Prólogo: Eres costurera y un día Yelena llega a que le hagas un traje para un evento, y durante todo ese tiempo ambas empiezan a sentir cosas por la otra.

Danwanttocry
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Yelena había sido invitada por su hermana a un evento importante de los Vengadores, y como no le había dejado más opción que ir si o si, tuvo que buscar ropa especial para esa noche.

Ninguna de las tiendas que Yelena había visitado le convenció, por lo que decidió mandar a hacerse su conjunto de ropa tal y como se lo imaginaba, y así es como llegó a ti.

En una de las muchas tiendas que había visitado una de las chicas que trabajaba ahí le dio la dirección de tu tienda ya que eras costurera, por lo que Yelena fue para ver qué tal.

Al principio cuando fue no tenía muchas expectativas, sin embargo al llegar vio algunos vestidos y trajes que tenías para entregar y realmente quedó impresionada, más aún cuando te dio las mil y un ideas que tenía en mente y supiste entenderlas todas.

El evento era dentro de seis semanas, y durante todo ese tiempo iba de vez en cuando para que tomaras sus medidas, pedirle la opinión, etc. Sin embargo también las dos se habían vuelto bastante cercanas, e incluso cuando estabas trabajando en otras ropas que no fuera la suya Yelena se quedaba contigo, conversaban, salían a almorzar, entre otras cosas.

Durante las semanas en las que habían comenzado a conocerse, las dos empezaron a sentir cosas por la otra, y honestamente el saber que ni bien le entregaras su ropa ya no se verían más te ponía triste, aunque creías que Yelena solo te veía como la persona a la que le estaba pagando por hacerle su ropa, mientras que tu hacías un gran intento de verla solo como tu clienta pero era imposible.

Finalmente el día en que debías entregarle su ropa había llegado, y Yelena fue para probarsela y ver si quería agregar o quitar algo.

–Okey... dime, ¿te gusta?–Le preguntaste  viéndola hacia arriba donde estaba sobre una pequeña plataforma frente a un espejo.–¿Quieres quitarle algo? ¿O quizás le falta algo? Tu dime.

–T/N está perfecto... Wow...–Dijo totalmente impresionada pasando sus manos por la ropa sin poder apartar la mirada del espejo.–Es justo como lo imaginaba, es verdad eso que dicen que eres la mejor.

–¿Lo dudabas?–Respondiste con una pequeña risita yendo hacia una mesa para dejar la cinta de medir que tenías alrededor del cuello y algunos alfileres que habías dejado enganchados en tu playera.–Me alegra que te guste, siendo muy honesta es de mis mejores trabajos.

–Si que lo es... me voy a ver mejor que todos los Vengadores juntos.–Dijo la rubia bajándose de la plataforma para voltearse hacia ti.–Enserio muchas gracias.

–No hay de qué, es mi trabajo.–Le dijiste con una sonrisa.

Ambas se quedaron viendo por unos momentos, hasta que inhalaste profundamente y te volteaste para ordenar algunas cosas sobre la mesa.

–Bueno... ya puedes quitártelo para guardarlo y entregártelo en su caja.–Dijiste yendo a buscar otras cosas, cuando su voz te de tuvo.

–¿Por qué no vas conmigo?–Te dijo provocando que te voltearas hacia ella.–Como mi cita digo... ¿quieres ser mi cita?

–¿T-tu cita? Pero... pero es un evento privado, dijiste que tu hermana te había invitado a ti, además... ¿qué se supone que voy a hacer yo entre los Vengadores y toda esa demás gente?–Hablaste soltando una pequeña risita nerviosa, mientras que ella se acercó dejando sus manos en tus brazos.

–Entonces salgamos otro día, puede ser cuando tu quieras, no es necesario que sea el evento, pero por favor T/N... no quiero... no quiero dejar de verte...–Dijo soltando un pequeño suspiro y deslizando su mano para entrelazarla con la tuya.–T/N yo... enserio me gustas, mucho. No quiero dejar de verte, salir contigo, pasar tiempo juntas...

Una pequeña sonrisita se formó en tu rostro con las mejillas sonrojadas, por lo que bajaste la vista avergonzada y Yelena sonrió al verte.

–Tú también me gustas... quizás... ¿quizás podríamos salir mañana en la noche? Digo... como el evento es en un par de días más...–Le dijiste levantando la vista hacia ella, acariciando su mano con tu pulgar.

–Entonces es una cita, nos vemos mañana en la noche.–Dijo con una gran sonrisa en el rostro.

–Es una cita.–Confirmaste sin poder dejar de sonreír.

–Genial... bueno yo ahora mejor me cambio, Nat necesitaba que la acompañara a no sé qué.–Dijo alejándose para ir a los probadores.

Tu solo sonreíste sintiendo el rostro completamente rojo, mientras que a Yelena le pasaba lo mismo cerrando la puerta del probador, ambas sin poder dejar de sonreír.