En la Tribu del Agua del Sur, se podía ver a los aldeanos que en su mayoría eran las mujeres y los niños.

Todos se encontraban afuera de una casa que parecía ser un iglú con una cortina movediza en la parte de la entrada.

La razón por la que todos esperaban afuera era que hace apenas poco tiempo había llegado acompañado de Katara y Sokka un niño calvo con el tatuaje de una flecha en la cabeza, que ademas vino en la compañía de un bisonte volador.

Cuando los aldeanos vieron al chico mas a detalle, muchos de los mayores adquirieron una mirada de total asombro debido a que ese mismo muchacho venia vestido de una forma que desde hace mucho tiempo nadie veía.

El chico era un Maestro Aire.

Esa nación había sido masacrada durante los primeros días de la guerra, debido a que entre esa gente iba a nacer el próximo Avatar, y por un tiempo se pensó que la Nación del Fuego habían logrado terminar con ese ciclo.

-¿Que tanto crees que este pasando ahí adentro? -pregunto Sokka en voz baja volteando a ver disimuladamente a su hermana Katara.

-Sokka, ya sabes como es Gran Gran, debemos de esperar. -dijo Katara con el mismo tono de voz ya un poco inquieta por dentro por lo que sea que estuviera pasando.

-Si eso lo se pero... -decía Sokka para luego voltear a ver directamente hacia la tienda de su abuela para luego soltar un suspiro. -No lo se Katara, simplemente no puedo evitar el tener un extraño presentimiento respecto a todo esto. -decía el chico a la vez que se rascaba un poco la nuca.

Sin embargo, en ese mismo momento se veía como la cortina de la tienda de acampar se abría y de la misma salían Aang y Kanna, cada uno con una mirada que reflejaba seriedad en sus ojos.

Al sentir la mirada de todos los habitantes de la tribú encima de su persona, el joven Maestro Aire voltea a ver a la vieja sabia quien solamente asiente con la cabeza.

Ante ese acto de parte de la mujer, Aang solamente suelta un suspiro para luego cerrar y es cuando el tatuaje de su cabeza empieza a brillar de blanco y al abrir los ojos estos también estaban en el mismo estado.

En ese momento, todos estaban sorprendidos por el inesperado cambio en el joven, pero prefirieron quedarse callados y esperar a que el hablara.

-Gente de la Tribu Agua del Sur, se que no me van a creer quien soy, pero... -decía Aang con un tono de voz mas fuerte y grave haciendo que mas de uno de los presentes se sintiera en cierto modo intimidado. -Yo soy el Avatar, se que estuve desaparecido por casi un siglo, puede que me lleguen a creer un cobarde por haberme ausentado todo este tiempo, se que no puedo cambiar el pasado, pero si me dejan les prometo... que haré algo por el futuro. -dijo el joven Maestro Aire con un tono de determinación en todo momento.

-¿Y como piensas hacer eso? -pregunto Sokka con una ceja alzada y cierto tono de sarcasmo, lo cual hizo soltar un pesado suspiro a Katara.

Ante la pregunta hecha por el muchacho proveniente de la Tribu Agua del Sur, Aang no pudo evitar el reírse por dentro de su mente, pues esa actitud de creerse un tipo super fuerte por parte de Sokka siempre ha sido algo que le ha levantado tanto el ánimo como el humor.

Pero regresando a lo que en este momento importaba realmente, al escuchar con atención la pregunta que le había hecho Sokka, el solamente atina a esbozar una media sonrisa y es cuando con ayuda de su planeador crea una fuerte corriente de aire que va directo hacia una torre hecha de nieve que a causa del impacto cae como una pila de rocas después de ser golpeada.

-¡No, mi torre de control! -exclamo Sokka para ouego irse corriendo directamente hacia lo que ahora quedaba de su "torre de control."

-¡Como ven, acabo de hacer prueba que lo que les estoy diciendo es totalmente real, se que mi conocimiento y mis habilidades en el Aire Control no van a ser suficientes para hacer frente a la Nación del Fuego, por eso es que a partir de ahora daré comienzo a un viaje para controlar el resto de los elementos y así... ponerle fin a esta maldita guerra de una vez! -exclamo Aang decidido con lo que estaba diciendo.

Ante lo dicho por el joven Maestro del Aire Control, todos se quedaron en lo que era un fuerte y enorme silencio, pus aquellas palabras sin duda estaban llenas de intensidad y realidad.

Lo cierto es, que desde que en la Tribu dejaron de haber Maestros Agua a causa de los ataques provenientes de la Nación del Fuego, las esperanzas básicamente comenzaron a esfumarse como el hielo cuando se evapora al estar en gran contacto con el fuego.

Pero ahora, no sabían bien el porque pero, el haber escuchado las palabras de Aang dirigidas hacia ellos, sentían que algo en su interior estuviera empezando a florecer, ese algo que desde hace mucho que no sentían...

Ese algo era la esperanza.

Y poco a poco, los niños comenzaron a aplaudir despacio para que luego el sonido comenzara a hacerse mas fuerte, y los mas grandes se unieron haciendo mas sonoros los aplausos.

Dentro de su mente, Aang se sentía sorprendido pues a diferencia de la ultima vez, no tenia intenciones ni ganas de recibir los aplausos de la gente.

Ya que el ya dejo que la fama se le subiera a la cabeza una vez, y casi termina ahogándose por culpa de la bestia Unagi cerca de la Isla Kyoshi.

Uno de los muchos errores que el esta decidido a no volver a cometer es el dejar que su regreso llegue a difundirse de una manera tan grande.

-Bueno Aang, creo que lo mejor es que te vayas próximamente, ya que se ve que tienes un largo viaje y un muy largo viaje que hacer. -dijo Kanna llamando así la atención del mencionado.

Ante lo dicho por la mujer, el joven Avatar solamente atina a asentir con la cabeza en señal de que lo entendía, y comienza a dirigirse hacia donde estaba su bisonte hasta que siente que una mano sobre su hombro lo detiene y es cuando ve que quien lo estaba deteniendo era Kanna.

-¿Pasa algo? -pregunto Aang no entendiendo lo que quería la mujer pero, en el fondo sentía que quizás el si lo sabía.

-Me gustaría que dejaras que mis nietos Katara y Sokka te pudieran acompañar en tu viaje. -dijo Kanna sin mas dejando sorprendido al joven Maestro Aire con su pedido.

Es decir, a el no le molestaba mucho el hecho de que Katara y Sokka vinieran junto a el, pero una parte en su interior le decía que no lo valía si llegaban a salir heridos por su culpa.

Pero a la vez, sabía que tenia que hacerlo. Ya que por mas que el sea el Avatar, fuera de eso es solo un ser vivo como todos los demás, y como todo ser vivo no podía vivir su vida haciendo todo por su cuenta porque esa podría llegar a no ser su mejor decisión.

-Esta bien, dígales que los voy a esperar cerca de con Appa en media hora, de otro modo me voy a ir sin ellos porque como usted dijo Gran Gran... tengo mucho por hacer y el tiempo corre. -dijo Aang a la vez que se iba caminando con dirección hacia donde estaba su compañero animal.

El viaje para salvar el mundo... estaba por dar inicio... nuevamente.

...

Como Aang lo había dicho, ha pasado ya media hora y el joven Maestro Aire se encontraba lanzando una que otra gran bolsa llena de comida directo a la silla de montar que llevaba Appa.

Cerca de donde el estaba estaban Katara y Sokka despidiéndose de la Tribu y de su abuela.

-No te preocupes Gran Gran, te prometo por la memoria de nuestra madre que vamos a estar bien. -dijo Katara a la vez que se lanzaba a abrazar a su abuela.

-Lo se, solo espero que se cuiden entre ustedes dos y que sepan dar lo mejor de ustedes mi pequeña Maestra Agua. -dijo Kanna con lo ultimo a la vez que se separaba del abrazo de su nieta, para luego voltear a ver a Sokka. -Mientras que tu mi valiente guerrero, no hagas enojar a tu hermana. -termino de decir la muner para luego abrazar a su nieto.

-Si, por eso no te preocupes Gran. -dijo Sokka a la vez que le regresaba algo incomodo el abrazo a su abuela.

Y una vez que se despiden de Kanna, los dos hermanos suben hacia arriba de Appa con ayuda de Aang para luego este ultimo se va acomodando arriba de la cabeza del bisonte, quien soltó un muy leve rugido en señal de que estaba listo para dar comienzo a la travesía.

-Muy bien, ¿ustedes ya están listos y bien acomodados allá atrás? -pregunto Aang volteando a ver a Katara y a Sokka quienes asintieron con la cabeza a modo de respuesta. -En ese caso... ¡Appa, yip yip! -exclamo el joven Maestro Aire dando a saber la indicación de que ya era hora de irse.

Y sin mas, el bisonte comienza a emprender vuelo para luego empezar a alejarse de donde estaban a la vez que los niños de la Tribu se iban despidiendo de ellos.

A varios metros ya lejos de donde estaba el campamento de la Tribu Agua, Aang y los hermanos estaban callados hasta que es Katara la que rompe el silencio.

-Y, ¿que es lo que vamos a hacer? -pregunto Katara intrigada por lo que fueran a hacer primero.

-Principalmente debemos de ir a la Tribu Agua del Norte para entrenar el Agua Control, pero durante el trayecto pienso hacer una que otra parada ya que hay cosas que debo de hacer. -dijo Aang quien evitaba despegar su vista del camino.

-¿Estas seguro de eso? -pregunto Sokka que estaba cruzado de brazos.

-Si, obviamente hay que tratar de evitar la atención de la Nación del Fuego, si se llega a saber que regrese que solo sean la Tribu del Norte y el Reino Tierra, y que no pase de ellos. -dijo Aang decidido con lo que el estaba diciendo.

-Pero, ¿a donde vamos hacer la 1ra parada? -pregunto Katara curiosa por saber de ese detalle.

Ante la pregunta hecha por la chica, el joven Maestro Aire solamente se quedo callado pensando en lo que el iba a decir al respecto, y es después de varios segundos que el suelta un suspiro leve para así responder.

-Iremos a mi hogar... la 1ra parada va a ser el Templo del Aire del Sur. -dijo Aang haciendo saber su decisión.

...

Y FIN.

Bueno, hasta aquí el capitulo espero que les guste.

Por ahora, solo quierl decir que mi plan con esta historia es no hacerla muy larga, pero tampoco muy larga.

Me voy a saltar partes del material original como el capitulo "el Cañon de la muerte", ya que pienso hacer esta versión con mi estilo.

Por ahora es todo, los invito a dejar su voto si les gusta el capitulo así como los invito también a escribir sus opiniones y calificación del 1 al 10, que tengan bonita tarde.

BYE.