«Apatía».
—Tenemos visita.—alegremente Iida se dirigió a sus compañeros, los cuales se encontraban descansando después de las clases, por supuesto comodamente en atuendos hogareños junto a unas tazas de té o café en el salón.
—¿De quién hablas?—preguntó Midoriya, confundido por sus palabras, este se encontraba a la vera de su mejor amiga, la cual prestaba su total atención libro de poesía que tenía entre sus manos.
—¡Con ojos brillantes!—exclamó la morena, de nombre Mandeley.
—¡Con garras felinas estamos para ayudar!—la continuó la de ojos saltones.
—¡De la nada aparecemos!—exclamó el ya tan conocido hombre corpulento, Tiger.
—¡Sin que lo notes te arañamos!—finalizó Pixie-Bob.
—¡Los wild, wild, Pussycats!—al unísono y añadiendo ''fuera de labor'', los cuatro integrantes presentaban a los estudiantes una magnifica coordinación junto a sus ya tan caracteristicas posiciones. Felices por su llegada algunos de los alumnos emitieron su nombre grupal para recibirlos, añadiendo que su sorpresiva visita equivalía a bollos de carne.
—¡Me alegro de que estén bien, gatitos!—exclamó la rubia parlanchina, la misma divisó la cabellera corta de Tora concentrada en su libro, acercándose a ella, palmeó su hombro desde encima del respaldo—¡hey, Hayashi!—esta la ignoró completamente, provocando un volcán en erupción—¡maldita criaja, responde a tus mayores!
—Hasta que por fin reconoces que eres mayorcita—cerró su libro y suspiró, levántandose con el objeto apoyado en su antebrazo—felicidades, ahora ya puedes jubilarte.—le sonrió Tora falsamente.
—¡Tú maldita maleducada!—la rubia fue tomada por los brazos gracias a sus dos compañeras, el hombre se acercó a la muchacha observándola detenidamente.
—Sentimos no haber estado allí para ayudarlos.—la disculpa de Tiger fue reconfortante para Tora.
—Lo intentaron más que nadie, no tienen porqué disculparse—dijo la pelirosa—además, no pensé con la cabeza, fui demasiada impulsiva y salté junto mis emociones—se giró ante ellos e hizo una reverencia—siento haber provocado tales problemas.
—¿Quién es ella?—pregunto Ryuko , la cual recibió un zape por parte de su lider.
—No es necesario que te disculpes, eres una estudiante que debe aprender lo bueno y lo malo del mundo, en cambio nosotros, somos héroes profesionales que no ocuparon sus funciones, agradecemos tu comprensión y lo sentimos mucho, Tora-chan.
—Mandeley-san...—musitó la adolescente, sin duda tenía suerte de estar rodeada de personas amables, pero sobre todo de poder aprender de mujeres como ella.
—También, tenemos que agradecerte a tí—la morena sonrió, confundiendo a la joven, la adulta acercó a un pequeño niño de apenas siete años, moreno y con una gorra con cuernos—Kota ha estado hablando de tí constantemente, te has vuelto su inspiración.
—¡E-eso no es cierto!—exclamó ruborizado, eso enterneció a la pelirosa, la cual se colocó en cuclillas junto a él.
—Ha sido un tiempo, Kota.
—Sí—bajó la mirada—¿te encuentras mejor?—preguntó el menor mientras la miraba de soslayo.
—¡Oh, mis heridas hace mucho que curaron!—aunque era cierto, seguía poseyendo alguna cicatriz.
—Me alegro, así podrás trabajar para ser heroína.—sonrió timidamente el niño, fue entonces cuando Tora recordó algo.
—Te diré lo mismo que en aquel entonces, ''escogo ser héroe, para hacer más cosas como estas''—él niño se sorprendió, no creyó que recordase ese momento de forma tan concreta—después de todo, he conseguido una carta de agradecimiento maravillosa.
—¡¿La leíste?!—pensó que no la habría tomado, tan siquiera, ella asintió efusivamente.
—¡Gracias, Kota!—lo abrazó, enterrandolo en su pecho, el pequeño se sonrojó al instante al sentir la calidez de la aspirante a heroina.
—Que suerte, ¿verdad Kota?—añadió su tía, burlandose del menor—aunque no solo Tora-chan es su inspiración, miren.—Midoriya pudo divisar unas deportivas similares a las suyas.
—Esos zapatos...—musitó Tora, soltando de su agarre al niño, el cual se separó velozmente avergonzado.
—Dijo, que definitivamente tenían que ser rojos.—Mandalay observó a Midoriya el cual sonrió a Kota.
—¡Estamos conjuntados!—su respuesta fue tan inocente, que el grupo tuvo ganas de abrazarlo.
—Pero—comenzó a hablar Sato, el cual traía en sus manos una bandeja con varias tazas de té—¿qué les has traído de vuelta a la U.A?
—Queríamos hacerles saber que regresamos.—sonrió ligeramente Ryuko, todos comenzaron a felicitar al cuarteto.
—Ragdoll, ¿ha vuelto a la normalidad?—Midoriya observó a la de cabellos castaños con suma preocupación incluso algo impaciente, ella negó colocando sus puños imitando a un felino.
—¡Seré un gato oficinista!—Tora se colocó a la vera de Midoriya, observando con seriedad a la integrante de los PussyCats—apoyando desde las sombras.
—''Ella es una mujer fuerte, me pregunto que haría yo en su situación''—Tora observó sus manos—''hubo un tiempo en el que deseé no tener kosei''.
—Hemos recibido un reporte de Tartarus—tras escuchar el nombre de la prisión de alta seguridad, la pelirosa enfocó su atención en la rubia—estamos investigando exactamente cuantos quirks o de que clase ha robado—la de orbes magenta apretó sus puños mientras dirigía su mirada al suelo—aunque parece que la única forma de manejar la situación es no dejando que haga algo.
—Él quiere que le permitan usar su habilidad para escapar.—indicó la pelirosa, Ryuko asintió.
—Entonces, ¿por qué decidieron regresar?—preguntó Momo.
—Ibamos a retirarnos—habló Shino—pese a ello, surgió el ranking japonés, el cual nos situó en mejor posición de la que podríamos haber esperado.—concluyó suspirando con una mueca.
—Ranking...—musitó la de orbes magenta, la líder observó a la chica con neutralidad, todos parecían entusiasmados comentando sobre las nuevas listas de rankings asignados a los héroes del momento, en la cual se valoraba la porpularidad y poderío del individuo más habilidoso—un ranking sin el símbolo de la paz.—susurró para sí misma.
—''Me pregunto si papá hubiese estado, sabiendo la verdad de su situación''.
—Tora-chan—la adolescente entabló una conexión con los orbes claros de de Mandalay, una sonrisa entristecida se encontraba surcando su rostro—no importa lo que suceda, la verdadera sociedad de héroes, se encuentra del lado de Izanagi.
Posiblemente se hubiese esperado eso de otra persona, o incluso duvitativamente diría que no, pero era sin duda algo que no podría encasillar ese tipo de afirmación por parte de una de las integrantes de los Pussycats, pese a ello, se olvidaba de que no todos los héroes hablaban mal de su padre, que en realidad si tenía aliados que confiaban en él, y eso, a veces lo olvidaba, dado que había pasado muchos años viendo a su padre como un cobarde traidor, como un progenitor que no amaba su familia y que no guardaba lazo afectivo ninguno, hasta el punto de abandonar a sus hijas y esposa. Así que en ese momento, su conmoción fue inspirada, esas palabras alcanzaron lo más hondo de su ser, conmoviendola.
—Gracias, Mandalay-san.
—Shino está bien, después de todo, soy una vieja amiga de tu familia—Tora la observó con sorpresa—Suzume siempre ha sido una amiga cercana a mí, una persona maravillosa y inspiradora, tienes suerte de tener un modelo como ella—concluyó con una hermosa sonrisa, Tora asintió impresionada, dandose cuenta de que existían personas increíbles a su alrededor o relacionadas con ella—espero que pronto todo vuelva a la normalidad.—la consoló con expresión triste, la aspirante a héroe pudo entender que ella era consciente de la situación familair en la que se encontraba su tía.
—Es hora de irnos, debemos visitar a las demás clases.—añadió Pixie-bob, Kota observó a Tora con suma atención, ella notó su insquisitora mirada y sonrió gentilmente, lo que provocó un sonrojo el menor.
—¡No puedes perder!—exclamó el niño—¡eres una heroína, actua como tal!
—Oi, oi—repitió con vageza—soy una aspirante, dame un descanso.—le sonrió vagamente.
—¡Debes trabajar duro, mujer rara!—a Tora se le hincho una vena, tomó al niño entre sus brazos para estrujarlos.
—¡Que adorable eres, Ko-chan!—el niño se removió entre sus brazos.
—¡Sueltame, mujer loca!
—Realmente se llevan bien.—sonrió Mandalay al verlos juntos.
—Ella cambió un poco, aunque siempre ha sido muy ruidosa.—añadió la rubia burlandose entre dientes.
—No eres quién para hablar, Pixie-Bob.—le regañó el tigre, a lo que ella le miró mal.
—Perdonen.—el grupo de cuatro observó a la muchacha rubia, la cual había estado mirando a los integrantes durante un largo tiempo.
Debía hacerlo, no podía quedar con arrepentimientos o usar acciones cómodas, la chica sostuvo con sus puños la parte inferior de su vestido de lana, sus cabellos servían de cortinas para sus ojos azules, poco a poco, la estudiante se acercó recelosa al grupo gatuno, los cuales notaron su inquisitora mirada desde el momento en el que llegaron, aunque bueno, eran adultos, y héroes debían adecuarse a la situación.
—Oh, tu eres...—musitó Ryuko.
—Mi nombre es Reika, en su tiempo fui usada como peón por la liga de villanos, por ello, quiero disculparme por mis actos crueles—sus palabras podrías haberse tropezado, pese a ello su pronunciación había sido perfecta, pese que la velocidad no había sido la adecuada—perdonen los problemas y dolor que ocasione, lo siento de todo corazón.—Reika se inclinó todo lo que pudo, estuvo a punto de doblegar su cuerpo, y arrodillarse, por lo que cuando estuvo a punto de hacerlo, Ragdoll, Tomoko se interpuso ante su acción con una sonrisa.
—Alza tu rostro—Reika observó la agradable expresión en su cara, y sintió la calidez de sus manos en ambas mejillas—no te odies a ti misma, como tu dices, fuiste usada, tu conciencia estaba en un lugar muy lejano, y estoy segura de que has sufrido mucho más que nosotros, por ello, no blasfemes sobre ti misma nunca más, Reika-chan.
La rubia la observó con sus azulados orbes, ampliados, abiertos como dos puertas al interior de su alma, ahora llorosos por las amable palabras de la ex-heroína, aquella que le habían arrebatado su don, aquella que fue herida por la liga de villanos, a la cual ella misma había ayudado, pero una vez más había sido perdonada, no era la víctima, no se consideraba una, pero siempre la trataban como si ella misma lo fuese. Las lágrimas comenzaron a llegar, surcando los bordes de sus redondeados ojos, mezclandose con los colores impregnados en ambas cuencas, surcando su blanco rostro.
—Gracias, muchas gracias—Reika sostuvo sus manos, las cuales no se habían separado de ella, y frunció el ceño ante el llanto—eres una buena persona.
—Eres una molestia—rechistó el rubio explosivo, creando un silencio en el salón—deja de lloriquear mujer psicotica.—solo bastaron unos segundos para hacer estallar el poco autocontrol de Reika.
—¡Deja de llamarme así, chihahua estúpido!—de nuevo se inició una pelea, Ragdoll observó como Reika aún mantenía lágrimas en sus ojos, pero notaba cuán recibida era por sus compañeros, y eso le hizo feliz.
—Ella estará bien.—le dijo a la pelirosa, la cual le devolvió la sonrisa.
—Si puede pelear de esa forma, sin duda alguna—se burló Pixie-Bob, a lo cual Tora chasqueó su lengua—¡respeta a tus mayores!—replicó la rubia con molestia, ante el comportamiento de la alumna.
—Tienes unos amigos muy raros, mujer loca.—comentó Kota, ella seguía molestandolo, apretandolo con fuerza mientras que intentaba hacer rabiar a Pixie, Tora se detuvo y observó al dúo con una sonrisa.
—Ellos son mis queridos compañeros, por supuesto que tienen que ser raros—río entre dientes, sorprendiendo al grupo de cuatro y al menor—por ello, para poder ser mejor persona, para poder comprender mejor a los que me rodean, Shino-san—la mencionada la miró con atención—hableme más sobre aquellos aspectos que desconozco de mi familia.—Mandeley asintió con una sonrisa.
—Claro, cuando así lo desees.
—¡Escuchen, Endeavor está peleando contra un bicho muy feo!—Tora miró al instante la figura de Kaminari, el cual se encontraba de pie frente al televisor, todos se acercaron para ver la escalofríante escena en pleno centro de la ciudad.
—Justo después de haber publicado las posiciones del top diez de héroes.—comentó preocupada Kyoka, la cual se mantenía sentada en frente del televisor.
—¿Qué diablos es eso?—preguntó Kirishima señalando, Todoroki se colocó a la vera de Tora, la cual se encontraba en frente de la gran pantalla con sus compañeros de clase, ella lo observó de reojo, viendo algo de inestabilidad en su expresión, ante ello, no pudo evitar imitar su expresión como el reflejo de un espejo.
—Es un noumu—la clase A miró a Reika, la cual parecía aterrorizada ante la imagen del ser amorfo y negro—¿qué hace un noumu en la ciudad?
—¿Noumu?—repitió la rosada ante la declaración de su amiga—¿qué es eso?—Reika se mantuvo en silencio, como si hablar sobre ello fuese un pecado capital.
—Esos bichos son los que rodeaban a Tora-chan cuando estaba atrapada por la liga, ¿cierto?—preguntó Kirishima dirgiendo su rostro al peliverde, Midoriya asintió.
—Parecía ser un laboratorio, realmente ellos crean esos seres.—aclaró llevando su mano al mentón.
—No fue una imagen agradable de ver.—dijo Iida el cual apretaba sus puños con fuerza, mientras que clavaba su atención en el televisor detrás de Todoroki y Tora.
—¡Qué horrible atrocidad!—añadió Yaomomo llevando ambas manos a la boca, la chica intentaba no temblar en uno de los asientos disponibles en el sofá del salón, por otro lado Tora se enfocó en los movimientos del héroe, era increíble, la forma en la que se desplazaba, a simple vista podría parecer un hombre robusto que provocaría movimientos lentos y monotonos, en cambio, podría apreciarse cierto nivel de velocidad y potencia de impulso, aunque por lo que parecía no el suficiente.
—Él es bueno usando el fuego.—comentó la pelirosa con obviedad, sin querer pronunciar su opinión desglosada.
—¡Claramente, es un héroe de fuego!—dijo Mineta—¡además de ser el actual número uno!—su segunda observación sorprendió a Tora, ¿cuantas horas había estudiado para obtener conocimientos, información que pudiese vencer a los héroes profesionales más poderosos, a Endeavor y eliminarlos del camino de su padre?
—Número uno...—algo se sintió mal dentro de ella—''si papá estuviese aquí, ¿sería el número uno?''—negó con la cabeza, no era el momento de pensar en ese tipo de situaciones, lo importante era—Shoto.—él no la miró, parecía abstraído de la realidad que lo envolvía.
—¡Miren!—exclamó Sero, sus orbes magenta se clavaron en el ahora perforado rostro del nuevo pilar, la sangre salió a borbotones, sorprendiendo a los presentes, ese ser había provocado una gran lesión en el rostro de Endeavor, provocando una situación desastrosa que lo llevó del cielo a la tierra, creando desesperanza en los presentes.
—Como puede ser tan poderoso...—no pudo evitar pronunciar la pelirosada, algo estaba mal en todo ello.
—Todoroki-kun.—musitó Yaomomo, mientras luego sus ojos viajaban a Tora, buscando el refuerzo de su compañera, de su amiga, todos los presentes lo nombraron con plena preocupación en sus rostros, por si no fuera poco, su tutor, profesor de aula, Aizawa había llegado intentando sofocar el ambiente del lugar.
—Todoroki.—lo nombró, el cual hizo oídos sordos ante la ronca voz del azabache.
—No me jodas.—el bicolor apretó sus puños, sin separa sus heterocromanía de la figura desplomada de su progenitor, se encontraba estresado por la situación, la cual le superaba, estaba frustrado. Tora lo miró de reojo, intentando analizar cual sería su siguiente acción, intentando estar serena ante sus inusuales respuestas.
—¿Por qué no se retira?—comentó Reika sin cuidado alguno, ella observaba la figura del hombre, los presentes se sorprendieron ante su comentario—él nunca será como ese hombre, y aún así.—posiblemente se refería a Toshinori, pero incluso si él era conocedor de esa realidad no lo podía evitar, incluso si había pasado mayor parte de su vida odiandolo, no lo podía evitar, Todoroki la observó, su rostro era indescriptible, no podría enlazarse palabra alguna a su expresión. Simplemente era irreconozible, su impotencia desbordaba el corazón de los presentes.
—Él es el pilar—la clase A clavó su atención en Tora, los Pussycats e incluso Aizawa analizaban la situación con suma atención—él es el nuevo símbolo de la paz, y aunque se vea mediocre, aunque su aspecto sea penoso, él es el nuevo héroe invencible de todos.
—Invencible...—Todoroki no pudo evitar repitar sus palabras.
—Porqué eso es lo que hace un héroe—repitió las palabras del pasado, todos observaron la insistencia de Endeavor por mantenerse de pié, viendo comos sus heridas aún abiertas provocaban dolor en aquellos que lo admiraban, Tora miró con confianza la figura del hombre en llamas—''demuestrale a tu familia que eso es lo que hace un padre de verdad''.
Todoroki sentía un hormigueo en sus manos al ver el rostro desfigurado de su padre, no fue consciente de cuando sus largos dedos entumecidos viajaron hasta la calida y pequena mano de Tora, ni cuando ambos entrelazaron sus manos, simplemente surgió, simplemente sucedió, porqué ambos eran el apoyo del otro, fuesen amigos o algo más y eso nunca cambiaría.
—Él lo logrará.—le dijo, como si fuese un hechizo él creyó en sus palabras y asintió, más confiado, más apaciguado.
—El pánico está aumentando.—comentó Tokoyami tras ver como los ciudadanos gritaban para ser salvados, para ser escuchados, Endeavor tomó el gran ser volador entre sus brazos llevándolo más allá de los altos edificios, el impulso creado por las plumas de su acompañante, Hawk, lo propulsaron más allá.
—¡Papá!—exclamó un enfurecido Todoroki—¡estoy viendo!—ambos apretaron sus manos con fuerza.
—''Yo quiero ser la fuerza de este chico''.—pensó Tora mientras lo observaba y entonces, tras el gran impacto aéreo su respiración se detuvo, el bicolor cerró su boca, enterrando sus dientes viendo como su padre se mantenía en pie, con sus últimas fuerzas, alzando el brazo. Todoroki relajó su cuerpo llevando consigo a Tora al suelo, el se apoyó en el hombro de ella, enterrando su frente en su clavícula, la pelirosa, notó el leve sudor creado por la angustia en su cuerpo y él pudo relajarse con el dulce aroma a lavanda, porqué sin duda, ella era su espacio de calma.
—Él alzó su brazo, como All Might.—comentó Kaminari, ella rió levemente.
—En realidad, alzó el contrario, es un viejo astuto—susurró lo último—¿no crees, Shoto?—él asintió.
—Dabi, Dabi, querido—el de cicatrices observó a la mujer de cabello tan negro como la oscura noche, sin sonreír apenas—he oído que has jugado con Endeavor.
—Vaya, pensé que no eras de las que ven las noticias—se burló apoyandose en la barandilla, ambos se encontraban en un puerto, la noche había caído, provocando que los ojos azules de Dabi brillasen intensamente—Nuit.
—Dime Dabi, ¿realmente confías en ese pajarraco?—él no se molestó en girarse, sus ojos se fundieron con la profundidad del océano, y sus oídos con la melodía del agua menciendose.
—Es útil.—contestó con simpleza.
—Por ahora.
—¿Qué es lo que quieres?—preguntó irritado.
—No te enfades amor—pronunció apoyando su torso en la espalda del contrario, el cual portaba una expresión para nada feliz—he hablado con el lolicon.
—¿Tomura?—ella rió levemente.
—Así es, tenemos un trato, por ello vengo a avisarte.
—¿Avisarme de qué?
—En cuanto tomemos a la pequeña fresa, tendrás un lindo encuentro familiar.—Dabi quiso ahogarla, no importaba cuan buena fuese en la cama, ni el grado de obsesión que tuviese con él, nunca podría sentir algún tipo de afecto con la garrapata que tenía encima de su vieja gabardina negra.
—Ya veo.
—También, he visto rondar a esa furcia cerca de la Yuei.
—¿Quién?
—Hayashi Shiori—tras escuchar ese nombre, Dabi sonrió—parece que está vigilando a su hermana menor, incluso si lo hace no podría importarme menos.
—¿Ah, sí?—preguntó despreocupado, o eso aparentaba.
—Después de todo, no puede sacar su cabeza del agujero o serán atrapados por ellos.
—¿Te refieres a los impostores?—se burló el ojiazul.
—La policía secreta, tiene cuentas pendientes con ese héroe de pacotilla.—comenzó a reír.
—¿Y nosotros?—le preguntó con seriedad.
—No te preocupes—la mujer trazó un recorrido con sus dedos, por el abdomen del chico—si intentan algo—tomó su cuello con ambas manos—solo debo hacer que laman mis nuevos tacones de punta rojos.
—Se me olvidaba que eres una fetichista.—farfulló con tranquilidad.
—Y a mí, que eres un aburrido, pero no importa cielo—ambos se separaron, mirándose con seriedad absoluta, ambos lo sabían, pero el hombre no sería aquel que la mandara a la basura, después de todo, el placer seguía siendo placer, incluso si no fuese satisfactorio en su pecho, mientras, por otro lado, estaba la azabache, la cual ardía en deseo por Dabi, la atracción que sentía por él, era lo único que podía calmarla y alejarla de sus miedos, Nuit se acercó peligrosamente a los labios del moreno, con agilidad, introdujo su lengua en la cavidad bucal del contrario chocando con la lengua contraria, ella deslizó su mano a través de la cadera del contrario, separándose así de su boca y sonriendo mientras se arrodillaba entre su entrepierna—deberías sentirte afortunado—Nuit deslizó la cremallera de Dabi hacia abajo y bajo sus pantalones levemente—nunca me he arrodillado ante nadie—bajando así su bóxer—pero tu cuerpo, sin duda merece la pena ser tocado por mis habilidosas y hermosas manos, Dabi.
Ella se dispuso a trabajar con su miembro, mientras que el de orbes azules se limitó a observar con suma apatía a la hembra, ¿qué rostro pondría ella, al ver el desprecio en sus ojos? Un desprecio e inquina que nace por el mero hecho de ser tocado por ella, pero ¿qué importaba? Después de todo, solo había una persona en la mente del de cabello carbón.
—Shiori.
¡PLUS ULTRA!
Definitivamente se ha convertido en un saludo, me alegro de poder encontrarme de nuevo con vosotros en un nuevo capítulo de Aware. He realizado bocetos, esquemas y creo que he comenzado a avanzar un poco más en los siguientes arcos, en esta parte podemos apreciar un poco más el comportamiento entre los personajes.
En galería pueden apreciar el aspecto de Nuit.
¿Cómo describirían hasta el momento los siguientes vínculos/relaciones?
—Tora y Todoroki.
—Dabi y Nuit.
También estoy preocupada por si no he logrado explicar adecuadamente la introducción de los nuevos personajes, villanos, etc.
¿Cómo lo ven hasta el momento?
Otra cosa que cabe mencionar en que requiero de mucha práctica escribiendo erotismo, por ello busco su opinión o consejos.
Espero impaciente sus comentarios y estrellas, un gran abrazo.
—Kana-sensei.
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