34
Escucho el auto de su madre estacionarce afuera de su casa, rápidamente se cubrio con las sabanas y fingio estar dormido. Su puerta se abrio, y efectivamente, Lucille entró como de costumbre, para asegurarse de que Daniel estuviera dormido.
Sintio como lo miraba y luego se fue.
A lamañana siguiente desperto tarde, no queria que su madre lo viera en ese estado, aun le dolian las costillas y veia algo borroso de su ojo derecho. No queria salir de su casa, temia ser visto por sus amigas o que esos chicos lo encontraran.
No tenía idea de cómo se habían enterado, y ni siquiera pudo pensar mucho en eso. Tenía otras cosas en su cabeza. ¿Como reaccionaria Johnny si lo ve en ese estado?. Odiaba verse vulnerable, no quería que lo vean y mucho menos que se enteren de lo que paso.
Paso todo el día recostado en un viejo sofá en el sótano, ahí tenían un pequeño televisor, así se le sería más fácil ocultarse de quien lo venga a buscar.
Paso los días pensando en cómo pudieron haberse enterado esos chicos de su secreto. Nadie más que sus amigos lo sabían, y ellos serían incapaces de contarlo a otras personas. Los pensamientos invadían su mente, tanto que casi no dormía.
-¡Pero claro! - se dijo así mismo. Después de pensarlo tanto, se dio cuenta de lo que había pasado.
Esa noche tomó una ducha, comió algo y salió para dirigirse en su bicicleta a la casa del culpable.
Despues de tres días, sabia que no podía seguir escondiéndose, el teléfono sonaba y los golpes en la puerta eran constantes.
Tenía que enfrentar todo.
Ni siquiera sintió cansancio en sus piernas de tanto pedalear, sentía la furia en todo su cuerpo.
En cuanto llegó, sin una gota de miedo o duda, toco la puerta con desesperación.
-¿Daniel? ¿Qué haces aquí?
-Eres un maldito hijo de...
-Espera, espera, antes de que nos desviemos a los insultos, necesito saber ¿por qué viniste?
-Ya se que fuiste tú el que divulgó lo mío con Jhonny.
Mike sólo sonrió
-¿Qué te sucedió en el rostro? - preguntó sin dejar de sonreír. Daniel lo empujó, odiaba tanto a Mike. - Oh vaya, ¿el pequeño LaRusso quiere pelear? Esta bien.
-¿Daniel? - dijo una voz conocida. Daniel se volteó para ver quién era. - Por Dios ¿Qué te pasó? - preguntó alarmada por el rostro del pelinegro.
-No es nada. - Respondió, pero Julie sintió que algo no iba bien, así que se acercó a ambos chicos - Dani, ¿te gustaría venir a mi casa por un momento?
-En un momento - dijo sin dejar de ver a Mike.
-No te preocupes "Dani", nuestro asunto puede esperar...
-Esta bien. - dijo dándose la vuelta lentamente.
Cruzaron la calle y entraron en la casa de Julie. Se dirigieron hasta la sala sin decir una sola palabra.
-¿Ahora me contarás porque nos estuviste evitando? Y lo más importante, ¿qué te pasó en la cara?
Daniel no sabía por dónde empezar. Se quedó callado por un momento.
-No sé cómo explicarlo.
-Vamos poco a poco - dijo Julie - ¿,Tuviste una pelea?
Daniel asintió.
-¿Con quién? - continuo Julie.
-No sé exactamente quiénes eran, estaban en mi clase de natación.
-¿Cómo? Entonces ¿eran más de uno?,¿Por qué?
-Alguien les contó sobre mi relación con Jhonny. - dijo en voz baja y mirando al piso.
-Son unos idiotas, como pueden hacer... eso es...debes decírselo a alguien - Julie estaba indignada - ¿tu madre lo sabe?
-No, no se lo he dicho a nadie.
-Debes decírselo, no debes quedarte callado, esos invesiles seguirán molestandote. - comenzó a caminar alrededor de la habitación - Además, ¿cómo es que tu madre no se dio cuenta? Mirate, te vez muy mal.
-Prefiero dejarlo así - Daniel nunca había temido enfrentarse a nadie, pero esos tipos lo habían lastimado más allá de lo físico, sabían su secreto, y no quería que nadie más lo sepa.
-Daniel...no creo que eso sea buena idea...
-No quiero sonar grosero, Julie, pero este es mi problema, no el tuyo.
-Eres como mi hermano, no quiero que pase algo de lo que nos lamentemos luego.
-Estare bien, sólo quiero...irme
-Esta bien, ¿te acompañó?
-No, estaré bien.
Daniel sabía que debía hacer algo, pero no podía, en otras ocasiones lo hubiera hecho, se habría enfrentado a quien sea aun sabiendo que terminaría golpeado. Pero esta vez era distinto.
Al salir de la casa de Julie, miro la casa de Mike, tenía tantas ganas de ir y golpearlo, pero sintió que no era el momento, quería pensarlo, sabía que Mike era mucho más fuerte. Y para ser sincero, temía a lo que sea que Mike pudiera hacerle.
Subió a su bicicleta y pedaleo hasta su casa.
Le dolía la cabeza y sentía náuseas a causa de no haber dormido ni comido bien los últimos días. El viento soplando contra su cara fue lo que lo tranquilizó un poco.
Vio la casa de Jhonny, solo quería verlo. Tenía miedo de lo que podría pasar, pero sabía que Jhonny siempre estaría para defenderlo.
Estaba por detener su bicicleta, cuando de la nada, sintio como alguien lo empujaba. Cayo con fuerza y se raspo las manos en el áspero cemento de la vereda. Se puso de pie y pudo ver a Mike parado frente a él.
Estaba tan concentrado pensando en Jhonny, que no se dio cuenta de que Mike lo seguía.
-Tenemos algo pendiente - dijo Mike - ¿lo olvidaste?
Daniel lo miró en silencio, no quería pelear con Mike, con solo ver la mirada llena de odio de éste, el pelinegro sentía terror. Sin nada que decir, trato de correr hacia la puerta de su casa, pero sintio como Mike lo sujetó con fuerza y volvía a caer en el piso.
Antes de poder ponerse de pie, volvió a sentir ese horrible dolor en las costillas, el pie de Mike golpeaba una y otra vez contra su cuerpo. Se cubrió el rostro con las manos y en su mente solo pedía una y otra vez que Jhonny llegara a rescatarlo.
De un momento a otro, los golpes se detuvieron. Escucho como alguien golpeaba a Mike, continuaba con las manos cubriéndose el rostro y no vio quien más estaba ahí.
Sintió unas manos ayudándolo a pararse, se quitó las manos del rostro y vio a Brooke junto a él. Por otro lado vio a Jimmy y Dutch golpeando a Mike.
-Ven, vamos - dijo la tranquilizante voz de Brooke, la cual lo guiaba hasta el interior de su casa. - Con cuidado.
Daniel sentía dolor en todo su torso, apenas podía caminar.
Al entrar a su casa se sentó en el sofá con ayuda de su amiga. Brooke le puso un pequeño pañuelo húmedo en la frente.
-Tranquilo, solo respira con calma. - la voz de Brooke le recordaba un poco a la de su madre.
Un poco después, Dutch y Jimmy entraron y se sentaron junto a él.
-¿Qué fue lo que paso?, ¿por qué Mike estaba golpeándote? - preguntó Dutch.
Era inútil tratar de ocultar todo, así que Daniel les relató todo lo que había pasado. Brooke lo vio con los ojos enrojecidos, parecía que estaba apunto de llorar.
-Vaya, que suerte que estábamos cerca. - dijo Jimmy.
-Es cierto - dijo Brooke - veníamos a visitarte. Fue cuando vimos lo que estaba pasando.
-Solo quiero pedirles que no hablen de esto con Jhonny, quiero decírselo en persona.
-Pero son unos malditos hijos de-
-¡Dutch! - dijo Brooke con firmeza. - Daniel tiene razón, es mejor que lo hablen en persona.
-Pero no llegará hasta el domingo, quien sabe lo que podrían hacerle. - dijo Dutch con la cara toda roja por el enojo.
Jimmy tomó la mano de Dutch y dijo -Estoy seguro de que podremos cuidarlo por unos días.
Dutch pareció relajarse un poco.
En ese momento, la puerta se abrió y Lucille entró.
-Hola - dijo con una sonrisa en cuanto vio a todos. - no sabía que estaban aquí, solo compré una pizza. - su sonrisa se borró inmediatamente cuando vio el rostro de su hijo. - ¿Que te paso, cariño? - preguntó con un tono calmado, pero con una expresión de miedo y preocupación.
-Yo...no...no es nada - dijo Daniel.
-¿Cómo qué no es nada? Tienes el ojo hinchado.
Daniel miró a sus amigos y les hizo una seña para que se vayan y lo dejen a solas con su madre. Entendieron con rapidez y se despidieron de Lucille para irse.
-¿Vas a decirme que es lo que te paso? - preguntó con un tono preocupado.
Daniel abrió la boca, pero no salió ninguna palabra y volvió a cerrarla. Sintió como sus ojos se humedecian, así que solo camino lentamente hacia su madre y la abrazó, dejando que las lágrimas salieran y se deslizaran por sus mejillas.
Después de un rato, Daniel se soltó de su madre y la miró.
-Mamá, yo...no sé cómo decirte.
-Puedes decírmelo, cariño.
La miró, pero no supo cómo decírselo.
-No es nada, solo fue una tonta pelea.
-Cariño, no creo que no sea nada, mírate, te vez...
-Te lo juro mamá, no es nada de lo que debas preocuparte.
Sabia que podía confiar en su madre, pero no quería preocuparla.
Hola:)
Perdón por la tardanza, no tuve mucho tiempo para actualizar.
Espero le gusté.
<33
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