se preparó con vestido gris y un abrigo blanco, su cabello violáceo destacaba en gran manera debido a ello, su hija que vestía aún su uniforme se veía tranquila, la adulta no quiso preguntar ya que comprendía que su hija aún poseía cierto resentimiento hacia ella, por lo que sus intenciones no pretendían perturbarla aún más.

-Es este lugar.-ante ellas una hermosa cafetería les daba la bienvenida, Jun asintió siguiendo a su hija, una amable camarera las atendió guiándolas hasta una mesa de aspecto familiar, en ella se encontraban unas pequeñas flores blancas lo que alegró a Jun en gran manera, se sentaron en frente respctivamente la una de la otra, Tora retiró el abrigo rojo que llevaba puesto encima del uniforme para poder sentarse más comodamente, a lo que su madre imitó su acción.

-Es un lindo local, gracias por traerme.-sonrió suavamente, la pelirosa asintió entregándole un menú.

-Quería venir contigo a probar un pastel, aquí hacen tu dulce favorito.-su madre tomó temblorosamente el menú, lo cual no pasó desapercibido para su hija, ella intentaba no ponerme más nerviosa de lo que estaba, después de todo, la ultima vez que se vieron no habían tenido una conversación agradable.

-Gracias, Tora.-ella asintió avergonzada, no pretendía que la adulta llorase, al cabo de un minuto un camarero vino a tomarles nota, este vino en seguida con su orden, mostrando en la mesa un trozo de tarta de fresa con otro de melocotón, la pelirosa tomó el primero dejando el segundo a su madre, junto a un té de frutos del bosque.

-Este lugar es mi local favorito-afirmó, su madre con un trozo de pastel en la boca sonrió-suelo venir con mis amigas de clase.

-Aizawa-kun me comentó que tenías muchos amigos.

-¿Acabas de añadir el sufijo ''kun'', a Siniestro-sensei?-la pelirosa la observó perpleja, mientras que su madre frunció levemente el rostro, sin darse cuenta de que estaban iniciando una conversación de madre a hija.

-No llamarás a tu sensei de esa forma, ¿cierto?-Tora se sintió extraña, hacía mucho tiempo que no la reprendían.

-Bu-bueno, ahora no le digo eso estando de tú a tú-mintió-después de todo es mi sensei.

-Eso pensaba-Jun sonrió abiertamente-¿han tenido un festival, verdad?-Tora asintió-siento no haber podido ir a verte, tuve que ir a unas revisiones.

-No importa-la pelirosa tomó otro delicioso trozo de tarta mientras aprovechaba la nata en el borde del pequeño plato-tengo unas grabaciones, además-la miró mientras la señalaba con la pequeña cuchara-tu salud es más importante-Jun asintió sorprendida.

-Sí...-musitó observando a su hija-¿estás dejando crecer tu cabello?-ella asintió.

-Un poco, creo que me lo dejaré corto una larga temporada.

-Estás hermosa.-su madre suspiró al verla y Tora le sonrió levemente.

-Tú también, mamá.-Tora regresó su vista al plato y terminó su tarta rápidamente para tomar su té, mientras que su progenitora no pudo evitar soltar alguna que otra lágrima, la pelirosa observó por fin a la adulta, asustándose al verla llorar.

-Lo siento, sé que no debería hacer esto, pero estoy tan feliz.

-¿Por qué lloras?

-Me llamaste mamá, no puedo creer que mis deseos se hagan realidad después de tanto tiempo.-sonrió mientras reía lentamente, Tora removió de su bolsillo un pañuelo de papel el cual con gusto lo acepto la mujer.

-Ahora que sé la verdad, todo será diferente-ella guardó el pañuelo y escuchó a su hija-sé que no estuvo bien que papá y tú guardaseis el secreto de tu contaminación sanguínea, ni lo de los abuelos, pero tú no tienes la culpa de tener una familia tan enfermiza, me tienes a mí, mamá.-Jun tomó las blancas manos de Tora entre las suyas, la pelirosa miró su dedo anular, la contraria imitó el mismo gesto.

-No puedo guardarlo, el anillo de matrimonio de tu padre, simplemente-suspiró apretando los dedos de su hija-no puedo olvídarme de él, estoy preocupada, los dos te mentimos, provocamos este caos en nuestra familia...-el brillo en sus ojos se vió reflejado en el anillo de plata.

-Mamá, intentaron hacer lo mejor, aunque mi padre sea un idiota-ambas se miraron-tú no lo eres, al final no sucumbiste ante tus demonios, estuviste todos estos peleando tu sola.-Jun sonrió.

-Me pregunto que habré hecho, para recibir tal bendición-Jun usó su mano izquierda para acariciar el rostro de su hija-tenerte como hija, nunca podría ser remplazado por nada en el mundo.-su voz se ahogó en un suspiro, Tora asintió.

-Nunca deseé sufrir como lo hice-Tora emitió una leve risa sarcastica-bueno, no creo que exista nadie en este mundo que quiera sufrir tanto, pero-miró sus manos entrelazadas-todo lo que me pasó me trajo a donde estoy, si no fuese por tí, yo no estaría en este mundo.

-Te hice sufrir tanto...-la mujer se encongió, tapando su rostro bajando la cabeza.

-Pero me amas, más que nada ni nadie en este mundo-Jun la miró con los ojos rojos-estoy enfadada por vuestras mentiras, pero, quiero mi familia de vuelta.

-Yo también.

-Por ello, debo decirte algo mamá-la de cabellos violáceos asintió-quiero ser una heroína-Jun no se sorprendió, sin embargo, no se lo esperaba, no ahora-he hablado con Aizawa-sensei, ya tengo una licencia provisional y...-miró de nuevo hacia sus manos unidas-tomé un nombre de héroe.

-¿Escogiste un nombre?-preguntó intrigada, ella asintió.

-Hestia.-Jun sonrió ante ese nombre.

-El nombre de heroína de mi madre, ¿estás segura?-Tora asintió.

-Nunca me habías hablado de los abuelos, pero recuerdo detadallamente el día que hablaste de una heroína que admirabas.-Jun asintió mientras observaba su anillo, como si no pudiese desplazarlo o rozarlo, temiendo destrozarlo.

-Pensé que no investigarías sobre ello.-río levemente, Tora negó alegre.

-Nunca creí encontrar un nombre con el que en verdad me reflejase.

-Me alegro por tí, Tora.-Jun sentía orgullo al ver o recordar a su hija.

-También...-Tora se sonrojó, Jun la miró con atención-hay alguien que me gusta.

-¡¿Quién es?!-verla tan entusiasmada la hizo hecharse hacia atrás, al mismo tiempo que Jun inclinaba su cuerpo hacia delante. Tora miró a través de la ventana, era un día nublado, sin embargo, no presenciaba acto de lluvioso, los tonos fríos combinaban con la estación, quiso reír levemente al recordar al bicolor.

-Él parece completamente ápatico pero es gentil, siempre piensa en los demás, es inteligente y trabaja más que nadie para cumplir sus metas-una sonrisa ladeada surcó su su expresión, la cual denotaba una gran ternura-a veces es como un inocente niño que desconoce cosas sobre el mundo, se equivoca tanto con los demás en una conversación, que el momento se vuelve divertido, todo el mundo lo admira por lo poderoso que es, pero...-miró a su madre-él siempre está cubriendo mis espaldas, enseñandome lo mejor y lo peor de mí.

Jun sonrió desde el fondo de su corazón.

-Amas a ese chico, ¿no es cierto?-Tora tosió levemente mientras usaba su puño como máscara.

-E-eso...-miró a otro lado-él es apuesto, es un buen amigo, siempre me trata bien...

-¿Y?-Jun la interrumpió, evitando hacerla pasar un mal momento.

-Sí, lo amo.-contestó con firmeza, Jun rió en gran medida, a lo que Tora resopló.

-¿Cuál es su nombre?-preguntó su progenitora intentando calmar su risa.

-Todoroki-Jun abrió los ojos ampliamente-Shoto.

-Sho-chan-pronunció dulcemente-bueno de cierta forma sabía que sucedería.

-¿Eh?

-Bueno, siempre lo acosabas y él siempre amaba estar contigo.

-¿Cuándo pasó eso?-ahora sus manos comenzaban a sudar, por no recordar tal dato.

-Estuvimos visitando la casa de los Todoroki desde que me hice amiga de Rei-chan, desde entonces, sus hijos jugaron contigo-sonrió, entonces bajó la mirada- cuando cumpliste cuatro, dejamos de quedar con ellos a causa de mi ''contaminación''.

-Así que era cierto...-Tora desvió la mirada-mamá, tuve una conversación con Rei-san.

-¿La has visto?

-Ella está ingresada en el hospital a causa de Endeavor-el rostro de Jun palideció-cuando fuiste a verme, pude encontrarme con ella, tuve una conversación y ella me hizo entrar en razón.

-No comprendo.

-Ella quería que te diese una oportunidad, y confié en sus palabras.-Jun sonrió mientras asentía.

-Rei...-entonces entrelazó sus manos-deberé agradecerle.

-Sí, yo también-ambas sonrieron, aunque la pelirosada algo sonrojada, para después su aptitud cambiar completamente-aunque hay algo más.

-¿Algo más?

-Debo contarte algo, pero me gustaría empezar por el Ojeador Nocturno.-fue así como Tora comenzó a relatar sus ''aventuras'' a Jun, hasta el sucedo de Overhaul, en donde encontró a una muchacha de nombre Shiro, que en realidad escondía su verdadera identidas de forma forzosa por Chisaki, el rostro de su madre comenzó a palidecer palabra por palabra, hasta que finalmente llegó a la verdad.

-Ai-pronunció en un desgarro de voz interno-se encuentra bajo vigilancia.

-Ella está viva.-casi no podía creerlo, su bebé, ¿por cuántas cosas pasaría su pequeño retoño?

-No puedo ir a verla, hasta nuevo aviso, sin embargo, a pesar de las advertencias quería decirtelo, porque eres nuestra madre.-ella asintió.

-Gracias por decirme-suspiró llevándo una mano al pecho.

-Tendremos que limitarnos a esperar.

-No.-Tora observó a su madre con gran sorpresa.

-Hablaré con la Yuei, deberán devolverme a mi hija de esos sucios policías, no me arrebatarán a mi familia de nuevo.

-¿Qué pasa con esos tipos, mamá?

-Tu padre estuvo investigando muchos casos bajo secreto profesional, uno de ellos eran los ''espías de la policía japonesa'', hay muchos que solo quieren beneficiarse de la situación.

-Entiendo, entonces es por ello que son tan cabezotas.

-Pretenden que los horrores que pasó Ai, no sean un escandalo.

-También debo confesarte algo más-Jun asintió-los hijos de mi tía, están desaparecidos-la violacea apretó sus puños por debajo de la mesa-me han dicho que es debido a la liga de villanos.

-Pobres pequeños...-musitó observando la mesa.

-Reika me golpeó en la cara-Jun la miró-no quería que me encerrase en mi cuarto, quiero salvarlos-Tora entrelazó sus dedos con fuerza-quiero rescatar a Ai y a los pequeños, pero no tengo el poder necesario.-Jun tomó sus manos.

-Tora-ella la miró-por ahora concentrate en tus estudios, sabes como son estas cosas, los villanos atacarán de nuevo, hasta entonces, no podrán hacer mucho más. Hazte fuerte y sé paciente.-ella asintió.

-Mamá, lo siento, debí haber hecho algo.

-No, tu padre y yo somos los responsables de este embrollo y nosotros debemos trabajar en ello.

-¿Tú sabes algo de papá?-ella negó provocando un gran suspiro en la pelirosa.

-Todo irá bien, pequeño tigre.-pronunció dulcemente mientras toqueteaba su pequeña nariz, ella sonrió.

-Sí.

-



-Padre-la fina voz de una joven junto con sus botas de tacón negras resonó en la habitación abandonada, en ella reposaban una simple mesa con un silla de madera color beige-ha sucedido.-pronunció colocándo su cazadora de cuero.

-Que me llames padre, me hace sentirme viejo, Shiori-chan.-le contestó el de cabellos rojizos.

-Me repugna que uses el ''chan'' conmigo-pronunció asqueada la de cabellos rosa pastel, agitando su mano-¿y bien? ¿cuál es el plan?-dijo acercándose a la pared para apoyarse en ella.

-Ahora que sabemos que Ai está junto a los policías, tenemos algo menos que hacer, mientras esté ahí estará a salvo.-habló cruzando las piernas en la silla.

-Muy bien genio, encarcelada en la misma prisión de segurida de AFO a salvo-se burló-puede escaparse y hacerle algo.

-No, porqué ellos no pretenden soltarlo por ahora.

-Ahora tus sobrinos también han sido tomados por la liga de villanos, ¿cuánto más nos esconderemos?

-Tora se ha acercado tanto a la verdad, se ha vuelto tan fuerte que me sorprende.

-Lo sé-respondió la de ojos rubíes-ella ha crecido mucho, ya no es una niña.

-Parece que fue buena idea que Sizue se hiciese cargo desde las sombras.

-¿Es el momento de qué se encuentren?

-Por ahora no, ella aparecerá en el momento justo, y cuando ella lo haga, Hayashi Izanagi el traidor mostrará la verdad.

-Y entonces All For One.

-Desaparecerá del mapa, para siempre.-ambos sonrieron.

-

Había pasado dos días desde aquella tarde en la que Jun disfrutó de la compañía de su hija, ambas habían retomado su relación con ese pequeño pastel en el local favorito de Tora. Ahora los alumnos de la clase A disfrutaban de su tarde de domingo, en la cual, entre ellos decidieron ver alguna que otra película y juegos, entrada la noche, el ambiente comenzaba a cambiar dado las nuevas sugerencias de cierta pelirosada que estaba aburrida de ver cinco películas de drama, romance o comedia.

-Veamos una de miedo, se lo suplico.-se arrodillaría pero eso significaría, levantarse de su comoda almohada -el regazo de Yaomomo-, y su reposapies, -las piernas de Midoriya-, el cual había intentado no parecer nervioso por las confianzas que tenía su mejor amiga.

-¡Eso suena bien!-exclamó Sero, el cual se encontraba sentado en el suelo, entre ellos habían movido la mesa de café y disponer algunos elementos que se encontraban en la sala para crear su ambiente ''tarde de cine''.

-Tengo mi colección de películas de miedo, ¿queréis que las traiga?-sugirió Reika con entusiasmo, algunos la miraron con extrañeza.

-¿Tienes una colección, Reika-chan?-preguntó Koda algo nervioso, ella asintió efusivamente mirando a su derecha, dado que este se encontraba a su vera.

-Eres una rara de cojones.-habló Bakugo mientras la miraba de mala forma, con su pierna cruzada.

-¿Alguien te preguntó, chihuhua?-sonrió la rubia cinicamente acercándose a él, aunque Kirishima los separaba.

-¿Buscas pelea, psicotica?-rechinó el rubio, mientras presionaba su mano con fuerza en el apoyabrazos.

-Chicos piensen en mí, estoy en medio.-musitó nervioso Kirishima, encogiendose entre ambos.

-Entonces serán películas de miedo.-confirmó Ashido sonriente, mientras alzaba el brazo.

-En estos momentos me alegro de tener una amiga como Reika.-río la pelirosada levantándose de su postura, por lo tanto poniendose de pie.

-¡Yo paso de esas mierdas!-gritó Bakugo levantandose de su asiento.

-Eso lo dices porqué no te gustan.-se burló Reika usando su mano para tapar la zona bucal, por supuesto, burlándose del rubio.

-¿Qué insinuas?-la miró deteniendo su acción de movimiento.

-Espera-comenzó a hablar Tora, colocándo sus manos en la cadera-¿no será que te disgustas porqué sientes miedo ante las peliculas de terror?-lo miró de forma burlesca.

-¡Eso no es cierto, fluctulencia andante!-estaba en un aprieto ante esa ''acusatoria'' pregunta, los ojos de Bakugo ya estaban blancos ante la furia.

-Venga hermano, relajate.-Kirishima como buen samaritano, intentó limitar la ''fuerte personalidad'' de su mejor amigo.

-¡Calláte, pelo pincho!

-¡No sea malo con Ei-chan!-reprendió la rubia, limitando las malas palabras del joven-¡él es tú amigo, y tienes suerte viejo cascarrabias!

-¡No soy un viejo, tú muñeca de porcelana!-se colocó en frente de ella, a lo que después Reika se alzó.

-¡Cierra el pico, perro pulgoso!-entonces una ronda de insultos comenzó entre ambos rubios.

-Por mi parte me retiro.-sin a penas darse cuenta los presentes, Todoroki se alejó del salón, aunque la pelirosa consciente de ello corrió detrás de él, pillándolo desprevenido en el pasillo, cerca de la puerta del anterior espacio.

-Shoto.-era ya un tiempo en el que Tora nombraba al bicolor por su primer nombre, algo que a él no le importaba precisamente por la cercanía que ese nombre creaba entre ambos, después de todo él no es un gran hablante, muchos sucesos habían ocurrido a lo largo del año y estos pequeños actos ayudan en su relación.

-¿Qué sucede?-sus heterocromaticos ojos no pudieron evitar unirse con los magenta de ella, cuando hacía eso, algo en su interior provocaba una serenidad en él, extrañamente reconfortante.

-¿No vas a quedarte?-esa pregunta, junto a su expresión inconsciente de decepción incomodó al bicolor por completo, no podía decirle la verdad, ¿qué pensaría de él? Intentó no quedarse en blanco cuando respondiese.

-Bueno, no me apetece...-al instante fue interrumpido por la de cabello corto.

-Quería sentarme a tú lado.

-¿Qué?-esa era sin duda una extraña e inesperada confesión.

-Pues, eso-la pelirosa se acercó a él, tan solo tuvo que dar un paso para estar cara a cara con él, Todoroki siempre había sido más alto que ella, después de todo, Tora era como mínimo un poco más alta que Uraraka, unos leves centimetros, aquellos que le permitían poder estar más cercana al cuello del bicolor, aunque fuese el inicio-quiero-pronunció casi en un susurro, este se sintió intimidado, no porqué su cercanía lo pusiese nervioso, sino dada la inquietud y calidez que emitía su pecho en este momento-pasar tiempo contigo-Tora reposó la cabeza en el centro de su pecho, el rubor que iluminaba levemente su blanca piel se incremetó al notar un fuerte palpito detrás de su trabajado cuerpo.

Todoroki se quedó en blanco.

-Me debes una cita, ¿recuerdas?

-Esto, ¿cuenta como una?-entonces ambos se miraron de nuevo, neutros pero con cierta rojez que mostraba esos impulsos que sentían por dentro.

-Casi, puede ser una práctica.

-¿Con todos?-la pelirosa arqueó una ceja divertida.

-¿Te molesta que no estemos los dos solos?-el bicolor la observó con calma, tomandose su tiempo para aprovechar el momento de cercanía, después de todo, no siempre podría apreciar las largas y negras pestañas de Tora haciendo contraste con esos dos orbes extravagantes, o como su cabello corto se encontraba ligeramente ondeado por no haberlo secado después del baño-¿Shoto?-posiblemente podría ser el dulce sonido pronunciando su nombre, pese a ello, fue el suave tacto de su mano rozando la suya.

-Me gusta estar contigo-miró a su derecha-me gusta estar con todos.

-¿Acaso eres un niño?-se burló con una sonrisa entre dientes, no fue consciente de cuando ella se agarró de su dorso, ni cuando él la encerró entre sus brazos. Estaba demasiado concentrado en observar sus pequeñas acciones.

-''Como tú película favorita''.-musito para sí mismo, aunque ella pudo escuchar.

-¿Mi pelicula favorita?-Tora miro hacia arriba pensando en su respuesta, entonces lo miró de nuevo-no tengo ninguna-lo miró neutra-¿y la tuya?-Todoroki relajó el agarre para usar su mano izquierda, esta tomó ese cabello que se encontraba en medio del rostro de la joven, para hacerlo reposar detrás de su oreja.

-Seguramente, sería aquella que fuese a ver contigo.-la pelirosa se quedó abstraída ante su respuesta, intentando camuflar su verguenza, se desizó del agarre y tomó la mano del bicolor-¿Tora?

-Entonces-sonrío, un aura maligna se apreciaba detrás suya-vamos a ver la colección de terro de Reika.

Un sudor frío surco su espina dorsal ante el endiablado gesto, en cuanto fue consciente de ello el chico mitad frío, mitad calor se encontraba sentado en una de las esquinas del sofá, al lado derecho de Tora, esta se encontraba con una gran sonrisa a su vera, contenta por haber disuadido al rubio y al bicolor, el primero ''dado que no quería perder su honor como hombre'', y el segundo por algo similar solo que ''no quería entristecer a la de cabellos pelirosados''.

-¿Cuál es esta película?-preguntó Midoriya, estaba algo desconcertado por la imagen de la portada del DVD.

-¡Frost The Killer!-todos las observaron confundidas a excepción de ambas chicas de cabellos rosados.

-¡Oh, esa es una buena película!-exclamó Ashido, la cual se encontraba al lado contrario de Tora.

-Es una bazofía, solo vosotras dos teneis gustos tan malos y raros con las películas.-Tora las miró con ojos vagos.

-¡Pensé que te gustaba!-chillo ofendida Reika.

-¡¿Cuándo dije eso?!

-¡Mentirosa!-la rubia comenzó a gimotear, Tora resopló cansada por infantil comportamiento.

-A mí me gusta la escena en la que le quitan la...-Ashido con su dedos anular alzado fue interceptada por el sensor de ''spoilers'' de Jiro.

-Aunque no lo hicieses daba igual, Kyoka.-suspiró la pelirosa.

-¡Empieza la película!-exclamó contenta en primera plana la rubia.

-¡Si quieres que vea tu mierda de película, alejate de la pantalla, loca psicotica!-los gritos de Bakugo eran destacables incluso cuando el interruptor de la habitación fue accionado hacia abajo, la cual se apagó gracias a Aoyama, el cual por parecer una bola brillante Tora usaba como exclavo para asegurar los plomos entre otras cosas...

La película comenzó con extrañas escenas familiares sin ningún sentido, algunos seguían observando por cortesía, otros les parecía interesante las raras escenas que surgían (para burlarse seguramente), por otro lado estaban personas como Tora, que solo se encontraban en la habitación para pasar el rato entre amigos, después estaba el dueto de Todoroki y Bakugo, aquellos que rezaban a Buda por la finalización del momento.

Las escenas de terror comenzaron repentinamente, como debía de ser, aunque algunas de formas poco convencionales. Todoroki comenzó a sudar, se había sentado a la vera de la pelirosa para aceptar su petición de ''práctica'' ante su futura cita, pese a ello, hacía diez minutos que se había olvidado por completo de ello, a causa del miedo que comenzaba a torturarle por dentro. Hayashi Tora nunca había padecido tal sentimiento, después de todo, no necesitaba la sangre, golpes o sujetos horripilantes tras una pantalla para saber como se sentía, la palabra ''valor'' y ''no me importa'' está grabado y centrado en su mente.

Puede ser que por ello, tenía la oportunidad perfecta para analizar con calma las expresiones y ''bruscos'' pero tenues, movimientos del joven a su vera.

''Así que era eso...''

Tora sonrió de lado, en cierta forma que su cuerpo emitiese un sentimiento de ''protección'' ante un chico que al doblaba en altura, le resultaba ''tierno'', muy cliché, dado que es una adolescente y comienza ''una historia de amor''.

La pelirosa llevaba una larga sudadera que le hacía de vestido, tenía la obsesión de introduccir sus pequeñas manos dentro de las aberturas de esta, por ello sacó discretamente su mano derecha para posarla en la mano del contrario, el cual se asemejaba a un gato asustadizo, notando las caracteristicas de esa parte, grande con largos dedos, relevos huesudos en los bordes de esta, le sorprendió en gran medida que sus manos fuesen tan suaves, había oído por sus compañeros de los entrenamientos del muchacho, aunque todos parecían colocar un velo de discrepción y tabú.

Todoroki relajó sus hombros para entonces, poder observar a la joven a su vera, ella no miraba la pantalla, lo estaba observando a él, con total seriedad, puede que para otra persona fuese incomodo, pero para él, que era un ápatico expresivo, era tranquilizador.

Porqué así era Tora, ella no se burlaba de los miedos ajenos, ella los abrazaba y les daba un significado para producir una acción.

Y la acción que provocó en el bicolor fue el sentimiento de calma, el impulso de besar sus delineados, pequeños y gruesos labios, produciendo un agarre contra la mano contraria. Sin duda alguna, Hayashi Tora había sido su perdicción desde el primer momento en que vió su ondeado y largo cabello siendo envolvido en el viento tras pisar el suelo.

''Me gusta''.

E incluso sin palabras, Tora sonrió, y esto avergonzó al chico, el cual entre los dos, habían creado una burbuja de caricias entre sus manos y miradas directas hasta el final de la película. Algo que cierta amiga de cabellos rosados había documentado.


-


¡PLUS ULTRA!

Alegría, alegría, quería mostrar momentos cotidianos entre la clase A y nuestra protagonista. Espero que os haya gustado, si tenéis alguna sugerencia aquí estoy.

Estoy analizando mis siguientes capítulos, dado que estoy muy adelantada conforme la historia original del manga, aunque algo tengo organizado, nos leemos.

Un gran abrazo, Kana-sensei.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top