CAPÍTULO 4

ㅡ Padre es pésima idea.

ㅡ Claro que no, eso te sirve para que conozcas más a tu pueblo y sepas como vas a manejarte a futuro. 

ㅡ Con todo respeto, no creo que una plática ayude a que el pueblo confíe más en nosotros.

El rey chasqueó la lengua seguro ㅡ Esta hecho, además del discurso que llevas preparando hace días, ¿Hay algo más?

ㅡ Solo eso. Me retiro.

Jungkook estaba por irse más su madre le llamó la atención. 

ㅡ Recuerda que deber ir con el hechicero.

ㅡ Claro.

Sin más el joven príncipe salió del salón de piano,  para después dirigirse a la biblioteca donde se encontraba el sucio plebeyo leyendo junto a su hermano Chris.

Ambos se dieron cuenta de su presencia apenas entrar.

ㅡ Pero Jungkook, que milagro verte. ¿Hoy también acompañaré a tu padre a buscar una serpiente marina?

El susodicho rodó los ojos ㅡ Cuantas veces debo decirte que mi nombre es Su Alteza Re-

ㅡ Ya entendimos Jungkook...ㅡ interrumpió su hermano ㅡ...Taehyung dice que viene del futuro y allá todos se ponen la ropa que quieren.

ㅡ ¿Taehyung?

ㅡ Ese es mi nombre majestad...ㅡ dijo Taehyung a modo de burla en la última palabra ㅡ...tengo 7 días aquí y por fin sabes mi nombre. 

ㅡ No me interesa el nombre de los plebeyos, por eso nunca te lo pregunté.

ㅡ Tae es divertido, me está enseñando sobre algo llamado física. 

ㅡ ¿Física?

Taehyung asintió orgulloso ㅡ Yo estudié física experimental. Obtenemos resultados de ecuaciones por medio de experimentos en los laboratorios, a diferencia de Jimin que es mi mejor amigo, él estudió física teórica. Él obtiene los mismos resultados que yo, con la diferencia que en vez de hacer experimentos los consigue por medio de ecuaciones matemáticas.

Jungkook asintió confundido. Tenía una idea de lo que era la física, ya que, Namjoon y otros mentores solían darles clases a él y Chris sobre ese tipo de temas, así como matemáticas, más nunca se lo explicaban a profundidad.

Jungkook era más relacionado al área artística y filosófica que las matemáticas.

ㅡ No espero que lo entiendas Jungkook, después de todo, yo tengo estudios profesionales, los cuales aún no existen en esta época.

Jeon lo miró con el ceño fruncido, ¿el plebeyo americano lo estaba llamando dullard?

ㅡ Chris será mejor que vayas con mis padres, yo iré al pueblo a dar mi discurso.

El pequeño asintió sin ganas, más obedeció. Se despidió de Taehyung y se retiró dejando a ambos solos.

ㅡ Me encantaría escuchar tu discurso Jungkook, con ese carácter estoy seguro que más de uno te lanzará un tomate.

El castaño lo insultó en voz baja para después retirarse del lugar e ir al pueblo, siendo seguido por Taehyung y otros 5 guardias más.

En cuanto llegó el "líder" de los caballeros llamó la atención de los pueblerinos para que escucharan a Jungkook. Esta era la primera vez que Jungkook conocía el pueblo, nunca se había dado a la tarea de ir y conocerlo.

Las casas eran humildes, construidas con piedras gastadas, madera crujiente y techos de paja. Las paredes, de un color gris sucio, parecían impregnadas de la humedad que nunca se evaporaba. Un hedor constante de moho y suciedad impregnaba el aire, y las calles de tierra se convertían en fangales cuando llovía, donde los niños descalzos se arrastraban y las ratas se paseaban sin miedo.

Los habitantes del pueblo vivían en una miseria perpetua, con ropa raída y desgastada que apenas los cubría del frío implacable. Los ojos de la gente se posaron en él. 

"¡Gente del Reino de Avalon...!ㅡ inició vocalizando Kook con poca confianza, aún así siguió ㅡ...Hoy, su príncipe, el más grande de todos los que han existido, se presenta ante ustedes por primera vez . Y lo hago no para llorar sobre sus desdichas, sino para guiarlos hacia la gloria que merecen tener, aunque les haya costado reconocerlo. Saben bien que no hay otro líder como yo. Mi sabiduría y mi grandeza son lo que este reino necesita para prosperar, y es por mi voluntad y generosidad que comenzamos a enfrentar los problemas que ustedes, pobres almas, no sabrían resolver por ustedes mismos...."

Taehyung quien estaba a un par de metros de Jungkook se estaba golpeando el rostro internamente. ¿Cómo se le ocurría ser tan egocentrista al hablar?, la gente miraba al príncipe fijamente sin parpadear, escuchando cada palabra.

Jungkook siguió hablando ahora con más seguridad ㅡ..."¿La tierra está agotada? No importa, la nobleza de nuestro reino es incomparable, ustedes, humildes plebeyos, serán testigos de la prosperidad que generosamente les otorgaremos.

¿La pobreza y el sufrimiento? Dejen que los más débiles encuentren refugio. Estableceremos albergues, sí, porque es mi benevolencia la que permite que hasta el más bajo de entre ustedes sobreviva bajo mi cuidado.

Escúchenme bien, pueblo. Soy el único capaz de transformar este reino. En mis manos, nada es imposible. Seré recordado como el príncipe que salvó a su gente, pero también como el futuro rey, que les mostró lo que es vivir a la altura de su verdadero destino.

No olviden que son afortunados de ser gobernados por mí. Ahora obedezcanme, y juntos, de la mano de mi grandeza, alcanzaremos el futuro que les corresponde, aunque aún no lo sepan.

¡Larga vida a mi reinado!" ㅡ terminó de proclamar.

Al escuchar las palabras del príncipe, el pueblo se quedó en un silencio profundo, casi palpable, como si el aire se hubiera vuelto denso y difícil de respirar. Los rostros, ya marcados por la fatiga y el sufrimiento, mostraban una expresión mezcla de incredulidad y desdén. Algunos bajaron la mirada, incapaces de mirar directamente a su príncipe, mientras otros intercambiaban miradas furtivas, como si trataran de comprender si realmente estaban oyendo bien.

Las manos arrugadas de las madres se apretaron sobre sus hijos, como si la pomposidad del discurso fuera una bofetada en la cara de aquellos que se arrastraban en las calles de barro. Viejos de cabello gris murmuraban entre dientes, apenas creyendo lo que sus oídos escuchaban. Había una mezcla de rabia contenida y desesperanza en sus ojos, y una sensación de que las promesas del príncipe, con toda su arrogancia, no eran más que vacías palabras lanzadas al viento.
Algunos jóvenes, desilusionados, intercambiaban palabras en susurros, hastiados por los discursos grandilocuentes de alguien que nunca había conocido la verdadera lucha.

Otros, quizá por miedo o por no querer enfrentarse a la autoridad, simplemente asentían en silencio, sabiendo que nada cambiaría, que el príncipe seguiría en su mundo apartado, lleno de lujos, mientras ellos seguían atrapados en su miseria.

Unos pocos, en las esquinas del mercado, roncos de fatiga, se arrastraron al final del discurso para seguir con su día, sin más esperanza que la que había muerto en sus corazones años atrás. El eco de las palabras del príncipe resonaba en las calles polvorientas, pero la respuesta del pueblo era la misma: un silencio lleno de desconfianza y un desdén que se acumulaba bajo el peso de la miseria que nunca se iba.

Nadie levantó la mano para aplaudir ni vitorear, como se esperaba de un discurso tan "magnífico". Solo quedó el sonido de los pasos apagados, mientras el pueblo se dispersaba lentamente, cada uno atrapado nuevamente en la cruel rutina de la supervivencia, con la amarga sensación de que nada cambiaría, no importa cuántas veces el príncipe hablara de su "grandeza".

Jungkook observó el silencio que siguió a su discurso. No le sorprendió la falta de entusiasmo, pues en su interior estaba convencido de que sus palabras eran más que suficientes para guiar a su pueblo hacia la prosperidad. Sin embargo, no pudo evitar sentir una ligera molestia. Si no aplaudían, si no mostraban la gratitud que él esperaba, era porque aún no comprendían la magnitud de su generosidad. Pensó que tal vez no veían el sacrificio y el esfuerzo que él estaba haciendo por ellos, pero no era algo que le preocupase demasiado. Después de todo, el pueblo siempre había sido ignorante y ellos, en su humildad, carecían de la visión necesaria para reconocer el bien que él traía consigo.

Con un suspiro apenas perceptible, el príncipe se giró hacia sus caballeros y dio la orden de regresar al palacio. Mientras se alejaba, su expresión se endureció un poco más, como si pensara que, tarde o temprano, serían ellos mismos quienes entenderían la grandeza de su reinado. A pesar del silencio que lo había recibido, el príncipe no albergaba ninguna duda sobre su superioridad y sobre el hecho de que, al final, todos tendrían que agradecerle por su sabiduría.

ㅡ Bien Jungkook, ¿cómo te fue con el discurso del pueblo? ㅡ dijo el rey apenas vio entrar a su hijo.

ㅡ Estuvo bien, solo que muchos no entienden la importancia de la monarquía en sus vidas.

Con tan solo escuchar eso Namjoon quien se encontraba junto al reina, se había dado una idea de las barbaridades que Jungkook seguramente habría dicho. 

ㅡ Entiendo, descansa un momento. Después vas con el hechicero y al final a tus clases de tiro.

ㅡ Claro padre.

Jungkook se desplazó al establo para alimentar a su caballo.

ㅡ Hola Pepper, perdón por no poder sacarte a pasear ayer.

Jeon tomó un gran pedazo de heno para ponerlo en el comedero de su amigo y comenzar a conversar con él. 

ㅡ Hoy di el gran discurso al pueblo, la verdad es que no salió tan bien como creí. Pero ellos se lo pierden.

El caballo blanco relinchó como respuesta para después empezar a comer.

ㅡ Lo sé Pepper, pero ellos se lo pierden, seré el futuro rey de Islas Británicas, necesito carácter y lo obtendré si actúo así con todos. Así me ganaré su respeto.

El se dio la vuelta para tomar agua, dándole la espalda a Jeon. Este se lo tomó un poco personal.

ㅡ Sé que hay veces que puedo ser un poco odioso, pero vamos, debo actuar de esa manera.

ㅡ Estás cayendo en la locura Jungkook, en el futuro habrán centros psiquiátricos debería recomendarte ir.

Esa voz del sucio americano lo hizo enfadar.

ㅡ ¿Acaso no trabajas hoy?

ㅡ Mi turno acabó, llevarte a dar ese horroroso discurso fue lo último de mi mañana.

ㅡ La gente no sabe apreciar lo que tiene hasta que lo pierde, y ellos se lo pierden. Seré el mejor rey de la historia de Europa ㅡ dijo Jeon con orgullo en su voz.

ㅡ Sinceramente, no lo creo. En el futuro Gran Bretaña es gobernada por el Rey William y la sucesora es la princesa Charlotte, así que digamos que tu "dinastía", no fue muy grande.

Jungkook rodó los ojos nuevamente, a este punto Taehyung pensó que el "príncipe" tenía algún problema ocular.

ㅡ ¿Qué vienes a hacer tu día de descanso?

ㅡ Iré a las montañas a conseguir ese óxido.

ㅡ¿Estás seguro que es muy importante?

ㅡ Es la única manera de comunicarme con el futuro.

Jungkook miró hacia el cielo, pidiendo fuerzas al universo para poder seguir el ritmo de ese científico loco. No confiaba mucho en ese plebeyo, ni en su inteligencia. Pero no tenía muchas cosas que hacer, así que asintió.

ㅡ Bien, lo haré.

ㅡ ¿Enserio?

ㅡ Creo que sí, solo que necesito hacer algo antes.

Kim sonrió satisfecho ㅡ Genial, ¿qué harás?

ㅡ Iré a visitar al hechicero Hoseok.

ㅡ ¿Un hechicero?



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Buenas noches alegrías, estoy por terminar el libro *cries*, tendrá muchos capítulos a decir verdad, junto con Suspira Conmigo será de las novelas más completas, lo puedo asegurar.

Este es el cap. 4 y yo estoy escribiendo ya el 18-20, que bendición.

Espero les guste la dinámica, estoy intercalando el tiempo presente de Yoongi, Jimin y Jin y el como tratar de volver a activar la maquina, así como el pasado con Jungkook y Tae, donde tratan de tener comunicación con el futuro.

Me estoy quemando la cabeza de tanto pensar, espero les agrade.

Sin más que decir, que tengan un buen día/noche ✨ Fer.

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