Prólogo: Wade y tu descubren un fetiche de él.

camtblouie
AlmaDamiano
Advertencia: primera vez (de la relación), en éste o.s tienes tatuajes, fetiche (o kink) con tatuajes, menciones de fluidos, sexo anal sin protección (es importante el globito), fingering, cum eating, sexo oral (mujer recibiendo), masturbación.
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Wade y tu llevaban saliendo ya más o menos cinco meses, y lo extraño de la situación es que aún no habían llevado las cosas a la cama.

Sí es verdad que habían tenido llamadas ardientes y se habían enviado fotos, pero todavía las cosas no pasaban mucho más allá de eso.

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Era un día en el cual hacía un calor horrible en la ciudad, y Wade te había ido a visitar a tu departamento.

Él estaba recostado en tu cama esparcido en ella sin playera, mientras tú andabas en unos shorts y camiseta sin mangas en la cocina donde él te podía ver al ser un departamento de una estancia.

–Dios, que calor hace...–Te quejaste recogiendo tu cabello para atarlo con tu coleta que tenías en la muñeca.

–Sí... deberíamos ir a una—. Iba diciendo Wade sentándose en la cama mientras le dabas la espalda sentándote a los pies de ésta para quitarte los zapatos, y él se quedó sin palabras.

Al momento en que recogiste tu cabello y te sentaste frente a él dándole la espalda, Wade pudo notar que tenías un pequeño tatuaje de una serpiente cobra en la parte de atrás del cuello, el cual nunca antes había visto ya que siempre tenías el cabello suelto.

–¿Ir a dónde?–Le preguntaste confundida al no escucharle terminar su frase, voltéandote para verle.

Cuando te giraste le viste ligeramente sonrojado y boquiabierto, además de una pequeña y creciente erección en sus shorts.

–¿Y a ti qué te pasó?–Le preguntaste soltando una risita.

–E-eso que tienes ahí en el cuello... ¿e-es un tatuaje?–Te preguntó ligeramente nervioso.

La sonrisa desapareció de tu rostro y pusiste tu mano sobre el tatuaje, volteando tu cuerpo por completo hacia él.

–¿Un tatuaje? No... no claro que no...–Reíste nerviosa poniéndote de pie para ir a la cocina.

–¡Claro que si! ¡Yo lo vi, no mientas!–Te dijo mientras te seguía.–¿Por qué lo niegas? ¡Es lo más hermoso que he visto! Déjame verlo bien.–Insistió con una gran sonrisa, volteándote para ver el dibujo en tu piel.

–¿Enserio te pusiste nervioso por mi tatuaje?–Le preguntaste soltando una pequeña risita, mientras él pasaba sus dedos por él.

–¿Nervioso yo? Pf, claro que no.–Trató de negarnos mientras volvías a voltearte hacia él.

–Ajá... ¿y también vas a negar que tienes una erección por mi tatuaje?–Le preguntaste cruzándote de brazos y alzando ambas cejas.

Wade inhaló profundamente tratando de encontrar palabras para defenderse, pero la molestia en sus pantalones y el bulto en ellos le delataba.

–¿Si digo que si te vas a enojar? Es que sé que no lo hemos hecho aún y no quiero forzarte a nada que no—. Ni si quiera alcanzó a terminar cuando estrellaste tus labios contra los suyos en un beso necesitado.

Wade pronto se recuperó de la sorpresa y te besó de vuelta haciéndote retroceder hasta el mesón donde te sentó y se posicionó entre tus piernas, besándote con necesidad y refregando inconscientemente su erección contra tu pierna.

–No me vas a forzar a nada así que quédate tranquilo.–Le dijiste con una sonrisa.

Wade sonrió y volvió a besarte mientras bajabas sus shorts y él quitaba tu camiseta para dejarte solo con tu sostén, el cual quitó y comenzó a dejar besos hasta llegar a tu pecho izquierdo el cual metió en su boca.

Arqueaste la espalda soltando un gran gemido mientras Wade se abrazaba a ti, y con su mano izquierda comenzó a jugar con tu pezón derecho, refregando su erección en ti.

Le tomaste de ambas mejillas para volver a besarlo, bajándote del mesón mientras sus lenguas exploraban la boca del otro.

–Si te gustó ese tatuaje entonces solo espera a ver el otro.–Le susurraste a centímetros de su boca.

–¡¿Tienes otro tatuj—. Ni si quiera alcanzó a terminar de hablar, cuando te diste la vuelta dejándole ver en tu espalda descubierta el gran tatuaje de un dragón que cubría toda la parte de tu columna y sobresalía hacia los lados.–No mames... no puede ser...–Dijo asombrado sintiendo como su miembro se rectaba aún más al ver el gran dibujo.

Te quitaste los shorts junto con tus bragas para dejarlos caer al piso y hacerlos a un lado, apoyando ambas manos en el borde del mesón para menear tu trasero hacia atrás.

–¿Planeas hacer algo o solo te vas a quedar ahí?–Le preguntaste viendo por sobre tu hombro con una sonrisa y mordiendo tu labio inferior.

–Mujer un día de estos me vas a matar. Se supone que es imposible pero tú lo vas a conseguir.–Dijo pasando una mano tu intimidad para recolectar tus fluidos haciéndote gemir, y luego pasó esa mano por su miembro para lubricarlo.–Es lo más hermoso que he visto en toda mi puta vida.

Wade tomó tus caderas con ambas manos y alineó su miembro con tu entrada para embestirte de una sola vez haciéndote gemir y arquear la espalda.

No te dio ni si quiera un par de segundos para acostumbrarte cuando comenzó a embestirte con fuerza, haciéndote gemir y aferrar tus manos al mesón con fuerza.

–¡Puta madre! ¡Mierda bomboncito te ves hermosa!–Exclamó sin poder apartar la bista de tus espalda, y de vez en cuando viendo hacia donde desaparecía dentro de ti.

–¡Mierda Wade sigue así!–Gemiste llevando tu mano izquierda hacia tu clítoris para masajearlo con tu pulgar e insertar dos dedos en ti.

–No puede ser... bombón no voy a durar mucho contigo así...–Gimió moviéndose aún más rápido.

Soltaste un gran gemido y Wade se corrió dentro de ti sin dejar de moverse.

Una vez se vació por completo, salió de dentro de ti y lamió sus propios fluidos de tus piernas por atrás, y luego te volteó para sentarte en el mesón de la cocina y arrodillarse ante ti, sumergiendo su rostro entre tus piernas.

–¡Oh mierda!–Gemiste dejando caer la cabeza hacia atrás y aferrándote al mesón con tu mano mano izquierda, mientras la otra la llevabas a tu clítoris, y Wade embestía su lengua dentro de ti afirmando tus piernas con ambas manos con tanta fuerza que probablemente dejaría marcas.

Apretaste tus piernas alrededor de su cabeza soltando un gran gemido y arqueando la espalda, sintiendo tu orgasmo aproximarse.

Wade pegó su cabeza aún más a tu parte baja y finalmente te corriste en su boca soltando un fuerte gemido, mientras él tragaba hasta la última gota.

Una vez tu orgasmo pasó, Wade lamió tus piernas, y luego desde tu clítoris hacia arriba todo tu cuerpo hasta llegar a tu boca donde te besó con necesidad, dejándote saborearte a ti misma y a él mezclados.

Sujetaste su cabeza por las mejillas y lamiste tus fluidos de su cuello y barbilla antes de volver a besarle.

–Mierda bomboncito enserio eres maravillosa.–Dijo agitado una vez se alejó de tu boca, ambas de sus manos acariciando tus piernas.

–Y yo no puedo creer que tengas un fetiche con mis tatuajes.–Reíste ligeramente tratando de regular tu respiración.

–Yo no tengo un fetiche con tus tatuajes, ¿de qué hablas?–Negó frunciendo el ceño.

Tu solo sonreíste y te bajaste del mesón para voltearte apoyando tus brazos en la encimera para darle una vista clara a los tatuajes en tu espalda y cuello, y lo único que escuchaste fue a Wade soltar un gruñido molesto.

–¿Algún problema, mi amor?–Le preguntaste con una sonrisa arrogante, volteándote para ver su nueva erección y mejillas sonrojadas.

–Cierra la boca.–Te regañó tomando su miembro para pasar su mano por él rápidamente y luego alinearlo con tu entrada por segunda vez mientras tu solo reías ligeramente.