Prólogo: Una noche mientras Matt y tu tienen una conversación sobre su ceguera, le preguntas si hay algo que no alcanzó a ver, y cuando responde que el cuerpo desnudo de una mujer, no puedes evitar ofrecerle recorrer el tuyo.

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Advertencia: Nipple play (o juego de pezón en español, que básicamente es estimular los pezones, ya sea con la boca o dedos), masturbación femenina, sexo sin protección (es importante usar globito), sexo oral (hombre recibiendo), friends to lovers (?).
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Matt aquella noche había llegado algo golpeado a tu departamento pidiéndote si podías ayudarle, a lo que tu obviamente jamás ibas a poder negarte. Es por eso que en ese momento él estaba sentado en tu sillón mientras que tu limpiabas los cortes en su rostro a la vez que conversaban.

–¿Puedo hacerte una pregunta?

–Las que tu quieras.–Respondió con una sonrisa sintiendo tus manos suaves limpiar su cara.

–¿Qué es lo que más extrañas de poder ver?–Le preguntaste con voz suave tomando un nuevo algodón con un poco de alcohol en él.

–Pues... todo, supongo. Aunque así es como pasaron las cosas y no puedo cambiarlo, además ya estoy acostumbrado.–Dijo encogiéndose de hombros sin borrar la sonrisa de su rostro.

–Y... ¿qué es algo que no alcanzaste a ver y te gustaría poder hacerlo?

Matt se quedó en silencio unos momentos jugando con sus manos sin decir nada.

Por supuesto que sabía la respuesta solo que no sabía realmente cómo decirlo ya que tampoco quería pasar el límite de su amistad o hacerte sentir incómoda.

Mientras que por otro lado, eras tu la que pensaba que lo habías incomodado a él con tu pregunta.

–Está bien si no quieres responder, perdón... no quería hacerte sentir incómodo, no debí—. Le dijiste avergonzada soltando una risita nerviosa alejando tus manos de su rostro para dejar las cosas en la mesita de café, sin embargo Matt te tomó del brazo provocando que te voltearas hacia él.

–No te preocupes, no me hiciste sentir incómodo.–Te aseguró con una sonrisa dejando ir tu brazo, por lo que hiciste las cosas a un lado para luego voltearte hacia él.–La verdad... si hay algo que jamás vi y mentiría si dijera que no quisiera hacerlo...

Matt soltó una pequeña risita nervioso comenzando a jugar con sus manos, sin embargo tomaste una de ellas para acariciarla con ternura.

–Nunca vi el cuerpo desnudo de una mujer...–Murmuró en voz baja prestando atención en como tu corazón de pronto había empezado a latir con fuerza en tu pecho.

–Oh... claro... tiene sentido, quedaste ciego cuando eras niño...–Dijiste en voz baja y algo nerviosa.–Pero seguro has sentido uno... ¿o-o no?

–No realmente... supongo que nunca le presté mucha atención ni tampoco había tiempo... mucho menos ahora con este trabajo que tengo por las noches.–Respondió con una pequeña risita.

Ambos se quedaron en silencio nuevamente, mientras que el ambiente ahora se había vuelto más pesado y con una tensión que aparecía entre ustedes cada cierto tiempo, algo que siempre había estado ahí sin embargo ninguno se había atrevido a hablar sobre ello.

–¿Y... y ahora tienes tiempo?–Le preguntaste en voz baja sin atreverte a verle a la cara por miedo a la expresión que tendría.–¿Te gustaría... q-quieres sentirlo...?

–O-oh T/N no... yo no... n-no lo dije porque quería conseguir algo de ti, jamás podría— no quiero— n-no era mi intención insinuar nada, no quiero que pienses que te estoy obligando o intentando sobrepasarme.–Dijo de pronto nervioso al escucharte haciéndote reír ligeramente.–Quizás lo mejor sea que me vaya—

–No me estás obligando a nada.–Le dijiste provocando que volteara su rostro hacia donde escuchaba que venía tu voz.–A-aunque si no quieres está bien, yo tampoco quiero obligarte, y-y obvio no lo voy a hacer.

Matt sonrió al escucharte hablar nerviosa, y volvió a tomar tu mano en la suya provocando que esta vez levantaras la vista hacia él.

–¿Estás segura?

–Completamente... ¿tu?

–Me encantaría, si tu también quieres, claro.–Respondió con una risita.

Una sonrisa se formó en tu rostro y tomaste ambas de sus manos para llevarlas a tu mejillas haciéndole sonreír a él ahora, mientras que las acariciaba con sus pulgares.

–Adelante... puedes explorar y tomarte el tiempo que necesites.–Le dijiste viendo hacia sus labios.

–¿Dónde yo quiera?–Preguntó sintiendo ya la emoción crecer en su interior.

–Donde tu quieras...–Le aseguraste acercándote aún más a él.

–Okey... pero primero...–Murmuró llevando sus manos a tus brazos y atrayéndote hacia él para sentarte en su regazo, volviendo a subir sus manos a cada lado de tu cuello y así acariciarlo.–Tú corazón está latiendo muy fuerte.

–¿Bueno lo vas a hacer o no?–Dijiste con las mejillas sonrojadas, provocando que él riera ligeramente.

Matt llevó sus manos para pasar sus pulgares por tus labios, mientras que tu mantenías la vista fija en su rostro para ver cualquier expresión que formara.

–Que suaves...–Habló en voz baja sonriendo sintiendo que una sonrisa también se abría paso en tu cara.

Luego comenzó a bajar por tu cuello sintiendo tus hombros, y luego se detuvo por unos momentos algo inseguro, sin embargo tomaste sus manos y las guiaste hacia tus pechos donde les dio un muy suave apretón, pasándolas por ellos.

–¿Todo bien?–Le preguntaste llevando tus manos a sus mejillas.

–De maravilla...–Respondió con una sonrisa acercando su rostro al tuyo.

Tragaste saliva al sentirlo tan cerca, sin embargo los dos acortaron la distancia para besarse a la vez que llevabas tus manos a sus mejillas y él las suyas una a tu cintura y la otra la dejaba acariciando tu cuello.

Pasaste tu lengua por su labio inferior y Matt abrió su boca para permitirte que la exploraras a tu gusto, ambos soltando un pequeño gemido pero sin separarse.

Llevaste tus manos para enredarse en su cabello a medida que el beso se volvía más intenso y profundo, y él la suya que estaba en tu cadera la deslizó por debajo de tu playera para sentir la piel en tu espalda.

–¿Se siente bien?–Le preguntaste alejándote un poco dejando tu frente pegada a la suya, ambos con la respiración agitada y sus labios algo hinchados intentando hacer todo lo posible por ignorar el bulto en sus pantalones.

–Si... solo... con la ropa no se siente mucho...–Dijo provocando que rieras, antes de que le robaras un rápido beso.

–Eso se puede arreglar.–Respondiste antes de quitarte tu playera y brasier en el proceso.

Matt sonrió al sentir que te quitabas la ropa de arriba, por lo que él también se quitó la parte de encima de su traje antes de sentir tus pechos contra el suyo.

–¿Mejor?

–Totalmente.–Respondió antes de volver a besarte con más desesperación esta vez.

Sus manos las llevó desde tu espalda hacia tus pechos para tomarlos y darles un apretón, antes de darles un pequeño pellizco a tus pezones haciéndote gemir y luego siguió masajeándolos.

Mientras se seguían besando hiciste que Matt se recostara en el sillón llevando sus manos a tu espalda y piernas, y comenzaste a dejar besos por su cuello y pecho.

–¿Esto está bien?–Le preguntaste llevando tus manos para desabrochar sus pantalones.

–Perfecto.–Respondió enredando sus manos en tu cabello para volver a besarte.

Bajaste sus pantalones hasta sus rodillas y luego te levantaste para quitar los tuyos rapidamente, y cuando estuviste encima suyo otra vez Matt pasó sus manos por tus piernas ahora desnudas hasta entremedio de ellas pasando sus dedos por tus pliegues.

–¿Esto está bien?–Preguntó él ahora llevando sus dedos para masajear tu clítoris suavemente.

–Perfecto...–Respondiste mordiendo tu labio inferior y enterrando tus uñas en su pecho.

Pronto alejaste sus manos y tomaste su miembro para masajearlo un poco antes de elevarte ligeramente y alinearlo con tu entrada, empezando a sentarte en su regazo deslizándolo en tu interior.

Matt soltó un gemido apretando tus piernas con fuerza una vez llegó al fondo, y ambos se quedaron quietos por unos momentos antes de que empezaras a mover tus caderas poco a poco.

–¿Y cómo se siente esto?–Le preguntaste algo agitada moviéndote cada vez más rápido.

–Mucho mejor...–Respondió antes de sentarse y llevar una mano para enredarla en tu cabello, acercándote para besarte con fuerza.

Pasó su lengua por tu boca haciéndote gemir a la vez que movía sus caderas para alcanzar tus movimientos que se hacían cada vez más rápidos.

La mano que estaba en tu cabello la llevó hacia uno de tus pechos para jugar con tu pezón y masajearlo, a la vez que la otra se deslizaba entre sus cuerpos hasta encontrar tu clítoris donde empezó a hacer círculos en él provocando que gimieras con fuerza mordiendo su labio inferior.

–Ya estoy cerca...–Le susurrarte antes de volver a besarlo, haciéndole sonreír en tu boca.

Tus paredes se comenzaron a contraer alrededor de su miembro, y tú orgasmo arrasó contigo mientras Matt empezaba a repartir besos por tu cuello y pecho, a la vez que dejabas caer la cabeza hacia atrás jalando de su cabello con una mano, y la otra apretando el sillón.

Te seguiste moviendo por unos momentos más prolongando aquella sensación lo más que podías, y una vez pasó le hiciste recostarse levantándote lo suficiente para sacarlo de dentro tuyo.

–¿Linda qué estás—. Te iba preguntando algo confundido con voz suave, sin embargo al sentir tu lengua pasar por su miembro cubierto por tus fluidos un gemido le interrumpió e inmediatamente llevó sus manos para enredarlas en tu cabello.–T-T/N...

–¿Y eso cómo se siente?–Le preguntaste con una sonrisita dejando un beso en su punta.

–Sigue por favor... m-más...–Dijo agitado haciéndote reír suavemente.

Metiste su miembro en tu boca lo más que pudiste y comenzaste a mover tu cabeza a lo largo de este para meterlo y sacarlo haciéndole gemir, tratando de mover sus caderas con cuidado de no lastimarte pero lo suficiente para que fuera placentero.

Sentiste su miembro retorcerse en tu boca por lo que aceleraste tus movimientos, y sin poder detenerse Matt se corrió a la vez que tragabas todo lo que tenía para darte haciéndole gemir y que arqueara ligeramente la espalda del sillón.

Finalmente cuando terminó, lo sacaste de la boca dejando un beso en su abdomen y Matt te guió para besarte en la boca con fuerza y pasión saboreándose a sí mismo y pasando sus manos por tu cuerpo.

–¿Y? ¿Qué tal?–Le preguntaste con una sonrisita recostándote encima suyo, a la vez que él te abrazaba con una sonrisa imborrable en su rostro.

–Fue increíble...–Respondió haciéndote reír dejando un beso en tu mejilla.–Enserio me encantas... muchísimo.

–Tú también a mi.–Le dijiste antes de que Matt te besara con ternura, acariciando tu mejilla con su pulgar.–Así que cuando quieras puedes seguir explorando.

–Si así puedo pasar más tiempo contigo, entonces yo encantado.–Respondió sin poder dejar de sonreír al igual que tu, y luego volvió a besarte pegándote imposiblemente aún más a él.