Escondida sobre el estante

— ¿¡ERES UN LIBRO!?.

Nakano dio un leve respingo en su lugar y asintió, de su morral de cuero que llevaba consigo, el que chopper dejó cerca de ella, sacó un gran libro con inscripciones extrañas.

Nami extendió su mano y Nakano se lo entregó, la navegante paso página por página.

— y sabes lo que está escrito nakano-san?.

— pues no, no lo sé.

— tu que opinas robin?.— dijo Nami entregándole el libro a la arqueologa.

— me temo que no lo se.— responde ojeando entre paginas.— pero puedo traducirlo si te parece bien.

— ¡eso es genial robin!.— exclamaron ussop, chopper y Luffy.— ¿verdad Nakano?.— le preguntó Luffy a su amiga.

— harían eso por mi?.

— claro.— responde luffy.

— por supuesto mi hermosa Nakano-swan.

— suuper si.

— yohoho me encantaria ayudar a la amiga de luffy-san.

— yo no tengo problema.— agregó Zoro sonriendo ladino.

La pelinegra esboza una sonrisa conmovida, sin duda los amigos de luffy eran sorprendentes como el, desde niños siempre tuvo ese carisma y gran corazón.

Pero para sorpresa de todos, Nakano se negó aún sonriendo.

— ¿porque?.— hablo el mugiwara confundido.

— creo que...hay cosas que es mejor no saber.

— ...nakano-san

— ¡no te preocupes luffy!.— sonrió enseñando sus blancos dientes.— para mi es mejor estar sobre un estante.

Luffy no responde, aprieta sus puños en señal de frustración y sale corriendo dejando a todos perplejos, Nakano alzó levemente su mano pero volvió a bajar, tal parece que algunas costumbres no cambian.

Ella aceptando lo cruel y solitario de su "vida", y luffy rehusandose a aceptar que Nakano cargue con tanto dolor como responsabilidad por si sola desde niños.

— eres una egoísta.

— ¡oe marimo!.— gruño sanji.

Los demás estaban en silencio.

— disculpa?.— contesta la pelinegra con molestia en su voz al espadachín.— el querer dejar las cosas como están es ser egoísta!?.

— ¡luffy estaba feliz de volver a verte!.— le grita Zoro igual de molesto.— al enterarse de que estabas aquí se alegró, ya perdió a uno de sus hermanos frente a él y creyó que estaría solo.— le señala.

— estoy seguro que nisiquiera te afecto la muerte de ace como a el.— dijo con desdén y frialdad.

Nakano se acercó hasta el, empuño su mano con fuerza y le dio un gran golpe en el estómago mandándole a la pared agrietando esta en el proceso, los demás estaban sorprendidos de que Zoro no frenase el ataque.

— eso me afecto...mucho más de lo que crei.— murmura con la mirada oscura.— ¡luffy es más fuerte de lo que el cree, más fuerte que ningún otro y el no me necesita, porque el los tiene a ustedes.

— y si soy egoísta por preferir su felicidad sobre la mia, entonces soy la persona más egoísta que conocerás.

Dejó a los mugiwaras para ir tras su amigo de infancia, tras su pequeño hermanito.