Algo nuevo (Bruce Banner)***

Prólogo: Otra vez porno sin trama ;)

CURY_YURI
Advertencia: dom!Bruce, sub!lectora, sexo oral (mujer recibiendo), fingering, masturbación, sexo anal, sexo sin protección (usen protección gente, es muy importante), juego anal (no sé si se le diría así, pero más a delante van a entender a lo que me refiero), menciones de fluidos.
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Estabas en la cocina del departamento que compartías con Bruce cuando llegó por la tarde.

Estabas terminando de lavar unas cosas, cuando sentiste un par de brazos enrollarse a tu alrededor y besos húmedos por tu cuello.

–¿Día pesado?–Le preguntaste con una sonrisa secando tus manos, antes de posarlas sobre las suyas y dejar caer tu cabeza hacia atrás en su hombro.

–Un poco... Tony no dejó de hablar en todo el día, y también te extrañé mucho.–Te susurró dejando besos por tu mandíbula.

Tu solo soltaste una pequeña risita mientras Bruce desabrochaba su camisa que llevabas puesta para dejar tu cuerpo desnudo al descubierto a excepción por tus bragas.

Bruce comenzó a besar tu cuello más y más, bajando un poco su camisa para tener más espacio y tomando tus pechos con sus manos para jugar con tus pezones, pincharlos suavemente con sus dedos hasta erectarlos mientras soltabas respiraciones agitadas.

Te diste vuelta en sus brazos y lo tomaste del cuello de su camisa para atraerlo a ti y besar sus labios con pasión introduciendo tu lengua en su boca, mientras Bruce te tomó en sus brazos enrollando tus piernas en su cintura y te llevó hasta el sillón donde te recostó con suavidad y él quedó encima de ti.

Comenzó a dejar besos por tu cuello hasta llegar a uno de tus pechos, introduciéndolo en su boca para succionar y morderlo ligeramente mientras tus manos se enredaban en su cabello y la suya libre apretaba tu otro pecho.

–A-asumo que... que cenaremos más tarde...–Dijiste agitada mientras Bruce dejaba besos por tu abdomen.

–Oh no querida, tú cenarás más tarde. Yo voy a comer ahora.–Dijo mientras te miraba fijamente y bajaba tus bragas.

Las dejó a un lado y pronto hundió su rostro entre tus piernas, lamiendo la humedad que se formó e insertando dos dedos en ti de una sola vez.

Soltaste un gran gemido arqueando la espalda y llevaste una mano para jalar de su cabello acercándolo aún más a ti y la otra apretaba el sofá con fuerza.

Podías sentir como succionaba y mordía con mucho cuidado tu clítoris y sus dedos se encorvaban dentro de ti de la forma en que te gustaba haciéndote rodar los ojos y morder tu labio con fuerza.

Pronto tus paredes se empezaron a contraer y te corriste en su boca con un gran gemido de su nombre, hasta que Bruce fue dejando besos por tu cuerpo hasta llegar a tus labios.

Lamiste su boca saboreándote a ti misma y enrollaste tus piernas en su cintura para atraer lo hacia ti y refregar su erección en tu centro.

–Date la vuelta.–Te dijo alejándose de ti para quitar su camisa y bajarse los pantalones.

–¿Q-qué?–Preguntaste confundida apoyándote en tu antebrazo para sentarte.

–Hoy tengo ganas de probar algo nuevo, ¿qué te parece?–Te dijo con una pequeña sonrisa mientras se masturbaba a sí mismo observándote.

Una sonrisa se formó en tus labios y te quitaste su camisa, para luego darte vuelta y quedar en cuatro en el sillón.

Bruce pasó sus dedos que estuvieron dentro de ti por tu parte delantera para recolectar tus fluidos, y luego los llevó a tu trasero para insertar uno primero, haciéndote soltar un gemido ante la nueva sensación y así prepararte para su miembro mientras él seguía masturbándose.

Luego agregó un segundo mientras tú gemías y movías inconscientemente tus caderas en sus dedos.

–¿Crees que puedas soportar otro más?–Te preguntó con suavidad.

–S-si... si por favor...–Dijiste agitada y cerrando los ojos mientras Bruce metía un tercer dedo en tu parte trasera.

Después de unos minutos, sacó sus dedos de ti y volvió a pasarlos por tu parte delantera para recolectar tus fluidos y usarlos como lubricante en su miembro.

–¿Estás lista, querida?–Te preguntó alineando su punta con tu entrada.

Tu asentiste con la cabeza y Bruce tomó tus caderas con ambas de sus manos para poco a poco entrar en ti lentamente, haciéndote afirmarte del sofá con fuerza sintiendo como su miembro se abría paso entre tus mejillas traseras.

Una vez llegó al fondo, se quedó quieto por unos momentos para que te acostumbraras, acariciando tú espalda mientras tenías el pecho en el sillón y el rostro volteado hacia el lado para poder respirar, manteniendo tu trasero elevado.

–Y-ya... muévete por favor...–Le dijiste refregando tu trasero en él.

–Okey...–Rió Bruce ligeramente y tomó tus caderas con ambas de sus manos para comenzar a embestirte lentamente.

Inmediatamente comenzaste a gemir sintiendo su miembro entrar y salir en ti por atrás, mientras que cada vez aceleraba su velocidad pero trataba de ser lo más cuidadoso posible.

–Bruce por favor... más rápido y fuerte... no soy de cristal.–Le dijiste agitada y con los dientes apretados.

–¿Estás segura?–Te preguntó acariciando tus caderas.

–¡Solo hazlo por favor!–Le exigiste desesperada.

–Bien... si eso es lo que quieres...–Te dijo con una sonrisa antes de salir casi por completo de ti y embestirte con fuerza.

Inmediatamente soltaste un gran gemido y Bruce comenzó a embestirte con fuerza y rapidez, haciendo que sus pieles chocaran y crearan un obsceno sonido que te tenía gimiendo y prácticamente balbuceando incoherencias que ni si quiera tu entendías.

Bruce llevó su mano izquierda a tu parte delantera y comenzó a estimular tu clítoris e insertó dos dedos en ti haciéndote gemir aún más fuerte.

La sobreestimulación estaba siendo demasiado para tu cuerpo, y en poco tiempo tus paredes se estaban contrayendo nuevamente a su alrededor advirtiéndole que tu orgasmo ya se aproximaba.

–Déjalo ir querida... déjate llevar y disfruta...–Te dijo sacando sus dedos de ti para tomar tus caderas con fuerza y embestirte aún más salvaje.

–¡M-mierda Bruce!–Gemiste una vez el orgasmo arrasó contigo y prácticamente colapsaste en el sillón mientras te corrías y tu respiración se agitaba aún más.

Los movimientos de Bruce se volvieron desordenados, y pronto se corrió dentro de ti dejándote quieta para poder vaciarse por completo.

Una vez estuvo seguro de que ambos habían pasado sus orgasmos, salió de ti con cuidado y te dejó recostada boca abajo en el sillón.

Subió sus pantalones y fue al baño por una toalla mojada, y cuando volvió te limpió cuidadosamente dejando besos en tú espalda.

Luego tiró la toalla a otro lado y se recostó a tu lado para dejarte encima suyo en el sillón.

–¿Estás bien?–Te preguntó pasando su mano por tú cabello y la otra masajeando con suavidad tu trasero para aliviar cualquier dolor.

–Sí... definitivamente vamos a hacer eso de nuevo.–Le dijiste con una sonrisa dejando un beso en su mandíbula.

Bruce rió ligeramente y besó tu cabeza, abrazándote y acariciando tú cuerpo con delicadeza.

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