Nuestro lugar secreto (Wanda Maximoff)*
Prólogo: Llevas a Wanda a tu lugar secreto en Asgard para poder pasar tiempo a solas con ella.
Ani090608
NekoChan519515
lana_lov3r
Advertencia: Aquí la rayis es Asgardiana. Masturbación al aire libre, fingering (masturbación femenina), lectora dominante, Wanda sumisa, un poco de posesividad, nipple play (o juego de pezón en español, que básicamente es estimular los pezones, ya sea con la boca o dedos), cum eating (consumo de fluidos después de un orgasmo), jalar el cabello, marcas.
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Habías llevado a Wanda a conocer Asgard, y durante los últimos días no habían podido pasar tiempo juntas ya que Frigga insistía en enseñarle los alrededores, habían fiestas, u otras cosas que les impedían estar a solas.
Por todas esas razones es que decidiste llevártela a caminar lejos del palacio a un lugar oculto donde ibas de pequeña, e incluso ya siendo adulta cuando querías estar sola para alejarte de todo el alboroto en el castillo.
–T/N esto es hermoso...–Dijo Wanda maravillada estando sentada ambas en el suelo, tu apoyada atrás en un árbol y la pelirroja frente a ti con su espalda es tu pecho y tus piernas a cada uno de sus lados.–Ni siquiera es mis más alocados sueños podría haber imaginado algo así.
Frente a ustedes había una gran cascada con aguas cristalinas, flores doradas con diamantes en el centro, más flores de colores y muchas cosas más que hacían de este un paisaje muy hermoso.
–Mmm... si... es muy hermoso.–Murmuraste comenzaste a dejar besos en su cuello mientras tu mano acariciaba su pierna al haber levantado un poco el largo vestido rojo que llevaba puesto.–¿Pero sabes qué es más hermoso que el paisaje?
–¿Qué cosa?–Preguntó de vuelta con una pequeña sonrisa ya imaginando a lo que querías llegar.
–Tú con este vestido.–Le dijiste al oído con una sonrisa dándole un suave mordisco.
Wanda soltó una pequeña risita mientras deslizabas tu mano bajo su ropa haciendo sus bragas a un lado para acariciar sus pliegues mientras tu otra mano desataba las amarras que se encontraban en su pecho del vestido para así soltarlo y pasar tu mano bajo este.
Tomaste su pecho con tu mano comenzando a masajearlo y jugando con su pezón mientras la bruja dejaba su mano sobre la tuya y con la otra apretaba el vestido manteniéndolo arriba dejando caer su cabeza hacia atrás en tu hombro.
–Hace días que no te tengo para mi sola.–Dijiste en voz baja besando su cuello tratando de no dejarte llevar tanto para no dejar marcas y que las pudieran ver cuando volvieran al castillo.
–Ahora si, y puedes hacer lo que quieras.–Te dijo con una sonrisa abriendo los ojos para verte a la cara.
Una sonrisita maliciosa se formó en tu rostro y la besaste pasando tu lengua por la suya mientras ella soltaba un gemido al sentir tus dedos entrar en ella.
Soltó el vestido y llevó su mano a tu cabello para enredarla a la vez que mordía tu labio antes de pasar su lengua por él y volver a besarte con mayor intensidad.
Pasaste tu dedo pulgar por su clítoris a la vez que tú otra mano cambiaba de pecho para estimularlo, y la de ella seguía en el anterior apretándolo y masajeándolo.
–Eres mía, solo mía, de nadie más.–Le dijiste dejando besos por su mejilla y bajando a su mandíbula, cuello y hombro donde sacaste tu mano de su pecho para bajar el vestido y dejarlos al descubierto.
Te alejaste de ella sacando tus dedos de su interior y ambas se recostaron en el césped donde te posicionaste encima suyo volviendo a llevar tus dedos dentro de ella insertando tres de una vez haciéndole gemir, mientras que tu boca la llevaste a uno de sus pechos donde comenzaste a succionar haciéndole gemir y arquear la espalda.
Wanda enredó sus manos en tú cabello abriendo aún más sus piernas a las vez que tus dedos se movían de forma rápida haciéndole sentir que su orgasmo se aproximaba.
–Di que eres mía, dime que me perteneces a mi.–Le dijiste desesperada besando el espacio entre sus pechos y dejando marcas en él antes de cambiar al otro.
–Soy solo tuya, mi querida. De nadie más, eres mi diosa...–Dijo Wanda con la respiración acelerada arqueando la espalda sintiendo su orgasmo aproximarse, y tú gemiste al escuchar sus palabras.
Llevaste tu pulgar a su clítoris y no faltó nada más para que Wanda gimiera alto arqueando la espalda y corriéndose en tu mano jalando tu cabello sin que dejaras de estimular su pezón con tu boca donde pasabas tu lengua por él.
Seguiste moviendo tus dedos para prolongar más su sensación mientras besabas todo el camino de sus pechos hasta su boca donde la besaste con desesperación y Wanda pasó sus manos bajando a tu trasero para apretarlo y subiendo una mano por tú espalda hasta dejarla en la parte de atrás de tu cuello.
Te alejaste un poco para que ambas pudieran respirar y llevaste tu mano a tu boca para limpiar tus dedos con ella sin romper el contacto visual, y luego Wanda tomó tu mano para meter tus dedos en su boca gimiendo y cerrando los ojos ante la acción.
–Este ahora es nuestro lugar secreto.–Le dijiste con una sonrisa acomodándote mejor entre sus piernas y tomando un con una mano mientras tu otro brazo lo tenías apoyado en el suelo para no caer encima suyo.
–Creí que este era tú lugar secreto.–Te dijo con una pequeña risita tomando tú rostro con ambas manos apartando tu cabello en el proceso.
–Era, ahora es de las dos, eres la único a quien he traído acá.–Le dijiste con una sonrisa acercándote para besar sus labios antes de recostarte encima suyo dejando tu cabeza en sus pechos que seguían descubiertos.–Te amo Wanda Maximoff.
–Yo también te amo, T/N Odinsdottir.–Respondió con una sonrisa besando tu cabeza y envolviendo sus brazos alrededor tuyo.
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