_..... Ruo-

_Ponganle otra horquilla, esa no resalta totalmente los rasgos finos de un Lan.

_Si mi líder de secta. —hizo una reverencia para ir hacia una caja adornada donde parecían haber numerosas horquillas de alta calidad. Buscando entre ellas otra para el cabello de Lan WangJi.

_.... Ruohan... Es innecesario.

_Tonterías, como mi esposo debo proveerte con lo mejor. WangJi permite a este, poder buscar la forma de sacar todo el potencial de tu belleza natural.

Llevaban aproximadamente casi dos horas desde que habían empezado a ayudar con el vestuario y apariencia del segundo Jade de Gusu que para este momento  ya suspiraba cansado de intentar hacer al otro ceder  fallidamente... El Wen era tan terco como el cuando querían.

_¿Esta mi señor?

_.... Creo que...

_Me gusta... —por primera vez en toda la hora fue el de orbes doradas que al ver el adorno sobre su cabello... Realmente le gusto como se veía. No era muy cargado... Tenia mas un aire sencillo pero elegante... Más a su estilo... Le gusto.

_¿Te gusta ese?

_Mn, dejemos este...

_¿No aceptaras un no cierto? —alzo una ceja con cierta diversión al ver a su esposo mirarlo tan seriamente como le era posible, realmente no aceptaría usar otro.— Esta bien, sera este.

_Eso pensé.

Si las sirvientas por un momento quisieron reírse, no lo hicieron para no tentar su posible castigo por reírse del Líder cediendo a los caprichos de su única debilidad... Su esposo.

Definitivamente el palacio del sol nunca se había sentido tan cálido como cuando llego su nueva Madame.