Un amor en invierno (Loki Laufeyson)***

Prólogo: Es un día frío de invierno así que Loki te ayuda a entrar en calor.

Lana_Laufeyson
Perdón por la tardanza, ya me estoy poniendo al día con los pedidos. Así que si les gustaría algo, pueden escribirme con confianza 😁❤️✨️

Advertencia: MUY explícito. Lectora dominante, Loki sumiso. Jalar cabello, ahorcar, marcas y mordidas, nipple play, fingering, sexo oral (hombre y mujer recibiendo), negación de orgasmo, elogios, sobrenombres (mi rey, mi reina, reina mía), sexo sin protección, menciones de fluidos, posesividad.
○●○●○●○●○●○●○●○●○●○●○●○●○●○●○●○

El clima era cada vez más frío. Fuera del departamento donde vivías, las gotas de lluvia chocaban creando un fuerte sonido, junto con los truenos y/o relámpagos que sonaban de vez en cuando.

Miraste por la ventana hacia afuera mientras te ponías un suéter negro de los que le habías comprado a Loki para que usara cuando estuviera en Midgard y no utilizara sus ropas adgardianas, así estaría más cómodo.

Acomodaste tus manos en las mangas largas del suéter, envolviéndote en él mientras bajabas las escaleras hasta llegar a la sala de estar donde encontraste a Loki leyendo en el sofá, con una taza de de té en la mano.

Llevaba puesto un cardigan verde muy oscuro, casi negro desbrochado con una simple playera debajo y sus pantalones. Toda ropa comprada por ti para que estuviera cómodo cuando se quedara contigo.

–¿Qué acaso no prendiste la calefacción? Me estoy congelando.–Te quejaste caminando hacia lo mencionado, y una vez te diste cuenta que estaba apagada, te volestaste con expresión molesta hacia él.

Loki te ofreció una pequeña e inocente sonrisa.

–Tal vez lo olvidé.

–Ajá, si. ¿Y ascaso también olvidaste de que yo no soy un gigante de hielo como tú y de verdad puedo morir de hipotermia?–Le dijiste mientras ponías la calefacción a una temperatura moderada para el gusto de ambos.

–Ya no te enojes, reina mía. No es para tanto.–Te dijo con una sonrisa, dejando el libro y su taza en la mesita junto a él en el sillón para extender sus brazos y atraerte hacia él.

–Loki, es enserio. Me estoy congelando.–Le dijiste con los ojos entrecerrados y el ceño fruncido, mientras él te sentaba en su regazo.

Loki solo rió con ligereza, metiendo sus manos bajo tu playera para acariciar tu piel mientras tomabas un sorbo de su té y lo volvías a dejar en la mesita.

–Me encanta cómo te ves usando mi ropa...–Pasó un mechón de tu cabello tras tu oreja.

–Afuera está lloviendo y no podemos salir. ¿Qué podemos hacer para no aburrirnos? Porque para variar la televisión se descompuso.–Dijiste sin prestar atención a lo que el dios acababa de decir. Aunque no era nada nuevo tampoco.

Esa tan distintiva y juguetona sonrisa se formó en su rostro sin dejar de verte, llevando su mano izquierda a tu mejilla para acariciarla, mientras la otra la deslizaba por tu muslo y acariciarlo.

–Creo que tengo una idea... así también puedes entrar en calor y no aburrirte al mismo tiempo.–Se acercó haciendo que sus labios rozaran, para luego besarte con pasión.

Llevaste tus manos a su cabello para desordenarlo y jalar de él, haciendo que soltara un gemido y aprovechaste la oportunidad para introducir tu lengua en su boca, ladeando un poco la cabeza para darle más profundidad al beso.

Loki llevó sus manos a tu cintura y comenzó a moverte sobre su gran masculinidad, erectándose y haciendo que tu te mojaras por la fricción.

Pronto comenzaste a moverte tu sola mientras Loki llevaba sus manos a tu trasero y lo apretaba con fuerza, a la vez que ibas dejando besos por su mandíbula y cuello, mordiendo y marcándolo como tuyo. Tal y como a él le gustaba.

Con su magia hizo desaparecer sólo tu playera y brasier ya que te quería ver con su suéter puesto, a la vez que él también hacía desaparecer su parte de arriba y soltaba un gemido al sentir tu piel contra la suya y tus erectos pezones.

Pasó su brazo derecho por tu cintura para pegarte aún más a él, mientras que su otra mano la llevaba a tu pecho y lo apretaba, para después dejarla en tu cintura.

Llevaste tu mano a su cuello, hasta subir y dejarla en su mandíbula, alejándote de él y forzándolo a mirarte.

–¿Me amas?–Le preguntaste con tus ojos oscurecidos por la lujuria y el deseo evidente en ellos.

–Con toda mi alma y corazón.–Respondió agitado y sin apartar la mirada de ti, dejándote hacer lo que quisieras con él.

Loki siempre te permitiría tratarlo como se te diera la gana.
Hacer lo que se te diera la gana con él.

–Dime que eres mío.

–Soy solo tuyo, reina mía. De nadie más. No importa el qué, mi mente, mi cuerpo, mi alma, mi corazón y todo yo siempre voy a ser tuyo. Siempre te voy a pertenecer a ti. Mi lugar siempre va a ser donde estés tu.

–¿Me deseas?–Le preguntas acariciando su mandíbula con tu mano, tu voz ya un poco más suave, al igual que tu mirada.

–Todo el maldito tiempo, mi reina.–Te respondió sonando casi desesperado por el dolor de su erección.–Te necesito ahora, reina mía. Déjame tenerte. Déjame complacerte.–

–Eso suena bien...–Con tu dedo pulgar separaste sus labios, sin quitar la vista de ellos.

Lamiste su boca, para luego insertar tu lengua en ella y besarlo con posesividad y amor mezclados, mientras Loki te tomaba con cuidado y te recostaba en el sillón con delicadeza.

Comenzó a dejar besos por tu mejilla, bajó hacia tu mandíbula y cuello, pronto llegó a tu pecho derecho donde comenzó a jugar con tu pezón con su lengua tal y como te gustaba mientras jalabas de su cabello, y él con su otra mano le daba atención a tu pecho libre.

Después siguió bajando dejando besos en cada curva, en tu abdomen y cada parte que pudiera alcanzar, haciendo desaparecer con su magia tu ropa en la parte de abajo de tu cintura.

Dejaste tu pierna izquierda sobre el respaldo del sillón para darle una mejor vista, mientras Loki con delicadeza posicionaba la otra en su hombro.

Se tomó un tiempo para admirarte, besando tu muslo cada vez más abajo y luego pasar su nariz, simplemente oliendo.

–Eres maravillosa, reina mía. Ahora permíteme complacerte de la manera en que te gusta.–Susurró entre medio de tus piernas con sus ojos fijos en ti.

–Hazlo.–Le diste el permiso que esperaba escuchar por ti.

Primero dejó un par de besos en tus muslos, para luego dejar uno directamente en tu clítoris, lo cual te hizo dar un pequeño salto.

Pronto, hundió su cabeza por completo en tu intimidad, comenzando a devorarte y complacerte, tal y como lo había dicho antes. Mientras empezabas a gemir y llevabas ambas manos para jalar de su cabello y guiándolo a tu gusto.

Loki llevó dos dedos y los metió en ti, haciendo que arquearas la espalda del placer que estabas sintiendo.

Con su otra mano apretaba tu muslo dejando sus dedos marcados, donde asumías se pondría morado, pero realmente no te importaba mucho.

Loki era un experto en darte placer con tan solo su lengua, la misma lengua que la gente decía sólo servía para decir mentiras. Habían muchas cosas que ellos no sabían. Claramente eran todos unos ignorantes, aunque tampoco los culpabas, preferías que este lado de él solo lo pudieras ver tu.

No pasó tanto hasta que comenzaste a sentir esa tan familiar sensación en tu abdomen que pronto se convertiría en un orgasmo.

Jalaste del cabello de Loki para atraerlo hacia tus labios y besarlo, saboreándote a ti misma en su boca, mientras sus dedos seguían moviéndose dentro de ti.

Con tu otra mano los removiste de dentro de tuyo y te sentaste en el sillón sin dejar de besarlo.

–Quiero que te corras tu primero.–Le dijiste rozando sus labios con los tuyos, haciendo que se recostara con la cabeza en la otra punta del sillón.

–Cómo desees, reina mía.–Respondió con una pequeña sonrisa y aún agitado, intentando recuperar el aire perdido mientras tú bajaba sus pantalones.

Tomaste su miembro en tu mano y comenzaste a moverla a lo largo de éste, para luego acomodarte y guiarlo dentro de tu boca, donde lamiste la punta y luego lo metiste por completo.

Loki arqueó su espalda con ligereza en el sillón, su mano llegando directamente a tu cabello para jalarlo con un poco de fuerza, haciendo que gimieras alrededor de su miembro y eso le enviara vibraciones a todo el cuerpo.

Con tu mano apartaste la suya de tu cabeza para moverte a tu gusto, y él simplemente tuvo que limitarse a apretar el sillón con fuerza.

Movías tu cabeza a lo largo de su miembro, tratando de acaparar su gran masculinidad. Al fin y al cabo, era un dios.

Cada vez te movías más rápido, y cuando sentiste que ya se iba a correr, lo sacaste de tu boca haciendo que soltara un quejido.

–Tranquilo... solo quiero tenerte dentro de mi cuando te corras, es todo.–Le aseguraste con una sonrisa, acomodándote en su regazo y pasando su punta por tu entrada.

–Yo también quiero est—. Ni si quiera alcanzó a terminar cuando sintió que de una sola embestida lo metiste dentro de ti, haciendo que ambos gimieran al mismo tiempo.

Enterraste tus uñas en su pecho, dejando pequeñas marcas de medias lunas en él.

Loki las tomó y llevo una a su boca para besarla y luego la dejaste apoyada entrelazada con la suya junto a su cabeza mientras hacías lo mismo con la otra.

Pronto comenzaste a moverte en su miembro con tus caderas, creando una fricción que les hacía gemir a ambos, acelerando cada vez más la velocidad.

–E-eres una diosa, reina mía... eres maravillosa...–Te dijo agitado mientras te movías con rapidez, haciendo que su orgasmo comenzara a avanzar con rapidez nuevamente.

Besaste sus labios con fuerza, tomando su rostro con ambas manos mientras comenzabas a embestirte a ti misma, Loki llevando sus manos a tu trasero para apretarlo con fuerza y moverte haciendo fricción.

Dejaste besos húmedos por su mejilla y mandíbula hasta llegar a su cuello y pecho donde comenzaste a morder y dejar marcas.

Llevaste tu boca a su pezón izquierdo donde comenzaste a darle atención, haciendo que ya no pudiera seguir conteniendo su orgasmo.

Loki depositó su abundante y cálida semilla dentro de ti, llenándote por completa mientras tu propio orgasmo ya no podías contenerlo por más tiempo y te corrías junto a él, sus fluidos mezclados chorreando de dentro tuyo hacia tus muslos y los suyos. A la vez que dejabas tu frente pegada a su cuello y ambos respiraban agitados.

Loki con sus manos en tú trasero lo apretaba para pegarte más a él y tratar de no desperdiciar ni una sola gota.

Cuando ya ambos habían bajado de sus nubes de aquellos extraordinarios orgasmos, te apoyaste en tu mano derecha para levantarte un poco y verle a la cara.

Te acercaste y besaste sus labios rojos y casi morados por la fuerza anterior con mucha más delicadeza, mientras Loki quitaba tu cabello de tu rostro.

Una vez se separaron, colapsaste encima suyo sin sacarlo de dentro de ti, mientras el dios envolvía sus brazos alrededor tuyo y hacía aparecer una manta verde encima de ustedes.

–Supongo... supongo que lograste entrar en calor, reina mía.–Te dijo aún tratando de recuperar el aire y pasando sus dedos por tu enredado cabello.

–Sí... y todo gracias a ti.–Reíste ligeramente, dejando un beso en su mandíbula y acariciándola con tu mano.

–Te amo, reina mía. Todo lo que dije es verdad, jamás podría mentirte. No a ti.

–Lo sé, mi rey... yo también te amo.–Le susurraste sonriendo, provocando que él también sonriera y tomara tu mano para besarla con delicadeza.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top