En el majestuoso salón del palacio real, con sus paredes adornadas con tapices de lujo y candelabros de cristal que brillaban suavemente bajo la luz de las velas, los reyes, acompañados de su astuto asistente Namjoon, trazaban los planes para un evento de gran importancia: un baile destinado a conocer a la futura esposa del príncipe Jungkook, su hijo. La misión era clara, aunque difícil: encontrar entre las damas de la nobleza y la realeza a una joven adecuada que no solo fuera de buen linaje, sino que también pudiera cautivar el corazón de Jungkook.

El rey, hombre sabio y meticuloso, discutía con su esposa, la reina, sobre los detalles del evento. Namjoon, su asistente de confianza y consejero, se encontraba al margen, tomando notas con una mirada pensativa. Sabía que este baile no solo se trataba de formalidades, sino también de una oportunidad para mostrar la estabilidad y el poder de la familia real.

ㅡ El salón debe ser grandioso ㅡdijo el rey ㅡ...y las invitaciones serán entregadas solo a las más altas casas. Debemos asegurarnos de que todas las jóvenes de buen linaje se sientan bienvenidas, pero que también se note el propósito del evento: encontrar una esposa para Jungkook.

La reina, pensativa, asintió ㅡ Pero no solo buscaremos belleza y nobleza. Queremos una mujer con inteligencia, gracia, y una personalidad que pueda acompañar a nuestro hijo en sus futuros desafíos.

Namjoon intervino, con una sonrisa astuta ㅡ Lo más importante será que ella logre captar la atención de Jungkook. Conoceremos su alma en ese baile, lo que le gustará y lo que no. Por eso, debemos elegir a las jóvenes con cuidado. Propongo que invitemos a algunas de las más distinguidas.

Con una caligrafía cuidadosa, Namjoon comenzó a anotar nombres de algunas de las mujeres aristócratas solteras más influyentes y de buena familia de la época. Entre ellas, destacaban:

1. Lady Augusta FitzClarence, hija del Duque de Clarence, conocida por su belleza serena y su inteligencia aguda.

2. La Princesa Victoria de Sajonia-Coburgo-Saalfeld, una nobleza alemana con una figura de respeto en la corte, elegante y refinada.

3. Lady Constance Lascelles, una dama inglesa famosa por su espíritu independiente y su carisma.

4. La Princesa María de Hesse-Kassel, con una familia vinculada a la realeza germánica, conocida por su bondad y devoción a las artes.

5. Lady Elizabeth Fairfax, una joven con una gran fortuna y una educación en la mejor tradición inglesa, pero que se mantenía discreta en los eventos sociales.

ㅡ Estas son algunas de las opciones ㅡ continuó Namjoon ㅡ...todas con grandes linajes y carisma. Creo que es prudente invitar a todas ellas y otras más, para que Jungkook pueda conocerlas en persona.

La reina miró la lista con satisfacción ㅡ Sí, esta selección parece adecuada. Pero recordemos que el baile no solo se trata de formalidades. También es una oportunidad para ver el carácter de cada una. ¿Quién de ellas será capaz de enamorar a nuestro hijo?

El rey, pensativo, sonrió ㅡ Lo descubriremos esa noche. Que el baile sea tan magnífico como la decisión que tomemos.

La preparación para el baile comenzó con rapidez, mientras la corte se llenaba de murmullos y emoción. Las invitaciones fueron enviadas a las más distinguidas casas de la aristocracia europea, mientras Namjoon aseguraba que cada detalle fuera cuidado con esmero. En el día señalado, el palacio estaría listo para recibir a las futuras pretendientes de Jungkook, y quizás, una de ellas, se convertiría en su futura esposa.

En el gran salón del palacio, los reyes se encontraban sumidos en la planificación del evento que marcaría el destino de su hijo, el príncipe Jungkook. La reina revisaba las últimas listas de invitaciones para el baile, mientras el rey discutía con su asistente, Namjoon, los últimos detalles para asegurarse de que todo fuera perfecto. La atmósfera era solemne, pero de repente, la puerta del salón se abrió de golpe con un estrépito, y un caballero ingresó rápidamente, visiblemente agitado. Su armadura de plata brillaba a la luz de los candelabros, pero el rostro del hombre mostraba una expresión grave de preocupación.

ㅡ Su Majestad, perdón por la interrupción ㅡ dijo el caballero con voz firme, pero temblorosa por la urgencia del mensaje ㅡ...Mi nombre es Sir Alistair de Valdemar, y traigo noticias de gran importancia.

El rey alzó la mirada, sorprendido por la irrupción, pero su instinto de gobernante rápidamente se hizo presente ㅡ Habla, Sir Alistair. ¿Qué sucede? ㅡ Su voz sonó llena de autoridad, pero también de preocupación.

ㅡ Una terrible emergencia, Su Majestad...ㅡ continuó Sir Alistair, inclinándose brevemente antes de hablar ㅡ...Hemos encontrado una criatura... una bestia en el mar, al sur de la costa del reino. Es de un tamaño colosal, con una fuerza que nunca hemos visto. Nos ha atacado, y aunque hemos logrado sobrevivir, su presencia es una amenaza inminente.

El silencio llenó el salón, y tanto el rey como la reina intercambiaron miradas rápidas, preocupados. ㅡ ¿Una bestia? ㅡ preguntó la reina, su voz suave pero temblorosa ㅡ ¿De qué tipo de criatura estamos hablando? ¿Un monstruo del mar?

ㅡ Así parece, mi señora ㅡ respondió Sir Alistair, su rostro sombrío ㅡ Nadie en la tripulación había visto algo similar. Aparentemente, ha estado acechando las costas durante días, pero esta mañana atacó con fuerza descomunal.

El rey, al escuchar las palabras de Sir Alistair, se levantó de su trono con rapidez ㅡ Este asunto no puede ser ignorado. Necesito reunir a los mejores caballeros del reino de inmediato. Si esta criatura amenaza nuestras costas, debemos tomar medidas antes de que cause más daño.

El asistente Namjoon, quien había estado observando en silencio, intervino con calma pero firmeza ㅡ No será suficiente enviar a un solo grupo, su majestad. Esa bestia parece ser mucho más peligrosa de lo que hemos conocido. Se necesitará una flota completa de caballeros entrenados para enfrentarse a algo de tal magnitud.

El rey asintió con la cabeza, ya tomando decisiones rápidas ㅡ Muy bien, reúne a los caballeros más valientes, que se armen y se preparen para partir en cuanto puedan. Este asunto es urgente.

Con un gesto de la mano, el rey ordenó a uno de sus sirvientes que fuera a llamar a los caballeros más renombrados. En pocos minutos, los caballeros de la corte comenzaron a llegar al salón, cada uno con su armadura brillando y sus espadas listas. Entre ellos, algunos de los más experimentados y valientes, como Sir Benedict de Arandel, Sir Leopold de Galdoria y Sir Gregory de Ravenshade, conocidos por su destreza en combate y su lealtad al reino, tomaron lugar frente al rey, esperando órdenes. Curiosamente también estaba Taehyung, que más por valentía iba por curiosidad.

ㅡ Caballeros ㅡ comenzó el rey con voz fuerte y grave ㅡ...hemos recibido noticias de una bestia marina que ha atacado a una de nuestras embarcaciones y amenaza nuestras costas. Necesitamos una respuesta inmediata. Esta criatura es desconocida y peligrosa, pero no podemos permitir que destruya lo que hemos construido. Partirán al amanecer, y se les proporcionarán los mejores barcos y armas disponibles.

Los caballeros se inclinaron respetuosamente. ㅡ A sus órdenes, Su Majestad ㅡ respondió Sir Benedict, su voz firme y decidida.

ㅡ Sir Alistair ㅡ continuó el rey ㅡ usted nos guiará hasta el lugar exacto donde fue avistada la criatura. No hay tiempo que perder.

ㅡ Sí, Su Majestad ㅡ asintió Sir Alistair, con la mirada fija en los caballeros reunidos ante él. ㅡ Nos dirigiremos al sur, hacia la costa rocosa. Los vientos soplan a favor, pero debemos estar preparados para cualquier cosa.

La reina, que había permanecido en silencio durante toda la conversación, se acercó a su esposo y a los caballeros con una expresión de preocupación ㅡ Que los dioses los protejan ㅡ murmuró con voz temblorosa, aunque intentaba mantener su compostura. ㅡ Este monstruo... no sabemos lo que enfrentamos.

ㅡ Lo sabremos pronto ㅡ respondió el rey con determinación ㅡ Caballeros, partan al instante. La seguridad de nuestro reino está en sus manos.

Con esas palabras, los caballeros, liderados por Sir Alistair, salieron del salón con paso firme, preparados para la misión que les aguardaba. La tensión en el aire era palpable. Mientras se alejaban, el rey se quedó mirando a su esposa, su rostro serio y preocupado.

ㅡ Este será un enfrentamiento como ninguno otro ㅡ dijo el rey en voz baja, más para sí mismo que para la reina ㅡ...Pero no permitiremos que esta bestia ponga en peligro nuestra tierra.

En la vasta costa del reino, más allá de los muros del palacio, el destino del reino comenzaba a cambiar. Los caballeros estaban listos para enfrentar lo desconocido, pero ni siquiera ellos sabían cuán peligrosa era la criatura que los esperaba en las oscuras aguas del océano.

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Pasaron tres largos días desde que los caballeros partieron a enfrentar la misteriosa bestia del mar. El aire en el palacio se había vuelto pesado, cargado de incertidumbre. La reina caminaba inquieta de un lado a otro, mientras los consejeros y cortesanos murmuraban en los pasillos sobre la situación. Nadie sabía con certeza lo que había sucedido en el mar, pero el ambiente estaba cargado de una expectación sombría.

Al atardecer del cuarto día, el sonido de los cascos de los caballos resonó en la entrada del palacio. La figura del rey apareció en el umbral del gran salón, escoltado por sus caballeros y un par de marineros. Su rostro estaba marcado por el cansancio y, lo que era aún más evidente, por la decepción. El rey caminaba con paso lento, la cabeza baja, su capa arrastrándose por el suelo como un manto de frustración.

Los murmullos cesaron cuando la reina, al verlo entrar, corrió hacia él con una mezcla de ansiedad y esperanza. Pero tan pronto como sus ojos se encontraron con el semblante sombrío de su esposo, la preocupación se apoderó de su rostro.

ㅡ ¿Qué ha ocurrido? ㅡ preguntó la reina, su voz quebrada por la tensión ㅡ ¿Has encontrado a la bestia?

El rey suspiró profundamente, como si un gran peso le aplastara el pecho. Sus ojos, normalmente firmes y llenos de autoridad, estaban vacíos de confianza ㅡ No, no hemos encontrado nada ㅡ respondió con voz grave ㅡ Ni rastro de la criatura en el lugar donde fue vista por última vez. Hemos buscado en cada rincón del mar, explorado las aguas del sur, pero... nada. Es como si la bestia se hubiera desvanecido, como si nunca hubiera existido.

Los caballeros que lo acompañaban permanecieron en silencio, sus rostros también marcados por el cansancio. Sir Alistair, quien había liderado la expedición, dio un paso al frente, bajando la cabeza en señal de respeto.

ㅡ Lo lamento, Su Majestad ㅡ dijo Alistair, con la voz cargada de frustración ㅡ Desplegamos todos los recursos disponibles, pero no hemos hallado rastro alguno de la criatura. Sin embargo...

El rey levantó una mano, interrumpiéndolo ㅡ ¿Sin embargo? ㅡ repitió con voz áspera, sin ocultar su decepción.

ㅡ Sin embargo...ㅡ continuó Alistair ㅡ...nuestro viaje no fue en vano en todo sentido. A pesar de que no encontramos a la bestia, algo mucho más grave sucedió. Mientras nos adentrábamos en las aguas más profundas, algo atacó uno de nuestros barcos. Fue destruido en cuestión de minutos. Las velas fueron arrancadas, los mástiles cayeron como si nada, y el casco fue destrozado por un golpe tan fuerte que ninguno de nosotros pudo imaginar que fuera posible. No fue un ataque común, Su Majestad. Algo de una fuerza descomunal lo hizo.

El rey lo miró fijamente, el ceño fruncido ㅡ ¿Qué quieres decir con eso? ¿Un ataque sin rastro de la criatura?

ㅡ Exactamente ㅡ dijo Alistair ㅡ...lo que ocurrió no tiene explicación lógica. Lo que sea que destruyó ese barco... no era un simple monstruo. Podría haber sido la misma bestia, pero no pudimos verla. El agua estaba demasiado agitada, y la niebla que rodeaba la zona era espesa, como si algo la estuviera controlando. Lo que sí sabemos es que, si esa bestia está cerca, está mucho más allá de nuestra comprensión.

El rey asintió lentamente, el peso de la situación cayendo sobre él como una pesada losa. ㅡ Entonces, ¿es una amenaza real? ㅡ preguntó ㅡ ¿Podemos estar seguros de que no se dirige hacia nuestras costas?"

ㅡ Eso tememos ㅡ respondió Alistair, con una mirada tensa ㅡ Y aún peor, no tenemos forma de rastrearla. La criatura o lo que sea que haya causado ese daño parece ser impredecible. Puede estar esperando en algún lugar, o simplemente se ha alejado hacia las profundidades del mar. Sin embargo, si no encontramos una forma de combatirla, puede que vuelva a atacar en cualquier momento.

El silencio llenó la habitación. La reina, preocupada, miró al rey, pero este no respondió de inmediato. La ansiedad en su rostro era palpable, y el aire pesado parecía oprimirlo aún más. El reino entero había sido testigo de las últimas noticias sobre la bestia, y ahora se sentían más vulnerables que nunca.

El rey dio un paso adelante, su mente claramente trabajando a toda velocidad ㅡ Es cierto que no hemos encontrado la criatura, pero el hecho de que haya destruido un barco con esa fuerza... debemos tomarlo como una advertencia. No podemos ignorar este ataque.

Namjoon, el asistente del rey, intervino en ese momento ㅡ Si la bestia existe o no, no lo sabemos con certeza. Pero lo que es claro es que hay una amenaza que debemos abordar, y necesitamos más que simples exploraciones. Es hora de pensar en una solución más contundente. Tal vez debemos enviar una flota más grande, con un mayor número de barcos y más armamento pesado.

ㅡ Sí ㅡ respondió el rey, su tono firme, pero lleno de cansancio ㅡ...Una flota más fuerte. Necesitamos no solo caballeros, sino también la mejor artillería disponible. No podemos seguir siendo víctimas de algo que ni siquiera hemos podido ver.

ㅡ Y Su Majestad ㅡ añadió Alistair ㅡ...además de la flota, será necesario que investiguemos más a fondo las antiguas leyendas del mar. Algunos de los viejos pescadores hablan de criaturas como esta, pero sus relatos siempre han sido considerados mitos. Tal vez no lo sean.

El rey miró a Alistair y luego a su esposa, que se mantenía en silencio a su lado, preocupada. Finalmente, asintió ㅡ Entonces, reunamos a los expertos. A los mejores navegantes y sabios que podamos encontrar. Descubriremos qué está ocurriendo en estas aguas. Pero no podemos quedarnos de brazos cruzados.

Con una última mirada al grupo de caballeros, el rey agregó ㅡ Volverán al mar, pero esta vez no será solo una expedición más. Es una misión de supervivencia.

Mientras la reunión llegaba a su fin, la sensación de fracaso era palpable, pero también lo era la determinación. El ataque al barco había dejado claro que la amenaza era real, y aunque el rey no tuviera respuestas, sabía que el tiempo se agotaba. No podría esperar más para descubrir la verdad de lo que acechaba bajo las aguas, y juró que lucharía con todo lo que tuviera a su alcance para proteger su reino.

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Cap. de reyeno. La imaginación no me dió para más, perdón 😩😭

Lo compensaré con dos capitulos. Disfruten el siguiente :)

Tengan buen día ✨ Fer.