La reunión (parte 2)
Prólogo: Nace la princesa de Wakanda.
@Emma_Est (lo siento, no me permite etiquetarte como se debe 🥲💔)
Quiero aclarar que no sé si las cosas que pasan aquí sean realmente posibles, así que solo disfruten de la imaginación de su escritora ✨️
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Ya habían pasado casi tres semanas desde tu rescate. Okoye ya se encontraba mejor, y los doctores dijeron que su bebé estaba en buenas condiciones.
Durante todo el día, te habías sentido algo extraña, pero no quisiste decirle nada a T'challa para no preocuparlo. Desde que volvieron, el rey de Wakanda no se había separado de ti en ningún momento, y le asustaba pensar que algo te podría haber ocurrido a ti o a la bebé.
Te despertaste en mitad de la noche por una fuerte contracción, por lo que te sentaste en el borde de la cama, dejando los pies en el suelo mientras apoyabas una mano detrás tuyo y la otra en tú vientre, tratando de regular tu respiración.
–¿Reina mía?–Escuchaste a T'challa llamarte, sintiendo como se sentaba en la cama.–¿Te encuentras bien?
–Sí... todo está bieeeeeennn...–Le dijiste con voz aguda, a la vez que otra contracción arrasaba contigo, ésta vez más fuerte que la anterior.
T'challa se levantó y caminó hasta el otro lado de la cama para arrodillarse ante ti, viéndote con expresión preocupada.
–¿Estás segura? No te escuchas para nada bien...
–T-t'challa... creo que Begum ya va a nacer...–Le dijiste mientras lágrimas corrían por tus mejillas y una capa de sudor recorría tu cuerpo.
–¡¿Qué?! ¡Pero si aún falta para que—
–¡BUENO PARECE QUE A ELLA NO LE IMPORTA! ¡SOLO LLÉVAME A LA MALDITA SALA MÉDICA!–Le gritaste sintiendo el dolor, mientras tú bolsa se rompía y mojaba la cama.
T'challa salió de la habitación y llamó a unos guardias para que trajeran una camilla y así poder trasladarte más rápido.
Desde que se enteró que estabas embarazada, ordenó tener camillas y sillas de ruedas en todos los lugares del palacio solo en caso de emergencia. Cuando hizo esto, creíste que sería innecesario, pero ahora, se lo agradecías un montón.
Los doctores te atendieron de inmediato una vez llegaste, y decidieron que lo mejor sería hacer una cesárea de inmediato por el bien de la bebé. Aún le quedaba tiempo, por lo que no podría ser por parto normal ya que eso podría dañarla.
–¿Están seguros que todo va a salir bien?–Les preguntó T'challa desde donde estaba sentado junto a ti en la camilla, con tu mano en la suya, los doctores a punto de iniciar con el procedimiento.
–Así es, su majestad. No se preocupe. Todo va a salir excelente.–Le aseguró el doctor que tenía el bisturí en la mano.
–T'challa perdóname... debí decirte antes, yo—Edtabas asustada, y eso lo podía ver. Estabas llorando y tus manos temblaban visiblemente.
–Reina mía... tranquila...–Posó su mano libre en tu mejilla, acercándose a ti para hablarte con suavidad e intentar distraerte de lo que los doctores estaban haciendo.–Todo está bien, no te preocupes. Esto no es tu culpa... te aseguro que todo va a salir bien.–Besó tus labios con suavidad, para luego quedarse cerca tuyo.
El procedimiento duró bastante, pero cuando por fin lo lograron y escucharon el llanto de su bebé, ambos soltaron un suspiro de alivio.
–Felicidades, sus majestades.–Les dijo la enfermera que les entregó su bebé.
La tomaste en tus brazos y la dejaste en tu pecho, con T'challa a tu lado y ambos llorando de felicidad.
–Hola princesita...–Le saludó tomando su pequeña mano, mientras te abrazaba con su otro brazo.–Bienvenida...
–Mi pequeña niña... hola Begum... no sabes lo mucho que te queríamos conocer...–Le susurraste sin dejar de llorar de felicidad.–Es tan hermosa...
–Igual que tú, reina mía...–T'challa dejó un tierno beso en tu cabeza, sin soltar la mano de su hija.
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