El día de Killer fue bastante malo.

Porque obviamente, sentado mientras bebía con Bonney, el idiota de Kid tenía que abrir el pico y hablar mal de los omegas. Incluso si estaba acompañado, únicamente, por dos de ellos.

Escuchar a los otros dos hablar de él, como si ni siquiera estuviera ahí, también le molestó bastante. Y vaya, la idea de estar con un amigo de Bonney sonaba fea, sí, pero hubiera preferido decirlo él mismo, en vez de tener al pelirrojo metiéndose, como siempre, dónde no le llamaban.

Así que, mientras los otros dos se lanzaban insultos e indirectas de mal gusto, se levantó y se fue.

Para luego terminar caminando por ahí, encontrándose con un alfa cuya idiotez parecía poder rivalizar con la de Kid. Cosa que era demasiado irritante.

- Te estoy diciendo que el Bartie queda a una calle de aquí. Oye, ¡que vas por el lado contrario! - se quejó, mientras el alfa se daba vuelta, a mirarlo con el ceño fruncido.

- ¿Eh? ¿No dijiste que estaba a una calle? Eres muy malo dando direcciones.

- ¿Pero de que estás hablando? ¡Desde aquí puedo ver el cartel del restaurante! - se exasperó aún más el rubio, preguntándose si acaso el otro muchacho era medio ciego.

Podía escuchar a la salvaje de Bonney riéndose, bastante cerca. Traidora.

- ¿No sería media calle entonces? ¡Te dije que eras malo explicando! - se cruzó de brazos, alzando la voz sin siquiera darse cuenta.

Lejos de parecer intimidado, como algunos de esos pobres que tenían la mala suerte de estar pasando por ahí, el rubio parecía aún más enojado.

- ¡Que tú no sepas ni dónde estás parado, no quiere decir que puedas...!

- ¿Que pueda qué? - interrumpió una voz grave.

Ahí, Killer se dio vuelta, con una ligera mueca de horror, al reconocer la voz de Kid. No estaba para nada contento, y eso nunca era bueno.

Detrás de él estaba Law, parado de brazos cruzados, con cara de aburrimiento total. Era muy probable que Cora lo hubiera obligado a acompañar al otro alfa, por razones cursis en las que ninguno de los tres quería indagar.

Killer, la verdad, no estaba asustado en lo más mínimo de que algo pudiera pasarle. Sabe Dios lo mal que dejó a Kid la única vez que se quizo hacer el gracioso con él.

Aún así, casi sentía lástima por el imbécil de cabello verde. Casi.

- Oye, tú eres Kid, ¿verdad? - preguntó dicho imbécil.

- Si ya sabes quién soy, entonces...

- Tu novio da asco para dar direcciones, para que sepas - dijo, en un tono muy casual.

Ahí, los tres lo miraron mal. Killer, porque ya estaba harto de que los confundieran por novios (¿acaso la gente no veía que Kid ni la hora le daba?). El pelirrojo en cuestión, no podía creer que ese alfa cualquiera hubiera dicho que Killer daba asco en algo.

Y Law, seguía molesto por la escena que Zoro y Sanji le montaron en la casa del alfa rubio. Así que mirar mal a Zoro ya se le estaba haciendo costumbre.

- ¡Dale con la silla, Kid! ¡Con la silla! - se escuchó, no muy lejos.

Los cuatro vieron a Bonney, parada detrás de un contenedor de basura, un escondite bastante malo cabe resaltar, mientras comía felizmente un trozo de pizza.

Killer rezó, por la salud física de su casi amiga, y por su propia salud mental, que ese trozo de pizza no hubiera sido sacado de la basura. Aunque, ¿a quién estaba engañando? Conociendo a la otra omega, de seguro que lo era.

Antes de que pudiera lamentarse, volvió a escuchar a alguien.

- ¡Zoro! - exclamó una voz alegre.

De esa forma, llegó Luffy, echándose encima de su amigo con tanta fuerza que lo tiró al suelo. Interrumpiendo así, el escándalo que los dos alfas iban a hacer. Detrás de él iba Usopp, con una clara expresión de inquietud.

No le gustaba estar cerca de alfas desconocidos, después de todo.

- ¿Dónde estabas? ¡Te estamos esperando para comer! ¡Vamos, rápido! ¿Te perdiste? - hablaba risueño.

- ¡Claro que no! Es que este tipo me dio mal la dirección - se quejó, apuntando un dedo acusatorio a Killer.

Dicho dedo, estaba casi tocando el pecho del rubio y vaya, eso a Kid no le gustó en lo más mínimo.

Apartó el brazo entero de Zoro con un fuerte manotazo, parándose entre Killer y él, su mueca de pura rabia tan fuerte que incluso llegaba a mostrar los dientes. Como si fuera un hombre primitivo, en vez de un alfa. El omega rubio soltó un fuerte suspiro, cada vez más harto.

Sin embargo, no fue él quien lo reprochó.

- Oye, Dentado. Zoro no está haciendo nada malo - habló Luffy, mientras ayudaba a su amigo a levantarse.

Lucía totalmente serio.

Antes de que el mencionado pudiera decir algo, Law lo tomó del hombro, usando su mejor cara de "ya cállate, imbécil". Por suerte, esa vez pareció funcionar.

Pero el ambiente seguía tenso y extraño.

Kid alternaba entre mirar mal a Zoro y mirar con interés a Luffy. Killer, lo miraba a él como si fuera el tipo más idiota del mundo. Parecía un poco dolido, también. Law, miraba mal a los dos alfas. Zoro miraba mal Kid. Luffy los iba mirando a todos, aún serio. Usopp miraba al suelo, en su mente repitiendo "si no los veo, no me ven" una y otra vez.

Y Bonney, ya cansada de todos sus dramas homosexuales, se había ido a seguir comiendo a su casa.

Entonces, a paso tembloroso, Usopp se acercó a Killer. Kid ni se inmutó, era otro omega, después de todo. El menor le susurró al oído al rubio, rogándole que calmara a "su novio" y que los dejaran irse a comer en paz, que no querían tener problemas. O, al menos, él no quería.

Si bien ya estaba demasiado cansado de todas las confusiones con respecto a su relación con el pelirrojo, se sintió mal por el omega de rizos, se veía muy asustado. No podía culparlo.

Así que, en un segundo, tomó fuerte a Kid del brazo, haciendo que este lo mirara.

- Oye, ¿qué ha...?

- Cierra la puta boca y deja de hacerme pasar vergüenza ajena de una vez, Kid. Ya no eres un niño pequeño como para andar haciendo berrinches por estupideces - le habló, el tono calmado, pero también lleno de veneno.

Y Kid, hubiera hecho trizas a cualquier otro omega que se atreviera a hablarle de tal forma. ¿A Killer, sin embargo? En ese momento, le tuvo algo de miedo, incluso.

Su propia ira no era nada en comparación y lo sabía.

Así, el rubio terminó yéndose a paso fuerte, siendo seguido por un alfa que no paraba de murmurar penosos intentos de disculpas. Law suspiró.

- Ah, hola Torao - lo saludó Luffy, no tan animado como siempre, pero tampoco tan serio como antes.

- Hola, Luffy-ya. Perdón por lo de Kid, es un imbécil.

- Ah, no hay problema... tengo hambre - dijo de repente, haciendo que Zoro niegue con la cabeza y Usopp se ría, ya más tranquilo - Oye, ¿quieres venir a comer con nosotros?

Y Law, en parte, quería negarse, pues no sabía si estaba de humor como para reunirse con el grupo completo. Pero, ¿como podría decirle que no a esa cara? El omega por fin estaba sonriendo otra vez, y él, no quería arruinarlo.

- Está bien, sólo por un rato - concedió.

- ¡Genial! Vamos chicos, Sanji nos debe de estar esperando - los apuró.

Y, de alguna forma, se las arregló para arrastrarlos a los tres al mismo tiempo hasta el restaurante. Aunque Law, por su parte, no iba a quejarse.

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¡Buenas noches!

Una actualización decente, ni yo me lo creo. Bueno, casi 😅

Me sorprendí mucho cuando terminé el capítulo y me fijé en las palabras, es bastante largo, comparado a los otros.

Aún así, cantidad no significa calidad, así que espero que les haya gustado. Yo estoy bastante conforme, la verdad.

¡Nos leemos pronto!

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