Prólogo: Nat te lleva a conocer a sus padres.

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–Alexei a veces puede ser demasiado molesto pero no lo escuches, y Melina a veces puede ser demasiado directa así que no te sientas mal ni prestes atención a lo que te diga, ¿si?–Te dijo Nat mientras conducía a la casa donde se familia se había reunido para conocerte.

–Tranquila Nat, está bien.–Le dijiste con una sonrisa tomando su mano en la tuya para besarla.

–Aún así, no quiero que te espantes o que de repente te hagan cambiar de opinión y no quieras estar conmigo.–Murmuró en voz baja sin voltearse para verte a la cara de lo nerviosa que iba.

–Nada ni nadie me va a hacer cambiar de opinión sobre ti, ni mucho menos me van a hacer quererte menos.–Le dijiste inclinándote hacia ella para besar su mejilla.

Nat sonrió volteándose para verte por un segundo, antes de volver a ver hacia el camino.

Después de unos minutos más, finalmente estacionó su coche fuera de la casa e inhaló profundamente tragando saliva nerviosa, y luego soltó un pesado suspiro.

–¿Lista?–Te preguntó volteándose hacia ti.

–Lista.–Le aseguraste con una sonrisa dándole un suave apretón a su mano.

Nat sonrió y se acercó para besarte antes de que ambas se bajaran y vieran a Yelena sentada fuera de la puerta con una botella de vodka en la mano.

–¡Hey! ¡Al fin llegan!–Dijo poniéndose de pie para darte un abrazo.–Tanto tiempo sin verte T/N, te ves bien.

–Gracias, tu también.–Reíste alejándote luego de abrazarla y tomando la mano de Nat.

–¿Dónde están Malina y Alexei?–Le preguntó la pelirroja.

–Mamá estaba cocinando y Alexei se fue a meter para ayudarla pero terminaron peleando porque no la deja tranquila.–Le dijo la rubia encogiéndose de hombros y abriendo la puerta.

Nat tragó saliva nerviosa y entró detrás de su hermana sin soltar tu mano y apretándola ligeramente, mientras tu la acariciabas con ternura.

–¡Ya deja de comerte la comida! Pareces un cerdo hambriento.–Le regañó Melina a Alexei dándole un fuerte golpe en la mano para que soltara un trozo de pollo de una bandeja.

–¡Auch! ¡¿Pero qué te pasa mujer?! ¡Era solo un pedazo y ya!

–Oigan ya basta, nuestra invitada especial ya llegó.–Les dijo Yelena dejando la botella en la mesa.

–Les presento a T/N, mi novia.–Les dijo Nat dejando su brazo alrededor tuyo.

–¡Al fin llegaron! Es un gusto conocerte muchacha, Nat no habla nada de ti pero Yelena dijo que eras muy agradable.–Te saludó Alexei limpiando sus manos en un paño de cocina, y luego se acercó para estrechar la tuya.

–Es un gusto conocerlos también, Nat me ha hablado bastante de ustedes.–Le dijiste con una sonrisa mientras ella los veía nerviosa.

–¡¿Enserio?! ¡Aaaawww! ¡Y yo creí que me odiaba!–Dijo con una sonrisa antes de que Melina lo hiciera a un lado.

–Quítate.–Le dijo ella antes de dejar sus manos en tus brazos y viéndote seriamente.–¿Eres una buena mujer?

–¿P-perdón?–Preguntaste confundida, mientras Nat le dirigió una mirada a Yelena que solo le hizo un gesto con la mano para que se quedara tranquila.

–Que si eres una buena mujer, ¿amas a mi hija?

–Por supuesto que si, la amo muchísimo. Más que a nadie.–Le dijiste con una pequeña sonrisita nerviosa.

Melina sonrió y dejó una mano en tu mejilla.

–Muy bien.–Dijo ella antes de alejarse para ir a la cocina.–Siéntense en la mesa, yo ya voy con las demás cosas.

–¡Yo te ayudo!–Le dijo Alexei siguiéndola.

–Les caíste bien.–Te dijo Yelena dejando un brazo alrededor de tus hombros.–Y tu Nat ya relájate, pareciera que que viste un fantasma.

–Los dos son tan raros.–Se quejó pasando ambas manos por su rostro haciéndote reír.