Descanso en la playa (Bucky)*
Prólogo: Bucky organiza un fin de semana solo para ustedes dos donde se quedaran en un hotel en la playa para así descansar un poco.
Nahomy_DeStan_06
Advertencia: Contenido sexual explícito al aire libre (nadie los ve).
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Bucky y tu se habían ido unos días lejos del campus a un hotel en la playa donde poder relajarse.
Últimamente habían estado haciendo tantas misiones que pasar tiempo juntos se estaba volviendo un poco complicado, así que el Sargento organizó ese pequeño viaje de un fin de semana donde nadie los molestaría, y reservó una habitación de hotel con vista al mar.
Los dos habían pasado todo el día afuera paseando, caminando por ahí, viendo la ciudad, etc.
En ese momento Bucky se estaba dando una ducha, mientras que tu estabas en el balcón de su habitación de hotel en el piso 17 viendo hacia el mar.
–¿Disfrutando de la vista?–Te preguntó Bucky llegando a donde estabas tu apoyada en la baranda, abrazándote por la espalda con solo la toalla alrededor de su cintura y el cuerpo algo húmedo por la ducha.
–Si... se siente bien escuchar el mar y no los gritos de Sam, o a Steve y Tony peleando por cualquier cosa, o en general el caos del campus.–Le dijiste con una sonrisa haciéndole reír dejando un beso en tu mejilla.
–Solo lo mejor de lo mejor para mi muñeca.–Te susurró al oído dándole un pequeño mordisco y provocando que rieras.
Bucky comenzó a dejar besos por tu cuello dándote mariposas en el estómago, mientras su mano izquierda la deslizaba bajo la playera suya que llevabas encima y la subía hasta tus pechos para tomar uno en su mano.
–Bucky estamos en el balcón...–Le dijiste en voz baja sintiendo su erección resaltar por debajo de la toalla contra tu trasero.
–¿Y qué?–Respondió besando tu mandíbula y cuello, ahora llevando su mano para jugar con el borde de tu ropa interior.
–Alguien nos puede ver...
–No hay nadie, y aún así lo único que verían sería a una pareja viendo el mar, no pueden distinguir qué pasa desde ahí abajo.–Insistió sin dejar de repartir besos húmedos por tu piel.–¿Por favor...?
Soltaste un pequeño suspiro mordiendo tu labio inferior bajando la vista hacia la playa abajo donde realmente no había nadie, y luego levantaste un poco la playera para dejar tu parte baja fuera.
–Bien...
–¡Yay!–Dijo Bucky haciéndote reír mientras dejaba caer la toalla al suelo y tomaba su erección en su mano para masajearla un poco, soltando un pequeño gemido.
Su mano izquierda apretó tu trasero, y luego te tomó de la cintura para inclinarte un poco hacia atrás antes de hacer tu ropa interior a un lado.
–¿Lista?–Te preguntó alineando su punta con tu entrada.
Tu solo asentiste apretando la baranda del balcón con fuerza, mientras que Bucky comenzó a empujar dentro tuyo poco a poco haciéndoles gemir a ambos tratando de no hacer mucho ruido.
El Sargento se abrazó a ti escondiendo su rostro en tu cuello, y una vez llegó al fondo soltó un gemido.
–Siempre se siente tan bien...–Murmuró llevando su mano derecha para dejarla encima de la tuya en la baranda para apretarla, a la vez que empezaba a moverse.
Su otra mano la dejó apretando tu cadera mientras empezaba a embestirte de forma lenta provocando que tuvieras que morder tu labio para no hacer tanto ruido.
–Más... por favor...–Dijiste en voz baja y temblorosa.
–Lo que tu quieras muñeca...–Respondió Bucky comenzando a moverse más rápido chocando su parte delantera contra tu trasero y moviéndose dentro y fuera de ti con rapidez.
Soltaste un gemido dejando caer la cabeza hacia atrás en su hombro mientras él repartía besos por tu cuello.
El escuchar las olas de fondo, el olor a la playa inundando su nariz, oírte a ti gemir en su oído y sentir como tus paredes le apretaban se convertía todo en una sola sensación indescriptible que le volvía loco al Sargento, y no quería que se acabaran sus mini vacaciones por nada del mundo.
–Lo estás haciendo muy bien muñeca, siempre tan perfecta...–Te susurró al oído antes de besarte en los labios con fuerza.
Su mano izquierda la llevó para comenzar a acariciar tu clítoris haciéndote gemir en su boca y apretando su otra mano que estaba sobre la tuya aún más.
Bucky comenzó a sentir como tus paredes le apretaban más y más y como tus piernas temblaban, hasta que finalmente tu orgasmo arrasó contigo.
El Sargento te pegó contra la baranda para que no cayeras al suelo envolviendo su brazo derecho alrededor tuyo, a la vez que llevó su mano izquierda para meter dos de sus dedos en tu boca.
–Buena chica...–Dijo con una sonrisita viéndote succionar en sus dedos.
Pronto empezó a sentir que su orgasmo se aproximaba, por lo que se abrazó con ambos brazos a ti escondiendo su rostro en tu cuello, y se corrió dentro tuyo gimiendo tu nombre lo más bajo que podía y dejando sus caderas quietas contra las tuyas.
–Te amo...–Te susurró con voz temblorosa y un pequeño gemido.
Los dos se quedaron quietos por unos momentos, hasta que finalmente el Sargento salió de dentro tuyo y te volteaste hacia él donde dejó su mano izquierda apoyada en la baranda, y la otra la llevó para acariciar tu mejilla.
–Yo también te amo...–Le dijiste con una sonrisa tomando su rostro entre tus manos y acariciando sus mejillas con ternura.
Bucky soltó una pequeña risita aún recuperando el aire perdido, antes de acortar la distancia y besarte muy suavemente envolviendo sus brazos alrededor de tu cintura.
–Gracias por planear este fin de semana para los dos.–Dijiste viéndole con un brillo en tus ojos y sin poder dejar de sonreír.
–No tienes que agradecerme muñeca, haría cualquier cosa por ti.–Dijo acercándose para besar tu nariz.–Ahora... ¿nos damos una ducha juntos?
–Pensé que nunca lo dirías...–Respondiste con una sonrisita haciéndole reír, antes de volver a besarte y tomarte en sus brazos para llevarte al baño.
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