Prólogo: Todos piensan que Steve es virgen y no tiene novia, hasta que él les muestra lo contrario.

rouscasalino
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Todos en la Torre creían que Steve era virgen.

Nunca antes le habían visto ir a una cita con nadie, coquetear con nadie, ni hacer nada con nadie. Ni si quiera un solo bequeño beso. A excepción de cuando fue a aquella misión con Nat y fue realmente necesario.

Así que Tony siendo el genio playboy millonario filantropo entrometido que es, le organizó una cita con Sharon.

–¿Están todos en posición?–Preguntó a través del comunicador desde donde estaba sentado en una mesa de por ahí escondido en el restaurante.

–¿Por qué estamos haciendo esto?–Preguntó Pietro desde donde estaba sentado en otra mesa con Nat, ambos disfrazados. Wanda no había querido participar.

–Pues para ver si el cap al fin se atreve a algo, o qué sé yo.–Le respondió Clint desde donde estaba escondido quién sabe donde.

–La curiosidad no le hace daño a nadie.–Dijo Nat bebiendo un sorbo de su vino.

–¡Shhh! ¡Ya cállense que ahí viene el abuelo!–Les dijo Tony.

–Tú te ves más viejo que él, Stark.–Se rió por lo bajo Sam, al igual que Pietro.

Steve traía expresión molesta desde el momento en que abrió la puerta del restaurante.

–¡Steve! ¡Que bueno que viniste! Como te tardaste creí que—. Sharon se levantó de la mesa y se acercó a él para abrazarlo, pero el capitán la rechazó. Ninguno de los dos sabiendo que estaban los demás ahí, o eso se suponía.

–Sharon, quiero que me escuches con atención. No quiero parecer grosero ni nada por el estilo. Eres una mujer encantadora y muy guapa, te lo digo con respeto. Pero esto que Stark organizó, no me gustó para nada.

No estoy en busca de ir a citas, tener una relación con nadie, ni mucho menos con alguien de mi área de trabajo. Prefiero que sigamos siendo compañeros, e incluso tal vez amigos. Pero nada más que eso.–Le dijo viéndola a los ojos, con el ceño fruncido.–Lamento mucho que te hayan hecho pasar por esto, de verdad que sí. Pero no deben entrometerse donde claramente NO les incumbe.–Dijo viendo a su alrededor a todos y cada uno de sus amigos, incluso a Clint que nadie sabía dónde estaba, y en especial a Tony.

–P-pero Steve...–Sharon soltó una risa nerviosa, viendo por un segundo a su alrededor, para después posar sus manos en los brazos del capitán.

Steve las tomó con delicadeza y las apartó, haciéndose un paso hacia atrás.

–Lo siento mucho, Sharon. De verdad que sí. Pero no puedo verte de una forma romántica, y como te dije anteriormente, no estoy en busca de una relación. Ahora si me disculpas, me tengo que ir.–Le lanzó una última mirada a todos ahí, y luego salió del restaurante lo más rápido que pudo.

–Les dije que era una pésima idea.–Les dijo Bruce a través de los comunicadores, quien se había quedado en silencio todo el tiempo.

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Steve estuvo bastante molesto con todos por un tiempo. No le gustaba que se estuvieran entrometiendo en su vida, menos de esa forma.

Un día, hubo una misión en la cual casi todos terminaron bastante heridos. Y necesitaban un lugar seguro para esconderse durante un tiempo, así que Wanda y Steve quienes estaban en mejor estado, fijaron el rumbo del Quinjet a una casa en medio del bosque.

–¿Steve, dónde estamos?–Preguntó Nat mientras el capitán bajaba la rampa hacia el césped, y los demás le seguían, la pelirroja ayudada por Clint, y Wanda junto a Steve.

–¡¡¡PAPÁ!!!–Vieron a un niño de no más de cinco años, saliendo de una casa y corriendo hacia Steve, quien lo tomó en sus brazos, pero pronto se bajó y fue hacia Wanda.–¡¡¡TÍA WANDA!!! ¡¡¡VOLVISTEEE!!!

–¡Pues claro que sí, mi pequeño Liam! Te prometí que volvería pronto.–La bruja lo tomó en sus brazos y dio vueltas con él, dejando besos en su mejilla mientras él reía.

Bucky se acercó a su amigo con una pequeña niña en brazos de no más de tres años, y tú a su lado con un bebé de tan solo cinco meses en tus brazos.

–¡Papá ya está aquí, Sarah!–Le dijo Bucky a la niña, mientras se la entregaba a su amigo.

–¡Hola princesa!–Steve la tomó en sus brazos con una gran sonrisa.–Me alegra verte, querida.–Sujetó a su hija con su brazo izquierdo, y puso su mano derecha en tu cintura para acercarse y besar tus labios, y luego la cabeza de su hijo.–Hola mi pequeño...–Susurró.

–¡¿PERO QUÉ MIERDA ESTÁ PASANDO AQUÍ?! ¡¿ALGUIÉN PODRÍA EXPLICARME?!–Dijo Tony confundido, al igual que todos los demás.

–¡No digas groserías frente a los niños!–Le regañó Wanda, mientras Liam reía en sus brazos.

–Steve... ¿te molestaría explicarnos?–Le dijo Nat más calmada que todos.

–Yo también quiero saber. Me copiaste la idea, por cierto.–Comentó Clint viéndolo de pies a cabeza, mientras Sam, Pietro, Bruce y Tony tenían expresiones confundidas.

–Vengadores, les presento a mi esposa, T/N Barnes-Rogers. Ésta pequeña princesa es mi hija Sarah, Liam es el mayor, y Grant es el menor. Tiene apenas cinco meses.–Les explicó, pasando su brazo desocupado por tus hombros.

–Hola...–Les saludaste con una pequeña sonrisa y las mejillas sonrojadas, sujetando a tu bebé.

–¡¿Tú sabías y no me dijiste nada?!–Le reclamó Pietro a Wanda, acercándose a ella indignado.

–No era mi responsabilidad decirte. Y además, no puedo estar contando los secretos de la gente así como así.–La bruja le hizo un pequeño desprecio, haciendo que Liam volviera a reír, y ella igual.

–¡¿Y POR QUÉ BUCKY SÍ SABÍA Y YO NO?! ¡ESTO ES UNA TRAICIÓN!–Exclamó Sam apuntando al otro soldado, el cual rodó los ojos.

–Yo fui quien se la presentó, idiota. T/N es mi hermana, pedazo imbécil.

–¿Cómo es eso posible?–Preguntó Bruce intrigado.

–B-bueno... l-lo que pasa es que pasa es que James y yo, ambos fuimos experimentos de Hydra.–Les dijiste en voz baja y nerviosa. La verdad es que eras bastante tímida, más aún con todos los amigos de Steve y Bucky, de los cuales llevaban años escondiéndote.

–Cuando Steve me encontró y me sacó de ahí, le conté que T/N también seguía viva, así que me ayudó a buscarla. Cuando la encontramos, T'challa nos permitió esconderla en Wakanda ya que no quería que nadie supiera de su existencia, y Shuri quitó los códigos de su cabeza, tal y cómo lo hizo conmigo. Después de eso, Steve se dedicó a seducirla en mis narices.–Le dio un pequeño empujón con su hombro al capitán, haciéndole reír. Mientras su hija jugaba con la cadena de Steve que tenía sus anillos de matrimonio.

–Sí no fuera por eso, no serías el tío Bucky.–Le dijiste con una pequeña risa, mientras tomaba a Grant de tus brazos.

–Ay mira pero que tierno... ahora, ¿nos vamos a quedar aquí fuera todo el tiempo o podemos entrar?–Les dijo Clint con una pruqeña risa, mientras Pietro empezaba a jugar con Liam alrededor del gran jardín que tenían.

–Claro. Adelante, pasen por favor.–Steve se rió ligeramente, y tomó tu mano para caminar dentro de la casa, seguidos por todos.

–Así que no eras tan virgen como creíamos, Rogers. Si tienes hasta tres hijos.–Comentó Tony, haciendo que Steve rodara los ojos. Mientras Nat tenía una gran sonrisa en el rostro al ver que era tía otra vez.

–¿Qué es ser virgen?–Preguntó Liam mientras Pietro caminaba con él sentado en sus hombros, sujetándolo por sus piernas.

–Eso te lo va a explicar el tío Tony,
pequeño.–Le respondió Pietro.

–¡NO! ¡TONY NO LE VA A EXPLICAR NADA A MI HIJO!–Se apresuró a contestar el capitán, haciéndoles reír a todos.–Es muy mala influencia para él.

–Lo siento, niño. Tu papá no cree que sea una buena junta para ti.–Tony se encogió de hombros y entró a la casa con los demás.