Prólogo: Le preguntas a Loki si te amaría siendo un gusano, y Tony también le hace la misma pregunta a Steve.

Una vez más me inspiré en algo que leí por ahí, pero cambié muchas cosas 😁
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Loki estaba sentado tranquilamente leyendo en uno de los sofás de la sala de estar principal de la Torre que también tenía cocina, donde Tony estaba preparándose un café y algo para comer después de que Steve le haya obligado.

–¡Mi rey! ¡Te he buscado por todos lados!–Exclamaste con una sonrisa, entrando a la sala para abrazar a Loki por sus hombros desde atrás y dejar un beso en su mejilla, haciendo que sonriera.

–Y yo he estado aquí todo el tiempo. ¿Cómo ha estado tu día, mi reina?–Te preguntó a la vez que te sentabas a su lado y él dejaba su libro en la mesita de noche para girar su cuerpo en tu dirección y tomar tu mano en la suya.

–Muy bien. Pero ahora tengo que hacerte una pregunta.–Te sentaste derecha sin soltar su mano, mientras Tony escuchaba atento de chismoso.–Sí me convirtiera en un gusano, ¿me seguirías amando?–Le dijiste viéndole a los ojos.

–¿Un qué?–Te preguntó completamente desconcertado.

–Ya me oíste. Un gusano. ¿Me seguirías amando si me convirtiera en un gusano?

–¿Te vas a convertir en un gusano?–Volvió a preguntar, con el ceño fruncido.–¿Alguien quiere convertirte en gusano? ¿En qué te metiste ahora, querida?

–¡No he hecho nada! ¡Solo responde la pregunta, Loki!–Soltaste una pequeña risita, mientras Tony seguía viéndolos, apoyado en la encimera de la cocina y aún con su taza de café en la mano.

–¿De qué tipo de gusano estamos hablando?

–Un gusano normal, no sé. ¡Solo responde la pregunta por favor!

–¡Bien! ¡Pero no me grites! No me gusta cuando me gritas...–Dijo murmurando la última párate mientras dejaba ir tus manos y volvía a tomar su libro, acomodándose en el sofá.–Sí. Aún te amaría siendo gusano. Y me convertiría yo mismo en uno para estar contigo porque estoy seguro de que eres el amor de mi vida.–Te dijo sin dejar de leer su libro.

Una gran sonrisa se formó en tú rostro, y te abalanzaste encima de él haciendo que cayera en el sofá de espaldas, contigo encima de él mientras besabas todo su rostro.

–Te amo, te amo, te amo, te amo, te amo Loki Laufeyson.–Por último, besaste sus labios, haciendo que riera ligeramente en tu boca.

Tony se quedó pensando unos segundos, para luego dejar su taza de café en la mesa y salir corriendo hacia el gimnasio donde Steve estaba entrenando con el saco de boxeo.

–¡CAPIPALETA!–Gritó entrando por las grandes puertas, haciendo que Steve diera un pequeño salto, girándose hacia él.

–¡¿Qué?! ¡¿Qué pasó?!

–¿Me amarías si por alguna casualidad de la vida me convierto en un gusano?–Le preguntó apoyándose en la pared junto a él.

–¿Estás hablando enserio? Creí que te había pasado algo.–Dijo seriamente, para luego seguir golpeando el saco, mientras Tony le observaba.

–¡Oh vamos Rogers! ¡Solo responde la pregunta! ¿Me seguirías amando si—Comenzó a acercarse a él mientras hablaba, pero le interrumpió.

–No.

–¿Disculpa?–Preguntó impactado, llevando una mano a su pecho.

–Me dijiste que respondiera, y ya lo hice. Ahora ve a comer que sé que aún no lo haces.

–Burno yo tampoco te amaría si fueras un gusano, Trasero de América.–Le dijo comenzando a caminar hacia la puerta, dándole una nalgada para después dejarlo solo en el gimnasio.

–Dios santo...–Soltó un pequeño suspiro el Capitán.