«Campamento».

[▫▫▫]

La estación de policía olía a productos de limpieza y ligeramente a tabaco -el cual provenía del detective en frente suya- o eso pensó la pelirosada, la cual miraba fijamente el pequeño paquete de cigarrillos encima de la mesa blanca. Una fuerte luz clara que iluminaba el cuarto de declaraciones, incordia los ojos de la joven, creando un estado desorientado de la situación. Prácticamente no lograba analizar, razonar o pensar, estaba agotada, como si hubiese estado en un entrenamiento con Aizawa durante horas.

—Takahashi-san, Takashi Tora-san.

Las voces ajenas a ella eran como un filtro de reproducción, como si se crease un sonido de voz siendo escuchado en día de tormenta. Escuchó la voz varias veces, pero su cuerpo no respondía, ni tan solo su mirada se alzaba ante la presencial del detective.

—Tora-san—la calidez de una mano la despertó, el contacto con ese cuerpo la reconfortaba, la piel a pesar de ser áspera era sin duda una sensación agradable, la joven alzó sus ojos magenta hacia el individuo; Izuku Midoriya la observa con seriedad pero con una gran preocupación—Tora-san, si sientes que no estás preparada puedo contar lo que sé.—ella abrió sus ojos ampliamente, sorprendiendo al joven.

—Pu-puedo hablar, yo, lo siento...es solo qué...estaba asustada.—Tora apretó la mano de Izuku, sabía que él no se creería una mentira así, pero era bueno como coartada.

—Takahashi-san.—ella miró al inspector, su mirada gentil le agradó. Esa sonrisa era un pié a continuar con su discurso.

—No sé nada sobre ese hombre, tampoco lo conozco, pero él parecía saber de mí.

Izuku se mantuvo en silencio, pero le preocupaba la razón por la cual la chica estaba mintiendo, y sobre todo porqué estrujaba su mano como si quisiera huir de allí en ese mismo instante. Sus pensamientos le hicieron negarse a sí mismo.

«Tora-san es una buena persona, no puede ser que ella mantuviese algún tipo de contacto con un villano.»

Midoriya la observó con detenimiento; tez blanca como la nieve, mucho más de lo que usualmente es, ojos magenta fuera de lo común, ese cabello rosado que le hacía ver tan femenina. Izuku no podía negar que el aspecto y atuendo de la joven podría engatusar a cualquier hombre. Pero, él nunca dudaría de ella, es cuando entonces pudo recordar las palabras de Shigaraki; ''Significa que a ella...le importas, esta chica es una hipócrita que vive para sí misma. Pero tú le importas, que gran giro''.

«¿Qué quería decir con eso? ¿Debería preguntarle a Tora-san?»

Izuku miró a Tora, para posar sus ojos en él detective. Llevó la mano a su mentón y clavó su vista hacia abajo.

«Si ella está mintiendo es porque esconde algo, y si esconde algo es porque no quiere que alguien lo descubra. ¿Pero por qué? Ella no puede ser mala sí quiere ser una heroína.»—Izuku recordó algo sobre la conversación con Shigaraki. ''Esta chica es una hipócrita que vive para sí misma''.

Izuku miró a la joven de nuevo.

«¿Para sí misma...?¿Qué ocultas entonces, Tora-san?»

El detective había abandonado su asiento, parecía que su divagación había producido perder el hilo de la conversación.

—Bueno, eso es todo. Midoriya-san—el detective lo miró.

—¡Si!—contestó nervioso, Izuku miraba de reojo a la pelirosada. Le parecía raro que ella no se estuviera burlando como usualmente hacía—y Takahashi-san—ella lo miró—gracias por su colaboración.

El detective los acompañó afuera del edificio, encontrándose, con una inusual visita.

—¿All...Might?—Tora parecía impresionada por su visita.

—¿All Might porqué...?—Midoriya se encontraba en el mismo estado. Tora y él símbolo de la paz entrelazaron sus miradas.

—¡Espera! ¡¿Como sabe Tora-san?¡—gritó impresionado. Ella no separó su mirada de el de ojos azules.

—Mas te vale que él no sufra—ella se giró y lo miró de reojo— tu intento de héroe.

All Might y Midoriya dieron un brinco.

«¡¿Intento de héroe?!»

La chica se alejó del lugar, All Might suspiró.

«Asi que ella sigue resentida conmigo... Pensé que al ponerse en la piel de un estudiante de héroe, hacer amigos y volverse fuerte sería menos condescendiente. ¿Qué pasaría si le dijese la verdad? ¿Ella seguiría odiándolo? Odiando al símbolo de la paz...»

Midoriya se encontraba confuso por la situación, tanto como para adentrarse en la más hundida concentración por la que hubiera desarrollado a lo largo de su vida.

All Might suspiró.

—Midoriya mi chico, deja de desarrollar tantas hipótesis. Te diré la verdad.

«Una pequeña parte por lo menos.»

[▫▫▫]

Pasó un tiempo, la localización del campamento cambió, actualmente el grupo de la clase A, se encontraba en el autobús que lo llevaría a su destino. Después de un agradable viaje llevaron a su parada de descanso. Aunque lo que se encontraron allí no parecía ser lo acordado.

—¡Necesito orinar!—exclamó Mineta, mientras apretaba con fuerza su zona íntima. Tora bajó del transporte y suspiró.

—No es necesario que publiques eso...—dijo para sí misma la pelirosada.

—Esto no parece ser la parada de descanso.—comentó Kaminari.

El chico eléctrico estaba en lo cierto, un acantilado en medio de las montañas, el cual a su alrededor estaba rodeado por un bosque.

—¿Dónde está el grupo B?—preguntó Tokoyami.

—Orinar...—pronunció en voz alta Mineta, rápidamente él fue golpeado por una onda de viento.

—¡¿Tora-chan?! ¡¿Por qué?!—exclamó entre lágrimas, mientras intentaba levantarse del suelo.

—¿Sabes lo qué significa repugnante?—él asintió desde el suelo—eso eres tú.

—¡No! ¡No! ¡No! ¡Las mujeres son malvadas!—él chico gimoteaba en el suelo, todos suspiraron.

—Silencio—habló Aizawa, él se colocó a al frente del grupo—podría mentir, pero sin duda todo esto ha sido arreglado por la academia.

—¡Bienvenidos!—una voz femenina se alzó en el griterío, dos mujeres con aspecto de gatos aparecieron en frente de los alumnos.

—¡Linda gata cantante!—dijo la primera chica—¡Con ojos chispeantes rockeamos!—dijo la morena.

—¡Las muy, muy salvajes, Pussycats!—exclamaron al mismo tiempo. Tora las observaba con una mirada de desprecio, sabía que había héroe de diversas personalidades y atuendos, pero ellas eran un tanto extravagantes... es entonces cuando la pelirosada se fijó en el pequeño de ojos vagos y cabello oscuro, al lado de las heroínas.

—Me encantaría presentar al dúo llamado Pussycat, ellas son heroínas profesionales.—aclaró Aizawa.

—¡Uno de los cuatro equipos de héroes que fundó la atención de la unión! ¡Doce años de experiencia...!—Midoriya fue interrumpido por una de las heroínas.

—¡En mi corazón aún tengo dieciocho!—ella había golpeado el rostro del joven.

—He oído que ustedes son buenas en operaciones de rescate en zonas montañosas.—afirmó Tora, ellas asintieron. Midoriya parecía haber resucitado.

—¡Así es! ¡Realmente sabes mucho Tora-san!—los ojos del chico parecían brillar, ella retrocedió algo asustada.Ese apodo había llamado la atención de algunas personas presentes, quienes se preguntaban cuando había sido el momento de tanta cercanía.

—Todo el territorio que abarca aquel bosque frondoso y sus montañas nos pertenecen—explicó la morena—y el lugar donde se encuentra la base es allí.—señaló un punto central del verdoso lugar.

—¡Demasiado lejos!—exclamaron todos.

—¿Por qué paramos aquí, entonces?—preguntó Uraraka.

—Espera, no será...—dijo Tora para sí misma, las dos heroínas sonrieron.

—Son las 8:30. Si son rápidos podrán llegar sobre las 12:00. Los gatitos que no lleguen antes de las 12:30 no tendrán comida.—Algunos comenzaron a correr. Tora se impulsó desde el suelo.

—¿Tora-chan?—alcanzó a decir Uraraka, hasta que todos se vieron envueltos en un gran impulso, un potente ataque de tierra por parte de las Pussycats. Tora se encontraba en el aire.

—Lo siento chicos, pero su viaje escolar ya ha comenzado.—Aizawa se mantenía tranquilo en zona segura, mientras que sus alumnos volaban hacia las profundidades del bosque debido al fuerte empuje de la tierra.

Podrían usar sus quirck mientras se encontrarán en el dominio de las heroínas. Él límite eran tres horas, pero si no lograban sobrevivir en el bosque de las bestias, ese límite no tendría lógica.

Tora saltaba a través de los árboles dejando atrás a algunos de sus compañeros. Mientras todos eran vigilados desde las alturas por los héroes profesionales.

—¡Hey EraserHead! Una de tus alumnas es bastante hábil con el aire.—dijo la morena.

—Ella es Takahashi Tora, su quirck es tipo elemental, controla el viento y lo moldea a su gusto-Tora traspasaba el bosque fácilmente de árbol en árbol—es hábil, inteligente, pero le falta mucha práctica.

—Ya veo, pero por lo que veo ella no es la única, esos cuatro destacan mucho.

—¿Cuatro?—Aizawa miró al punto señalado.

—Comprendo, esos cuatro; Midoriya, Todoroki, Bakugō y Iida. Son los que usualmente destacan a la hora de combatir.

—Incluso si destacan no puedo dejarlo tan fácil, sobre todo para la chica del viento.—la mujer rubia sonrió de forma sombría.

[▫▫▫]

—¡Por fin llegaron!—exclamo la gata morena, la clase A había logrado llegar al campamento sobre el anochecer. El lugar era amplio con un gran edificio en el centro, y algunas mesas fuera del recinto.

—Al mediodía mi trasero.—exclamó Sero.

—Maldita sea, me muero de hambre, esto es muy poco varonil.—comentó Kirishima.

—¡Oh, pero han llegado bastante rápido! Sinceramente pensaba que no llegarían hasta la mañana siguiente o peor aún...—habló la gata rubia.

—¡A la mierda con eso!—todos miraron a Tora la cual estaba llena de rasguños, el moño que solía peinar estaba desecho, su cabello largo se encontraba lleno de hojas—¡mandaste un jodido pájaro asesino en contra mía! ¡estaba claro que era un intento de asesinato!—la rubia comenzó a reír.

—Oh querida, si no lo hacía sería demasiado sencillo para tí. Era una forma de calmar ese temperamento tuyo y volverte algo dócil. Esa mirada que dice "soy la mejor".

—Dócil dices...—masculló la pelirosa.

—Pero ustedes cuatro han estado increíbles, arrinconar a mis bestias como lo han echo, sin duda es digno de admirar—exclamó la rubia, hasta que comenzó agitarse—además, ya quiero verlos dentro de unos años. ¡Tan apuestos!

—¿Desde cuando ella es tan enérgica?—preguntó Aizawa, la gata morena sonrió.

—Desde que está en edad de casarse.

—Desesperada.—siseó Tora.

—¡Eh, tú, niñata te he escuchado!—Tora comenzó a caminar en dirección contraria a la de ella.

—¡Espera, maldición escucha a tus mayores!

—¿No eras una joven de dieciocho?—se burló la pelirosada, la rubia explotó, un chico se interpuso en el camino de Tora. Él tenía una expresión totalmente sería, la adolescente sonrió de forma arrogante.

—¿Quién es el enano?—preguntó burlona, la gata morena observó.

—¡Oh, es mi sobrino! Kōta ven a saludar ellos estarán aquí durante una semana.—Midoriya se acercó al niño, se agachó ligeramente para extender su mano.

—Mi nombre es Midoriya Izuku, y estudio en la academia de héroes. Un placer conocerte.—el niño golpeó su entrepierna. Tora no se impresionó por la reacción, pero si le molestó.

—No seré tan estúpido como para juntarme con perdedores que quieren convertirse en héroes patéticos.

—¡¿No serás tan estúpido dices...?! ¡¿Qué edad tienes?!—exclamó Kaminari rabioso.

El niño miró a la pelirosada la cual no había cambiado su expresión. Él chasqueó su lengua y ella sonrió de forma altanera, lo que pareció molestar al niño el cual ya había decidido marchar.

—El niño piensa que es un adulto.—bufó Bakugō.

—Me recuerda a alguien.—Todoroki miró a Bakugō, él consciente de ello se enfureció.

—¡¿Qué?!—comenzó a crear explosiones—¡¡no me parezco a él!! ¡¡al menos no contengo mis emociones como tú, mitad imbécil mitad idiota!!

—Relájate era una broma...

—¿Lo era?—se burló Tora a pocos metros de distancia.

—¡¡Cállate maldita pájara!!—exclamó molesto.

—¿Huh?—musitó subiendo la intensidad—¡¿pájara?! ¡¡si me insultas hazlo bien, tu mierda explosiva!!

—Hey Takahashi, antes de ir a descansar ven conmigo.—dijo Aizawa interrumpiendo el intenso momento, provocando un chasquido en la boca del rubio, ella asintió olvidando su discusión con Katsuki.

[▫▫▫]

Mientras en los baños termales se podía escuchar el sonido de una futura tortura.

—Señores, dios los ha bendecido con este paraíso.—comenzó a hablar Mineta, todos lo observaron.

—¿Qué estás tramando Mineta-kun?—preguntó Izuku, el cual intentaba relajarse en el agua.

—Oh, querido compañero, al otro lado se encuentra el reino de las diosas. El cielo, en donde las bellas anatomías de unas féminas nos esperan.

—¡Las aguas termales son lo mejor!—exclamó Ashido, ella daba cierta alegría al lugar allí donde estaba.

—Expulsan las toxinas y mejoran el cutis.—comentó Momo, dirigiendose a Tora, ella asintió.

—¡Cutis!—añadió Tooru abrazando a la pelirosa.

—Tooru no te pegues tanto.—replicó la joven.

Los chicos se sonrojaron pensando en el "paraíso", después de todo son adolescentes en plena pubertad, además las conversaciones de sus compañeras no ayudaban a retener su imaginación.

Mineta se alejó del agua, caminando por el suelo de piedra, entonces pegó su oído en la pared de bambú.

—¡Control! ¡Necesitas control!—exclamó Tenya, intentando hacerle entrar en razón.

—Esos maravillosos cuerpos...—musitó el de cabellera violacea.

—¡Serás desaprobado por las chicas y tu orgullo morirá!—reclamó Tenya, él cual sin duda decía la verdad.

—Joder que puritano eres—contestó con desprecio, Mineta comenzó a usar su quirck para escalar la pared—los muros existen para escalarlos. ¡Plus Ultra!

Entonces el niño que se hace llamar Kōta apareció por la pared de madera, su expresión denotaba molestia, el muchacho se encontraba apoyado en la estructura de madera que mediaba el espacio entre los baños.

—¿Kōta-kun?—masculló Midoriya desde el suelo.

—Aprende lo que es ser alguien digno, antes de apuntar a ser un héroe.— con tales sencillas palabras, lanzó a Mineta hacia el suelo.

—¡Eres una mierda honesta!—gritó en agonía Mineta, los chicos se sonrojaron al instante al mirar hacia arriba.

—Bien echo enano—la pelirosa sonrió al niño, ella había elevado su cuerpo hasta la posición del muchacho, después de todo había escuchado a Mineta, Kōta quien se encontraba entre las tablas de la pared de bambú, miró a su lado izquierdo, encontrándose con la figura de Tora con nada más que una toalla blanca cubriendo su bien delineado cuerpo—parece que incluso siendo un arrogante también eres algo lindo.

Tora tocó su frente con el dedo índice, haciendo que la sangre del niño subiera se acumulara en su cara. Él niño comenzó a balbucear para después sangrar  por su nariz a causa del aumento de la temperatura en su rostro, entonces tropezó, cayendo hacia el lado de los chicos.

Izuku alcanzó al chico en el suelo, no hubo ningún rasguño gracias al viento de Tora.

—¡Gra-gracias Tora-san!—habló Midoriya evitando no mirar a la chica, ella emitió una risa melodiosa que engatusaría a cualquiera.

—No ha sido nada, además tengo unas buenas vistas desde aquí.—guiñó un ojo y se alejó del muro, saltando de nuevo al agua.

Todos enloquecieron ante las palabras de la joven, hasta que el baño masculino comenzó a emitir más vapor.

—¿Hey chicos, no notan el agua muy caliente?—habló Ōjiro con el ceño fruncido, saliendo de la fuente termal.

—¡¿Todoroki?!—exclamó Sero, al darse cuenta de quien lo producía.

El chico intentaba congelar su lado izquierdo sin resultado, y junto a las explosiones de Bakugō bajo el agua, creaban una temperatura no muy agradable.

—¡Mierda, Bakugō deja de calentar el agua, está hirviendo!—exclamó Kirishima usando su robustez.

—¡Todoroki no uses tu lado izquierdo, quema!—exclamó Kaminari, saliendo por patas del agua.


[▫▫▫]



—Hey Todoroki—él joven se alarmó ante la llamada de su compañera, no podía mirarle a los ojos después de lo ocurrido—¿me estás escuchando o me estás ignorando? Sea lo que sea mírame.

No fue una buena opción cuando el muchacho detuvo sus ojos en la silueta femenina envuelta en un kimono de Tora. Se quedó sin habla al verla, aunque él chico no encontraba la razón.

—Hey Todoroki, ¿te encuentras bien, o que acaso soy tan bonita que te has quedado sin habla?—la pelirosada bromeaba con picardía, debía admitir que era divertido ver las expresiones en aprieto de su compañero de clase, el cual siempre parecía tener un rostro imperturbable.

Hasta que no pudo evitar sorprenderse por el leve sonrojo que vio en el rostro del bicolor. Ella por primera vez se puso nerviosa.

—E-era sólo una broma, en serio.—intentó reír.

—No voy a negarlo, te ves bien en kimono.—admitió con su usual expresión, o eso parecía mantener.

—O-oh...gracias.

—Voy a mi habitación, descansa.—él chico se alejó, dejando en el cuerpo de Tora una extraña sensación.

«¿Qué diablos acaba de pasar? ¿Son imaginaciones mías?»

Tras la ida del bicolor, el rubio se encontró con la pelirosada apoyada en la pared, debatiendose que había ocurrido, este cruzó la esquina del pasillo hasta llegar a ella.

—¡Hey pájara de mierda!—un sonrojado y molesto Bakugō apareció—¡¿qué llevas puesto?!—ella al escucharlo rodoó los ojos.

—Se llama kimono, aborto de mandril.

—¡Ponte otra cosa, te queda como la mierda!—ella chasqueó su lengua.

—¡Como si me importara tu opinión!

—¡Espera!—gritó él molesto—¡¿a dónde mierdas vas?!

Tora se alejó de los desagradables gritos del rubio, tropezandose con el torso de un peliverde algo nervioso por el roce. Este iba con tan solo una toalla, dado que había llevado al pequeño a reposar por su desmayo. Ella lo miró de arriba abajo, dado su aspecto, mientras rozaba su nariz.

—Deku no sabía que eras así de atrevido—ella unió sus manos, y como si rezara a una estatua de Buda, pronunció—me disculpo por pensar que eras ingenuo e inocente.

—¡¿Tora-san?!—exclamó avergonzado.

[▫▫▫]

¡PLUS ULTRA! 

📣ABRIMOS ARCO📣

¡Un largo capítulo aspirantes a héroes!
Junto con él comenzamos una nueva etapa de la historia; no encontramos en el campamento de verano donde muchos sucesos importantes se harán realidad. Entre ellos más villanos... ¿Creen que Tora-chan será suficientemente fuerte para enfrentarlos?


¿Ha habido alguna parte en concreto de este capítulo que les haya encantando? ¿Y divertido? ¿ Tal vez haya logrado hacerles reír con este capítulo?

He de añadir que si tienen una ocurrencia sobre situaciones que les gustaría que sucediese pueden dejarlas en los comentarios. Y si son bastante extensas por mensaje privado.

No recordé mostrarles esto en el capítulo anterior, parece que mi corrector de Buenos Aires reconoce el terror de Mineta por Tora-tan.

😂😂😂

¡También pueden dejarme un comentario mensaje privado para hacer recomendaciones sobre la historia! Por último recordar, toca en la estrellita si te ha gustado el capítulo, y anímate a comentar, eso me motiva a seguir con la obra. Tu opinión es importante.


Me olvidaba os dejo esto como regalo;

Ahora sí, Kana-sensei se despide.

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