Jazmin

Conocer a los padres de alguien genera.... demasiada presión, ¿Por qué mierda es tan difícil? Digo yo se las puse fácil, mis padres lo hacían fácil eran amables un poco graciosos y les encantaba dejarme en ridiculo.

Pero las cosas eran simples yo soy un total y sincero desastre conociendo personas, heredé la torpeza de mis padres y la facilidad de hacer amigos de mi Pa.

Agregando que si me pongo nervioso suelo hablar en señas, tartamudear o simplemente mi lengua se traba demasiado.

—Listo guapísimo —sonrió Jens arreglando mi corbata.

—Tengo miedo ven conmigo —lo abracé nervioso.

—No puedo galán —negó empujándome para separarse del abrazo, malvado.

—Pero te meto en mi bolsillo y no se darán cuenta —señalé.

—Tienes que hacer esto por ti mismo —amenazó con su dedito.

—Tu ya conociste a los padres de Talita ¿Qué tal te fue? —pregunté confundido.

—Me adoraron —sonrió— porque soy encantador, soy chiquito y bastante inteligente.

Ni como decirle que no, podía ser encantador si quería además de que era todo un partido exceptuando si querías hijos altos, pero Temi podía compensar esa parte.

—¿No tenías miedo? —pregunté nervioso.

—Me daba más miedo Talita —murmuró confundido— pero en el fondo estaba tranquilo porque sabía que soy un buen prospecto así como tú lo eres.

Me quedé mirándole serio por unos segundos, voy a morir.

—Moriré es todo —me tiré en mi cama.

—¡Te arrugas levántate! —ordenó.

Me levanté, vestirme elegante pero no tanto es demasiado esfuerzo.

Bajé con mis padres con Jens empujándome del culo para que fuera.

—Papá me siento mal creo que no debo ir —me tiré dramáticamente.

—Yo te veo muy bien —aclaro él abrazándome— guapísimo para ser honestos.

—De nada —me besó Pa— ahora recuerda, eres el mejor de acuerdo.

—Pues soy muy torpe y yo...

—El mejor —aclaró papá — ahora mi niño ve, deslumbramos Solecito y cualquier cosa estamos en casa de tu abuela.

—Gracias, los amo —los abracé— recibirán la llamada para que recojan mi cuerpo.

Me fui temblando casi todo el camino, Skys se dividía en tres en la parte más alta vivienda los que tenían mejor nivel económico... malditos ricos diría Jens, y ahí vivían seis familias incluyéndome , el segundo seguían usualmente los doctores y ahí vivía Cas, el tercero eran casas y departamentos, ahí es donde estaba mi enanito.

Bajé al segundo nivel a nada de un desmayo, al llegar note su linda casa con una gran fuente en el patio en ella me esperaba Cas que al verme se lanzó a mi en un abrazo.

—Gracias por venir —dijo feliz.

—Gracias por invitarme —besé su mejilla— yo traje churros.

La chica los recibió con una sonrisita.

—Usualmente le traen flores a mi mamá pero los churros, te amará —estableció.

—Ah yo iba pero, pero... mi abuela dijo que eran mejor los churros—expliqué nervioso— puedo ir por flores y...

—Tranquilo si —me calmó— relájate.

No estaba relajado, para nada.

—Así que tu eres el que se quiere robar a mi princesa —dijo el hombre.

Aquel hombre de buen aspecto salió, con una sonrisa como la de su hija.

—Amm yo, si yo digo no —ay dios.

—Papá no lo pongas nervioso —negó ella riendo— les trajo churros.

—Pero que encantador y guapo —le guiñó la madre de Cas.

—Mi Mamá Jazmín, mi papá Iván, les presento a mi novio —me presento.

—Autumn Jones —les tendí la mano— mucho gusto.

—Siento que te conozco chico, como que te he visto en algún lado —me miró Iván analizandome.

—Pues es un atleta semi olímpico irá a las pruebas de selección —me presumió.

—De verdad tus padres deben estar orgullosos —dijo una mujer llegando.

—Ella es mi tía Claudia —me la presento— también trabaja en el hospital.

—Mucho gusto —sonreí.

—¡Ya se donde te he visto! —exclamó feliz— eres nieto de Sebastián Dagda no es así.

—Si es mi abuelo —asentí, claramente si su padre era doctor me iban a reconocer por él o por mi tía.

—Oh no sabía que Sofia tenía hijos —murmuró confundida su tía.

—No es hijo de Santiago —corrigió él— su última película fue, wow.

—Gracias le dire...

—Espera y el Jones —me interrumpió su tía agarrando la onda.

—Oh el apellido viene de Papá es de hecho psicólogo en el hospital —añadí.

Esa cara en su tía... en la que me metí, Cas se limitó a tomar mi mano y morir de vergüenza... al menos no era el único, me acompañaría en mi sufrimiento.

—Lo conozco es encantador, y cuenta buenos chiste —aligero él.

—Si él no... no lo hace —señale.

—No la verdad no —aceptó riendo— pero es un gran hombre, así que porque no entramos y...

—¡Cuidado la bestia se soltó! —gritó la voz de un niñito.

Sin más un golden retriver llegó directo a mi haciéndome tropezar con el filo de la fuente haciéndome caer a ella.

Y yo que ya me había bañado... instintivamente me quité los implantes antes de electrocutarme o algo parecido.

Cas me miró súper apenada tendiéndome la mano para ayudarme a salir, para mi suerte hacia un chingo de frío y yo me había empapado todo.

Podía verlos mover los labios pero iban tan rapido que no podía leer, miré a Cas no llevaba muchas clases como para entenderme.

—<¿Estas bien?> —preguntó nerviosa.

Asentí, ella me dió mi teléfono que alcancé a lanzar y ella atrapar, tenía en mi teléfono una app de emergencia para estos casos, lo que escribía se leía automáticamente.

—Estoy bien, mis aparatos se mojaron es mejor no usarlos —expliqué— si hablan lento y gesticulan puedo leer sus labios.

Ellos asintieron.

—Los metere en arroz —dijo su padre— espero sirva.

—Gracias —asentí.

—Te puedo prestar ropa —me calmó— vamos hace frío.

Asentí temblando, ella me dio una de sus Pijamas calientes pues es lo que me quedaba.

Le envié un mensaje a mis padres para que me trajeran ropa y mis implantes extras.

Bajé súper apenado pero al menos no había pasado más vergüenzas alterándome.

—<¿Todo bien?> —preguntó Cas

—Si, envié un mensaje a mis padre y me traerán ropa —la calmé— y mis implantes.

Ella asintió para abrazarme.

—Lamentó lo de mi tía —escribió en su teléfono— es algo religiosa pero inofensiva.

—No te preocupes, lo entiendo—escribí de vuelta— todos tenemos una tía así, en mi caso una vis abuela.

Lo dicho la calmó un poco.

—Vamos —me sonrió.

Fuimos al comedor donde estaban todos incluyendo un pequeño moreno de unos trece años.

—Él es mi primito Carlos —me presentó— y bestia su perro.

El chico chocó mis puños, me empezó a decir algo pero iba muy rápido por lo que no entendí, miré a Cas algo apenado.

—Más despacio si —le dijo a su primo— no te entiende.

El pequeño me observo analizándome un poco para luego irse.

—Es algo raro —me calmó escribiendo— creo que le toca en el grupo con tu primo Jake.

—Lo lamentó de antemano —me disculpé— por su bien que no le hable hasta después de las once antes de eso es muy pesado.

Ella negó divertida, nos sentamos a la mesa y Cas hizo un grupo de mensajes así era más fácil sólo leer y contestar.

Cosas simples como que es lo que me gustaba hacer o como era ser un corredor, cosas que al menos no me hicieron estresarme.

Mi teléfono vibro lo que significaba que mis padres habían llegado, salí para verlos con Cas tras de mi, ahí estaban los dos.

Papá beso mi frente para abrazarme y darme mis implantes, los coloqué de inmediato.

—Gracias papá —sonreí.

—No te preocupes mi niño, los accidentes pasan —me calmó— ¿Estás bien? no te lastimaste.

—Mi trasero amortiguó la caída —asenti.

—Ja, con suerte te crece —se burló Pa.

Negué divertido recibiendo la ropa.

—Winter—lo llamó el papá de Cas— linda noche, lamento las molestias con tu hijo.

—Iván no te preocupes —lo calmó— los accidentes pasan y este niño parece que los atrae.

Pero miren quien habla señor accidentes, en fin la hipocresía.

—Se quedan a cenar hicimos demasiada comida —mencionó.

—Oh no te preocupes con él basta para acabárselo —atacó Pa.

—Anda venga mi esposa cocina delicioso— nos adentro— y no está de más conocernos.

Y así de rápido las dos familias estábamos juntas, me cambié aunque tenía frío aún.

Su primito me volvió hablar pero hablaba tan rapido que estoy seguro que ni su prima le entendía.

—Claro —dije nervioso.

—No lo agobies Carlitos —negó su prima.

—Está bien —sonreí, aunque creo que acababa de vender mi alma.

La comida llegó y estaba deliciosa, sería mejor no decirle a la abuela... era muy celosa de quien me alimentaba, menos me permitiría haber comido otras enchiladas que no fueran las suyas.

—Es muy lindo vivir aquí —mencionó Jazmín— mi hermana se acaba de mudar.

—Es un gran lugar para vivir, muy seguro y la gente es muy amable —mencionó mi papá.

—Además es bueno que haya más latinos por aquí, en mis tiempos solo era yo —mencionó Pa— ¿Les está gustando?

—Es lindo, muy diverso por lo que veo —nos sonrió.

—Claudia—la llamó su hermana.

—Solo digo que es bueno, imagínate de no haberlo criado aquí lo difícil que es en nuestro país, no existe esa libertad, o la adopción no es tan fácil —expuso su punto.

Me empecé a reír recibiendo las miradas.

—Lo siento —traté de calmarme.

—Oh cariño que no te avergüence la adopción es muy normal —me dijo.

—Dios mío Claudia —dijo Jazmín poniéndose roja de la vergüenza.

—Pero como voy a ser adoptado si soy su copia —dije entre risas señalando a mis padres.

Ellos también rieron para negar, era igualito a Pa, de no ser por mis ojos en mis fotos de bebé no podrías adivinar quien es quien.

—Oti nació por maternidad subrogada —explicó Papá.

Creo que eso menos le pareció pues la cara que puso no era de menos, no todos están de acuerdo con los vientres de alquiler.

—Estuvo muy rica la cena —sonrió Pa— pero será mejor que nos retiremos olvidamos que tenemos que pasar por nuestro sobrino, la siguiente cena la hacemos nosotros les parece.

—Gracias —murmuró Iván algo avergonzado.

—Yo también me retiro ese chapuzón me dejó helado —exprese.

Salí junto con mis padres, Cas me detuvo un momento.

—Yo de verdad lo siento mi tía...

—No te preocupes, y espero no te moleste que me vaya antes —susurre.

—No para nada —me abrazó— nos vemos mañana.

—Nos vemos —la besé.

Nos fuimos a casa para darme un buen baño caliente y tomarme un té para no enfermarme, terminamos en el sofá los tres viendo una película.

—¿Fue así de desastroso toda la noche? —preguntó papá revolviendo mi cabello.

—Solo de momentos pero todo tranquilo, además me agradaron los padres de Cas —mencioné— y esas enchiladas estaban muy buenas.

—Tu abuela se a de estar retorciendo —se burló mi Pa.

—Probablemente —asentí— pero cuando me llevan de nuevo a México.

—¿Quieres ir? —preguntó papá confundido.

—Solo he ido un par de veces y se supone que soy mexicano —expresé— me gustaría ir un poco más.

—Ay dios te he fallado mi hijo —se quejó Pa abrazándome.

—Claro que no solo... sólo que tú viviste ahí y yo acá —mencione— y aveces no siento que encajo tampoco acá.

—Los mexicanos nacemos donde nos da la chingada gana —expresó él— tu no te preocupes que nos iremos un par de meses en verano.

—Churritos si —susurro papá feliz.

—Tu estás castigado no hay churros para ti —regaño Pa.

—¿Y yo porque?—se quejó ofendido.

Después de mi lo que más amaba eran los churros, y nadie podía meterse por su amor a ellos.

—Por tus sustos porque más —le recorde— no hay churros para ti.

Una pequeña discusión sobre el tema que termino comiendo churros, me fui acostar temprano porque estaba cansado, la cena con Cas aunque había sido un desastre solo significaba que estábamos avanzando en nuestra relación.

Fue en ese momento en el que me puse a pensar ¿Es amor? Estoy enamorado...

Aww bebito, ¿Será amor? 🌚

Aceptémoslo Jens es el morrito bien súper educado con buenas notas, no domina el mundo porque no lo alcanza pero un partidaso  🙌🏻

Lleva churros no rosas *Inserta el meme de piensa.

Pues no le fue tan mal o tan bien pero puedo ser peor... pudo morir. 🧐

Les voy adelantando que Jake y Carlitos estarán en un mismo grupo juntos... ¿Saben lo que se viene?🔥

En fin los veo el siguiente capítulo ando ya con un pie en las vacaciones y exámenes súper perros la siguiente semana así que recen por mi. 🥴

Les amo 🙌🏻

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