#87

-Quiero hacerlo...

¿De verdad quería? ¿de verdad quería soltar la mano de su mejor amigo y sacrificarse, dejando a su familia atrás, para obtener una gema?

Sí, sí quería.

Ahora sentía su cuerpo caer por aquel precipicio, sin ningún tipo de freno. Escuchó a Clint gritar y su corazón se rompió.

-Lo siento-. Susurró, justo antes de golpear contra el suelo y que todo a su alrededor se tiñera de negro...

Sentía frío pero ¿por qué? ¿Por qué, a pesar de que estaba segura de que no se podría sobrevivir a aquella caída, tenía conciencia de sí misma y de su cuerpo? ¿realmente había algo después de la muerte? Si eso era cierto, debía pagar muchas apuestas con sus amigos.

-Natasha...

¿Por qué aquella voz estaba llamándola? ¿Acaso aquel ser de cara roja la perseguiría por todas partes a pesar de haber fallecido?

-Bienvenida al mundo de los vivos.

Abrió los ojos de golpe al escuchar aquella última frase. Estaba en el suelo, obviamente, y, contrario a cualquier pronóstico, no tenía ni un solo rasguño. Alzó la vista para observar a su única compañía.

-¿Qué haz dicho? ¿cómo es posible? ¿qué pasó? ¿y Clint?

-Tu amigo consiguió la gema del alma gracias a tu sacrificio. Él regresó a su tiempo.

-Entonces ¿estoy muerta?

-Lo estuviste durante nueve años. Pero hoy, hoy todas las gemas han reclamado por tí, todas juntas.

Se pasó las manos por el rostro y tiró su cabello hacia atrás.

-¿Qué día es?

-Martes, diecisiete de octubre de dos mil veintitrés.

-Pero, hoy viajamos... No entiendo.

-Viniste con tu amigo en dos mil catorce.

Asintió rápidamente. Claro, desde ese año hasta ahora habían pasado nueve años. Suspiró con algo de frustración. Estaba confundida ¿cómo es que "habían reclamado su alma"? ¿qué había pasado con sus amigos? ¿habrían logrado juntar todas las gemas?

Se enderezó y apoyó la espalda contra una roca.

-Tengo que decirles que estoy aquí-. Susurró para sí misma.

Miró el comunicador en su muñeca y empezó a enviar mensajes de ayuda a la persona con la que mayor confianza tenía después de su esposo.

***

19-Octubre-2023.

-¿Segura de que esto es actual? ¿No crees que pudo haberse dañado en la batalla y que ese sea un mensaje viejo?- Wanda parecía escéptica ante lo que estaba escuchando.

-Estoy hablando en serio, ya revisé todo el mensaje, su procedencia, el momento en el que fue enviado, todo. Es Natasha ella está viva-. Respondió Laura con una sonrisa en el rostro.

Pietro se mordió los labios con nerviosismo y Bruce se masajeó la frente, tratando se procesar lo que la castaña le estaba diciendo.

-Hay que ir a buscarla-. Todos levantaron la vista hacia las escaleras al escuchar la voz ronca de Clint.

-¡Amor!- Laura se acercó a él con rapidez y lo abrazó- ¿cómo sigues? ¿te sientes mejor?- El arquero asintió suavemente y ambos se acercaron a los demás.

-Hay que ir por ella- repitió.

-Clint, siéntate un momento, de eso estábamos hablando- le dijo Wanda.

-No hay nada que hablar. Debemos traerla.

-No es tan sencillo, no podemos sacar un boleto a Vormir y ya-. El tono que Pietro utilizó era duro, se notaba que el tema era serio.

-Pues usemos una nave, un cohete, no sé ¡pero hagamos algo, por el amor de Dios!- Exclamó.

-Vamos a recuperarla, de eso no hay dudas. Para hacerlo debemos pensar por un segundo pero, si continúas gritando y actuando como un idiota, no llegaremos a ninguna parte. Asique ahora, guarda silencio o tendré que obligarte a hacerlo.

Ojo de Halcón no dijo nada. Simplemente observó a Bruce, quien lo miraba con seriedad después de haberle dicho aquellas palabras. El rubio solo se sentó junto a su esposa en el sillón y obedeció al científico, este último esbozó una especie de sonrisa como agradecimiento.

-Conozco a alguien que puede ayudarnos a traer de vuelta a Nat-. Dijo el moreno.- Denme mi teléfono, hay que llamar a Strange.

***

-¿Quieres dejar de acosar a Cassie con la mirada y acercarte a hablar con ella?

Harley dio un respingo al escuchar la voz de su hermana en su oído.

-Mierda, April, no me asustes así- se quejó, haciendo reír a la menor.

-Oh, vamos, peleaste contra unos alienígenas del doble de tu tamaño ¿y le tienes miedo a una chica? ¿quién eres y qué hiciste con mi Harley?

-Solo estoy sorprendido, la última vez que la vi era una niña y ahora...- ambos observaron a la chica, quien estaba en la cocina, preparando algunos bocadillos junto a Morgan.

-Ahora es una adolescente súper atractiva y eso, mi querido hermanito, te encanta.

-No seas boba y deja de decir esas cosas- bufó.

April iba a seguir molestándolo pero el timbre de la casa hizo que, prácticamente, saliera volando hasta la puerta.

-Hola Pet- saludó a su novio con un beso rápido y, luego, pasó de largo hacia donde estaban May y Happy- ¿dónde está el bebé más tierno de todos?

Preguntó con voz chillona y tomó al pequeño Dylan en brazos.

-Nunca me había sentido tan ignorado en mi vida-. Bufó el castaño mientras entraban a la casa-. Tia May, tu hijo me está robando a mi novia.

-No seas llorón, Parker. Sabes que tengo amor suficiente para ambos- rió la chica, al tiempo que se sentaba en el sofá y continuaba mimando al bebé.

-¿Eso es todo?- Dijo Happy, después de ayudar a su esposa a dajar el bolso con las cosas de Dylan, ella asintió con una sonrisa-. De acuerdo, entonces ya me voy, iré a ver a Tony y luego a trabajar. Volveré más tarde, te amo.

-Yo también te amo-. El hombre le dio un beso y se despidió de los demás con la mano.

-¿Qué tal vas con la adaptación?- Preguntó Peter, mientras se acomodaba junto a April y la abrazaba por los hombros.

-Es extraño-, dijo con una expresión difícil de comprender- siento que nada ha cambiado, al menos no aquí, pero al mismo tiempo siento que todo es diferente ¿entiendes?

-No del todo- rió.

-¿Cómo están las cosas allá afuera, en la ciudad?- Inquirió Harley, llegando con ellos.

-La gente está asustada, hay muchísima confusión-, May se encargó de responder-, por suerte sus padres ya tenían una especie de plan o algo así. Pero continúa siendo un desafío para todos, es decir, apenas nos acostumbrábamos a estar sin ustedes cuando regresaron de la nada.

-Entiendo, para nosotros no ha pasado el tiempo, mientras que ustedes han pasado cuatro años rearmando sus vidas. No será fácil, para nadie.

-Aún así, me alegra tenerlos de vuelta-, la mujer observó a los tres adolescentes y sus ojos se cristalizaron-. El mundo no era mundo sin todos aquí.

-Oh, tía...- Peter se levantó de su lugar y le dio un beso en la frente- Eso ya quedó en el pasado, hemos vuelto y no tenemos pensado marcharnos.

-Más les vale, necesito que alguien cuide a Dylan- bromeó, logrando que un ambiente relajado y sin tristeza volviese a instalarse en la sala-. ¿Dónde están los demás?

-Rhodey se fue temprano, continúa ayudando a las autoridades y eso-. Dijo April-. Hope y Scott están arriba, guardando sus cosas porque se irán en la noche a San Francisco, y Cassie está con Morgan, terminando de hacer galletas.

-Iré a saludarlas y a ayudar con esas galletas-. Anunció la mayor y luego se retiró a la cocina.

-Si me necesitan, voy a la nave preguntarle algo a Nébula.

-De acuerdo Harls-. Asintió su hermana, mientras el rubio salía rumbo al lugar donde estaban los Guardianes.

Peter aprovechó el momento a solas y se acurrucó aún más cerca de la chica, abrazándola por la cintura y escondiendo la cabeza en el hueco de su cuello.

-No sabía que te gustaran los bebés- comentó, mientras observaba como ella acariciaba el rostro de Dylan, quien ya estaba dormido-. La única vez que te había visto jugar tanto tiempo con uno fue con Morgan.

April soltó una risa corta, seguida de un pequeño suspiro.

-Soy buena con los niños, me crié en un orfanato y llegó un punto en el que yo era la mayor de todos, me sentí en la obligación de cuidarlos. Supongo que por eso conecto tan bien con ellos-. El castaño asintió, tenía ganas de seguir preguntándole cosas, pero sabía que a su novia no le gustaba hablar del pasado, asique murmuró un "Entiendo" muy suave y desvió la charla hacia otro rumbo.

-Hablé con Harry hace rato- la menor lo observó con expectación-. Es obvio que ya sabe de lo nuestro-, comentó nervioso.

-Digamos que eso era de esperarse después de nuestra escenita en medio de la batalla-. Ambos soltaron una risita al recordar aquel momento.

-De todas formas, ya lo sabía. Lo supo al poco tiempo del chasquido; tus padres y May pensaron que decirle era lo correcto.

-¿Te dijo cómo lo tomó?

-Al principio le dolió un poco, él seguía sintiendo algo por tí, pero admitió que tenía sus sospechas y que, de todas formas, estaba feliz por nosotros. Además, tuvo cuatro años para superarlo- bromeó, haciéndola reír.

April se levantó y dejó al bebé en su carrito. Luego regresó junto a Peter y lo abrazó con fuerza, apoyándose en su pecho.

-Es bueno que ese tema haya quedado cerrado, aunque debemos hablar con él en persona, al menos sabemos que no hay rencores ni nada por el estilo-, murmuró.

-Tienes razón-. El castaño besó su cabello y la atrajo más cerca suyo-. Me alegra tenerte a mi lado. Entiendo no llevamos tanto tiempo juntos pero, de verdad, hay cosas que solamente tú puedes causar en mí-. Suspiró y le acarició el rostro-. Me haces sentir tanto al mismo tiempo, que no encuentro palabras para describirlo.

La menor lo miró y quedó completamente perdida en aquellos hermosos ojos caramelo. Peter era todo lo que necesitaba para ser feliz, de eso estaba completamente segura.

-¿Crees que esto sea... la palabra con "A"?- Inquirió ella, con algo de miedo en la voz.

-No lo sé, pero estoy dispuesto a arriesgarme, solo si es contigo ¿y tú?

-Sabes que, si saltas desde la cornisa de un edificio, te seguiré.

-Sabes que, de hacerlo, siempre estaré para atraparte.

-Entonces, creo que ninguno tiene nada que temer.

-Haces bien en creer eso, Princesa.

April sonrió y unieron sus labios. Siendo sinceros ¿a qué podían tenerle miedo si se tenían uno al otro?

***

Ya llevaba dos días en aquel lugar y nadie respondía sus mensajes de auxilio. Tenía hambre, sed y miedo... muchísimo miedo. ¿Acaso había resucitado de su heroica muerte solo para morir de una forma tan lenta y dolorosa? Lo único bueno era que solo ella y el tipo rojo sabrían de eso.
Buscó en el bolsillo interno de su traje y sacó una fotografia. Ella estaba en la camilla de la clínica, su rostro mostraba cansancio pero, sobre todo, felicidad al ver a Bruce, quien sostenía a una Alexa recién nacida en brazos y le daba un beso en la cabeza. Recordaba ese día tan vívidamente que le parecía una locura que hubiese pasado hacía tres años. Le dolía profundamente no haberse podido despedir de su hija pero, al mismo tiempo, se alegraba de no haberlo hecho. ¿Qué diablos le hubiese dicho?

Un sonido extraño a sus espaldas llamó su atención. Giró la cabeza en esa dirección y su corazón dio un vuelco dentro de su pecho.

-¿Nat?- Aquel par de ojos celestes se clavaron en los suyos, haciéndola realmente feliz.

-¡Clint!- Exclamó y se abalanzó contra su mejor amigo, quien la recibió con los brazos abiertos.

-Perdón por haber tardado tanto.

-Estás aquí, eso es lo que importa-. Lo consoló ella.

-Vamos a casa-. No pudo hacer más que asentir y, solo en ese momento, se percató de lo que había detrás del arquero.

Un hombre alto, de cabellos oscuros los esperaba parado frente a una especie de portal naranja dejaba ver la sala de la casa de Clint. Tomo la mano de su mejor amigo y, juntos, cruzaron aquel portal.

No pudo evitar sentir un nudo en la garganta al ver a Laura, Pietro y Wanda, pero las lágrimas brotaron como un torrente de sus ojos cuando su mirada chocó con la de Bruce.
Su esposo, quien conservaba su apariencia gigante y verde, tenía uno de sus brazos vendado y con un cabestrillo, pero esto no le impidió cargarla, mientras ella se aferraba con fuerza a él y escondía el rostro en el hueco de su cuello.

-Santo Dios, estás aquí mi amor. Pensé que te había perdido.

El hombre no cabía en sí de la felicidad. Su esposa, la mujer que más amaba en el mundo, a quien creyó muerta, había vuelto, estaba allí mismo, llenando el vacío que solo ella podía ocupar en su corazón.

-Tía Laura ¿podemos ir a...?

La pregunta que Alexa iba a hacer quedó flotando en el aire. La pequeña soltó el juguete que traía en las manos y su carita era pura sorpresa.

-¡Mamá!- gritó al verla y se arrojó a sus brazos.

-Mi niña hermosa-, dijo mientras besaba todo el rostro regordete de la pelirroja.

-¡Volviste! ¡volviste!

-Sí, milaya, volví. Mami está aquí.

Bruce las abrazó a ambas, pegándolas a su pecho. Su familia estaba unida de nuevo y eso lo hacía el ser más feliz y agradecido del universo.

Por primera vez en mucho tiempo, obtenía lo que más quería.







❤💕❤💕❤💕❤

¡¡¡Heyyy!!! ¡¡Sigo viva!! ¿les gustó?

No podía matar a Nat, no después de darle una familia. Demasiado me contuve de no revivir a Loki *sale corriendo antes de que la maten.* okno😂

Milaya, en ruso, significa cariño o dulzura. Un apodo muy tierno y típico entre madre e hija.

La idea de cómo vuelve Nat la saqué de @stil_lindigo (esa es su cuenta de IG) tiene unos fanarts buenísimos😍

Extrañaba mucho escribir momentos #Papril bien tiernos y cursis. ¿Les gustaría saber un poco más del pasado de April? ¿creen que ella y Peter serían buenos padres? (Me acabo de dar una idea para un OS o un capítulo en donde ellos deban cuidar de Dylan😂)

En fin. Saben que amo leer sus comentarios, no importa lo que sea, asique no tengan reparos en escribir todo lo que piensan sobre el capítulo, los personajes o la historia en sí.

Los amo💘

LadyNerd.

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