Prólogo: Haces un nuevos amigo en un bar y a Peter no le gusta para nada.

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Todos habían ido a celebrar a un bar después de haber protegido otro planeta más y de forma exitosa.

Tu estabas junto a la barra esperando por las bebidas para Peter y para ti, cuando alguien se te acercó a charlar, pero según desde el punto de vista de Peter donde estaba en su mesa ese alguien no estaba solo hablando, si no que más bien estaba coqueteando.

Tu no le tomabas importancia, solo estabas charlando tranquila cuando Peter llegó a tu lado y te abrazó por las espalda dejando besos en tu cuello.

–Hey... las bebidas aún no están listas, te dije que yo las llevaría.–Reíste con ligereza dejando tus manos sobre las suyas.

–Si, bueno... no quería desperdiciar éste rato contigo.–Te dijo con una sonrisa besando tu mejilla.

La otra persona aclaró su garganta incómodx, y Peter levantó la vista hacia él/ella.

–Ah... no había notado que tenías compañía.–Dijo viéndole de pies a cabeza.

–Hola... soy—. Iba diciendo con la mejor sonrisa que podía formar, pero Quill le interrumpió.

–Si, si, no me importa. Vine a ver a MI novia, no a ti.–Le dijo mientras se posicionaba a tu lado con su brazo alrededor tuyo.

Tu reíste ligeramente mientras que el chico de la barra dejó sus vasos junto a ti.

–Okey, ya vámonos. Fue un gusto conocerte, (...).–Dijiste con una sonrisa tomando sus bebidas.

–Adiós, T/N.–Se despidió viendo a Peter de pies a cabeza, y él hizo lo mismo de vuelta.

Quill te llevó hasta su mesa con el brazo alrededor de tu cintura y te dejó sentarte junto a la pared y luego él junto a ti.

–¿Qué fue todo es—. Ni siquiera alcanzaste a terminar cuando te tomó de la mandíbula y te volteó hacia él para besarte con fuerza.

Soltaste un pequeño sonido de sorpresa mientras que su otra mano la dejaba alrededor de tu cintura, y pronto le besaste de vuelta dejando tus manos en su cabello para desordenarlo.

Su mano bajó ligeramente a tu trasero donde apretó con fuerza haciéndote gemir suavemente e inmediatamente introdujo su lengua en tu boca.

Ya cuando los dos estaban quedándose sin aire, se alejó un poco pero con aún su mano en tú mandíbula y manteniendo su rostro a centímetros del tuyo con sus labios rozando al hablar.

–Eres solo mía, ¿escuchaste? Mía. De nadie más. No me gusta compartir, y lo sabes.–Te dijo viéndote con expresión seria.

–Lo sé... y tú eres solo mío.–Le dijiste con una sonrisa acariciando su mandíbula.

Una pequeña sonrisa se formó en su rostro y acarició tu mejilla y cadera dejando un beso en tu nariz.

–Así es... solo tuyo.

–Solo mío.–Repetiste con una sonrisa acercándote para volver a besarlo pero de una forma más suave ésta vez.–Y yo soy solo tuya.

–Solo mía.

–Aunque no me vendría mal un recordatorio...–Le susurraste al oído.

Peter inhaló profundamente y se alejó un poco para verte a la cara con expresión seria.

–No quieres hacer eso, créeme.

–¿Tienes miedo?–Le preguntaste con una sonrisa desafiante.–Porque si es así entonces debería pedirle ayuda a mi nuevo amig—

Ni siquiera alcanzaste a terminar cuando Peter te tomó de la mano y te hizo seguirle rápidamente mientras reías y caminabas detrás suyo hacia la nave.