Prólogo: Loki no sabe por qué contigo es distinto a diferencia de los demás, sin embargo una noche cuando ve que tienes una pesadilla y te acompaña, se da cuenta de que le gusta ser así contigo.

lunita028
Advertencia: Aquí la rayis es hermana menor de Bucky.
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Todos en la Torre sabían que Loki era un cascarrabias y que prácticamente nadie se le podía acercar, a excepción de Peter que era con el único que se llevaba bien, Nat (a quien secretamente le tenía miedo pero jamás lo iba a admitir), y Thor que realmente dependía del día era si le acuchillaba o no.

La cosa es que si bien tu no te le acercabas, cuando Loki estaba alrededor tuyo parecía ser una persona totalmente distinta. Era sorprendente para todos lo amable que era contigo, como nunca te hacía bromas ni mucho menos se quejaba de tu presencia ni nada. Y la verdad es que al dios también le sorprendía, solo que no decía nada al respecto.

Loki realmente no sabía mucho de tu pasado más allá de lo que Peter le había contado, y es que cuando Bucky, tu hermano mayor, fue capturado por Hydra unos agentes fueron a por ti también para tener a dos Soldados del Invierno, ¿y qué mejor que fueran hermanos?

Era tarde por la noche y Loki no podía dormir. Detestaba cuando eso sucedía, por lo que en lugar de seguir intentando, comenzó a leer sin embargo en medio de su lectura se decidió a ir por una taza de té.

Mientras caminaba por los pasillos hacia la cocina, antes de doblar en la esquina a donde habían otras habitaciones (la tuya incluida), escuchó a Bucky tratar de hablar contigo pero le echaste diciendo que querías estar sola.

Loki se asomó y vio a Bucky saliendo de tu habitación con expresión triste.

–Solo avísame si necesitas algo, ¿Okey? Sabes que no me molesta quedarme contigo o que vayas a mi habitación.–Te dijo con una pequeña sonrisa antes de cerrar e ir a su cuarto.

Loki frunció el ceño y siguió caminando hasta llegar a tu puerta donde apoyó su oído y te escuchó sollozar suavemente.

En ese momento sintió como si su corazón se apretara (cosa que nunca antes le había sucedido), y antes de darse cuenta de lo que estaba haciendo, ya se encontraba dentro de tu habitación cerrando la puerta tras de sí.

–¡Bucky ya te dije que estoy bien! ¡Solo quiero estar—. Te quejaste sentándote en la cama volteándote a la puerta, sin embargo te detuviste al ver al dios acercándose con expresion afligida a tu cama.–¿Loki? ¿Y tú qué haces aquí?

–¿Estás bien? Te escuché llorar desde el pasillo.–Te preguntó con voz suave viéndote tratar de limpiar tus lágrimas fingiendo que no había pasado nada.

–Estoy bien, no te preocupes, no es nada.–Murmuraste aclarando tu garganta, sin embargo el dios llevó su mano para limpiar unas lágrimas que aún seguían en tu rostro provocando que te le quedaras viendo confundida.

–Tuviste una pesadilla, ¿no es así?–Te preguntó haciendo aparecer con su magia un pañuelo de tela verde oscuro y te lo entregó.

Tragaste el nudo en tu garganta de forma dolorosa y lo aceptaste secando las lágrimas en tu rostro.

–Si... pero no es nada de lo que te tengas que preocupar.–Le dijiste volviendo a entregarle el pañuelo, pero movió tu mano con delicadeza hacia ti para que te lo quedaras.

–Lo sé, pero aún así me preocupo por ti.–Te dijo con una sonrisa.–Si quieres hablar estoy aquí para escucharte, o si quieres puedo dejarte sola e irm—

–No...–Dijiste de forma apresurada levantando la vista hacia él.–¿Podrías... amm... t-te puedes quedar conmigo?

–Por supuesto.–Dijo con una sonrisa en el rostro.

Te volviste a recostar en la cama y Loki se acomodó a tu lado acercándote a él y abrazándote, dejando tu rostro en su pecho.

–¿Por qué te preocupas por mi? Porque por lo que he visto, nadie te agrada realmente.–Le preguntaste abrazándolo mientras Loki jugaba con tu cabello.

–No lo sé... pero debo admitir que esto me gusta...–Murmuró en voz baja.

Sabías que Loki era el dios de las mentiras y que la mitad de las cosas que decía durante el día no eran verdad, sin embargo esa pequeña confesión parecía ser sincera, y fue suficiente para traerte una sonrisa al rostro.

–A mi también me gusta esto.–Le dijiste abrazándolo aún más.

Loki sonrió con las mejillas sonrojadas y siguió jugando con tu cabello hasta que ambos finalmente se durmieron en los brazos del otro.