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El sol iluminaba el jardín de la casa, dando a entender que iba a ser un gran día.

—¡Max, nos vamos! ¡Luego volvemos!— gritó una humana saliendo por la puerta

Un joven schnauzer negro y plata mini se sentó mirando cómo sus dueños se iban de casa con cara de pena. Y desde que salieron, empezó a mover el rabo.

—¡Sí, sí, sí! ¡Hoy es el gran día! ¡Hoy iré a ver a los Perros Molones!—

Max salió al jardín y saltó la valla, siendo libre de su prisión perruna (su casa). El joven schnauzer fue corriendo por la calle hasta llegar a un parque para perros con estructuras alargadas, túneles, flores hermosas, un suelo de piedras y una gran fuente en el centro.

—¡Uau! ¡Es fantástico!— aulló Max contemplando aquel parque de perros hermoso

Pero justo cuando entró, un pastor alemán de pelo corto se le acercó.

—¡Oye, tú, saco de pulgas! ¿Qué haces aquí?—

Max no se sintió ofendido ante el insulto de aquel Perro Molón.

—Mi nombre es Max, soy un schnauzer negro y plata mini, vivo en unas cuantas casas más abajo, tengo 2 años, me gusta jugar a la pelota y sueño con ser un Perro Molón—

El pastor alemán se quedó mirando en silencio a Max.

—¡JAJAJAJAJAJAJAJA! ¿Tú, un Perro Molón?— rió el pastor alemán llamado Rocky

—¡Sí, un Perro Molón!—

Al ver que Max seguía insistiendo, Rocky dejó de reírse y gruñó.

—Escúchame, bola de pelo. Nunca serás un Perro Molón— contestó Rocky con desprecio —¡Y nunca lo serás con ese tamaño tan enano, feo y asqueroso que llevas! ¡Así que lárgate y no vuelvas!—

Cuando oyó esas palabras llenas de odio y desprecio, Max dio media vuelta y se fue caminando a la salida con el rabo entre las patas. Pero justo cuando iba a salir, un pastor caucásico se lanzó contra él, inmovilizándolo contra el suelo.

—¡Así que tenemos un intruso que intentaba escapar a hurtadillas después de recoger información para decírsela a su grupo, ¿verdad?!— gritó el pastor caucásico llamado Boris

—¡No he venido a recoger ninguna información! ¡Sólo quería unirme a vosotros!— ladró Max nervioso

—¡Mátalo! ¡Acaba con él, Boris!— gritó Rocky

"Va a matarme, lo va a hacer", Max no podía moverse ni quitarse de encima a aquel gigantesco perro.

Pero en ese momento, se oyó un ladrido superior.

—¿¡Qué está pasando aquí!?—

Al oír eso, Boris se separó de Max y lo dejó levantarse. Cuando pudo ver con más claridad, Max se dio cuenta de que quien había detenido la pelea justo a tiempo era un gran rottweiler que se acercaba a ellos.

—No me lo puedo creer... ¿¡eres Morton!?— preguntó Max emocionado

El rottwailer se quedó confundido ante la emoción del joven.

—Eeeeh... sí, soy Morton— contestó —El capitán de los Perros Molones—

Max se emocionó mucho más cuando Morton le dijo eso.

—¡Siempre te he querido conocer!—

Morton asintió con la cabeza.

—Vale, ¿pero qué hace un perro como tú aquí?—

Rocky y Boris se apresuraron a decir:

—Espiar—

El rottwailer los miró amenazantes para que se cayasen.

—¡Quiero ser un Perro Molón!— dijo Max

El sueño del joven schnauzer sorprendió al capitán.

—¿Un Perro Molón? ¿Tú?—

—¡Sí, desde que tengo 4 meses he soñado con serlo!—

Morton, al ver la emoción del joven, no pudo evitar admirarlo.

—¿Cómo te llamas, joven?—

—Max, mi nombre es Max— respondió este

—¿De verdad quieres ser un Perro Molón?— le preguntó el capitán

—¡Por supuesto!— contestó Max

—Admiro tu valentía y emoción, joven— le dijo Morton —Está bien, iremos a hablar con Elizabeth, nuestra líder—

Boris y Rocky miraron fijamente a Morton, confundidos.

—¿Quieres decir que...?—

Morton les devolvió la mirada a los 2 perros.

—Sí, le daremos una oportunidad—

CONTINUARÁ...

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