El segundo avión, lo recibió tres días después, también de camino a la estación de tren, solo con unas calles de distancia.

❝No tienes idea de lo importante que eres.❞

Decía, con la misma letra desprolija, en el mismo bolígrafo rojo. Parecía emanar incluso, los mismos aires de certeza, como si la persona que escribía esas cosas, realmente lo conociera. Algo que le resultaba imposible, la verdad. Pero no dejó que eso le bajara el ánimo.

Al parecer, era importante. De cierta forma, lo sabía, los cirujanos siempre fueron importantes para la sociedad. Pero esas pocas palabras, lo hacían sonar diferente. Como si él, como persona, fuera importante. No para la sociedad, sino para alguien más. Alguien que le apreciara. Y, a pesar de saber que no habían muchas personas así, se dio cuenta de que sí las habían. Tenía en quién confiar.

Acercó la hoja a su rostro, llegando a notar algo que, la vez anterior, se le pasó por alto. Ese papel tenía olor a omega. Aunque no era ese olor empalagoso que él detestaba de la mayoría de los omegas. Se trataba de un aroma muy agradable; como a mar y a comida casera.

Le recordó a su hogar, más no con tanta tristeza, sino con una nostalgia impresionante. Volvió a guardar el avión en su bolsillo, sonriendo esta vez levemente. Se sentía tranquillo. Al llegar, mucha gente lo notó, era raro ver a Law con una mirada apacible y una sonrisa pequeña. Aún así, nadie comentó nada, ni siquiera sus amigos.

Era bonito ver sonreír a alguien que no sonreía nunca.

De esa forma, su día pasó siendo uno bueno (uno de los mejores, incluso), por lo que, al llegar a su hogar, el cambio fue más notorio que en la vez anterior. Entonces, mientras Rocinante no sabía si preocuparse o alegrarse, el resto de la familia sacaba conclusiones poco acertadas.

Y Law estaba medio en las nubes, pensando en cosas que los demás no podrían ni imaginar. Algo irónico, teniendo en cuenta que, en más de una ocasión, se burló de Baby 5 por "ser demasiado sentimental". En ese momento, si bien no se comparaba (él nunca llegaría tan lejos, gracias), creía comprender un poco esas palabras soñadoras que, antes, le sonaban como en un idioma ajeno al suyo.

Se preguntó a sí mismo desde cuándo se volvió tan blando. Aunque la respuesta era evidente, pero él no tenía problema en negarlo. Tal vez, le comentaría a Cora-san acerca de aquellos misteriosos mensajes en aviones de papel, que tanto parecían cambiar su día a día. Aunque eso sería más adelante.

Era ya un poco tarde. El resto de la familia estaba, probablemente, durmiendo. O quizás su tío no lo estaba, ese hombre rara vez seguía los hábitos de un ser humano normal. Sólo por eso, no se arriesgó a salir de su habitación. ¿Y si se lo encontraba y tenía que hablarle? Demasiada paciencia era requerida, paciencia que él no tenía.

Sin mucho qué hacer, se sentó en su cama, mirando al cielo estrellado a través de la ventana. Presentía que, si lograba dormirse, dormiría sin pesadillas. Ojalá y así fuera. Volvió a recostarse, permitiendo que al fin el sueño le gane.

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Desde un agradable jardín...

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   Habían dos omegas sentados en el césped, juntando flores con alegría y calma. La mayor, de tanto en tanto, se divertía colocándole una en el cabello al menor. Mostrando una amable sonrisa, dejaba que sus delicadas manos adornaran el cabello ajeno, mientras tarareaba una melodía que muchas personas habrían, quizá, reconocido siglos atrás. De repente, se detuvo.

━A ver... mírame. ¡Te quedan muy bien! Has estado creciendo mucho, ¿sabes? Ningún alfa podría resistirse a ti.

━Esas cosas no me interesan━ negó con la cabeza, haciendo un gesto como de disgusto. La joven rió.

━Te interesarán cuando conozcas a tu destinado. Ya verás, todo va a mejorar. Serás muy feliz━ dijo, sin desanimarse.

━Si es que algún día lo llego a conocer. A la mayoría de las personas no les pasa. Ya no━ respondió, sin tristeza, sólo sinceridad. Aunque la otra, sí se entristeció un poco.

━Es muy pronto como para que pienses así. Todavía te queda mucho tiempo para encontrarle. Estoy segura de que vas a encontrarlo algún día, ¡eres tan especial! El mundo parece estar a tu favor a veces. Y de verdad, creo que lo mereces.

   Para no seguir contradiciendo a la otra omega, por miedo a hacerle sentir mal, se limitó a asentir con una sonrisa falsa, para luego darse vuelta y seguir juntando flores. Aunque ella se dio cuenta, su sonrisa falsa era obvia. Le dolía no poder hacer mucho al respecto, más que darle esperanzas. De verdad esperaba que, algún día, el muchacho pudiera encontrar ese tipo de felicidad.

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Pinche Wattpad que me borra los guiones largos y las sangrías :(

Perdón por la demora, como ya aclaré antes, demasiada cosa escolar. Si bien no terminó, al menos lo tengo más controlado. Intentaré no tardar tanto para la próxima actualización, pero sinceramente, no puedo prometer nada.

Ah sí, antes de que se me olvide: escribí re mal el nombre de Shachi, perdón 😂

En fin, ¡nos leemos pronto!