Mala hierva
—Es...
—Jodidamente hermoso —dijo Jensen caminando a mi lado.
—No ayudas —le miré serio.
—No era mi intención —sonrió para darme unas palmaditas.
—Veamos solo tiene el cabello rizado, lindos ojos y bueno si lo ves así es como tu pero alto —Traté de animarme— ¿O me equivoco?... Jens
Miré hacia abajo y no estaba, entre en pánico girándome para verlo.
—Jensen Blue, amigo —dijo el castaño abrazándole por un lado.
—Sabíamos que venías —contestó su gemelo abrazándole del otro lado.
—No sabíamos que te verías igual que cuando te fuiste —dijeron al unísono, para abrazarlo entre los dos medio aplastándole.
—Hey déjenlo ya —ordene riendo.
Los chicos le soltaron del abrazo, con Jensen saliendo de en medio agitado y claramente molesto.
—Solo hay una persona que me puede abrazar y dado que no son ustedes piérdanse Chip y Dale —gruñó Jens plantándoles tremendo putazo con la mochila.
El chico se acercó a mí para verme molesto.
—Controla a tus amigos —dijo arreglándose la ropa.
Mire a los gemelos que me sonrieron para acercarse a mi y abrazarme de la misma manera, y si sus nombres eran Chip y Dale por las ardillas de Disney... y yo que me quejaba de mi nombre.
—Chip, Dale —sonreí feliz— los extrañé chicos.
—Nosotros a ti —dijeron al unísono, si así eran.
—Oh Dios será un año difícil —mencionó Jens sobándose la sien.
Oh si, caminamos a clases para dirigirnos al salón, entré platicando con mis amigos para sentarnos a un lado de Jens, el chico sacó sus cosas de inmediato.
—¿Sigues siendo un Nerd? —pregunté riendo.
—Sigues atorando tu cabeza en los barrotes de la casa de tu abuela —cuestionó viéndome.
—Si, a veces —confesé no muy orgulloso.
El chico negó divertido para sacar su libro.
De un segundo a otro todos se levantaron siendo Chip y Dale los primeros en salir, viendo al profesor entrar ni yo lo dude para levantarme... mi error fue no salir a tiempo volviendo por Jensen.
—Jensen —lo llamé en la puerta.
El chico se giró para verme, recayendo en el hecho de que solo se había quedado un tercio de la clase.
—¿Va algún lado señor Jones? —me miró.
Suspiré derrotado aceptando mi destino para sentarme atrás del pequeño.
—¿Autumn Jones no es así? —me preguntó lo que ya sabía —iba con tus padres en la escuela
—Lo siento —murmure, joder ya estaba más muerto que mis ganas de vivir.
El profesor sonrió, esa sonrisa que me decía que mi padre le había hecho algo, no era secreto mi padre era "ese tipo"
—Tengo entendido su familia es dueña de una cadena de hospitales en México no es así —para que me preguntaba cosas que ya sabía.
Asentí, todos me miraban.
—Entonces sabrá cual es la norma del expediente clínico —mencionó.
Me quedé serio, ¿Qué vergas iba a saber yo? Lo único que sabía era que usaban botargas y bailaban.
—Es la norma 004 —contestó Jens.
—¿Usted es Autumn Jones? —le preguntó molesto.
—¿Esto es clase de medicina? —atacó— tengo entendido es clase de física.
Mire a mi chico orgulloso.
El profesor Caiden Scavo era conocido por ser el más temido y difícil, miró al chico por unos segundos.
—¿Nombre? —preguntó.
—Jensen Blue —contestó cruzándose de brazos.
El hombre sonrió para asentir.
—¿Cuál es el teorema de Bernuli? —ya iba a empezar.
El chico respondió lo que era obvio.
—¿Segunda ley de Newton? —preguntó.
—Establece que las aceleraciones que experimenta un cuerpo son proporcionales a las fuerzas que recibe —sonrió triunfante— también puedo recitarle la teoría de cuerdas si tiene tiempo.
El profesor sonrió orgulloso, abrió su maletín con hojas.
—Examen, quiero ver quien más es digno de esta materia —comunicó.
Hicimos su estupido examen el cual me dejo peor de lo que había iniciado, salí con el pequeño sonriendo a mi lado.
—¿Qué pusiste en la catorce? —preguntó.
—No se, creó que siete —contesté confundido.
El chico se giró para verme.
—Si sabes que el examen era teórico verdad —me recordó.
—Si sabes que soy un pendejo verdad —le recordé pasando mi brazo por los hombros de Jens— gracias por salvarme.
—No hay de que —sonrió, no conocía esa faceta suya.
Salimos almorzar llevándole a mi mesa de siempre, donde esperaríamos a Temi y llegó gracias a Dios sola.
—Jensen escuché que le diste una paliza intelectual al profesor Scavo —dijo emocionada.
—Es un bravucón —aseguró él.
—Como ciertas personas —mire a Temi molesto.
—Yo... puedo explicarlo —nos calmó sentándose frente a nosotros.
La miramos expectantes.
—Puede que haya fingido en mi solicitud para entrar al campamento —contó apenada.
—Dijiste que soy sordo mudo —me quejé.
—Lo siento Oti pero que suena mejor convivo con una persona parcialmente sorda o un sordo mudo —dijo tomando mi mano.
—Ambas me parecen ofensivas —señaló Jens sacando su desayuno.
Temi suspiró para verme con sus brillantes ojos castaños.
—Lo siento, de verdad quería entrar al campamento y ayudar a niños, no creí que pasara a más —se disculpó— ¿Me perdonas?
—Está bien —caí en su encanto.
Ella besó mi mejilla para volver a su lugar.
—Si te sientes mejor también puse a Jens —agregó, lo que no ayudó.
El chico levantó la mirada pues luchaba por ponerle el popote a su jugo.
—Dijiste que soy anoréxico —supuso molesto.
—Problemas alimenticios —trató de ayudar.
—No, no, te conozco y seguro lo pusiste —dijo molesto— me siento ofendido.
—Me perdonas —le dijo poniendo carita de perro.
—No soy tan débil como él—gruño apuntándome con el popote el cual tomé para ponérselo a su jugo— me lastimas Temi, sabes que no es por gusto.
La chica asintió, mi primo tenía una enfermedad la cual su cuerpo no producía una hormona lo que hacía que nunca tuviera hambre, no suena tan mal pero casi nos dejaba sin el niño cuando era más joven.
—Perdón de verdad Jens —dijo sincera.
—Dame tu llavero y lo consideraré —sonrío.
La chica negó divertida para quitarlo de su llavero y darle al pequeño Yoda.
—Tu Chamarra esta linda —se aprovecho.
—No abuses enano —lo calmó.
El chico asintió mientras ponía el llavero.
—Y tu... —no quería decirlo.
—Novio, ahí viene —sonrío mirándole.
El chico besó sus labios para sentarse a lado de ella.
—Hola otra vez —saludo.
Ambos asentimos a manera de saludo, empezamos a comer, papá nos había mandado puré de papa con tiritas de pollo, era evidente en cantidad.
—Solo comerás eso —miró la comida de Jens pues solo había comido dos tiritas y un par de puré junto con una barrita proteica.
Oh Dios había roto una de las reglas de la trinidad.
—No es cantidad es calidad —corrigió el pequeño— la barra completa la cantidad de calorías necesarias.
—Debería tratar con un poco más... debido a tu problema —señaló sonriente.
Jensen miró a la chica quien derrotada se quitó la Chamarra para dársela.
—Conner mi amor no lo presiones, es una de las reglas —lo calmó abrazándole.
—¿Reglas? —preguntó confundido.
—No se presiona en comer, no se molesta si vomita y si llaman enano defendemos —expliqué— aplica en los tres... bueno la última sólo en él.
—¿Tienen reglas entre ustedes? —preguntó confundido.
—Son más como códigos —explicó ella.
El chico asintió aún confundido.
—Enano —dijo la chica pasando a su lado.
—Rarita —le contestó Jens sin mirarla.
Conner nos miró más perdido.
—Ella es su novia —contó Temi
—Yo y esa explosión de colores no estamos relacionados —dejó en claro, Aja y según el tío Lu iba a dejar de besar a mi padres.
—La amas —me burlé.
El pequeño me golpeó con fuerza, era chiquito pero vaya que pegaba duro.
—Venga vamos que llego tarde —apure guardando mis cosas con Jens siguiéndome.
Mire a la morena que seguía sentada viendo a su chico, mirándole con cierta ternura que me daba nauseas.
—¿No vienes? —pregunté cortando su rollo.
—Hoy no, prometí mostrarle la escuela —sonrió— tal vez mañana.
—Si, me muero por ver cómo corres —mencionó el chico— dice Tem que eres muy rápido.
Asentí para darle una sonrisa fingida y girarme con Jens para tomarlo del hombro e irnos.
¿Cómo corro? Pues igual que todos cabron con un pie tras otro.
—Me destrozas el hombro —dijo Jens quitándome la mano de su hombro.
—Perdón —me disculpé sonándoselo— es un...
—Completo idiota, pero nuestra chica está enamorada así que compórtate —regaño.
Asentí, vaya que lo estaba porque en cualquier otro momento alguno de esos dos comentarios se hubiera merecido un putazo a lo Menéndez, fuerte y sin pensarlo.
—Oye yo ya se como corres, puedo ir mejor a otro lado —se burló.
Le mire serio, el chico suspiró.
—Está bien voy contigo —aceptó.
Abracé al pequeño levantándolo un poco, soltándolo en el momento que me mordió.
—¡Oye! —exclamé viendo la marca.
—No me vuelva alzar —gruño.
—De acuerdo solo cálmate gremlin —gruñi.
—Estupido yeti —murmuró adelantándose.
Me fui a cambiar mientras lo dejaba sentado en la sombra, regresé con él esperanzado.
—No quieres correr conmigo —sonreí.
—No gracias —dijo recostándose para sacar su iPad— estas piernitas no están hechas para eso.
Negué divertido para llegar con el entrenador.
—Llegas tarde Samuel —mencionó.
—Tenía que desayunar —sonreí.
—Esperemos esta vez no lo vomites —regaño, si no comía antes no daba lo mejor de mi— estamos próximos a las pruebas si te vas a esforzar es ahora.
—Si entrenador —suspiré— entonces más acción que platica no.
El entrenador asintió acomodando mi cinta para darme unos golpecitos, ya había hecho mi entrenamiento y era hora de la acción.
—Usamos silbato hoy —me recordó.
Asentí, con el implante era un problema pues ciertos sonidos me taladraban y este era uno de esos.
Un silbido que me aturdía y era momento de correr, siempre me gustó correr, el viento golpear mi cara, concentrarme al punto en el que solo era yo y el camino, sin embargo esa sensación no la sentía desde que me habían dicho que era candidato a los grandes.
Desde que era más entrenamiento que vida...
Otro silbido y me detuve para poner mi mano en mi oído y sobarlo ligeramente como si eso hiciera algún cambio.
—Pon atención Samuel, terminaste hace media vuelta —regaño.
Suspiré para asentir y volver a la línea.
—¿Podemos hacerlo sin silbato? —pedí adolorido.
El hombre negó para verme, en personas sordas se utiliza un estímulo visual pero claro el ruso no confiaba en eso.
—Tienes que acostumbrarte o que harás cuando llegues a los grandes —me recordó.
—Mucha fe para un chico como yo no cree —insinué.
—No te quiero escuche hablar así Samuel Jones —regaño.
—También me llamo Autumn recuerda —sonreí, odiaba mi nombre.
—Lo sé, ninguno de mis corredores llevará ese nombre ahora me darás una vuelta extra por tu actitud —castigó— si no creyera que puedes hacerlo crees que estaría aquí perdiendo mi tiempo.
—Lo hace con los gemelos —mire a los chicos quienes ya habían dejado de entrenar para irse a sentar con Jens.
—Su madre no me dejo educarlos bien —gruñó el entrenador, alias el ruso— tu padre me dió permiso así que ahora empieza a correr.
Asentí para pararme en la línea e iniciar con ese dolor de nuevo, al terminar me fui a tirar sobre Jens cansado.
—Apestas —mencionó quitándome la cinta.
—Solo un poco —mencione— Jensen no siento las piernas.
—Si no te quitas yo tampoco —gruño.
El chico se levantó para ayudarme a levantar.
—Me puedes cargar —pedí.
—Tal vez después de tu ducha —dijo empujándome.
Cuando éramos pequeños solía hacerlo, eso antes de que le llevara treinta centímetros y nuestro peso no se rebasaba por mucho.
Termine de ducharme para ir a clases, por primera vez en años Temi no estaba ahí y no podía hacer nada más que dejarla ir porque la amaba.
Quien dijo que si amas algo déjalo ir estoy seguro que realmente no lo amaba.
Qué tal con estas bendiciones.🥰
¿Primeras impresiones de Conner? O solo es Oti Drama King como su padre.👑
Esos profesores que hacen la vida insoportable que pensarán.🌚
Chip y Dale por fin hacen su aparición triunfal.🔥
Pero bueno tengo que dejarles esto por aquí y huir, jaja ya tengo mucho material Wint + Lu, si ya vieron la serie ¿Qué les pareció? 🤓
Nos vemos, recuerden Lunes, Miércoles y Viernes Días de Winter 😍
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