8. Avioncito de papel
—¿Este eres tú, Papi? —Tommy señala una foto de un hombre vestido de uniforme de gala, como fondo, la ceremonia de graduación de la academia de policía.
«Despedirse de Gun había sido lo más difícil de partir a la academia. Solamente podría ver a su novio una vez al año por los próximos cuatro, donde regresaría como todo un hombre a hacerlo sentir orgulloso a él y a su madre.
Contrario a lo que le pudieran decir, Off estaba totalmente listo y seguro de lo que quería, así tuviera solamente dieciocho años al internarse en la academia pero tenía una meta y un sueño, además de un anillo de compromiso pendiente que llevara Gun sobre el de juguete.
Bajo la promesa de verse en navidad, se despidieron en la estación, con un gran beso y muchas lágrimas antes de partir.
Hoy, sosteniendo su título y con el flash estallando para tomar la foto, su madre lo abraza, orgullosa y le acomoda la boina, antes de besarle la frente.
—Ve a buscarlo. —le impulsa—. Dile que lo lograste.
Recuerda haber llegado vestido de gala a buscar a su novio, le abrió su suegra y le llenó de besos la cara "Tan grande, mírate que guapo has vuelto Off, estoy orgullosa de ti, hijo" y a su espalda, un joven de delantal rosa y guantes de cocina, asomaba boquiabierto.
Gun estaba tan guapo, en sus veintiún años y con el cabello peinado de lado. Lloró cuando lo besaba, le movió una o dos insignias de su sitio sin importarle a Off nada y le susurró que lo amaba, entre besos y sollozos.
Meses después, se casaron en un juzgado.»
—Esta es de nuestra boda. —señala entusiasmado Off, una foto de ellos dos firmando un papel a un lado de dos hombres de traje, Ohm y New, que fueron los testigos de sus hermanos.
—Se ven guapísimos.
Ambos llevan smoking: Gun, rosa perlado y Off, azul pastel.
«—Felicidades, están casados. —el juez entrega las actas, una vez ambas están selladas.
El matrimonio los recibe con una enorme sonrisa, antes de sellar el trámite con un beso. Los testigos aplauden entusiasmados, Ohm sujeta la cámara y captura el momento en el que se dan su primer beso como un matrimonio.»
—¡Oh, esta es de cuando fuimos con Chimon a la feria! —señala al pequeño de entonces tres años, sujeto en brazos por su esposo y con media cara detrás de un algodón de azúcar.
Chimon no había visto más que una vez durante las fiestas navideñas a su Papá y Gun estaba enamorado de verlos juntos. Este era su primer paseo familiar.»
Más fotos de los pequeños le siguen, muchas de Chimon y una sosteniendo a su hermano Mark, cuando nació y lo conoció por primera vez, fuera de la inmensa barriga que cargo su papi. Hay una de Tommy en la cuna, Poy en la andadera y dos de Win, una dormido en el regazo de la enferma y otra en brazos de Off.
Cuando el pequeño Tommy bosteza, los padres se miran uno al otro, observando las caritas cansadas de sus hijos. Gun está a punto de cerrar el álbum cuando Mark que al parecer ha estado silenciosamente atento a cada recuerdo, pregunta mirando directamente a su padre:
—¿Y cuál fue el verdadero comienzo Papá?
Off le sonríe a su hijo, mira con ojos de hombre completamente enamorado a su esposo y con una mirada le indica que muestre a sus hijos algo en el álbum.
Gun abre la página que alberga una hoja de cuaderno, un poco arrugada, en forma de un pequeño avión. Despega la lámina transparente y deja que Off retire con cuidado el más preciado de sus recuerdos.
"Hola, me gustas... bye"
—¿Es en serio, Pá? Insisto en que eras un caso perdido en esa época.
—Pero no fui yo, Chimmie.
—Es la fecha de nuestro aniversario, han pasado quince años, desde que escribí esa nota.
—¿Fuiste tú, quien se le declaró?
—Me gustaba su padre y nunca creí tener ninguna oportunidad con él. Él era como inalcanzable para mí. Popular, atlético, inteligente y extremadamente guapo.
—Pero yo, secretamente pensaba lo mismo de él.
«Avanza en pasos seguros, uno fuerte tras otro y cuando finalmente llega a la mesa, a New se le resbala el tenedor de la mano.
—G-G-Gun...
El pequeño de cabello negro se gira en su lugar, mirando a donde su hermano señala tratando de hilar su nombre sin tartamudear. Frente a él, radiante y enorme, se encuentra Off, con una hoja de papel arrugada en sus manos.
—Hmm... —El chico se aclara la garganta, se pasa los dedos por el cabello castaño y aprieta con fuerza la hoja en sus dedos—. Yo... ¿te gusto?
Gun abre grande los ojos, cierra la boca, le sudan las manos y parece que se le van a quebrar las piernas aunque esté sentado en ese momento.
—¿P-p-por-qué? —una risa nerviosa escapa de sus labios y Gun se abanica con ambas manos— ahhmmm, bueno, mmm... Yooo, tú... sab-ya me iba, nos vemos eh, gusto en verte, Off, chao.
Cuando Gun se levanta y da un paso a su lado dispuesto a salir corriendo de la bochornosa escena, la fuerte mano de Off le sujeta del brazo sin ejercer demasiada fuerza.
—Gun, hablemos... —sus ojos brillan de tristeza y Gun cierra los propios— ¿Podemos...? ¿Qué tal si...?
—¿Qué, Off? —susurra con la cabeza gacha, él sabía que no tenía sentido hacer lo que hizo, aunque secretamente siempre deseó en su corazón, que su historia con Off, fuera como la de los cuentos de hadas, que un día de repente se dieran cuenta de que estaban enamorados y pudieran escribir un final feliz, pero justo ahora, con Off frente a él, lo único que espera es cualquier tipo de rechazo.
Pero no es así, porque lo que recibe son las manos de Off acunando su rostro, regalándole una brillante sonrisa y su corazón revolotea en su pecho con fuerza, al sentir los latidos del castaño haciendo música junto al suyo.
—Gun... ¿Qué tal si te invito una soda? ¿Qué tal si te digo... pero no en un avioncito de papel... "Hola... me gustas también"...
Una perfecta "O" se forma en los labios del pequeño, no puede creerlo, ¿Realmente estaba sucediendo, o se acababa de atragantar con el almuerzo y estaba muerto? Off Jumpol, acababa de decir que le gustaba. No era posible, seguramente si no está muerto, estaba soñando despierto, como tantas veces ha hecho.
Continúa mirando fijamente los ojos del más alto, no se ha dado cuenta de que alrededor de ellos se ha formado una media luna y todos sus amigos están ahí, parados, observando la escena. Los murmullos y suspiros, son más fuertes a oídos de Off, quien está entrando en pánico, porque no ha obtenido una respuesta...
—¿Llevabas el cabello rubio hace una semana? —De pronto suelta al más pequeño, quien aún lo mira pero, ahora, con cara de ¡qué diablos!— ¡Arruinaste mi foto!
—¿¡EH!? —Ofendido y colorado hasta el remolino, Gun aprieta sus labios, suspira y responde— ¡Yo no arruiné nada!
Era demasiado bueno para ser verdad...
Jumpol, ahí, frente a él después de observarlo de lejos tanto tiempo, se planta con tremendos cojones culpándolo por arruinar una mentada foto que él, ni siquiera sabe cuál es. ¡Es que era el colmo!... acaba de decirle que le gusta y ahora está actuando como un TONTO.
Frente a sus ojos, Gun hace un puchero, su labio inferior abultado y rojo, no sabe si esta avergonzado, triste o enojado, pero es tan adorable a como él lo ve que sin darse cuenta y a pesar de todo el público que tenía, vuelve a hablar...
—Wow... Eres muy guapo...
Los amigos de ambos, festejaron que por fin los jóvenes habían confesado que se gustaban. Estaban felices por sus amigos, pero ahora les tocaba lidiar con las caras de bobos enamorados que se cargaban.»
Sus hijos, apenas con los ojitos abiertos, suspiran y sonríen tras escuchar el relato de sus padres.
Gun toma en brazos al pequeño bailarín, que ya casi está dormido.
—Muy bien, a dormir.
Los niños bostezan y se tallan los ojitos, poniéndose de pie para ir en fila a sus habitaciones. Off lleva cargando al bebé de casi un año, sujetando la cabeza rubia de su hijo mayor, mientras suben por las escaleras. Gun lleva en hombros a Tommy y Mark le sujeta la camiseta. Poy corre detrás de todos, el pequeño es acostado primero junto al hermano del medio en su habitación compartida, donde naves espaciales fluorescentes adornan el techo y una colcha de aliens lo arropa. Gun besa ambas frentes y les desea dulces sueños, antes de apagar la luz dejando encendido un pequeño marcianito a un lado de la cama del menor.
Chimon entra por su cuenta a la habitación después de darles un gran abrazo a sus padres, aunque rápido para volver a su postura de chico rudo y cerrar la puerta con un beso, un los amo y una sonrisa que esconde una vez se queda solo.
Tommy entra a su camita en forma de carro de carreras y Off deja al bebé Win en su cuna, después de decirle que lo quiere muchísimo y por favor, ya no de más lata. Gun le besa la frente al mayor en el cuarto, dejándolo con una gran sonrisa antes de dormir y soñar con un escenario infinito y una multitud que lo ovaciona de pie.
El día ha terminado satisfactoriamente para los pequeños Jumpol.
𝕰𝖛𝖎𝖎 𝕭𝖑𝖚𝖊 ʚĭɞ
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