#86

Abrió la puerta despacio, tratando de no hacer ruido, y se dirigió al sofá donde un agotado Bucky intentaba mantenerse despierto.

-Hey, soldado, ya puede irse.- Susurró.

-¿Segura que no quieres que me quede?- Preguntó somnoliento.

-Vete a dormir amigo, estaremos bien.- Aseguró. El castaño asintió y, antes de que saliera, la rubia lo frenó.- Casi lo olvido, Maria estará en casa también asi que no hagan nada extraño.- Bromeó.

-Como si pudiera, tu hijo, Sam y Carol estarán rondando por ahí.- Ambos rieron y se abrazaron.

-Te extrañé Buck.

-Yo... realmente no, para mí fue ayer que me desmayé en medio de Wakanda.

-Idiota.

-Cuida de mi amigo ¿si?- Ella le regaló una sonrisa sincera y el ojiceleste salió de la habitación.

Sharon se acercó hasta el sillón donde antes estaba el Soldado del Invierno y trató de acomodarse para dormir allí.

-Debiste quedarte en casa, nuestra cama es más cómoda que eso.- La suave voz de Steve llegó a sus oídos.

-La cama no es ni la mitad de cómoda si tú no estás a mi lado.- Respondió.- ¿Cómo te sientes?

-Como si me hubiese pasado por encima una manada de Hulks.

-Después de que te atravesara el poder de las gemas del infinito, es normal, creo.

-Tal vez. Lo que no entiendo es por qué no me sentí así desde el principio.

-Lo más probable es que el suero atrasara los efectos o los minimisara.

-¿Cómo sigue Tony?

-Está mejor. Aún no despierta, pero al menos está con vida y no fue necesario inducirlo al coma. Pepper está con él. No ha querido que nadie más se quede.

-¿Los niños?

-James está en casa con Bucky, María, Sam y Carol. Y Morgan está con sus hermanos, Scott, Hope, Cassie y Rhodey.- El mayor asintió al saber que su hijo y sobrina estaban bien.

-¿No sabes nada de Bruce?- La rubia negó con tristeza.

-Él y Alexa solo se fueron cuando estábamos en la cabaña. No responde a las llamadas y tampoco podemos localizarlos.- Steve suspiró.

-Tal vez solamente necesite estar solo por hoy, debe ser difícil perder a la mujer que amas y tener que decírselo a tu hija de tres años.

-Lo sé, pero me preocupa lo que pueda pasar. Sabes que Hulk no se ha ido por completo de él.

-Tienes razón...

Ambos se quedaron en silencio, realmente no sabían qué decir sobre la situación de su amigo. Además, recordar que Nat ya no estaba con ellos les dolía muchísimo. El capitán estiró la mano y tomó la de su esposa para acariciarla suavemente.

-Cuando viajamos al dos mil doce...- Habló.- Tuvimos un problema.

-¿Qué?

-Nada que Tony no pudiese solucionar. Pero tuvimos que viajar a los setenta, a una base de Shield.- Explicó.- En cierto punto tuve que esconderme y... la vi.

Sharon no necesitó más palabras para saber de quién se trataba, una sonrisa leve apareció en el rostro del hombre y notó que su mirada estaba en un punto fijo, como si estuviese recordando.

-Fue bueno verla después de tanto tiempo. Realmente lucía preciosa.- Ella se limitó a asentir.

Escuchar a Bucky, o a cualquier otra persona, hablar sobre su tía Peggy era fantástico. Incluso disfrutaba cuando Steve lo hacía. Pero, escucharlo hablar sobre ella en ese momento, y de esa manera, se sentía... extraño.

La duda y el miedo que sentía cuando apenas había comenzado a salir con él se instalaron de nuevo en su pecho y le oprimieron el corazón. Tuvo que girar un poco el rostro para que no se notara aquella lágrima escurridiza.

-Ahora que puedes... ¿volverás a su lado?- Preguntó sin anestesia.

Pero no obtuvo respuesta alguna. Los calmantes habían hecho efecto en él y se quedó dormido.

***

-¿Segura que no quieres ir a dormir a mi habitación?- Preguntó el chico de rizos dorados.

-Harls, estaremos bien ¿de acuerdo? Cassie y Morgan están conmigo.

-Perdón, es que... de verdad no puedo borrar de mi mente lo que pasó.- Él apretó la mandíbula al recordar aquel incidente de hacía ya cuatro años.

-Ey...- La menor le tomó el rostro con cariño.- Eso ya pasó. Derrotamos a Thanos y él no podrá volver a hacernos daño.- Le besó la frente.- Prometo no volver a morir frente a ti.

-Chistosa.- Le tomó ambas manos y dejó un beso en sus nudillos.- También lo prometo.

-Ve a dormir genio. Ya es tarde.- Se despidieron con un abrazo y se dirigieron a sus respectivas habitaciones.- ¿Y bien niñas? ¿ya tienen puestas sus pijamas?- Preguntó la chica a las dos personas que la acompañaban.

-¡Sí!- Exclamó una muy sonriente Morgan.

-Genial ¿qué tal si vas acomodándote en la cama?- La pequeña asintió y se arrojó sobre el colchón de su hermana.

Estaba tan feliz de tenerla de nuevo, que no quería separarse ni un segundo de ella.

-En primer lugar...- Empezó Cassie, cuando April volteó a verla.- Ya no soy una niña.- Dijo con seriedad, a lo que su amiga rió.- Y segundo, no, aún no me puse el pijama.

-¿Y qué esperas Lang? ¡ve al baño a cambiarte!- Ordenó, fingiendo que era una especie de alto mando en el ejército. Cassie soltó una risita y salió de la habitación.

-¿Me cuentas un cuento?- Preguntó la menor.

-Claro ¿cuál quieres?- Mientras la pequeña sacaba un libro de debajo de la almohada, escuchó sonar su teléfono.

Era Peter.

-¿Me das un segundo Morgs?

-Claro.- Respondió, regalándole una sonrisa. Acto seguido, atendió la llamada.

-Hola Pet.

-Hey ¿cómo estás, princesa?

-Cansada y algo extraña, no lo sé, realmente no puedo creer que pasaran cuatro años.

-Lo sé, es una locura. Cuando desaparecimos mi tía solo coqueteaba con Happy ¡ahora hasta tengo un primo! De verdad han cambiado muchas cosas.- Ella rió.- ¿Cómo sigue tu papá?

-Aún no despierta, pero mamá dice que está bien y que para mañana seguro lo hará. Tuvimos suerte de que Strange fuera un otorrinomagologo.- Bromeó.- De lo contrario, lo más probable es que él...

No quería siquiera imaginar tal posibilidad.

-Tranquila, lo importante es que ya todo está bien.

-Sí.- Suspiró.- Escucha, le dije a Morgan que le contaría un cuento y ya es muy tarde asi que hablamos mañana ¿de acuerdo?

-Claro, no hay problema, yo también iré a dormir, estoy agotado.

-Dulces sueños, mi ángel. Te quiero.

-Y yo a tí, princesa. Nos vemos.

-Ustedes son tan cursis...- Dijo Cassie cuando la llamada llegó a su fin.- ¡Los amo!- Exclamó entrando a la habitación.

-Muy graciosa. Ya verás, en cuanto te enamores, serás tan cursi como yo.

-Ya lo soy.- Aseguró mientras se acomodaba en una de las camas, haciendo reír a su amiga.

-Oh, Morgs...- Murmuró la castaña al ver que su hermanita se había quedado dormida abrazando el libro de cuentos.

Se acurrucó a su lado y la pequeña la abrazó.

-Mañana tendrás que leerme dos.- Dijo la chiquilla, luego bostezó y siguió durmiendo.

-De acuerdo.- Susurró y le dio un beso en la frente.- Buenas noches Cassie.

-Buenas noches April.

-Viernes, luces fuera, por favor.

-Enseguida señorita.- Contestó la I.A y la estancia quedó a oscuras.

Ese de verdad había sido un día largo.

***

Nébula despertó antes que cualquier otro en la nave, tuvo que pasar cuarto por cuarto para asegurarse de que todo lo que tenía en la memoria había sido real y no solo un sueño. Al terminar, no pudo evitar sonreir, había extrañado demasiado a esos imbéciles.

No quiso cambiarse su pijama, aún estaba algo cansada por la guerra del día anterior, asi que solo se lavó los dientes y el rostro y salió de la Milano, rumbo a la cabaña que estaba al lado. Miró su reloj antes de ingresar, eran las once de la mañana con cincuenta y dos minutos. Dudó un segundo, tal vez ellos seguían durmiendo, pero el sonido de algo caerse le confirmó que no, asi que introdujo su llave y entró al lugar. Se dirigió directamente a la cocina, pues era de donde podían escucharse varias voces.

-Buenos días.- La primera en recibirla fue Cassie, tan amable como siempre.

-Hola.- Saludó.

-Hey, Nébula ¿cierto?- Una chica castaña se paró frente a ella. Sabía perfectamente quien era.

-Si. Es un gusto, April.- Estaba a punto de extenderle la mano a modo de saludo, cuando ambas notaron un pequeño detalle.

-¡Tenemos la misma pijama!- Exclamó la menor, mientras paseaba la mirada desde su camiseta de Stark Industries hasta la de la chica azul. Ella soltó una risita.

-Eso parece.- Las dos se sentaron en la mesa, frente a frente, y un chico rubio se acercó, entregándoles una taza de café a cada una.

-Hola, soy Harley ¿y tú eres...?- Preguntó coqueto.

-Alguien muy mayor para ti.- Él le mostró una sonrisa radiante y levantó las manos.

-Okay, tenía que intentarlo.- Bromeó y se sentó junto a Morgan, quien quedó entre él y April.- ¿Saben si papá ya despertó? Escuché que tío Rhodey salió hace como una hora, y me pareció escuchar a Sam.

-Sí, ellos dos y Carol ya están en la clínica. Tony despertó a las seis de la mañana, pero solo puede recibir visitas a partir de las doce, ellos debían a hacer unas cosas antes y luego irían hacia allá.- Respondió la chica azul con simpleza.

-¿Podremos ir a ver a papá?- Preguntó la menor de los presentes.

-Sí peque.

-¡Yei!- Exclamó con alegría.

-Happy está llamándome, disculpen.- Harley se levantó y empezó a hablar por teléfono el la habitación de al lado.

Un par de minutos después, regresó.

-Prepárense señoritas, vendrán a buscarnos en quince minutos.

-¿¡Quince minutos?!- Cassie por poco escupe todo el café.- ¡Llamaré a papá y Hope!- Prácticamente desapareció por las escaleras.

Nébula tomó el último sorbo de su taza y le dió un mordisco al croissant.

-Con permiso, les prepararé el desayuno a los brutos de la nave y me iré con ustedes.- Declaró mientras se ponía de pie y observaba al trío Stark.

-¡Obvio que irás con nosotros!- Dijo la más pequeña con una enorme sonrisa, haciendo que la mayor también lo hiciera.

-Bien. Nosotras iremos a cambiarnos ¿verdad Maguna? No querrás ir a ver a papá en pijama ¿no?- Preguntó April, la castaña asintió alegre y se abrazó al cuello de su hermana.

Cuarenta y tres minutos más tarde el grupo se encontraba dividido en dos camionetas, rumbo al lugar donde los héroes, tanto de guerra como de sus propias familias, se encontraban recuperándose.

***

-Hola.

Wanda se acercó al arquero y posó su mano sobre el hombro de este. Él no volteó.

-Hola.- La castaña suspiró.

-Clint...

-Ella no debía hacerlo.- Sollozó el mayor.- Yo debía estar en su lugar ¡maldita sea!

Golpeó la mesa de madera con el puño, al mismo tiempo que se ponía de pie de forma brusca. La sokoviana notó una botella de una bebida con una graduación de alcohol bastante alta, la cual estaba casi vacía. No le costó mucho entender lo que sucedía.

-Clint, vamos a la casa, te darás una ducha e irás a la cama ¿si?

-¡No! ¡Déjame Wanda! Sal de este lugar y no dejes que vengan los niños.- La miró con los ojos rojos, llenos de lágrimas que no se esforzaba por contener.- Solo quiero olvidar que ya no está aquí.

La chica lo observó un momento, mientras él bebía lo que quedaba en la botella y buscaba otra que había escondida. En algún momento ella también había empezado a llorar, pero apenas lo había notado.
Se secó las mejillas y tragó saliva. Se sentía impotente por no poder hacer nada por aquel hombre que tanto le había dado. Además, comprendía los sentimientos del arquero, no solo había perdido a una de sus mejores amigas, sino que también al amor de su vida.

Estaba destrozada.

-Yo...- Suspiró.- De acuerdo.

Agachó la cabeza y se giró para salir del granero, pero una sombra de gran tamaño estaba delante suyo.

-¡Bruce!- Exclamó al ver al doctor y corrió a abrazarlo.- ¿Te encuentras bien? ¿dónde demonios estaban? ¿y Alexa?- Preguntó, un tanto exasperada.

-Tranquila. Estamos bien, necesitábamos estar solos durante un día. Ella está jugando con Pietro y sus primos, afuera.- Levantó un poco la vista, dirigiéndola a Clint.- Del uno al diez ¿qué tan mal está?

-Once.

-Yo estaría igual de no ser por Lexa.- Murmuró.

-¿Le dijiste?- Él negó con la cabeza.

-No tuve el valor. Solo le dije que la misión de su madre era un poco más larga.- Tragó saliva, intentando no ponerse a llorar.- Vine hasta acá para ver si él podía ayudarme... pero creo que eso no va a ser posible. Ven.

El adulto caminó hasta donde se encontraba el arquero, quien solo bebía mientras observaba la nada misma.

-De acuerdo amigo, vamos adentro.

No esperó respuesta alguna (y tampoco la recibió), solo levantó al hombre con su brazo sano y lo sacó del lugar, llevándolo hasta la puerta de su casa.

-Okay, escúchame. Entrarás ahí, te darás una ducha y luego irás directo a la cama ¿de acuerdo?

Clint lo miraba como si estuviese a punto de llorar otra vez. Porque ver a Bruce le recordaba que él ya no podría estar con su esposa y que Alexa no crecería con una madre.

-¿Entendiste Barton?

El moreno lo movió un poco y conectó sus ojos. Un rayo de miedo cruzó la columna del arquero, en el fondo de aquellos ojos había visto una chispa de Hulk y eso le causó temor. Asintió con rapidez y se adentró en su casa.

-Laura ¿puedes ayudarme?- Preguntó el rubio, al ver que no podía subir solo las escaleras hasta el baño.

-Claro amor.- La mujer le brindó la ayuda necesaria.- ¿Seguro que puedes hacerlo solo?- Inquirió.

-Sí, tranquila.- Respondió y cerró la puerta.

Unos quince minutos después Clint estaba acostado en su cama, durmiendo profundamente debido al cansancio y al dolor, tanto físico como mental, que sentía. Su esposa le dio un beso en la frente y acarició su mejilla con suavidad. Estaba a punto de dejar la habitación cuando un sonido particular detuvo su paso.

"Bip...bip...bip..."

Buscó el reloj comunicador en el cajón de la mesita ratona de su marido, abrió el mensaje y por poco se cae de espaldas al ver el emisor.

***

Observó a su hermosa nación ser reunida nuevamente, todo desde uno de los puntos más altos de la isla. Las familias de asgardianos que habían sido separadas años atrás se fundían en abrazos y besos, amigos se reencontraban y no podían evitar llorar de alegría. Todos estaban felices de ver caras que hacía mucho tiempo habían dado por perdidas, además de presentarles a la nueva generación, aquella que seguiría su legado.

-Él estaría feliz de ver todo esto.- Lady Sif se sentó a su lado.

-No lo creo.- Respondió.- Yo creo que diría algo como "Tanto amor y cursilería me da náuceas".- La guerrera soltó una risita.

-Sí, tienes razón. Lamento que Loki no pudiese volver, de verdad.

-Me hubiese gustado tener más tiempo.- Susurró la morena.- Lo extraño demasiado.

La mujer de ojos azules la abrazó y ella recostó su cabeza en el hombro contrario.

-Lo sé y lo siento mucho.- Dijo mientras le acariciaba el cabello.- No puedo devolverle la vida, pero estoy segura de que está en el Valhalla, como todos los grandes guerreros. Y que desearía poder venir hasta aquí para decirte que te ama y que debes seguir siendo fuerte, por tí misma, por los demás y por él.

La apretó aún más contra su cuerpo.

-Loki no dio su vida en vano, haz que eso te motive.

La mayor limpió un par de lágrimas que se habían escapado sin permiso de sus ojos y sonrió.

-Me alegra tenerte de vuelta, Sif. Te extrañé mucho.

-Supongo que estar cuatro años sin mi fue una tortura.- Bromeó.- Ahora, dime ¿qué demonios haz hecho con mi novio?

-¡Yo no hice nada! Él dejó el ejercicio.- Se defendió.

-¿Por qué siento que están hablando de mi?- La voz de Thor a sus espaldas las hizo voltear.

-Oh, cariño, tú y yo debemos recuperar el tiempo perdido.- Comentó la guerrera, mientras se ponía de pie y se acercaba al dios.

-¿Ah sí? Creo que es buena idea.- Dijo el rubio de forma coqueta.

-¡Genial! Iré a anotarnos en el mismo gimnasio entonces.- Contestó ella.

-¡Sí! Espera ¿qué?

Ambas mujeres soltaron una carcajada ante aquella reacción.

Definitivamente era bueno estar juntos otra vez.

***

Nébula caminó por el pasillo con seguridad, ignorando a todo aquel que la observaba raro, ella solo se concentraba en el número de cada habitación, esperando encontrar la doscientos doce. Estaba llegando, cuando vió a un hombre moreno y una rubia salir de la misma.

-¡Hey! Hola Néb.- Saludó él.

-Hola Rodhey, hola Carol ¿vienen de ver a Tony? ¿cómo está?

-Sí.- Contestó la rubia.- Un poco golpeado y decaído por lo que tuvieron que hacer, pero sigue siendo el mismo de siempre. Estoy segura que podrá seguir adelante.

-Concuerdo.- Habló War Machine con una sonrisa triste.- Bueno, vamos a ver al Cap antes de ir a hablar con las autoridades y eso. Nos vemos luego.

-Hasta pronto.- Carol la saludó con la mano mientras el hombre la abrazaba por los hombros y se dirigían a la habitación de Steve.

¿Cómo podría odiarla si ella era tan buena?

Trató de no pensar en el asunto, se dirigió a la puerta doscientos doce y golpeó suavemente.

-¿Puedo pasar?

-Claro, adelante.

Pepper y Tony dirigieron la vista hacia la puerta, Nébula ingresó y les sonrió.

-Hola.- Saludó.

-¿Cómo está mi chica azul preferida?- Preguntó el millonario.

-Mejor que tú, de seguro.- Bromeó.

-Ja...ja... muy divertida.- Ella sonrió de lado.

-Mientras ustedes hablan, iré por los niños.- Habló la pelinaranja y salió del lugar.

-¿Cómo te sientes? ¿cómo tomaste lo del...? Bueno, ya sabes, eso.- Preguntó, una vez que estuvieron solos. El castaño llevó su mirada hasta su costado derecho con algo de pena y se encogió de hombros.

-Yo... no lo sé. Es decir, estoy feliz de estar vivo, en serio. Pero de verdad siento que esto no va a ser sencillo.- Suspiró.- Sinceramente trato de ni siquiera pensarlo.

Nébula asintió.

-¿Y tú cómo sigues después de todo esto?

-Bien.- Desvió la mirada hacia la izquierda, esquivando la mirada del castaño.- Yo... cuando estaba en el dos mil catorce, mi memoria se juntó con mi yo del pasado, por eso se enteró de lo que planeábamos.- Tomó aire.- Perdón, todo fue culpa mia.

-Hey, nena, no fue tu culpa. Era algo que no sabíamos que podía pasar.

-Lo sé pero, aún así, no puedo evitar sentirme una basura. Después de todo, eso es lo que soy.

La última frase había salido ain querer de su boca. Se suponía que eso debía quedarse en su mente. Tony la miró con seriedad y tomó su mano con cariño.

-Nébula ¿Thanos te hizo algo?

Los ojos del castaño se clavaron en los suyos, escudriñando cuidadosamente en ellos. Se sintió indefensa ante su mirada y supo que sería inútil tratar de mentirle a aquel hombre.

-Fue horrible...- Sollozó.- Sentí que volvía a ser la de antes. Sentí ese vacío que tenía, ese dolor que me provocaba el no tener a nadie a mi lado que me ayudara. Ni siquiera alguien que se interesara mínimamente en mi.

Intentó cubrirse el rostro con las manos, pero el hombre se lo impidió.

-Nébula, mírame.- Suplicó.- Eso ya pasó ¿si? Lo vencimos, de verdad lo hicimos. Ahora tus amigos están de vuelta y puedes volver a disfrutar de la vida con ellos.- Le acarició la mejilla con cariño.- Pero, nena, recuerda que ahora eres parte de mi familia. Me tienes a mí, a Pepper, a Morgan y a los chicos. Siempre estaremos para ti, para cuidarte y hacerte sentir amada ¿entiendes? Porque, es cierto, te amamos Nébula.

La fémina sonrió ampliamente y abrazó al genio con cuidado de no lastimarlo.

-Gracias Tony.- Murmuró.

Justo en ese momento, la puerta de la habitación se abrió bruscamente, dejando pasar a una niña, arrastrando a tres adolescentes detrás de ella, seguidos atentamente por Pepper.

-¡Papá!- Exclamó Morgan al verlo y corrió hasta la camilla.

Poco le importaron a la pequeña el vendaje que su padre tenía en su cuerpo. Ella solo se trepó a la camilla de un salto y lo abrazó con fuerza.

-Papi, papi, papi...- Repetía una y otra vez.

Mientras ella disfrutaba de ese contacto con su progenitor, sus tres compañeros habían quedado estáticos en la puerta.

-¿Todo bien, niños?- Preguntó el mayor.

-Papá tu...- April se acercó despacio y lo miró algo apenada.- Tu brazo.

Y es que era cierto. En el lugar donde antes estaba su brazo derecho, ahora no había nada hasta la altura casi del hombro. Además, en su rostro y pecho había algunas quemaduras, por suerte la mayoría estaban cubiertas. Él sonrió con tristeza, otra vez.

-Sí, bueno, supongo que es lo que me gano por hacerme el superpoderoso.- Trató de sonar divertido, pero realmente sentía algo triste.- ¿tan mal me veo?- Preguntó.

Su hija mayor se quedó callada un momento.

-Nah.- Respondió finalmente.- Creo que te ves más guapo y heróico que nunca.

Sin decir nada mas, lo abrazó ella también. Harley los observó y decidió unirse al abrazo, arrastrando consigo a Pepper y Nébula, además de decir: "Es solo un brazo, puedes pedirle a Bucky que te diga donde consiguió el suyo".

Peter sonrió al verlos, pero se sintió fuera de lugar, asi que decidió darse la vuelta para salir y regresar al rato.

-¡Hey, niño araña!- Lo llamó Iron Man.

-¿Si, Señor Stark?

-Ven acá chico, tú también eres parte de la familia.

April corrió hasta él y lo atrajo a los demás para unirse a aquella muestra de cariño.

Tony sonrió. Sí, tal vez había perdido su brazo debido al chasquido, pero había recuperado algo muchísimo más valioso. Su familia. Y eso valía un millón de veces más que cualquier cosa.










❤❤❤❤❤❤❤❤

¡¿VIERON QUE NO LES MATÉ A TONY!? Yo sí pienso en sus sentimientos💕

¿Qué tal les pareció el capítulo? Yo, en lo personal, amé escribirlo. Es decir, me encantó meterme en la piel de los personajes y pensar en las distintas situaciones que algunos pasan después del juego final.

Algunos datos random:
Aquí Gamora no se va, se queda con los Guardianes.

Thor es el menos afectado por el poder de las gemas debido a su condición de dios, él solo sufrió algunas quemaduras no muy graves.

Steve al principio solo tenía algunas quemaduras, pero realmente el suero del supersoldado atrasó los efectos de la energía de las gemas, por lo que se desmayó al rato y también tuvo que ser hospitalizado.

Tony es, obviamente, el más afectado ya que es un simple humano y recibió la mayor parte de las descargas de energía. Él perdió el brazo derecho (igual que Bucky pero al revez ahre) y tiene algunas quemaduras en el pecho y rostro (como ya mencioné). Esto se me ocurrió gracias a un par de artistas que tuvieron esa idea, pero sobre todo a los comics de @chloesimagination (ese es su user en Instagram). De hecho, me inspiré en uno de ellos para la parte en que Morgan lo abraza.

¡Happy y May son pareja al fin! ¡Y tienen un hijo de tres meses!😍 admito que amo a estos dos tortolitos y quise darles su hueco de amor en este fic jeje.

El pequeño se llama Dylan ¿les gusta el nombre? Yo pienso que pega con el apellido Hogan😂

Bueno, ese es el fin de los datos random.

Bueno, pues, no sé qué más decirles, solo que comenten todo lo que quieran, ya sean emojis o un "jajaja", amo ver como van reaccionando ante las distintas situaciones.❤

Antes de irme a dormir (son las 3:30 am) les recuerdo que se cuiden tanto ustedes, como a los demás, del Covid-19. Respeten la cuarentena y traten de no entrar en pánico. Sé que es difícil pero, entre todos podemos ayudarnos y seguir adelante.

Los amo💗

LadyNerd.

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