Sehun invita Luhan a dar un paseo con él una mañana, finalmente después de llegar al punto donde Sehun ha comenzado a pensar que caminar solo con sus pensamientos lo iba a volver loco.

"¿Te has detenido alguna vez a oler las flores?" pregunta Luhan luego de caminar en silencio por un tiempo. "Siempre eres tan serio". Se ríe ligeramente — todo sobre Luhan siempre ha sido luz, pero no completamente, siempre con un dejo de tristeza interior debajo de su alegría.

"Y tú siempre tan alegre", Sehun responde, no completamente seguro donde va con él, ya que Luhan no siempre es obviamente tan alegre como parece.

La expresión de Luhan se hace impasible por una vez, y aparta la vista. "¿En serio?".

"Sí. Siempre te ríes. Sonríes. Feliz". Por lo menos, pretendiendo ser feliz.

Luhan le devuelve la mirada, y tal vez algo finalmente se rompió, porque sus ojos brillan de repente con lágrimas, aferrándose a los bordes de sus pestañas, amenazando con caer en cualquier momento. "Feliz", el muchacho mayor dice, y su voz parece atascada y apretada, "soy feliz todo el tiempo".

Se siente bien para llegar y tomar la muñeca de Luhan, así que eso es lo que hace Sehun, juntando suavemente la mano de Luhan en la suya. Parece que el tiempo se para, sólo roto por los sollozos tranquilos de Luhan y la sensación de labios sobre labios, calentando el aire frío, suave pero desesperado.

Se besan por primera vez dos meses después de que se encuentran, entre lágrimas húmedas y susurros persistentes, y Sehun comienza a darse cuenta de que hay una razón para la tristeza perpetua de Luhan, y que tal vez no ha encontrado un ángel que lo guiara.

No se trata de un problema de control, se trata de una cuestión de aprender a hacer para defenderse a sí y expresar sus creencias.

Nota: hasta aquí actualizaré por ahora, ésta etapa se llamó "Perdido" y ya ha sido completada, en la próxima actualización, seguiré con la siguiente y última etapa de este one-shot.