➽17.

Se sentía un poco raro. Bueno, no un poco. Bastante, de hecho.

De por sí, no estaba en su naturaleza eso de salir a socializar. Mucho menos teniendo al lado suyo a una omega que se le colgaba del brazo con toda la confianza del mundo. Oh, las cosas que uno hace por amor.

Amor a la comida de Sanji, por supuesto.

Estaba ya pensando en todo lo que comería, aunque bueno, seguro sería casi todo menos el pan, mientras escuchaba la voz de Violet de fondo. Por el tono, parecía estarle preguntando algo, pero él realmente no le prestó mucha atención. Tenía otras cosas en mente.

Llegaron rápido a la casa del rubio, tan elegante como su dueño. Al parecer el viejo chef no estaba, y quizá por eso mismo estaba Sanji tan emocionado al respecto. Por más que de verdad se quisieran, esos dos se la pasaban peleando.

Law jamás se podría imaginar a sí mismo peleando con Cora de semejante forma. Aunque eso podría ser porque el mismo era un omega. Estaba en su naturaleza, que sus personalidades chocaran menos.

Tocó la puerta y fue prontamente recibido por un muy adorable Chopper que lo saludó con alegría. Él pequeño le caía bien, era inteligente, a parte de que compartían el gusto por la medicina. Se limitó a hacer un gesto con la mano, sin embargo, la omega que lo acompañaba no pudo resistir arrodillarse frente al menor y apretarle las mejillas, encantada.

El alfa no podía culparla, la verdad. A su edad, Chopper podría entrar aún en la categoría de "cachorro", por lo que, instintivamente, los omegas tenían la necesidad de mimarlo y protegerlo.

Cuando entraron a la casa, estaba Law ya deleitándose con el aroma, mientras que Violet, cargaba al menor con una sonrisa. No obstante, y para la sorpresa de ambos, el pequeño casi se le cae al suelo, cuando de pura sorpresa saltó para atrás y, después, salió corriendo al frente, a la cocina.

A los brazos de un Sanji en las nubes.

Law no recordaba la última vez que lo había visto tan malditamente feliz. Hasta estaba llorando, el desgraciado. Ambos abrazándose, diciéndose palabrería romántica sin sentido, y aplastando al pobre de Chopper en el proceso.

Sin inmutarse por la escena frente a él, Law tomó al menor de los brazos de Violet, para que pudiera respirar, al menos. Parecía agradecido.

Fue entonces cuando algo hizo clic en su cabeza, algo hizo que se diera cuenta de las intenciones de la omega desde un principio. Ella estaba todo el tiempo hablándole, porque le habían dicho que era amigo del rubio y quería conocerlo, así como quería saber dónde podía encontrar a dicho rubio.

Así que de eso se trataba. Se sintió aliviado. Aunque también se sintió como un idiota. De haberle prestado atención desde un principio, les habría ahorrado el tiempo a todos.

De todas formas, lamentarse por algo que ya hizo no tenía mucho caso, y las cosas parecieron terminar bien entre esos dos, así que no importaba. Se llevó consigo a Chopper, pues ellos se estaban poniendo muy amorosos de repente, y lo que menos quería era que el cachorro quedara traumado de por vida.

- Oigan, consigan una habitación. Ah, y se te está quemando algo - mintió, sonriendo para sus adentros, observando el caos que generó, mientras salía hacia el patio donde estaban los demás.

Conocía a varios de los amigos de Sanji, pero no a todos y, si bien mentiría si dijera que estaba emocionado, sentía algo de curiosidad al respecto.

Fue entonces cuando abrió la puerta corrediza que le llegaron de repente un montón de aromas distintos, a gente que conocía y gente que no, así como a una ronda de comidas y bebidas que ya se había servido hacía poco.

Se encontró con dos mujeres que ya conocía, una omega pelirroja que daba más miedo que muchos alfas, así como una beta misteriosa cuya pareja, un extraño beta de cabellos azules, no se despegaba de su lado. Al ver lo ruidoso que era, Law le tuvo lástima.

Después, estaba Zoro, a quien también conocía, más que nada porque casi siempre lo encontraba perdido por ahí, peleando con Sanji o durmiendo en los lugares más raros posibles. A su lado, un omega desconocido, de pestañas y nariz larga, dejaba que una mujer de cabello azul le peinara sus rizos oscuros. No pudo sentir ningún aroma de ella, y se preguntó si era una beta pura o si sólo estaba usando parches.

Más atrás, un beta muy alto y delgado, que por algún motivo llevaba traje y un afro, tocaba una alegre canción en el violín. Cerca de él, un alfa muy corpulento, de peinado tradicional y llamativos tatuajes azules, parecía escucharle con atención.

Detrás de dicho alfa, sin embargo, parecía haber alguien más. Y, cuando se acercó lo suficiente como para sentir su aroma, y lograr distinguir un sombrero de paja, Law se sintió desfallecer, literalmente.

Al diablo la reunión y al diablo ser cirujano, estaba por morirse ahí mismo.

Sintió miradas preocupadas encima suyo, así como las agudas exclamaciones de Chopper, y aún así, él sólo tenía ojos para aquel que salió de su escondite (¿estaba comiendo a escondidas?) y extendió los brazos, como si quisiera atraparle, como si pudiera, incluso, siendo tan físicamente pequeño.

Siendo un omega. Siendo el omega más hermoso que había visto en toda su maldita vida.

Lo último que sintió antes de, literalmente, caer rendido a sus pies, fue un par de suaves manos, que lo sujetaron con bastante fuerza, evitándole una caída poco dolorosa, pero demasiado vergonzosa.

"La puta madre."








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Hola!

Han pasado muchas cosas, y ha pasado mucho tiempo. ¡Perdón! Hace poco me di la primera dosis de la vacuna, y también comencé mi curso de nivelación para la universidad.

Voy a hacer un profesorado, aunque aún no me decido entre 2 opciones 😌

En fin, el punto es que ya por fin, la fiesta llegó y a Law le pegó fuerte jaja. Ya van a entender mejor el porqué, no se preocupen.

Para compensar por la demora, hice que el capítulo fuera un poco más largo, ojalá y les haya gustado.

¡Nos leemos pronto! 💜💜

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