El reloj (Wade Wilson)
Prólogo: Por culpa de Wade terminan viajando a otro lugar.
v4lz_1818
Advertencia: de por sí Wade es una advertencia así que todo puede pasar con él. Insinuaciones sexuales.
○●○●○●○●○●○●○●○●○●○●○●○●○●○●○●○●
–Esto es tu culpa. Te dije que no tocaras esa cosa, pero no. Siempre tienes que andar cagándola una y otra vez.–Le regañaste mientras ambos caminaban por la fábrica abandonada después de que Wade tomara un reloj que encontró en una misión y los envió a no saben donde.
–Apuesto que te hubiese gustado que te tocara a ti.–Te dijo con tono de voz coqueto, llevando su mano para darte una nalgada, pero tu fuiste más rápida y sacaste una de sus katanas de la espalda y se la cortaste.–¡¿OYE PERO QUÉ PUTAS TE PASA PINCHE LOCA?! ¡ME CORTASTE LA MANO!
–Te va a volver a crecer.–Rodaste los ojos dejando la katana en su espalda otra vez, frunciendo el ceño al ver gente en el primer piso de la fábrica mientras ustedes iban por un pasillo con unas ventanas.–Cierra la boca y agáchate.–Le dijiste jalándole de la otra mano para que se agachara junto a ti.
–¡¿Oye pero qué te—. No alcanzó a terminar cuando le pusiste la mano sobre la máscara de su traje para hacerle callar.
Ambos se asomaron con cuidado por las ventanas donde abajo te vieron a ti pero más joven, así como adolescente caminando junto a otro tipo más alto, rubio, con un escudo y una estrella en su pecho.
El hombre te iba haciendo reír y sacó un chocolate de su bolsillo para entregárselo a tu versión adolescente.
–Oye te ves joven.–Dijo Wade en voz baja señalando hacia abajo.
–Sigo siendo joven, ¿qué te pasa?–Le dijiste ofendida.
–Jamás dije lo contrario. ¿Oye acaso lo conoces o por qué esa chica que es igualita a ti se va con ese papucho con el buen trasero?–Te preguntó ambos aún viendo hacia abajo.
–No, no lo conozco. Pero pareciera que es como su papá, no sé.–Le dijiste sacando el reloj de tu bolsillo para sentarte con la espalda pegada en el pedazo de muralla debajo de las ventanas.
–Tú podrás ser su hija, pero nosotros no lo somos. Aún tenemos oportunidad, queridos y queridas lectores y lectoras. Podemos ser sus padrastros o madastras.–Dijo Wade volteá—.Gracias, pero no necesito que me describan, querida escritora.
–¿A quien le hablas ahora?–Le preguntaste confundida voltéandote para verle mientras Wade se giraba para verte.
–Oh tranquila, no es nadie. Tampoco lo entenderías.–Te dijo antes de volver a voltearse hacia el otro lado.-A veces olvido que no estoy solo.
–¡Okey! Creo que lo tengo.–Dijiste viendo al reloj en tus manos.
–¿Oigan qué es eso?–Escucharon a tu versión adolescente decir.
–Oh-oh... hora de irnos.–Dijo Wade tomando el reloj en su única mano para apretar todos los botones y darle pequeños golpes con la parte donde le cortaste la otra, mientras que se escuchaban pasos por las escaleras.
–¡Wade lo vas a romper!
–Tú tranquila, sé lo que hago.–Te dijo sin dejar de darle golpes.
Justo al momento en que el Capitán y tu versión adolescente llegaron arriba, ustedes habían desaparecido nuevamente.
–Que extraño... de verdad creí haber escuchado algo...–Dijiste viendo hacia todos lados.
–Tranquila, debe ser el cansancio. Ven, volvamos al Quinjet.–Te dijo Steve con una sonrisa pasando una mano por tú cabeza antes de que te dieras vuelta para bajar las escaleras.
El Capitán examinó la habitación por última vez y luego bajó detrás de ti.
—————
Mientras tanto, ustedes volvieron a donde mismo estuvieron antes que encontraron el reloj.
Ambos cayeron al suelo dándose un fuerte golpe.
–Ay mamá... ay mamá creo que algo no está en su lugar...–Se quejó Wade en el suelo, para luego ver hacia su pierna derecha que se había dado vuelta desde la parte de la rodilla.–Ah bueno... eso explica mucho.
Tu rodaste los ojos y te pusiste de pie para tomar su pierna y volver a acomodarla en la posición correcta.
–Nunca más en tu vida vuelvas a tocar una cosa si no sabes lo que hace.–Le dijiste tomando el reloj de su mano para tirarlo al suelo y luego sacar tu arma para dispararle varias veces.
–Entendido jefa.–Dijo Wade poniéndose de pie, para luego tomar tú cadera y pegarte a él con su única mano.–¿Ahora qué te parece si te toco a ti y—. Ni si quiera alcanzó a terminar cuando le golpeaste con la rodilla en los testículo, provocando que todo el aire se le fuera de los pulmones y se doblara.–¡¿Y eso por qué?!
–Por idiota.–Le dijiste comenzando a caminar lejos de Wade mientras que él estaba doblado en el suelo, intentando ponerse de pie para seguirte.
–¡Bomboncito espera!–Dijo con voz aguda y caminando aún doblado detrás de ti.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top