1. Retrospectiva

Aclaraciones: Universo Original- 10 años después| Romance/Angst/ Misterio | Long-fic que costará de 7 capítulos | Anya es dos años menor que sus compañeros, como en el mundo Canon.

Nota: He hecho esta historia como regalo de cumpleaños (atrasado) para mi querida  @leiviv, ella me dio la idea base y de ahí salió algo mucho más largo, gracias a ella.



Anya Forger se contempló en el espejo de cuerpo completo que tenía en su cuarto, dando media vuelta para evaluar su figura desde todos los ángulos. Finalmente dio una vuelta hasta quedar de nuevo enfrente del espejo y sonrió satisfecha de la forma en la cual su nuevo uniforme le quedaba.

―Anya, el desayuno está servido.

La fémina de cabello rosado giró en su lugar, saliendo sin dudar de su habitación hasta alcanzar la mesa del comedor, tomó el tenedor y se llevó los huevos fritos a la boca. Su boca se paralizó cuando sintió el sabor particular en sus papilas gustativas.

Alzó su mirada de su plato contemplando a Loid Forger, su padre, con el periódico en alto leyendo las noticias que habían llegado ese día y sin probar ni un solo bocado. Era un traidor al no decirle que ese día en particular había dejado a Yor, su madre, cocinar. Fulminó a su padre detrás del periódico, haciendo que el Forger bajara el periódico y le dedicara una mirada condescendiente. Pero al cabo de unos segundos desvió su atención al pequeño niño que tenía a su lado. Era idéntico a él, el niño de seis años solía jugar con imitar a su padre, como si fuera necesario considerando que era la viva imagen.

Nadie podría dudar que era su padre, lo único que había sacado de Yor eran sus ojos, carmesí, intensos.

―Traidor...―Susurró entre dientes.

Loid dejó la cuchara con la que había obligado a su hijo a comer a un lado cuando Yor llegó a su lado, sentándose y tomando su mano por encima de la mesa.

―Quería prepararte el desayuno al ser tu primer día como estudiante de preparatoria.

Anya sonrió devolviéndole la sonrisa forzada a su madre, mientras jugueteaba con la comida en su plato de comida. A pesar de que habían transcurrido diez años desde que la familia Forger se había formado, su madre seguía cocinando terriblemente. Y aun peor, que su pequeño hermano tuviera que comer eso a tan temprana edad. Debían agradecer que tuvieran a Loid que cocinaba el 95% de las veces.

"No hagas ni un comentario desagradable y come tu desayuno"

Su padre pensó en voz alta, asegurándose de que ella pudiera escucharlo perfectamente. A pesar de siempre parecer tan correcto y un tanto serio, Loid era bastante atento y cariñoso con Yor. Le preocupaba que la verdad terminara lastimándola a pesar de que su madre se esforzara toda la mañana para cocinarles.

Anya asintió a regañadientes mientras se llevaba la comida a su boca, pensando que luego de un par de bocados no estaba tan mal. Al inicio de su relación Yor cocinaba mucho peor, tan mal que tenías que ir a vomitar apenas probaras bocado. Ahora al menos era pasable.

Los años habían jugado a su favor, tiempo en el cual la familia Forger se había consolidado de verdad. Algo que nadie de ellos hubiera esperado, pero las cosas simplemente sucedieron. Anya había supuesto, tiempo atrás, de que luego de que Twilight cumpliera con su misión, su futuro seria incierto. Quería aferrarse a la idea de que esa ilusión en la cual siguiera viviendo con sus padres adoptivos seria para siempre. Sin embargo, muy en el fondo entendía que todo eso era la misión de Loid y que muy seguramente cuando terminara todo, la familia se desharía y ella tendría que volver a un orfanato.

A pesar de conocer la realidad de las cosas, Anya se había esforzado toda su infancia en la escuela Edén para ayudar a su padre a atrapar a Donovan Desmond, acercándose a su segundo hijo y así que su misión tuviera éxito. Tal vez si ella le fuera lo suficiente útil y lo ayudara, él no la dejaría de nuevo en ese lugar...El problema siempre había sido de que Damian parecía tan inaccesible, siempre tan brusco y desagradable a pesar de que en su cabeza hubiera otras cosas distintas.

Luego de un año en la Operación Strix, las cosas se habían salido de las manos de su padre Twilight. Un ataque en la agencia WISE lo puso totalmente de cabeza, creando un caos en todos los agentes que estaban en servicio y quitándoles todo el poder de inteligencia que podrían tener. Perdieron agentes, información y un sustento del cual respaldarse. Todos los agentes que estaban en medio de una misión se encontraron en la deriva, sin saber qué hacer.

Loid se había ausentado durante unas semanas intentando rastrear a algún sobreviviente del cuartel, a Silvya o alguna pista de que era lo que había sucedido. En su investigación había logrado averiguar que una organización de inteligencia secreta de Ostania, BOLD, había localizado su centro de operaciones y destruido todo lo que habían tenido a su paso. Habían estado siguiendo sus pasos, sin embargo, WISE no sabía de su existencia, por lo que jamás previnieron que tuvieran que cuidarse de alguien y mucho menos de una organización que seguía sus pasos.

Twilight había regresado derrotado, estaba en un callejón sin salida, solo en esa misión y sin saber qué es lo que debería hacer a continuación. Su padre había seguido investigando por las calles hasta que descubrió que BOLD era una organización que el mismo Donovan Desmond había iniciado para repeler el ataque informativo de espías infiltrados de WISE. Y antes de que siquiera el mejor agente de la agencia recién atacada pudiera hacer un tipo de contraataque o sabotaje hacia Donovan, bajo cualquier riesgo quería venganza, Donovan Desmond desapareció.

Intentó rastrearlo, ingresando a la reciente junta de alumnos imperiales, consiguiendo ahí de que director simplemente había desaparecido, sin dejar rastros y dejando a su familia detrás. La noticia llegó a todos los medios informativos y se realizó un boletín que ofrecía una recompensa a quien diera información. La desaparición de un hombre tan importante como Donovan no era algo que pudiera ignorarse y menos para el Partido de Unión Nacional. Sin embargo, pese a los esfuerzos de la policía y del mismo Twilight, no se encontraron rastros del hombre.

El agente se había quedado en la deriva, en una misión indefinida.

Anya había escuchado sus derivaciones y el huracán de pensamientos cuando él llegaba en la noche, sin entender que era lo que sucedía en realidad. Pero de algo estaba segura, que pronto Loid se iría, o era algo que él solía pensar repetidas veces en su cabeza. El temor del abandono llenó a Anya, quien cuando un día su padre llegó con la idea de irse de ahí, ella corrió hasta él con lágrimas en los ojos y lo hizo prometer que siempre serian una familia.

El Forger pareció tocado por tales palabras y con una sonrisa le aseguró que así seria, mientras acariciaba su cabeza para tranquilizarla. Tal hecho lo había desconcertado pero le hizo tomar una decisión. Regresó a su empleo y continuó con su vida. Siguiendo con esa falsa vida que había tomado por la misión y disfrutando cada momento con Yor y ella.

La menor de los Forger entendía lo general de las cosas que había sucedido y más aún al ver a un retraído Damian, a fin de cuentas su padre había escapado, dejándolo a él a la deriva junto con el resto de su familia. Las cosas iban verdaderamente mal. Hasta que un día vio a su madre salir en la mañana del cuarto de su padre, con cierto sigilo. Acción que se repitió una y otra y otra vez. Sin comprender la situación escuchaba ruidos extraños en el cuarto de su padre.

Hasta que finalmente el hecho de que su madre y padre tuvieran su propio cuarto se anuló. El matrimonio Forger comenzó a compartir habitación y Anya entendió que eran buenas noticias al ver a ambos más entusiastas y felices uno alrededor del otro. Sus miedos se esfumaron y la familia se estabilizó.

Dos años más tarde habían hablado con ella, revelándole lo que ella ya sabía desde el primer momento en el que los había conocido. Que su padre era o había sido un espía y que su madre fue una asesina a sueldo. Cuando se lo dijeron parecían tan nerviosos de como ella se tomaría las cosas, que hablaron con una exagerada lentitud, temiendo que Anya se asustara y se fuera corriendo. Ella entendió que el que estuvieran ambos ahí indicaba que entre el matrimonio ya lo sabían hace tiempo. Que el decirle a ella era una especie de formalidad que hacían para que no hubiera más secretos entre ellos.

―Lo he sabido desde el inicio. ―Lo había soltado sin más.

― ¿De que estas hablando? ―Loid habló realmente confundido.

―No había querido decirle nada a pa o a Ma por miedo al rechazo pero... puedo leer la mente.

Ambos adultos se habían mirado sin poder entender que era lo que estaban escuchando y que posiblemente su hija había visto eso en su programa de televisión e intentaba jugarles algún tipo de broma. Que tal vez no deberían dejarla ver tanta televisión.

―No tiene nada que ver con Bondman, puedo hacerlo desde que tengo uso de razón.

Loid se había sorprendido de que sus pensamientos fueron escuchados y frunció el ceño mientras pensaba en algo más complicado para probar lo que su hija decía. Grande había sido su sorpresa cuando ella repitió cada cosa que había pensado.

―Anya ¿has podido hacerlo todo este tiempo?

―Chi, desde que te conocí en el orfanato y a Ma la vimos en la sastrería.

Ambos adultos se contemplaron anonadados de tal hecho. Al inicio se habían mostrado un poco renuentes al creerle, pero con el paso del tiempo le creyeron cuando la niña demostró una y otra vez sus poderes.

Loid tiempo después había pensado en el hecho de cómo saber tal hecho hubiera facilitado la misión Strinx en el pasado pero no dijo nada al respecto. Aunque intentaban reprimir un poco sus pensamientos cuando estaban a su alrededor y más con temas que no quisiera que supiera. Como el hecho de la razón de los ruidos extraños en el cuarto de sus padres.

Ruidos extraños que luego tuvieron una consecuencia, con el nacimiento de su hermano menor, Alain, cuando ella tenía diez años. Había salido rubio como su padre y Anya no los había visto tan felices. Ella misma estaba tan feliz porque algo como eso dejaba en claro que Loid nunca las dejaría solas, era una familia. Él había decidido quedarse con ellos.

Y de esta forma había transcurrido con tranquilidad su vida, durante todo ese tiempo, sin secretos y con una familia que al inicio había sido una falsa, se había convertido en una realidad.

Loid le había pedido que averiguara con más interés, una vez que supo de sus poderes, si Damian sabía el paradero de su padre. Cuando el incidente era reciente se lo había preguntado, animándola a acercarse al segundo hijo de Donovan, sin embargo, ella no pudo obtener ni un tipo de información. Pero Anya se aseguró de estar lo suficiente cerca del Desmond con la intención de averiguar cualquier información que pudiera. En todos esos años tal cercanía no había tenido éxito.

Damian Desmond se había vuelto más receloso desde la desaparición de su padre, siendo más serio y tal hecho lo obligó a madurar más rápido de lo que debería. Había dejado de meterse con ella y su físico, hecho que hizo que a Anya le cayera mejor. Era más tratable y de vez en cuando hacían un grupo de estudio junto con sus amigos y Becky cuando una materia era lo suficiente complicada.

Luego de que el hecho de la desapareció de su padre no fuera un tema fresco, su malhumor descendió. Sin embargo su cordialidad y buen trato perduró, algo que facilitó su convivencia. Al menos cuando se encontraban solos, es cuando él de alguna forma dejaba de fingir ser el chico malo.

De vez en cuando salía a relucir aquella actitud, intentando demostrar que era un chico malo y que las cosas no le importaban. Diciéndole tonta cuando ella no entendía la tarea pero se tomaba la molestia de explicarle o ayudarle hasta que le quedara claro. De vez en cuando se encontraba al Desmond a solas en el salón de clases y se atrevía a pedirle la tarea si la había olvidado. A pesar de que la primera vez lo hizo para molestar, él aceptó, sin decir nada y simplemente moviendo la libreta hacia ella. Anya se sorprendió de tal hecho pero le sonrió encantada. Tal favor no era algo que sucediera con frecuencia, pero cuando Anya olvidaba sus deberes por adentrarse demasiado en su programa, Damian se lo pasaba sin problemas.

Y en ocasiones le ayudaba a llevar sus libros a la biblioteca para devolverlo. La primera vez que lo había hecho fue porque se le habían caído en el pasillo y él llegó diciéndole que era una atolondrada, se había arrodillado levantando los cuadernos y caminando hacia la biblioteca. Anya al inicio había considerado extraño ese comportamiento de ser grosero pero amable a la vez, pero entendió que era la forma de ser del Desmond y cuando él era tan caballeroso, no podía evitar sonreír. Y más por los pensamientos de él sobre: "a pesar de ser tan torpe se ve muy linda"

Anya pensó que posiblemente tal cambio en su actitud era por la desaparición de su padre que solo lo presionaba para ser el mejor en su clase. En su ausencia y bajo el cuidado de su madre Melinda, que era una buena amiga de Yor, Damian podía relajarse y disfrutar su infancia.

O eso había pasado unos años atrás, porque Damian se había ausentado todo ese tiempo del Edén. Al intentar averiguar con sus amigos, Anya no pudo obtener ni un tipo de información, más de que habían viajado al extranjero para obtener algún tipo de tratamiento, porque Melinda había enfermado y habían salido del país para buscar un buen especialista.

Desde ese entonces Anya no supo más de Damian, encontrándose de vez en cuando preguntándose que estaría haciendo el segundo en ese momento. Esperaba que se encontrara bien. Su cambio de comportamiento le había hecho conocer a un Damian diferente, más amable. En ocasiones aunque intentara no pensar demasiado o pasarlo de largo, Anya quisiera que el Desmond estuviera en ese momento o en otros momentos donde parecía que lo necesitaba para hablar alguna cosa.

Y a veces se había encontrado pensando en el color peculiar de sus ojos, que sabía que eran cafés, pero que en contra del sol destellaban de color ámbar. Con una mirada tan penetrante y que parecían dedicarle algo únicamente a ella que...

―Anya, ha llegado el autobús. ―La voz de su madre la sacó de sus ensoñaciones y se levantó de pronto.

La chica se levantó llevando su plato vacío a la cocina, segura de que posiblemente tendría dolores de estómago más tarde. Se despidió de sus padres y salió a la calle abordando el autobús. Había un par de estudiantes ahí, pero nadie que ella conociera. El transcurso de la escuela fue corto o eso le pareció a Anya que estaba ya familiaridad con trayecto.

El camión se detuvo enfrente de la escuela y la Forger descendió con una sonrisa, con la intención de encontrar a Becky, quería contarle que habían ido a una isla paradisíaca con su familia y que de seguro era mucho más bonito que cualquier otro lugar que su amiga adinerada pudiera haber visto en toda su vida.

Caminó lentamente por el pasillo de entrada a la escuela, reluciendo las cinco stellas que portaba en su chamara negra distintiva de la escuela. Con el tiempo las había ganado a base de esfuerzo, a pesar de que ya no sirviera para nada. La intención de ganarlas era ayudar a su padre para llegar a su objetivo, sin eso no tenía sentido.

Y más porque parecía que los Desmond había desaparecido.

― ¡Anya! ―La voz de su amiga Becky la hicieron detenerse.

La chica mencionada giró sobre sus pies animada por no tener que esperar demasiado para ver a su amiga. Su cabello y la falda de su uniforme se agitaron con el viento de la mañana que sopló acariciando el jardín principal del Edén. Sus orbes verdes captaron a su amiga que estaba a un par de metros acercándose con rapidez para poder encontrarla.

La Forger dio un paso hacia su amiga, pero sus piernas se detuvieron, como si sus pies se hubieran anclado al suelo. Su atención se dirigió hacia algo detrás de Becky, más específicamente, hacia alguien que venía detrás de ella.

Anya Forger contempló a lo lejos como una figura se acercaba, alguien que conocía perfectamente pero que mientras más se acercaba se veía por completo diferente. Los orbes jade de la Forger se entrecruzaron con los castaños y su pecho se agitó ligeramente.

Ahí, caminando hacia ella se acercaba Damian Desmond.



Estaré actualizando cada cuatro días, para que estén pendientes. Es una historia corta, solo 7 capítulos, por lo que aviso que los capítulos estarán intensos y todos tienen un porque ♡

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