Girasol

Las inseguridades nos corrompen todos los días, para muchas personas impidiéndoles llevar una vida digna, mis padres siempre me inculcaron que amara mis inseguridades y podría decir que lo he logrado pero como seres humanos siempre tendríamos por lo menos una.

Al ver a Jens evidentemente pensarías que es su estatura, pero ciertamente ya le valía madres incluso utilizandola como excusa "No puedo estoy chiquito" es lo que se la pasaba diciendo para no hacer cosas, sin embargo una de sus mayores complejos era su peso, no le gustaba verse tan flaquito... verse en los huesos y usualmente lo tapaba con ropa enorme que solo lo había verse más chiquito.

Para mi diosa era ese cabello que yo tanto amaba, pero ella simplemente lo odiaba, siempre chino y estorbándole en la cara, según ella sin forma, para papá su mayor inseguridad era su bastón, perderse muchas cosas en mi infancia por culpa de el le molestaba y mi Pa... aún no averiguo cual.

Pero yo... yo tenía solo una: mi voz, así es y aunque para mi mi voz es mi voz y es similar a la de los demás no es así, estoy consiente de que para las personas oyentes mi voz es diferente, no es tan clara como la de los demás, hay palabras que simplemente no pronuncio bien y muchas veces no se entiende lo que digo, en especial si me pongo nervioso.

Soy sordo y a pesar de que puedo "escuchar" gracias a mi implante no dejo de serlo, las palabra me cuestan, aún con toda la terapia constantes para aprender escuchar y hablar no es fácil... a veces las caras de las personas reírse por eso no ayuda.

Si bien estoy acostumbrado y me siento cómodo con mi familia, incluso en la escuela pues son personas que conozco desde pequeño, que saben que es algo que no puedo controlar pero una entrevista para la televisión no me entusiasmaba.

La manita de Jens se atravesó por mi campo visual, levanté la mirada para verle.

—<¿Todo bien?> —preguntó confundido.

—<Si, ya vámonos> —asentí, había dejado el implante cargando un poco más.

Me levanté seguido del enano quien me detuvo en la puerta.

—<No se te olvida algo> —añadió divertido.

Toqué mis bolsillos para ver si traía las llaves, miré mi mochila y a Jens a mi lado, negué para mirarle.

—<Tu implante Oti> —salvo Pa —<y mi beso>

Sonreí para colocármelo esperando a que prendiera.

—Que haría sin ustedes —suspiré.

Me despedí de Pa, Papá había salido temprano pues tenía un caso en el hospital.

—Te veo en la tarde de acuerdo —besó mi frente— me lo cuidas Jens.

—Siempre  —sonrió él.

Nos fuimos a la escuela, en definición estaba que me moría de los nervios, casi chocábamos dos veces y sin mi atención en el niño iba gritándole a todos en la autopista.

—Solo digo que no es tu culpa —asintió— si ese pedazo de imbecil no hubiera pasado la luz roja...

—Jens yo fui el pedazo de imbecil que se la saltó —le recordé.

El enano se quedó pensándolo serio.

—Claramente uno de los dos no estaba poniendo atención y te aseguro que eras tú —se defendió.

Negué para que fuéramos a guardar las cosas.

—Pero si aquí está mi súper estrella —saludo Temi besando mi mejilla— listo para la tarde.

Mis padres eran unos chismosos con el tío Lu, no podíamos escondernos nada.

—¿Estarás ahí verdad? —pedí inseguro— porque te necesito ahí yo...

—Hey, estaré ahí te ayudaré como siempre y al final vamos por helados —me calmó— solo tranquilízate y respira.

—Necesitará más que respirar y tranquilizase —se burló el enano— estoy por meterle un putazo a ver si se reinicia.

—Y yo de pisarte —amenace.

Jens sonrió refugiándose en Temi, quien le abrazó para tomar su mejilla y presionarla con fuerza.

—Hey —gruñó sobándose.

—Los veo al rato tontos —se fue riendo.

—Ya no tienes quien te defienda enano —me adelanté.

—Conmigo basta yeti —me pegó en el hombro.

Sonreí para abrazarle, funcionaba más que los golpees para él, gruñó haciendo corto circuito.

Nos fuimos al salón con la presión del hombre, insoportable.

Jens llegó para sentarse y subir sus pies sobre la banca frente a él.

—Enanao —atacó Talita— no les bastó con casi hacerme chocar en la mañana.

—No, no —dejó en claro— tú te pasaste la luz roja.

—Claramente no, e ir gritando por la ventana amerita infracción —nos recordó— así que cuida más de tu minion.

—Seguro que si —sonreí tapándole la boca al enano quien me mordió con fuerzas

—Auch minion estupido —me quejé.

—¡No me hables así de feo! —me gritó amenazándome con su manita.

Suspiré para asentir.

—Perdón Baby Yoda —dije revolviendo su cabello.

La morena entró para acercarse a mi y darme un par de hojas con las notas del día anterior.

—De verdad gracias —agradecí feliz.

—No es problema, espero te ayude —sonreí.

—Claro que le ayudará, es un pendejo sin tu ayuda no sobrevivirá —se burló el enano.

Miré al chico quien se giró para molestar a Talita, buena opción.

—Gracias —repetí.

El profesor entró para vernos serios sacando hojas de su portafolio.

—Iniciemos, debido a su mediocre trabajado en estos días harán un trabajado en parejas...

No dijo más y miré al enano quien me extendió el puño para chocarlo.

—Ni se emocionen yo los pondré en equipos —condenó.

Negué molesto pero que podía hacer, a Jens lo puso con Talita, básicamente encendido el infierno entre los dos pues sabía que se la pasarían peleando, a mi me tocó con Cassandra, dando gracias por un rostro conocido.

Al final de la clase con dolor de cabeza nos acercamos a ellas.

—Te parece bien hoy enano —optó Talita.

—Aja se que me deseas en todo momento pero estamos ocupados hoy —la calmó el yodita— mi hermano tiene entrevista hoy y dado a que vivo con él no podemos.

La chica asintió.

—Que bueno que vives con él, en tu hongo dudo que cupiéramos —se burló.

—No es mi culpa que no hagan casas a tu altura —contraatacó.

La cosa se estaba poniendo algo caliente.

—El viernes —intervino Cas.

—El viernes está perfecto —asentí tomando al niño para llevármelo.

Nos fuimos a desayunar para terminar el entrenamiento, los mismos gritos de siempre... vivía de ellos al parecer.

Al llegar ya me esperaban mis padres, papá había preparado mi comida favorita y aunque al enano no le gustó se la acabo.

—Listo campeón —dijo mi papá entrando

—Si fingimos y nos vamos al cine mejor —sonreí torpe.

Papá suspiro para sentarse a mi lado y besar mi frente.

—La entrevista te ayudará con los patrocinadores —explicó papá.

—No los necesito —asegure— mi Tito me patrocina.

Y así era, ser un atleta de alto rendimiento no es cosa fácil y muchas veces demasiado costoso, me había tocado ver a muchos amigos tener que dejarlo por no poder pagar los viajes, en mi caso no, mi abuelo dijo tiene mi apellido yo lo apoyo y así a sido... incluso consintiendo mis caprichos según Pa, pero adivinen a quien es el primero al que se los cumple.

—Así es mi niño —el suspiró— sabes que yo siempre he estado orgulloso de ti...

—Por ser un atleta sordo...

—No Oti —negó poniendo su mano en mi hombro— por la dedicación que le has puesto, ser un atleta profesional no es fácil y aunque ser sordo no es impedimento si es un gran logro.

Le miré algo inseguro, si empezaba analizarme ahora si mandaba a la fregada la entrevista.

—De pequeño me preguntaste si podías hacerlo porque ninguno de los corredores era sordo como tú —me recordó— te aseguro qué hay niños como tú en este momento haciéndose la misma pregunta, porque no les confirmas que si se puede.

Suspiré agotado para recargarme en su hombro.

—Pa tiene razón, no se te puede decir que no —bufé.

Papá sonrió victorioso para abrazarme con fuerza.

—Muchos lo han intentado —aseguró— todos fallaron.

—Papá me asfixias —señalé ante su abrazo tan fuerte.

Me soltó para besar mi frente y levantarse feliz.

—Anda vámonos —sonrió victorioso.

Al llegar ya estaban  preparando el lugar, me tomarían un par de videos entrenando, la parte fácil claro para terminar con la entrevista.

El entrenamiento fue ligero pues me hicieron repetir varias veces el trayecto, todo el entrenamiento estuve esperando a mi chica... pero no llegó.

—Cinco minutos más, no debe tardar —pedí a mis padres.

—Ya esperamos no tenemos toda la vida —regañó mi entrenador.

Miré a mis padre que estaban de acuerdo con él, incluso el tío Lu.

—Respira, habla con el corazón y todo saldrá bien —aseguró Pa— Se tu, todos estamos orgullosos de eso.

Suspiré para asentir, me quedé con Jens por un momento.

—Tendrás que hacer el trabajo de Temi —informe al enano.

—¿Y que hace? —preguntó embobado en la reportera.

Aquella rubia de televisión con pechos prominentes.

—Bueno primero me da un discurso motivacional—expliqué.

—Fácil, rómpete una pierna —golpeó mi hombro sonriente.

No me hacía gracia, negué para continuar.

—Solo párate donde pueda verte y traduce de acuerdo —pedi.

—Haré lo mejor que pueda —asintió, el niño entendía más de lo que podía signar.

Respire para ir a mi lugar, moriría frente a la cámara estoy seguro.

—Listo —sonrió la entrevistadora— cuando de señal empezamos, procura mirarme a mi y no a la cámara de acuerdo.

Asentí, sabía que terminaría mirando a la cámara.

La mujer hizo señal para iniciar.

—Buenos días televidentes, estamos aquí para entrevistar a uno de los más prometedores atletas del país, un joven que a sus diecisiete años está por clasificar para los grandes —sonrió ella— Autumn Jones.

Miré a la cámara... joder no saldría bien, solo sonreí y continué para ver a la mujer.

—Autumn cuéntanos, como a sido el recorrido para ti para llegar hasta aquí —una sonrisa atemorizante.

Espere a que Jens terminara de traducir, no quería decir una tontería.

—Ha sido mucho trabajo duro y esfuerzo —contesté — entreno desde los cinco años por lo que...

—Genial —interrumpió riendo— eres un chico especial,  que limitación tienes al ser un atleta sordo.

—Primera mente ser sordo no limita mis capacidades como atleta, soy un deportista como cualquier otro con el hecho de que uno de mis sentidos no es funcional —aclaré lo más importante.

—Claro, no es como que seas sordo del todo —susurró como si no la fuera escuchar— Es impresionante tu desempeño, has ganado varías estatales y tres nacionales —mencionó— pero tengo entendido no participarás en las sordolimpiadas, ¿Por qué? El tener el implante te hace aspirar a más dejando de lado tus raíces.

Miré a Jens que traducía molesto, no sé que tenía la mujer contra mi pero si no paraba el niño la iba atacar.

—No, digo estoy enfocado en los grandes pues quiero demostrar que no hay impedimento alguno para ser atleta, mostrar a más niños como yo que todo es posible si te esfuerzas y crees en ello —aclare— y para competir en las sordolimpiadas se compite sin el implande por lo que estaría en las mismas condiciones —informe.

La mujer sonrió con una pequeña risa.

—Implante cariño —corrigió susurrando— tranquilo me dijeron que esto podía pasar —si esto era un asco...

Traté de buscar a mis padres para que me sacaran de aquí, solo vi a Pa hablando por teléfono molesto.

—Autumn, el apoyo familiar es muy importante para un atleta, como a influido tu familia en tu carrera —preguntó, algo fácil.

—Mis padres me han apoyado en todo el camino, son mi fortaleza y sin ellos no estaría aquí —asegure.

Ella asintió pero algo me decía que no iba por ese camino.

—Vives en una familia homoparental no es así, me intriga saber como es —ya iba empezar— ¿Te afectado en algo a tu orientación sexual?

Miré a Jens confundido no sabía si me había traducido bien, su rostro me decía que si.

—Am dudo que mis preferencias afecten mi desempeño como atleta —dije entre dientes.

—Tienes razón — mencionó poniendo su mano en mi hombro— por cierto quiero mencionar que me encanta tu voz, es tan dulce —guiño.

No podía reconocer ciertos tonos de voz pero mierda claro que reconocía el sarcasmo.

Bajé la cabeza un poco apenado, quería acabar con esto ya, una entrevista en vivo no me daba la posibilidad de escapar.

—Tengo entendido vienes de una familia de dinero una ventaja en los deportes, tú abuelo es una de las personas más ricas del país —leyó su informe— pero tienes tanto talento, seguro que comprar carreras no es tu caso —sonrió.

—¿Comprar carreras? —dije inseguro, entendí lo que estaba haciendo.

Se había pasado la entrevista atacandome sutilmente acompañado de halagos.

Y ahí exploto Jens para llegar a mi.

—Se acabo la entrevista —dijo empujando la cámara.

Por fin, apesar de todo el daño ya estaba hecho pero por fin estábamos fuera del aire.

—Vaya violencia, es aprendida de tu padre Santiago —agregó mirando con desaprobación

—Mi padre —arque la ceja— está diciendo pendejadas.

La mujer sonrió sacando su teléfono para mostrarme un video, mientras Jens corría con la cámara que había tirado con el camarógrafo detrás y mi tío Lu apoyándolo, miré aquel video inseguro.

Era mi Pa de joven... sobre un auto golpeándolo con lo que suponía era un bastón de mi papá, una persona totalmente diferente que nunca había visto ¡Ese no era mi Pa!

—Es todo —dijo Papá a mi lado serio.

Me giré para mirarle confundido, a su lado estaba Pa, tan serio como nunca.

¿Qué mierda acababa de pasar?

Repito ¡Que mierda acaba de pasar!😡

Por cierto los <,> representa a una conversación en lengua de señas 🙌🏻

¿Cual será la inseguridad de nuestro Santi? Literal no se me ocurre una.🧐

Jensen sin cuidado en un auto es peligroso, muy peligroso.🙃

Tiempo de entrevistas y solo dire una cosa: putensela.🤨

Atacar así a nuestro bebé imperdonable.😑

Bastón de Wint listo, preparado y nos vemos el siguiente capítulo. 💕

Cuídense, pórtense bien, vacúnense y para quitar este mal sabor les dejo un Jensen chiquito (mas bebito)

Miren al Jensito bebé, todo chiquito todo enojon.

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