Rosa Perfecta
Es raro estar en expulsión y claramente mis padres ni siquiera sabían que hacer con eso, nunca me he portado mal y no hay muchas cosas con las que me puedan castigar.
Aún así decidieron no hacerlo bajo las circunstancias pues era un castigo injusto.
Jensi se quedó conmigo pues lo mandaron por castigo por no querer comer, y en esta casa se come o se come no hay opción.
—Trágatelo —gruñi.
—¡Estoy lleno! —exclamó molesto.
—Llevamos dos horas aquí enano, te falta ese pedazo —regañe.
Jensi miró a mi Pa quien era el más débil, con esos ojazos que se cargaba el enano no se podía hacer mucho.
—Ya voy Patosaurio —se levantó huyendo cargando a su pato para llevárselo.
Si, ya era su pato no mío y no me dejaba cargarlo si él lo tenía... en fin la hipotenusa.
—Jens solo te falta ese pedazo, confío en que puedes comértelo porque me lo has demostrado todo este tiempo —le sonrío papá.
Por fin me di cuenta que así me había convencido toda mi vida.
—De acuerdo —asintió comiéndose su puré.
—Lo vez cariño, tu puedes —lo abrazó.
Jensi abrazó a mi papá contento, nos dejaron subir a la habitación por fin.
—Jugamos —sonrió como si nada.
—No, estoy enojado contigo —me queje— no quiero que vuelvas a dejar de comer.
Jens solo puso los ojos en blanco para subirse a la cama y lanzarme su almohada a la cara divertido.
Empezó a reírse brincando hasta que recayó en algo.
—Oye aún tienes a señor Oso —dijo asombrado cambiando el tema.
—Viviste dos meses aquí y no te has dado cuenta que estaba ahí —negué pasándoselo.
—No lo vi —negó viendo el osito.
Aquel osito que me dió cuando éramos bebés, ese osito tenía implantes como los míos y me había dado mucha seguridad desde siempre.
—Dormiste con él hasta los quince no —señaló riendo mientras le acomodaba su mini implante.
—Catorce —aclaré.
El chico negó lleno de nostalgia.
—Pinches sustos que nos metiste muchas veces cabron —me regañó.
—Estas cosas se pierden mucho —me excusé.
—Oti, están pegados a tu cabeza literalmente —me miró serio.
Implantes rotos, extraviados algunos cuantos murieron al meterme a bañar sin darme cuenta que los traía, y unos más simplemente los dejé en algún lugar y no supe dónde quedaron.
—Pasa, simplemente pasa —me excuse.
—Una vez casi te nos mueres cabron —me recordó.
Me había dado una infección en uno de mis oídos y al tener el implante se extendió a nada de llegar a mi cerebro... casi me muero esa vez, incluso teniendo que reemplazarme el mecanismo interno por completo.
—Soy un Jones no esperes menos de mi —remarque.
El chico negó riendo.
—Lo único bueno es que viajaste para estar conmigo —recordé— siempre has estado para apoyarme.
—Mentiras solo vine porque soy el siguiente por la herencia de tus padres y cariño... es muy grande —se burló.
Negué para abrazarlo con fuerzas.
—Me amas yo lo sé y te mueres si me pasa algo —señale.
El enanito asintió, para suspirar.
—Para que digo que no si si —suspiró.
—Entonces no me hagas a mi lo mismo cabron —le miré molesto— porque no me gusta verte así.
Jensi me miró, una lagrimita empezó a salir de mis ojitos.
El chiquito suspiró para abrazarme.
—Perdón Oti —me calmó— a veces no me doy cuenta del daño que les hago a las personas que amo.
—Esta bien pero no lo hagas más si —dije triste— casi perderte el año pasado fue... y yo... no quiero verte así otra vez.
Jensi asintió calmándome, se levantó para limpiar mis lágrimas y tomar mis mejillas con sus manitas pequeñas.
—Escúchame bien que yo estoy aquí para joderte de por vida —me miró.
—Lo prometes —susurre.
—Solo si dejas de llorar —chantajeó riendo.
—Está bien Baby Yoda —asentí.
—Venga veamos una película —me calmó.
Nos pusimos a ver una película hasta que nos quedemos dormido, o al menos yo porque si me había tocado entrenar sin parar.
Desperté porque no me sentía muy bien, mentalmente me sentía muy triste pero vi que en realidad no era yo, en el ventanal Jensi miraba las estrellas.
Me acerqué para verle, en la oscuridad de la madrugada la luz de la luna reflejaba en esos ojitos tan perfectos que tenía.
—<¿Hey estas bien?> —le pregunté algo nervioso.
Jens se limitó a verme para solo asentir.
—<Yo sé que no hermano> —suspiré— <¿Quieres hablar?>
El pequeño se lo pensó por unos minutos, sé que quería guardárselo pero a la vez sentía que iba a explotar.
—<En unos días vamos a cumplir años> —contó— <Y el día que tú cumplas años también será el día que se cumple un año de que yo estaba perdiendo a mi mejor amigo>
No me había dado cuenta de que era verdad.
—<Y el día que yo esté cumpliendo años se cumplirá un año en el que yo estaba enterrándolo> —una lágrima se formó en sus ojitos— <Se que esto va a pasar y no quiero pensar en esto pero yo... lo extraño mucho sabes, y esto solo me recuerda el tiempo que ya no pasaremos juntos, de lo que pudimos y no pudimos hacer más>
Nunca he sido bueno con las palabras y me mataba no poderle decir todo lo que quería decirle, lo que lo hiciera sentir mejor.
Abracé al chico por que no quería verlo así de triste.
—<Yo sé que te duele, pero debes recordarlo con cariño no con dolor porque eso es lo mejor de las relaciones, lo que vives... lo que te llevas, eso nadie te lo quitará ni su muerte> —afirme.
Jens asintió, sé que soy el menos indicado para esto, no e sufrido una pérdida tan grande y a pesar de que perdí a mi bisabuela era una mujer que no conocía del todo.
Jensi se acomodó en mi para que le diera mimos sin decir nada, solo lo pedía cuando se sentía muy mal y me sentía culpable porque solo así se dejaba querer.
Nos quedamos así hasta que se quedó dormido y no quise moverme lo que implicaba no moverme a pesar de la mala posición.
Desperté en el sillón cubierto con la cobija mientras Jens le ponía su suéter a Krypto pues hacía demasiado frío.
—<Buenos días solecito> —me miró lanzándome la sudadera— <muévete que vamos a desayunar en casa de la abuela>
Asentí si me apetecía desayunar.
Me puse mi suéter extra para que no me regañara mi abu por no llevar suéter.
Nos fuimos en el auto escuchando a mis padre hablar de nuestra fiesta de cumpleaños.
En ese momento mientras bajábamos por la montaña el auto se detuvo.
—Está bien —miró Pa de inmediato a mi papá— bajaré a ver.
—Con cuidado —pidió papá.
Mi Pa bajó para ver el auto, nos quedamos unos segundos en silencio pero la cara de tristeza de Jens ni él se la quitaba.
—Ven las vallas de colores —señaló papá.
—Si —asentí.
—Quiero que bajen conmigo un momento —pidió.
Hicimos caso bajando, mi Pa nos miró confundido pero con una sonrisa de mi papá lo calmo.
Nos acercamos a las bardas donde siempre habían muchas flores, la vista hacia abajo era aterradora.
Instintivamente di un paso atrás porque mi equilibrio es pésimo y sentía que me iba a caer.
—Cuando tenía casi su edad yo caí de esta montaña —contó mi papá como si dijera que el cielo es azul— íbamos camino a la escuela y un conductor ebrio nos sacó del camino —explicó— casi sesenta metros hasta abajo.
Oírlo de su boca era aún más asombroso.
—Si eres un gato —susurró Jens asombrado.
Papá soltó una pequeña risita para ver a Jens.
—Me rompí casi todos los huesos de mi cuerpo, estuve meses en coma y mi corazón se paró varias veces —contó— podrán imaginarse el dolor que se siente.
Realmente no... había tenido lesiones, incluso un dedo roto pero ese dolor no podía compararlo.
—Pero saben que me dolió más —nos miró— que ese día perdí a mi mejor amigo —confesé— no solo yo Santi también perdió a dos de sus mejores amigos.
Conocía los nombres, llevaba uno de ellos por nombre pero sólo me decían que murieron en un accidente de coche.
Mi papá abrazó a Jensi acercándolo a él.
—Te comprendo mi Niño —pronunció algo que sabía que necesitaba escuchar— lo he vivido, y tal vez incluso tu tío Santi te entienda un poco más pues sabe lo que es perder a un mejor amigo por una enfermedad.
Mi papá asintió dándome una sonrisita para abrazarme, Samuel era el nombre que llevaba en su honor.
—Y sé que por más que te digan que está en un mejor lugar, que está descansando, hay días que lo único que quisieras es retroceder el tiempo y estar con ellos —comentó.
Los ojitos de Jens se aguaron un poco.
—Y duele... al carajo que duele pero ese dolor no es eterno hijo, este primer año sé que será horrible para ti aún más en las fechas que sucedieron —mencionó— pero esto si te lo prometo el dolor disminuirá con el paso del tiempo... puede ser un año tal vez dos pero lo hará y dolerá menos, hasta que en realidad lo aceptes.
Jens se aferró a él para soltar un pequeño sollozo.
—No puedo —lloro débil.
—Es normal sentir eso, esta bien cariño —sobo su espalda— debes llevarlo a tu tiempo y parece difícil pero te digo un secreto.
Jensi asintió sin mirarlo.
—No estas solo —afirmó— tienes a tus padres, a tu hermanito y familia que estamos aquí y estaremos siempre aquí para ayudarte.
—Tu abuelo es doctor tienes toda la ayuda médica de tu parte si te lo permites —agregó mi Pa— y el mejor psicólogo del mundo abrazándote.
Jensi levantó la mirada para limpiar sus ojitos y asentir.
—Te parece si hackeamos el sistema este año —le sonrió mi papá.
—¿Cómo? —preguntó curioso.
—En vez de ponernos triste porque no hacemos un detalle para tu amigo en su aniversario de fallecimiento —le sonrió— me permites organizarlo.
Jens asintió para verme por un segundo.
—Pero es el cumpleaños de Oti, no quiero arruinarlo —mencionó.
—Me gusta compartir lo sabes —sonreí— por Cade no habrá problema —afirmé.
Jens susurró un Gracias para asentir y abrazar a mi Pa
—Son los mejores —susurró— gracias.
—Todo por nuestro Niño —afirmó abrazándolo.
Se quedaron así por unos instantes.
—Lamento arruinar su momento pero ya arregle la llanta así que vámonos que me congelo —se quejó papá.
—Celoso Dagda —guiñó mi Papá.
—Todos sabemos a quien ama más —se defendió Pa.
—A mi obviamente —abracé al enano.
—Obviamente —negó riendo— Oye tío Wint estás seguro que eres humano porque esa caída era una sentencia de muerte segura.
—Solo es rarito —atacó Pa.
Nos fuimos discutiendo de las posibilidades de que mi papá pueda ser una especie de ser mágico después de tantos milagros.
Al llegar ahí estaba Jake siendo abrazado por Charms y una cosa era que me quitara a mi tío Lu pero a mi tío Charms era inaceptable.
Llegué a él para empujarlo.
—Muévete de mi tío gata rompe hogares —reclame lo mío.
—Oti —me regañó mi papá riendo.
—Es mi tío —me queje.
Charms me abrazó con fuerza riendo.
—Siempre serás mi consentido pikachu no lo olvides —me sonrío.
—A mi me quiere más el tío Lu —me sacó la lengua para ir abrazar a mi abuela.
—No tienen remedio —negó Pa quien aún tenía a Jens aferrado a él.
Nos dispusimos a desayunar incluyendo el enano lo que hizo muy feliz a mis tíos.
Después de todo lo qué pasó no podíamos pedir mucho de él, sabíamos que estaba dando todo de él pero aún era demasiado reciente su pérdida.
Nuestro último capítulo del año que emoción, les dejo un capítulo un poco triste pero nuestro primer capítulo del nuevo año nos vemos para festejar a los bebés. 🙌🏻💕
En fin ni crean tan santo a Oti que es todo un Jones.😰
Yo soy en la vida Oti perdiendo todo, diría mi madre que no pierdo la cabeza porque la tengo pegada.🥴
Ay mi bebito Jens está sufriendo el pobre.😭
Wint es el mejor psicólogo se tenía que decir y se dijo. 🤛🏼✨
Aunque hay que reconsiderar la verdad si en realidad es humano o una especie de ser místico inmortal.🧐
Nos vemos el próximo año, pásenselo genial este fin de año los quiero muchísimo y mis mejores deseos.💕🥳
Aquí se deja lo que van a cenar para que se me antoje 👐🏼
Yo cenaré lomito, papitas al horno y mucha ensalada de manzana. 🤤
¡FELIZ AÑO NUEVO DE ANTEMANO!🙌🏻
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top