El niño vuelve a aparecer al día siguiente en la clase de literatura, deslizándose en el asiento vacío junto a Sehun, justo cuando comienza la clase. "Soy Luhan", susurra antes de que Sehun pueda registrar totalmente la situación, "Anduviste ayer en el campus. Hablamos".

Lo sé, Sehun quiere decir, pero saluda con la cabeza en cambio y susurra, "Soy Sehun". De repente se le hace difícil respirar. No hay rayos de sol que destellan del borde del pelo de Luhan esta vez, pero el muchacho igualmente parece un ángel, y Sehun no puede discernir completamente la razón de sus latidos de corazón que se aceleran y el impulso de asegurarse que su pelo no es un desastre.

Luhan alcanza un lápiz mientras juguetea con éste y Sehun realmente se olvida de respirar, cautivado por la repentina dificultad para concentrarse cuando Luhan se encuentra frente a él. "Lo siento," murmulla éste cuando golpea accidentalmente el brazo de Sehun, pero Sehun está demasiado distraído por la sacudida repentina de electricidad que comienza desde las puntas de sus dedos y se extiende a través de su brazo. "Está bien", finalmente se acuerda de responder jadeantemente, "No tienes por qué pedir disculpas".

La sonrisa de Luhan es curiosamente triste.