Prólogo: Pietro y tu son felices, sin embargo con el paso del tiempo empieza a descuidar su relación hasta que ya no aguantas más.

El o.s está inspirado en la canción con el nombre del título de Sarah McLachlan, así que espero les guste y lo disfruten ✨️

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Pietro y tu desde que habían comenzado su relación se sentían más felices que nunca, se tenían el uno al otro, cuando él se sentía solo, tu siempre estabas ahí para consolarlo y él también a ti cuando no te sentías bien, cuando se sentía triste secabas sus lágrimas y él las tuyas, y cuando él estaba feliz tu también.

Sin embargo cuando se unió a los Vengadores las cosas cambiaron entre ambos, y el velocista se comenzó a alejar cada vez más de ti a medida que pasaba el tiempo, a veces incluso te quedabas esperando a que llegara y nunca aparecía.

Honestamente te sentías sola y olvidada, sobre todo porque él ahora estaba viviendo su mejor vida con los héroes más poderosos de la Tierra en el campus de los Vengadores, pasando de fiesta en fiesta que organizaran, iba a eventos, salía con más gente, etc.

Aún de vez en cuando te iba a ver, y cuando te abrazaba te hacía sentir como antes, como si te amara y en esos momentos creías que todo estaba bien, hasta que debía irse de nuevo y no lo veías ni sabías mucho de él en días, a veces incluso semanas, y era agotador.

Sus visitas eran cada vez menos frecuentes y ya te habías empezado a sentir olvidada por él, cosa que no creías que fuera a cambiar.

Ese día estabas en la cocina preparándote un té pensando en Pietro, como de costumbre.

¿Qué estaría haciendo? ¿Estaría en una misión? ¿O alguna fiesta? ¿Con quien estaría?

Tu mente siempre estaba llena de preguntas, ya casi ni hablabas con él, con quien más hablabas era con su hermana, si hasta parecía que ella era tu novia en lugar de su hermano con quien realmente tenías una relación. A fin de cuentas te enterabas de todo por ella, no por él.

Escuchaste la puerta abrirse lo cual te sacó de tus pensamientos, mientras echabas agua caliente en tu taza sin realmente prestar atención a que Pietro acababa de llegar. Ya no era lo mismo, ya no te producía emoción verlo porque sabías que probablemente se iría en un rato y no sabrías de él en los próximos días.

–¡Printsessa! Te extrañé muchísimo.–Te dijo llegando a abrazarte por la espalda repartiendo besos por tu cuello.–¿Cómo estás?

–Mm, bien.–Respondiste alejándote de él para ir a sentarte en la sala de estar, encendiendo la televisión.

–Sé que debes estar molesta que no te haya escrito, es que con tantas misiones y cosas por hacer no he encontrado el tiempo ni de—

–¿Ni cinco minutos?–Le preguntaste volteándote hacia él provocando que soltara un pequeño suspiro con expresión culpable.–Porque Wanda siempre encuentra un momento para llamarme o escribirme y saber cómo estoy, la semana pasada incluso vino a verme y se quedó un par de días.

–Printsessa—

–¿O qué hay de la fiesta de antes de ayer? ¿Si tuviste tiempo para ir a una fiesta y no para siquiera enviarme un mensaje de buenas noches como yo todos los días te mando?–Le preguntaste dejando tu taza a un lado hablándole molesta.

Honestamente llevabas bastante tiempo guardándote todo, incluso Wanda te había dicho que ya era hora de que se lo hicieras saber a su hermano para que se diera cuenta de las cosas, y también porque te estaba haciendo mal tener todo eso dentro.

–Printsessa perdóname, enserio yo—

–No Pietro, ya basta con tus tontas excusas. Al principio lo entendía, pero ahora son solo eso, excusas. Y me tiene  harta, estoy cansada de escuchar siempre lo mismo.–Le dijiste molesta mientras él te veía preocupado, nunca te había visto molesta, hasta ahora.–¿Tienes idea de cómo se siente? Créeme que entiendo que ahora tienes otras responsabilidades siendo un Vengador, pero eso no te quita todo tu tiempo. Sales de fiesta, vas a eventos y mil cosas más, ¿y no tienes cinco minutos para venir a verme o llamarme para saber cómo estoy? Te demoras literalmente un segundo, a lo máximo dos en llegar aquí, ¿y enserio quieres que piense que no puedes verme aunque sea un minuto?

Pietro tragó saliva nervioso jugando con sus manos, y bajó la vista hacia ellas sin realmente saber qué decir, y es que no había nada que pudiera decir para salvarse.

–¿Sabes cuantas veces he estado llena de trabajo hasta el cuello y aún así encuentro un momento para escribirte y preguntarte cómo estás? Estoy cansada, Pietro. Me siento sola, a veces incluso siento que estoy más en una relación con tu hermana en lugar de contigo porque hasta ella se preocupa más por mi que tú.–Le dijiste viéndole con el ceño fruncido.–Me siento sola, siento que ya te olvidaste de mi.

–T/N eso no es cierto, ¿cómo me voy a olvidar de ti?–Dijo en voz baja levantando la vista para verte a la cara.

–Bueno no lo sé, pero así es como se siente. ¿Y sabes qué? Ya me cansé, no quiero más. No quiero sentirme como tú última prioridad, como si no te importara.–Le dijiste poniéndote de pie mientras él te veía asustado.–Quiero que te vayas y no vuelvas más.

–¿Q-qué? ¿Pero—. Te iba diciendo parándose frente a ti, sin embargo le interrumpiste.

–Esto no da para más, Pietro. Ándate, no vuelvas. Sigue con tu fabulosa nueva vida y no vuelvas, va a ser lo mejor para los dos, así ya no hay nada atándote aquí y puedes hacer lo que se te dé la gana.–Le dijiste yendo hacia la puerta, pero te tomó de la mano provocando que te detuvieras a medio camino.

–¿Printsessa pero qué dices? ¿Por qué? No hagas esto, yo te amo, ¿si? Y-yo sé que este último tiempo lo he arruinado un millón de veces pero dame otra oportunidad, por favor te lo pido, no termines las cosas así...–Te pidió acercándose para abrazarte con fuerza.

–Pietro suéltame, llévate tus cosas y no vuelvas. Ya tomé la decisión, no quiero tenerte más en mi vida, lo único que haces es hacerme daño y estoy cansada de permitirtelo.–Le dijiste saliendo con dificultad de su agarre y dando un paso hacia atrás para poner distancia.

–Printsessa—

–No Pietro. Vete. Llévate todo y no vuelvas.–Le dijiste pasando ambas manos por tu rostro conteniendo las lágrimas.–Y que sea rápido, ¿si? No por nada tienes tus poderes, por algo también eres un Vengador, ¿no?

Pietro tragó el nudo en su garganta y con su velocidad fue a su— tu habitación y guardó sus cosas en su bolso, antes de aparecer de nuevo en la sala de estar.

–Printsessa por favor perdóname...

–No me digas así, solo ándate.–Le dijiste tragando el nudo en tu garganta.

El velocista limpió una lágrima en su mejilla y salió de la casa cerrando tras de sí, no sin antes habiendo dejado sus llaves y una vez estuvo fuera, colapsaste en el sillón cubriendo tu rostro con tus manos y comenzando a sollozar.

Mientras tanto, Pietro en lugar de usar su velocidad se fue caminando de vuelta al campus lentamente pensando en todos los errores que había cometido.

Se tardó bastante en llegar, incluso había comenzado a llover y para cuando entró iba totalmente empapado.

En lugar de ir a su habitación, fue a la de su hermana donde al abrir la puerta, la vio sentada en su cama con un recipiente lleno de palomitas viendo una película.

La bruja levantó la vista hacia él y soltó un suspiro dejando el recipiente a un lado.

–Te dije que cuidaras tu relación.–Le dijo ella, mientras Pietro se sentaba a su lado dejándose caer apoyando su cabeza en el regazo de ella, mojando la cama y la ropa de su hermana en el proceso.

–Ya sé...–Murmuró cerrando los ojos y dejando ir las lágrimas, mientras Wanda dejaba una mano en su brazo y la otra en su cabeza para intentar consolarlo.