Capitulo 7-2: La Queender
Al llegar al gremio vio que el lugar estaba hecho un completo caos, caos donde incluso él se iba a unir para conseguir algo de dinero, pero antes habia unas cosas que hacer.
Tomo asiento en una de las mesas vacias y reviso su nivel de mana, ese mini combate contra un monstruo de nivel leviatán solo le habían costado diez puntos de mana, quedando en un 205/220. Una buena cantidad que sería suficiente para poder hacer algún que otro trabajo. Además... había vencido a una Queender, algo hacia que se sintiera bastante orgulloso de lo que había conseguido. Una lástima que no pudiera contarlo debido a que nadie le creería, incluso para él era demasiado loco como había podido vencerla.
Lo atribuyo al factor de la suerte, de no haber tenido ese callejón ¡no! ¡incluso peor que eso! Haber estado en las cuevas profundas de la capa Zero habría sido un enfrentamiento donde el habría perdido si o si, pero, algo estaba molestándole. Algo importante estaba siendo olvidado...
Mientras estaba pensativo, alguien coloco una mano en su hombro. Al mirar quien fue solo vio a varios aventureros con un uniforme que el ya conocía, el mismo uniforme de la familia que le habia dado un trabajo como recolector meses atrás.
—Veo que sigues con vida —reconoció esa voz, era Paul Fénix.
—Hola, Paul —Respondió sin emoción alguna —¿Cómo va el negocio de recolección de piedras?
—Mal ¿podemos sentarnos en esta mesa?
Al mirar con más claridad, vio que habían más miembros de la Familia Fénix: Dos elfos, una enana, un hombre lobo y dos humanos. Los elfos le lanzaron una mala mirada que no le agradaba en absoluto. Su orgullo le estaba gritando que le debía de dar una lección a esos dos, pero los otros tres miembros le miraron sin hacerle caso, así que decidió ser amable.
—Adelante, de todas maneras en un momento voy a ponerme manos a la obra y aprovechar el tiempo de crisis.
Los seis miembros de los Fénix se sentaron en la mesa. Mientras, el desenfundo su espada para revisarla, no quería tener que lidiar con una espada rota, aunque aún tenía su fusil y su espada de hoja azul. Las cuales también puso sobre la mesa para revisarlos.
Se percató que los miembros de los Fénix miraban sus armas sorprendidos. Como si fuera alguna especie de fenómeno, eso comenzó a irritarle un poco ¿Por qué lo veían así?
—Solo son armas para el inframundo —Dijo con naturalidad —No me miren como si fuera un fenómeno.
Tras decir eso tomo su espada normal y comenzó a analizarla buscando cualquier desperfecto.
—Me llamo Aidan, por cierto. Ustedes hagan lo que tengan que hacer. En un momento me iré, así que hagan que no existo.
Paul, quien estaba a su lado solo le miraba, pero era el único que no lo estaba mirando como si fuera algo extraño. Tenía una mirada que no podía explicar.
—¿Te sorprende que alguien que fue recolector sea ahora mensajero, Paul?
Paul se sorprendió por la pregunta pero negó con la cabeza.
—No, es otra cosa.
—Si quieres buscar defectos en mi puedo decírtelo sin rodeos. No soy orgulloso como para decir que no tengo errores ¿me crees que soy ese mensajero idiota que se llamaba Clark?
—No es por eso... solo que... quiero saber de dónde sacaste esas armas.
¿Así que era eso? Se sintió un poco mal por haberse puesto a la defensiva.
—El fusil lo encontré en un cadáver del piso tres... aunque más que cadáver en realidad era su esqueleto pero su mochila estaba intacta. Ahí también encontré esto —Le mostro su pistola mágica, la DARK50 —La espada común la compre en la tienda de espadas de confianza y la espada azul la compre a un herrero joven.
Pudo notar que los elfos que le miraron feo comenzaron a murmurar entre sí. Algo l le estaba diciendo que hablaban de él y que no era algo bueno.
—Si tienen algo en mi contra, deberían de decírmelo ya —Les dijo a los dos miembros —Es de cobardes hablar a las espaldas de una persona y mas cuando dicha persona está delante de ustedes.
—No seas tan duro con ellos Aidan —Le dijo Paul.
—Entonces que esos dos me dejen de mirar como un fenómeno. —Ya habia terminado le revisar su espada, habia perdido un poco de filo, pero estaría bien. Comenzó a revisar su espada azul.
—Yo soy Cirdan... —Dijo uno de los elfos como si le estuviera haciendo un favor. —...y él es Caranthir. Somos aventureros de la Familia Fénix.
Solo les miro de reojo un segundo antes de volver a verificar su espada. La espada azul estaba en excelentes condiciones, incluso estaba un poco de mas que la revisara, aunque pensó que lo mejor era que la llevara a Belf.
—Yo soy Austin y ella es Amanda. También somos aventureros. —Los dos humanos se presentaron y fueron más amables en sus presentaciones.
—Un gusto en conocerlos señor Austin y señora Amanda.
Aunque eso ultimo pareció que le había dolido a ellos dos, quizá tenían menos edad del que creía, aunque no era su problema el hecho de que aparentaran tener más edad del que tienen.
—Ese hombre lobo es de pocas palabras, se llama Hulk... —Paul le presento al hombre lobo.
Reconoció ese nombre de inmediato. Trago saliva e incluso miro de reojo al hombre lobo. Era el mismo al que había noqueado un tiempo atrás, aunque gracias al cielo parecía que no le había reconocido.
—Te ves bastante fuerte... cachorro, para ser alguien de la calle.
Quizá el cambio en su apariencia también había hecho que no le reconociera. En ese entonces tenía el cabello bastante largo y estaba muy sucio. Incluso le cubría una parte de su rostro, ahora su cabello era corto y su cara estaba limpia, aunque aún tenía una enorme cicatriz que le gritaba al mundo que era un excelente luchador y que no deberían de meterse con él por nada del mundo.
—Me lo dicen a menudo, pero no creo que sea demasiado fuerte. En mas de una ocasión he estado a punto de ser aplastado por minotauros.
—Dime, Cachorro ¿crees que podrías servirnos para lo que tenemos planeado hacer?
Solo miro a Hulk de Reojo antes de responder.
—Trabajo como mensajero, si quieres a un mensajero aquí lo tienes. Siempre que el precio del trabajo valga la pena.
Hulk no respondió ante eso, aunque no esperaba que obtuviera respuesta alguna.
—¿y quienes son los últimos dos miembros de la pandilla?
—Ellos son Max y Lucy. Son hermanos,
Esta vez no los miro, iba a ser educado e irse antes de que Hulk le reconociera y terminara en una pelea fea de la que no se iba a liberar con facilidad. Asi que guardo su espada azul y tomo el fusil antes de levantarse para irse
—Fue bueno hablar con ustedes, si me disculpan. Ire a buscar trabajo para ayudar en la crisis de los hol...
—Tenemos algo que podría interesarte, y de hecho, estábamos buscando a alguien que podría sernos de utilidad. —Paul le detuvo tomándolo del brazo
—¿Qué clase de trabajo?
—Un trabajo de casería.
Levanto la ceja y volvió a tomar asiento, eso era algo que le interesaba.
Los trabajos de cacería son cazar a monstruos con un grupo grande conformado de aventureros y en ocasiones de mensajeros. Estos son usados cuando hay monstruos de la capa Zero que de alguna manera llegan a la superficie.
Aunque en realidad los monstruos salen por las múltiples cuevas que hay en Ofristran. Las cuevas profundas son demasiado grandes y aun hay salidas que nunca se han descubierto y que están repartidas por toda la isla.
—Imagino que la caceria es de Holders.
—Exacto, de Holders soldado.
—entonces ¿solo por matar a un Holder soldado podre tener mil bits en mi billetera?
Aquella pregunta sorprendió incluso a Paul, aunque había algunos alrededor que escucharon la pregunta que hizo en voz alta. En la mente de los demás mensajeros y aventureros tuvieron la misma oración en mente "Esta loco".
—Cachorro, no sé si lo sepas, pero los Holders soldados son muy peligrosos. Son los Holders más poderosos solo superados por la Queender.
Dijo Hulk con un tono de preocupación.
—Me he enfrentado a soldados antes, y con un equipo peor del que tengo ahora.
—Aidan, confiarse podría llevarte a la muerte.
En ese momento a su mente vino aquel combate contra la Queender, aquel momento donde casi es atrapado por la telaraña del monstruo y de no ser por el [Estilo del dios cobarde] no habría podido salvarse. Estaba cometiendo un grave error.
—Cierto —Respondió —Aun así, soy un superviviente. Cualquier monstruo que venga hacia mí voy a poder vencerlo con facilidad. Incluso sin usar alguna [Técnica] o incluso uso de mana si es necesario.
—Cachorro, esas parecen ser palabras fuertes. Incluso para ti. Serás fuerte, pero he visto en mis veinte años de aventurero caer a personas incluso mas fuertes por... no diría que lo tuyo sea arrogancia, diría más bien que confías demasiado en tus habilidades.
—Se las debilidades de los Holders Soldado... aunque...
Se puso pensativo por un momento. Si le estaban pagando una gran cantidad de dinero, era por algo que el no estaba viendo por completo. Algo le decía que el panorama no estaba completamente visto.
—¿Qué clase de Holders soldados son?
Hulk dejo escapar un sonido de satisfacción, como si esperara aquella pregunta.
—Veo que aun tienes esperanza Cachorro. Esa pegunta quizá te ha salvado la vida.
Un escalofrió recorrió su espalda y estaba deseando que no le dijeran que eran esos Holders soldados.
—¿Son Holders soldado de clase real?
"Por favor, que no sean esos"
—Si —Paul confirmo sus sospechas.
—¡Por sirena! ¡Tenían que ser esos!
En la jerarquía de los Holders, se encuentran en lo más alto los Holders soldados, pero entre ellos hay dos ramas. Los soldados normales defienden al nido de los Holders pero los de clase real defienden a la Queender, siendo incluso mas duros que los Holders soldados normales.
Eso cambiaba por completo la situación. No es que no pudiera enfrentarles, pero para vencerlos iba a requerir usar el [Estilo del dios cobarde] y también el uso de [Técnicas] para poder atravesar la coraza que tenían los monstruos... aunque, aun tenía una pequeña posibilidad.
Miro de nuevo sus niveles de mana, esos doscientos cinco puntos debían ser aprovechados al máximo.
—¿Aun quieres tomar este trabajo?
Lo pensó por un momento, antes de dar una respuesta.
—Me parece un precio justo. Así que podría funcionar. Hora de ir a cazar unas cuantas arañas.
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