Un Albino que apenas suma una neurona.

"El conocimiento es poder, y a mi me encanta el poder"

Heroína de la sabiduría.           Año 1128.

Leer, una actividad que le tenía relajado. Al ponerse a leer sintió como si se hubiera reencontrado con un viejo amigo. Sus libros favoritos eran los bestiarios, conocer las fortalezas y debilidades de los monstruos era algo que le encantaba, pero, se sentirá raro, casi era como si aquellos libros los hubiera leído antes. Cuando veía a un nuevo monstruo y siempre adivinaba cuál era su debilidad. Una cosa que ya lo tenía frustrado.

Al menos en los primeros tres pisos, ya tenía experiencia lidiando con minotauros, con Holders, con ogros incluso con la temida venus atrapa hombres. Si se hablaba de pisos más abajo como el nueve, si bien tenía experiencia lidiando con los Cerdus, prefería no hacerlo, después de todo a nadie le gusta ver una versión humanizada de un hombre cerdo.

Tenía el conocimiento pero no la experiencia, sin embargo había una sección que le encantaba leer: la sección de las cuevas profundas. en si a el todo le parecía interesante sobre el inframundo, un lugar que desafiaba toda la lógica del mundo era algo que tenia de todo menos cosas poco interesantes, le asombraba saber que habían ochenta y seis pisos descubiertos y que aun no habían desentrañado todos los misterior, pero, para el la capa Zero era algo que sentía que no se le daba la suficiente atención.

No era de extrañar aquello, la capa zero no es parte del inframundo, solo es un obstáculo para llegar al inframundo pero fuera de las rutas seguras, mas concretamente en las cuevas profundas deberían de haber muchas cosas que aún no se han descubierto. La capa Zero tiene un tamaño de cuatro kilómetros hacia abajo, siendo bastante grande, incluso habían cuevas que no se habían descubierto aun.

A raíz de lo que había ocurrido el día anterior, estaba buscando más información sobre los Holders. Lo que encontró no fue ninguna novedad, monstruos con forma de araña que pueden disparar telarañas desde su boca y desde la parte trasera de su abdomen, siendo muy pegajosa y si la araña te envolvía en telaraña podías darte por muerto. Estas atrapan a su presa y la envuelven en una canasta antes de lanzar un ácido en dicha canasta y convierte a la presa en masa que la araña bebe.

Estos monstruos son los que más predominan en las cuevas profundas... al menos hasta donde se conocían, pero la siguiente página del bestiario fue lo que le intereso: La Queender.

La traducción difería bastante, en el idioma albino le llamaban Reina Holder y en el lenguaje común en el que estaba escrito el bestiario le llamaban Queender. En esencia, es la reina de las Holder, siendo bastante... peculiar. el monstruo en si tenía el cuerpo de las arañas de los Holder, pero esta era mucho más grande y encima tenia un torso de una mujer... si es que a su apariencia se le podría llamar mujer, ya que esta tenía ocho ojos y seis brazos, agregando eso los ocho ojos en el cuerpo de la araña y las ocho patas, sin olvidar que además tenia en el frente dos cuchillas poderosas. Teniendo la capacidad de poder generar a mas Holders con mitosis, un monstruo que es una gran amenaza, siendo estas quienes deciden la migración Holder y donde se asientan los nidos.

Un extraño sentimiento pasó por su cabeza, pero decidió ignorarlo. Estaba siendo un poco paranoico, elimino esas imágenes de su mente donde el nido de Holders que le seguían quitaban las piedras de alguna forma y esto desembocaba que la Queender Salía y provocaba caso en las rutas seguras... peor aún, lograban llegar a la superficie.

Lo mejor sería que pasara a otra cosa. Un tema que no tuviera que ver con los monstruos, un día de descanso del inframundo no iba a enfermarle, aunque aún sentía unas ganas inmensas de ir al inframundo, como si estuviera llamándolo.

Golpeo su cabeza en contra de la mesa, y el sonido seco se escuchó por todo el piso de la biblioteca, por suerte no había nadie en el sexto piso y no le llamaron la atención, pero ahora debía de tener más cuidado o terminaría siendo echado por alterar el orden dentro de la biblioteca.

La única consecuencia fue el dolor que le quedo en su frente por haberlo chocado contra la mesa de madera, pero no era algo demasiado importante. Delante de él estaban ya cinco volúmenes del bestiario de los monstruos del inframundo de Ofiria, había muchos monstruos pero de alguna manera había sentido que ya los había leído todos antes.

Así que era hora de centrarse en otros libros. Iba a quemarse la cabeza si leyeran tan solo bestiarios, después de todo El lugar tenía libros interesantes, pero el que más le tomo su interés fueron libros de técnicas. Encontró uno muy bueno "Las bases de las técnicas" escrito por un tal Richard Ford...

... ese nombre, le parecía demasiado familiar. Ignoro ese detalle y abrió el libro para comenzar a leer.

"

Las técnicas son usadas desde que la humanidad ha tenido memoria. No se sabe con certeza de donde provienen pero lo que si sabemos es que estas funcionan con el alma.

No hay una explicación satisfactoria de como nuestras almas pueden hacer eso, pero es algo que los seres inteligentes hemos aprovechado durante siglos e incluso milenios para poder defendernos de los monstruos y incluso para lucirnos ante nuestros familiares y amigos. Aun asi, es fácil comprender como funcionan las técnicas.

Si estás leyendo este libro, quiere decir que dominas una técnica, y quizá quieras dominar otra. Este libro explica la forma de poder canalizar tu alma para que puedas dominar otra técnica del elemento con el que no naciste.

"

Siguió leyendo por un rato y se desesperó, comenzando a adelantar páginas que eran solo explicaciones de lo que ya sabía: sobre la [técnica] de nacimiento, el costo de mana de estas y el cómo los padres determinan el elemento de nacimiento. Hasta que llego a una que le pareció interesante.

"Como sabemos, antes de usar cualquier sub técnica, primero debemos 'cargar' la técnica en nuestra espada, hacha o arma que usemos (aunque muchos le llaman embrujar pero ambas formas son correctas). Este proceso suele ser el más complicado ya que canalizar el alma a un objeto no es tarea fácil, no es algo que tenga un estándar para enseñarse y mucho menos una forma mágica"

Se regresó varias páginas. Concretamente a la primera, necesitaba leer desde el principio... algo no estaba cuadrando en el libro.

"técnicas de nacimiento.

Las técnicas de nacimiento (ligados a los siete elementos), son las técnicas que una persona domina con mucha facilidad ya que su alma esta ligada a dicho elemento, es decir el agua, el aire, la tierra, el fuego, la oscuridad, el vacío y el demoniaco. Siendo estos los cuatro elementos y las cuatro técnicas elementales.

"

—Pero si mi elemento es el hielo ¿de qué rayos habla este libro?

La duda se cernía sobre él. Avanzo unas cuantas páginas para buscar sus respuestas, saltándose temas que ya conocía.

"Técnicas no elementales

Estas técnicas son variaciones de las técnicas elementales. No se les considera elementos y para aprenderlos se requiere de un nivel alto de entrenamiento y mana.

Las más conocidas son: el destello, noche oscura, roca, niebla y hielo (aunque esta última no ha sido desentrañada por completo ya que 'El primero' se negó a compartir información acerca de dicha técnica)

"

—Este libro está muy mal —Dijo mientras lo cerraba —Yo nací con el elemento hielo.

Aunque su amnesia no le permitía recordar su pasado, había cosas que por más amnesia que tuviera, nunca se podría olvidar, una de esas cosas es su elemento de nacimiento.

Una cosa le estaba causando malestar aun cuando estaba seguro de aquello. Miro el libro, sin pensarlo lo pidió prestado. Iba a leerlo con mas privacidad en la posada.

***

—¿Qué está haciendo, Ximena?

A lo lejos, estaba ella vigilando los movimientos de Aidan. El motivo por el que hacia eso era principalmente porque Ana veía algo extraño en él, un sentimiento de extrañeza de que estaba ocultando algo.

Ximena recibió la misión de su jefa de vigilar a Aidan. Disfrazada, se comunicaba con Ana a través de un cristal de comunicación que estaba colocada en su oído.

—Pidió prestado un libro de la biblioteca y está saliendo.

—No lo pierdas de vista.

—Recuérdame porque estoy expiando a un chico de doce años.

—Es porque tengo sospechas de el.

— ¿Sobre lo del seguro del superviviente?

—Si, pero hay otras sospechas.

—Cuales?

—Sospecho que este chico tiene un pasado, o que esta aquí por algo.

—vamos jefa, el salvo a tu hija ¿no estas siendo un poco mala con el?

—estoy conciente de eso, pero recuerda que el nos jodio una operación en la que teníamos meses trabajando. Se que la vida de mi Reiko vale mas que eso, pero tampoco puedo arriesgar el futuro de ella.

—Jefa, si este pais se va al carajo hay muchos países donde reiniciar una vida.

—¿Tu que propones?

—Dicen que en Ethicul encontraron una nueva super mazmorra. Le nombraron la pirámide.

Mientras seguían conversando, perdió de vista a Aidan. Mientras le buscaba, una mano le toco el brazo. Era Aidan.

—Ximena, te diré esto con amabilidad una vez —Se podía ver la molestia en los ojos del chico —Ya me involucraste una vez en tu operación que casi me mata. Así que me da igual si el gremio tiene motivos para espiarme, deja de hacerlo.

Sin decirle nada más, Aidan se alejó de ella.

—¡Eres Idiota!