Técnicamente, su día siguió siendo igual de porquería que la mayoría de los anteriores. Pero él, estando de mejor humor, miró las mismas situaciones con distintos ojos.

   Como por ejemplo, el hecho de que sus amigos fueran tan "ruidosos y molestos". Si fueran tan callados y serios como él, su rutina sería aún más aburrida de lo normal. No, en realidad, quizá ni siquiera serían sus amigos. Sólo unos compañeros tolerables a los que no les hablaría más que para pedir apuntes en caso de faltar y viceversa.

   El punto, es que ya no estaba tan malhumorado con todo y todos. Unas simples palabras anónimas en la mañana, hicieron eso posible. De hecho, al parecer estaba demasiado sereno, porque sus amigos no tardaron en darse cuenta.

—Ey, Law, ¿hay algo interesante detrás mío o qué?— cuestionó Sachi, moviendo una mano frente al rostro del moreno. Este sacudió la cabeza, dejando sus pensamientos de lado.

—Ah, la verdad no. La misma gente inepta de siempre— soltó con facilidad. A pesar de que, escuchando con atención, se podía notar que a su voz le faltaba el disgusto habitual.

—Andas demasiado amable hoy, Doc. ¿Podemos saber porqué, o tendremos que preguntarle a Cora-san?— se sumó Penguin, medio divertido, medio curioso.

—Nada de preguntarle a mi padre. De todas formas, no les va a servir, porque ni él lo sabe.

Se inclinó un poco hacia atrás, cuando los otros tres en la mesa hicieron un sonido poco humano, de pura sorpresa. Sí, valoraba a sus amigos, pero no podía negar que eran unos completos exagerados.

—¿Algo sobre ti que Cora-san no sabe? ¿Qué hiciste, Law? ¿Mataste a alguien?— se sobresaltó el pelirrojo, con una mano en el corazón.

—Por favor, dime que fue Teach. No soporto a ese tipo.

—Yo tampoco.

—¡Chicos, no griten! La gente se puede enterar de que Law mató a alguien.

—No maté a nadie, Bepo.

—Lo siento— se disculpó el albino, bajando la cabeza.

—¿En serio? Qué mal, amigo. Yo te hubiera ayudado a esconder el cuerpo y todo.

—Los cuatro sabemos que no es cierto, Sachi. Penguin tal vez, pero no tú. Y no, no pasó nada, ni hice nada. Cora-san no lo sabe, porque no hay nada qué saber— concluyó con simpleza.

   No esperó los tres pares de ojos entrecerrados que recibió ante esa respuesta. Fácil fue adivinar que no le creían. Pero bueno, tampoco los culpaba, su mentira no había sonado muy creíble.

—De acuerdo, Doctor Misterioso. Vamos a fingir que te creemos. Por ahora.

   Así, Sachi y Penguin intercambiaron miradas, se levantaron y se fueron al mismo tiempo, como los benditos gemelos de otra madre que eran. Bepo siguió mirándole con cara de miope sin lentes durante un par de minutos más, hasta que vio que no le servía y se marchó también, no sin antes disculparse.

   Law sacudió la cabeza. Entre su familia y sus amigos, merecía un premio por lo cuerdo que estaba.

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Cada capítulo está más corto que el anterior. El siguiente va a tener tipo 10 palabras. Ahre.

Me río para no llorar :")

Edit: revisé el contador de palabras y, en realidad, este quedó un poco más largo 0: