Sentía esas frías manos pasearse por su cuello, acariciandolo. De cierta manera, se sentía especial en esa situación.

Había oído las historias que contaban acerca de que Corea del Sur siempre llevaba a sus pretendientes a esa bella playa a observar el paisaje, y entonces los rechazaba cruelmente. No había digo rechazada, no aún, y se sentía impresionada por eso.

Decían que el rechazo los hacía sentir tan humillados que no los volvían a ver por aquél territorio. Tal vez sí que era humillante ser rechazado por alguien tan físicamente precioso.

"Han habido varias personas que también han intentado enamorarme, ¿lo sabías?"

Japón se sentía débil ante el gentil pero helado tacto que la otra le daba, y ante esa seria pero suave voz que estaba tan cerca.

"Pero a pesar de eso, estoy segura de que tú eres la indicada".

Colocó con timidez sus manos en las muñecas ajenas, sintiéndose nerviosa por el lugar donde la contraria la acariciaba. La japonesa solo se dedicaba a oír lo que Corea del Sur le tenía que decir, mirando el agua en el que la mitad inferior de sus cuerpos estaban sumergidos.

[...]

No estaba segura de cómo había llegado a esa situación, pero deseaba profundamente salir de ésta.

Agitaba sus brazos, débil y en pánico. Sacaba su rostro del mar cuando podía y de manera apresurada tomaba aire antes de volver a sumergirse. Las olas la habían arrastrado, y Corea del Sur solo se alejó sin mostrar ni un poco de interés.

La música movida que habían puesto anteriormente para poder pasar un rato más entretenido volvía esa situación más tenebrosa para Japón; una persona viendo con satisfacción cómo la otra se estaba ahogando con canciones pop de fondo, era obvio que tampoco ayudaría a mejorar la situación.

No podía gritar ni pedir auxilio, estaba muy ocupada intentando respirar, pero la fuerte lluvia que empezaba a caer, de cierta manera, no le ayudaba mucho a sentir más esperanzas de poder salir.

Un intenso miedo a morir era lo único que sentía en ese momento. Sus esfuerzos por intentar volver a nadar hacia la orilla habían sido inútiles. Ya no podía subir a la superficie.

Se sumergió completamente en el agua, intentando aguantar la respiración lo más posible, con el deseo de que Sur Corea en el último momento fueran por ella para salvarla. Quizá no debieron ir a un lugar privado, así podría haber más gente, y alguna persona hubiera ido por ella a rescatarla.

Corea del Sur solo miraba atenta el mar, intentando localizar en dónde estaba Japón, pero ene se momento ya no iba a ser tan fácil encontrarla, ya se había hundido.

Ya no podía soportar más. Necesita oxígeno, no creía aguantar más tiempo sin respirar, pero no podía subir a la superficie ni respirar agua.

Instintivamente abrió la boca, tomando agua con desesperación, balbuceó un poco y tosió, intentando sacar el agua que respiró, y volvió a inhalar agua.

Una horrible sensación de ardor se extendía por su pecho ante el agua que respiraba.

escrito el 11 de marzo, 2021.